Te doy una colleja y te saco amarilla si no te gusta: ¿abuso de poder del árbitro con Morata?

Momento en el que Alberola Rojas toca con condescendencia a Álvaro Morata (GTRES)

Todavía está caliente la polémica expulsión de Diego Costa en el Barcelona vs Atlético de Madrid y la desmesurada sanción que recibió el delantero colchonero cuando este sábado hemos visto una escena que define a la perfección al estamento arbitral en España.

El árbitro manchego Alberola Rojas, encargado de dirigir el partido entre los colchoneros y el Eibar en Ipurúa, ha provocado la ira de Álvaro Morata cuando, en un momento de la segunda parte, el colegiado le ha dado lo que el delantero ha calificado de colleja (para ser fieles a la verdad, ha sido un toque en el cogote del ariete) y luego lo ha agarrado por el brazo. Las protestas del madrileño por estos hechos le han valido, además, una amarilla.

Lo ha dicho el Cholo bien claro después. Por un gesto parecido, a él le cayeron cuatro partidos de sanción, los mismos que le cayeron a Diego Costa por tocar a Gil Manzano (más otros cuatro por ese insulto cuyo audio no se ha escuchado públicamente). Lo ha apuntado bien el exárbitro Iturralde González en Carrusel Deportivo: el árbitro es la autoridad y debe mantenerse en su sitio. De ninguna de las maneras el colegiado puede tocar a un jugador, y menos con el gesto de prepotencia y chulería con el que el joven Alberola lo ha hecho, en lo que parece un claro caso de abuso de poder, porque encima le ha castigado después.

Si el Comité de Árbitros actuara con dignidad, Alberola Rojas, conocido por ser Míster Los Yébenes (Toledo) y por su look de ‘tronista’ musculado de Mujeres y Hombres y Viceversa, tendría que pasar de manera inmediata a la nevera o, en otras palabras, ser sancionado varias jornadas. Tampoco estaría de más que, para variar, el club presentara algún tipo de queja.

Para exigir respeto primero hay que dar ejemplo, y más aún si eres la máxima autoridad en el terreno de juego. Pero los árbitros españoles no se caracterizan precisamente por dar buen ejemplo de nada.

Messi, Suárez… ¿y para qué más?

Leo Messi y Luis Suárez celebran un gol del Barça. (EFE)

Leo Messi y Luis Suárez celebran un gol del Barça. (EFE)

Messi y Suárez forman un tándem letal. El argentino lleva 43 goles en todos los torneos disputados por el Barça esta temporada, por los 23 del uruguayo. Juntos han anotado 66 goles (el 60% de los de su equipo) que hacen que los azulgranas sean claros favoritos para ganar todas las competiciones, tanto nacionales como continentales. La primera ya la tienen en el bolsillo: ambos sentenciaron la Liga el pasado sábado ante el Atleti en el Camp Nou a falta todavía de siete jornadas. Y no les hizo falta nadie más. Ni Coutinho, ni Dembelé, ni Malcom… ni mucho menos Kevin-Price Boateng… el tridente del Barça no está cojo: tiene solo dos patas (útiles), la MS. Y, no, tampoco echan de menos a Neymar… aunque parece que él sí que los echa de menos a ellos.

Cinco temporadas llevan juntos en el Barça. Cinco temporadas en las que se han ido conociendo y adueñando de la delantera azulgrana. Han hecho de sus posiciones inamovibles. Ni la llegada de Griezmann podría acabar con eso… si se piensa mejor «La Decisión».

Si echamos la vista atrás, Suárez se ha convertido en el socio perfecto para Messi. Nunca antes el argentino había encontrado semejante complicidad con alguno de sus anteriores compañeros: ni Ibahimovic ni Villa o Eto’o lograron encajar piezas con él. Pero Suárez sí. No le importa estar en un segundo plano. Y es que los estratosféricos números de Messi ensombrecen las brillantes estadísticas de Suárez, que ha alcanzado ya los 175 goles en 240 partidos con el Barça desde su llegada en 2014. Pero no le importa que Messi destaque más que él. Es más, él le ayuda a que lo haga. Es uno de los principales culpables de que Messi sea cada vez mejor Messi. Y eso es de admirar.

Leo y Luis son amigos fuera y socios dentro del campo. En esta temporada, Messi es el Pichichi de la Liga (33 goles), pero también el máximo goleador en Champions con 8 tantos marcados esta temporada, empatado con Lewandowski (8) y con una diferencia de 3 goles con Neymar y de cuatro con Cristiano y Mbappé. Suárez sigue al crack argentino de cerca en el contador de Liga, en segunda posición con 20 tantos; pero en Champions no se ha estrenado este año. Ganar el máximo torneo europeo es la obsesión del Barça, por lo que tener el marcador a cero es algo que le pesa, y mucho, al uruguayo, que todavía tiempo tiempo de marcar: la próxima oportunidad, el miércoles ante el Manchester United. Y seguro que Leo le ayudará a quitarse la espinita.

Diego Costa: condenado por su fama y por estar en el Atleti del Cholo

Diego Costa protesta ante Gil Manzano su expulsión con roja directa (EFE).

Diego Costa tiene la sangre más caliente que el cenicero de un bingo. Eso lo sabemos todos. Pero también sabemos que desde que llegó a España, cuelga con un sambenito que me temo que jamás podrá quitarse. «La ha vuelto a liar», leía este sábado apenas unas horas después del final del partido ante el Barcelona, donde vio roja directa en el minuto 28 por, según el colegiado, «cagarse en su puta madre». Es su tercera expulsión con el Atleti, sólo la segunda en Liga y la primera con roja directa, pero para el chascarrillo de barra de bar suena perezoso echar un vistazo de 30 segundos a las estadísticas.

Este es el principal problema: que haga lo que haga, Diego Costa quedará para siempre como un jugador sucio o marrullero, protestón y pendenciero. Es el precio que hay que pagar por jugar en el Atleti del Cholo y, como dije en una ocasión, por no haber nacido en España.

Dicho esto, Costa tiene la suficiente experiencia como para saber de qué va el tema. Saber que, por desgracia, todo lo que haga en el terreno de juego va a ser mirado con una minuciosidad que no se aplica con otros jugadores. Yo entiendo que sea normal ver todos los fines de semana a Luis Suárez o a Sergio Ramos chocar frente con frente con unos apocados árbitros que van dando pasos atrás y zanjan la discusión bajando los ojitos llorosos y murmurando una regañina (suave, no se vayan a enfadar) y pensar que es la ley que rige para todos, pero Diego lleva el suficiente tiempo en España como para saber que en función de la camiseta que lleves, puedes llevar el límite o no tu protesta.

Por eso creo que el de Lagarto, con toda esta información, tiene que extremar su cuidado. Es injusto, pero en ello está en juego su presencia en el césped y el bien del equipo. Quizá ya no tenga tiempo de redimirse esta temporada, pensando en la sanción que le va a caer. Veremos si lo hace la que viene, pero ése es otro cantar.

Alguno podrá decir que dónde está la verdad. Gil Manzano tiene su versión y Diego Costa la suya. Y el juez es el primero. En este tipo de expulsiones, es la palabra de uno contra la del otro y corresponde al espectador decidir a quién cree. Por desgracia, en este caso podemos leer los labios del árbitro dando explicaciones pero no los de Costa (al menos que yo sepa mientras escribo estas líneas).

De todos modos, ya sabemos que en el fútbol español poco importa la verdad, siempre y cuando, claro, la situación beneficie a los de siempre.

Hacen falta más futbolistas como Piqué

Piqué, celebrando un gol en el último partido de Champions del Barcelona (EFE).

Enorme revuelo el que ha despertado la presencia de Gerard Piqué en el programa La Resistencia, de David Broncano. El central del Barcelona despierta pasiones, positivas y negativas, allá por donde va. Tras lo de este jueves, queda sus referencias a su patrimonio (mayor que el presupuesto del RCD Espanyol, dijo), y una referencia sexual a las últimas victorias del Barcelona en el Bernabéu. Y claro, todo son ataques.

Me voy a posicionar: siempre con Piqué. Está claro que sus comentarios pueden sentar mal a los hinchas del RDCE y del Madrid, pero las cosas hay que mirarlas en su contexto. La Resistencia es un programa de humor, y Piqué no hizo sino adaptarse perfectamente a ese contexto. Evidentemente, hace gala del estilo ‘troll’ del programa y da un paso más en cuanto a los chistes. Y sobre los límites del humor, yo lo tengo claro: si te ofende un chiste, es tu problema. Basta con no reírte o no hacerle caso.

Creo que Gerard Piqué provoca tanto odio en algunos sectores porque es un tipo formado, inteligente, agudo, con un enorme sentido del espectáculo y que sabe desenvolverse allá donde va. Y prueba de su inteligencia es que consigue siempre que sus enemigos entren al trapo. Sinceramente, prefiero un Piqué a ese perfil de futbolista de limitado discurso y poca mano izquierda. Hacen falta más como él.

PD: El periodismo deportivo debería también reflexionar sobre dos temas: uno, por qué no es capaz de sacar entrevistas como la de este jueves y dos, cómo ha reaccionado a ésta.

¿Es Lucas Hernández uno de los mejores centrales del mundo? ¿Mejor que Sergio Ramos?

 

Lucas Hernández

Lucas Hernández (GTRES).

80 millones de euros ha pagado el Bayern por Lucas Hernández. Así está el mercado. Se convierte así en el segundo central más caro de la historia del fútbol tras Virgil Van Dijk, el impresionante zaguero por el que pagó el Liverpool 85 ‘kilazos’.

El precio es desorbitado, y la pregunta es clara: ¿es Lucas uno de los mejores centrales del mundo? La respuesta no va a llegar por sensaciones, ni por jerarquía, sino que vamos a ver qué dice la estadística avanzada sobre el próximo jugador del conjunto bávaro. El análisis corre a cargo de Driblab, la pujante empresa que trabaja para varios clubes de fútbol y que analiza los datos de los futbolistas, y que nos cede sus impresionantes datos.

Comparación de Lucas con el resto de centrales del mundo

Es un jugador que es top en el uno contra uno, como se puede ver en los duelos en los que fue driblado (tackles). También destaca en las recuperaciones y no tanto en los balones aéreos, en los que va bien, pero sin ser de los mejores.

Estadísticas Lucas Hernández

Estadísticas Lucas Hernández (DRIBLAB).

Comparación de Lucas con Sergio Ramos

Sin duda, dos jugadores muy distintos, aunque sobre todo hay que tener en cuenta que Lucas ha jugado esta temporada casi la mitad de sus minutos como lateral. Ramos destaca especialmente en la salida de balón y el desplazamiento en largo, el francés es una muralla en defensa casi infranqueable.

Comparación Lucas - Ramos

Comparación Lucas – Ramos (DRIBLAB).

Comparación de Lucas con Godín

Dos jugadores más parecidos, aunque Lucas es aún mejor defensor (impresionante) que el uruguayo.

Compara Lucas - Godin

Comparación Lucas – Godin (DRIBLAB).

Y ahora, la gran pregunta: ¿vale Lucas Hernández los 80 millones que han pagado por él? Que cada uno se haga su opinión.

Casillas sigue pidiendo volver a la selección en 2019… y conviene recordar lo que Del Bosque dijo de él

Iker Casillas y Del Bosque

Iker Casillas y Del Bosque tras la Eurocopa de 2016 (TWITTER).

Estamos ya a mediados de marzo de 2019. Xavi vive su retiro dorado en la democrática tierra catarí, Iniesta deleita en Japón, Villa golea en el país nipón. Puyol y Valdés ni recuerdo cuánto hace que se jubilaron. Y mientras, Casillas sigue diciéndole a todo aquel que quiere ponerle un micrófono delante que quiere volver a la selección. Qué cansino todo.

No es el objetivo de este post crear un foro para discutir los méritos del bueno de Iker, clave en los grandes éxitos de la Roja en el irrepetible periodo 2008-2012 que se saldó con un Mundial y dos Eurocopas. El penalti detenido ante Italia, su pierna milagrosa ante Robben y otras muchas paradas mágicas son ya historia de España, seas de Casillas o no. Pero estamos en 2019. Repito, 2019.

Es probable que el nivel del mostoleño sea ahora mucho mejor que hace unos años, lo cual no era difícil. Sus últimas temporadas en el Madrid y sus primeras en Oporto estuvieron plagadas de jugadas que rozaban lo cómico y que apuntaban a que su retirada era cuestión de muy poco tiempo. Pero Iker se ha sabido reinventar, algo que le honra, y ha subido su nivel hasta el punto de convertirse en indiscutible en todo un cuartofinalista de Champions pese a que sus grandes virtudes como portero (los reflejos, la intuición, la agilidad…) se pierden en exceso, al menos en teoría, con el paso de los años.

Casillas tiene suerte, demás, de vivir lejos de los focos mediáticos. Que le pregunte a su gran amigo Buffon lo que pasa cuando se está en el más alto nivel de exigencia, cuando un error te convierte en el blanco absoluto de las críticas. Al italiano se le ha dicho de ‘viejo’ para arriba estos días por sus errores que han sido claves en la eliminación europea del PSG.

Y ese nivel de exigencia es el que tendría con la selección española, esta vez al que le puede preguntar es a David de Gea, aunque con el portero del United no tiene tan buena relación. Casillas dejó de ir con la Roja después de que el hombre que parece el más bondadoso del planeta, Vicente del Bosque, dijera de él que no se portó nada bien en 2016 con el cuerpo técnico debido a su suplencia en el citado campeonato. No fue Mourinho, repito, fue Del Bosque, el oso amoroso que jamás critica a nadie que no sea presidente del Real Madrid.

Esa salida está prácticamente olvidada porque para qué, mejor quedarse con la gloria que dio a España. Pero si él va repitiendo con insistencia su deseo de volver a ser convocado con la selección, es bueno recordar lo que pasó en esa despedida que él aún no ha aceptado. Y también que hay porteros españoles mejores que él actualmente, claro. Porque entiendo que si vuelve, no será exigiendo ser titular. ¿Reaccionaría ante su suplencia igual que en 2016?

¿Vuelve el Barça a por Griezmann? No se debe consentir otro culebrón en el peor momento

Griezmann, este sábado en Bilbao (EFE).

Hace menos de un año, en este mismo sitio, dediqué varios artículos al exasperante culebrón que protagonizaron Antoine Griezmann, el Atlético de Madrid y el FC Barcelona y que culminó en el artificioso documental en el que el genio de Mâcon anunciaba que se quedaba. Ahora, cuando peor vienen dadas en el equipo del Cholo (sin Copa, sin Champions y tras la derrota del sábado en Bilbao, sin Liga), resurgen como viejos fantasmas los rumores que alejan a Griezmann del Metropolitano.

Esta vez ha sido el prestigioso L’Équipe el que vuelve a la carga. Al parecer, según el diario parisino, Griezmann se arrepiente de haber renovado, visto el resultado del equipo en Champions, y de no haber fichado por el Barça para limpiarle las botas a Messi, de tal modo que vería con buenos ojos dar el paso, esta vez sí, de cara a la próxima temporada

Desconozco cuánto hay de verdad, cuánto de filtración interesada o cuánto de literatura fantástica en la información de L’Équipe. Solamente sé que estamos aún a 17 de marzo y el período hasta el mercado se puede hacer muy largo. Desesperadamente largo.

Sobre si Griezmann se va o no, no me he movido de lo que pensaba hace meses: si se quiere ir, que se vaya, pero sin ridiculeces. Rápido, por el dinero montante y sonante y sin dramas, que como dije hace tiempo, peces más gordos se han marchado.

Si se queda, perfecto. Es un súper clase y el Atleti necesita talentos como él. Pero a ver si fuera posible que este año el tema quedara zanjado cuanto antes. Ni Simeone ni el club deben consentir un espectáculo rídiculo como el de la pasada temporada, porque no hizo bien a nadie.

¿Tiene el Barça un camino fácil hacia el triplete?

Zidane ha vuelto, pero tarde. El Real Madrid ya ha sido eliminado de la Champions en octavos, ante el Ajax. No jugará la final de la Copa del Rey al perder contra el Barça en semifinales. Y está a 12 puntos del liderato de la Liga. Vaya, temporada en blanco para los blancos (valga la redundancia). Y eso hace que el Barça sea favorito a todo. Favorito a ganar la Copa del Rey, donde jugará la final el próximo 25 de mayo ante el Valencia en el Benito Villamarín. Favorito en la Liga, primero, a mucha distancia de sus grandes rivales. Y en Champions está muy vivo: este miércoles eliminó al Olympique de Lyon en octavos (5-1). En cuartos toca el United.

Conclusión: el Barça podría volver a ganar el triplete (ya lo hizo en 2015). Pero, ¿será fácil el camino hasta él?, ¿qué le espera estos tres meses?

  • En Copa del Rey, al ser a partido único la final, tiene el 50% de las probabilidades de ganarla ante un Valencia que ha ido de menos a más esta temporada. Para los ches es un aliciente enorme estar en la final y así lo demostró Marcelino tras eliminar al Betis. Además, seguro que no les pondrán las cosas en bandeja a los de Valverde. Sin embargo, los culés son claros favoritos, y raro sería (siendo sinceros) que el Barça no sumara a su palmarés la trigesimoprimera Copa. Los azulgranas son los reyes de esta competición. Y eso que este año no la querían… (ironía).
  • En Liga, es verdad que queda mucho y la cosa no está asegurada matemáticamente, pero raro sería que el Barça se dejara por el camino los 7 puntos que tiene de ventaja con el Atlético de Madrid y, mucho más, los 12 con respecto al Real Madrid. Solo quedan 10 jornadas ligueras, con los blancos ya ha cumplido en todos sus enfrentamientos y solo les queda, entre sus  inmediatos perseguidores, el duelo con el Atleti del 6 de abril. Aunque perdieran, los de Valverde —si ambos equipos ganan todos sus partidos hasta ese día— se quedarían con 4 de diferencia a seis jornadas. No es imposible para los del Cholo ir a por la Liga, pero sí lo tendrán complicado.
  • En Champions queda mucho por delante y grandes duelos asegurados. El Barça todavía tiene cinco partidos por delante y hay que ser prudentes. Aunque es verdad que la eliminación del Real Madrid ha sido un alivio, al ser esta la competición fetiche de los blancos. Sin ellos, los culés quizás puedan cumplir su obsesión de esta temporada: levantar la Sexta (intuyo que todas se escriben ahora en mayúsculas) orejona. Ahora el objetivo es llegar hasta la final del 1 de junio en el Wanda Metropolitano. El enfrentamiento de cuartos será ante el Manchester United, asequible y que no estaba dentro de los ‘cocos’ de la eliminatoria. Y, de llegar a semifinales, el rival de los culés sería el ganador del duelo entre Oporto y Liverpool. Buen cuadro, que ayuda a evitar a la Juventus de Cristiano Ronaldo y al City de Pep Guardiola hasta la final.
La Copa del Rey, la Liga y la Champions, triplete del Barça en 2015.

La Copa del Rey, la Liga y la Champions, triplete del Barça en 2015.

El independentista, el antimadridista, el ‘messiano’… estos son los tipos de culés

Proclamas independentistas en el Camp Nou. EFE

Proclamas independentistas en el Camp Nou. EFE

En este blog solo faltaba el análisis de los tipos de aficionados del Barça. Mi compañero Raúl Rioja comenzó la saga enumerando los tipos de madridistas, Edu Casado le siguió con los tipos de colchoneros y ahora llego yo para analizar los tipos de culés. Los hay, y muy variopintos:

El Independentista: Quizá sea el primero que se nos viene a la cabeza. Fútbol y política cada vez están más ligados y hay quienes usan el fútbol para meter presión política. Son los que llevan las pancartas pidiendo «Llibertat presos politics». «Freedom» o «Sos democracia» son otros de sus lemas favoritos. Solo van al Camp Nou para hacerse notar y llevar sus exigencias fuera de Cataluña. Si el Barça solo jugara la liga catalana no tendrían tanta visibilidad, pero aún así lo exigen. Escuchan los partidos por RAC 1 y ven solo los que se retransmiten por TV3. En catalán, claro. Su mayor ídolo es Oleguer Presas.

El antimadridista: Este es un clásico. Nunca mejor dicho. Hay quien por no ser del Real Madrid es de cualquier equipo y, cuál mejor que el eterno rival. Celebra cada derrota del Real Madrid como si fuera un título para el Barça. Y las victorias del Barça en función de lo que afecte a los blancos. Todas las decisiones que haya en contra del Madrid, bienvenidas sean. Y si son injustas, mejor, porque más daño hacen. En los clásicos se viste enterito de azulgrana solo por molestar al amigo merengón, al que tiene frito con sus ‘bufadas’.

El ‘españolito’: También lo hay. Reside en Madrid y está tan quemado con Florentino que se ha pasado al lado contrario. No está de acuerdo con las políticas del club. Intenta defender que fútbol y política no van de la mano. Su amor por Iniesta y su odio por Piqué van en el mismo saco, aunque gana el primero. Apaga la tele antes del «visca Catalunya» de las celebraciones.

El de provincias: Es del barça por herencia. Ve los partidos y los celebra en familia. La mayoría de sus colegas son del Real Madrid y siempre le ha tocado defender el tipo de juego azulgrana. Fan del tiki-taka, su mayor ídolo era Xavi Hernández. En el equipo del barrio llevaba su número. Orgulloso, le regala a sus hijos/sobrinos la indumentaria azulgrana por reyes. Hacía todas las colecciones del Sport y Mundo Deportivo, que ahora copan las estanterías de su casa. El poster del sextete, enmarcado en el salón.

El ‘messiano’: Para él todo el Barça es Leo Messi. Cuando Messi se retire, cambiará de equipo. Tiene tanto amor por el argentino que se ha tatuado su cara en alguna parte del cuerpo. Ha aprendido a imitarlo. Su mayor sueño es viajar a Argentina para ver dónde creció. Tiene en su armario todas sus camisetas. Solo quiere que gane el Barça para que Leo sea feliz; para que no se metan con él. Su amor por Messi es tan grande como su odio por Cristiano.

El turista sudamericano: Tiene predilección por los jugadores de su país, incluso de su continente. Los siente más cercanos. Defiende a Messi cuando juega con el Barça, pero no con Argentina. Su mayor sueño es viajar a España y visitar el Camp Nou. Juega las pachangas de barrio con la camiseta azulgrana, la cual heredarán sus hijos, nietos y biznietos. Pagaría por que el Barça jugara la Copa Libertadores.

El turista japonés: Asia es «mercado estratégico» para el Barça. Todo aficionado asiático (japonés y chino) desea fotografiar el Camp Nou, el monumento por excelencia de Barcelona. Compra únicamente en las tiendas del Barça y a través de Rakuten, y solo bebe vino de las bodegas de Iniesta. Ha conseguido que se proyecten vídeos japoneses en los descansos y tiene su propio punto de información fuera del estadio. Con sus inversiones en entradas y ‘merchandising’ pagaron el fichaje de Coutinho para llevarse a Iniesta.

Seguro que se os ocurre alguno más, y os agradecería que lo comentaseis. Y estoy convencida de que os identificaréis con uno o varios. Porque, aunque nadie está definido al 100%, siempre tiene un poquito de tópico en sí mismo.

La Champions no está hecha para el Atlético de Madrid

Los jugadores del Atleti, cabizbajos tras uno de los goles de la Juve (EFE).

Así de duro, así de sencillo. Hay cosas que son incompatibles y después de la debacle del Atlético de Madrid en Turín (diré poco del encuentro, sólo que los de Simeone han estado totalmente superados por un rival que ha sido infinitamente mejor) me queda claro que una de esas incompatibilidades universales es el éxito de los colchoneros en la Champions League.

Es una competición que no está hecha para nosotros. Sin más. Ni lo fue en los 70, ni lo fue en este nuevo reverdecer con Simeone. Ni la ilusión de que la final se jugara en el Metropolitano ha servido para cambiar el destino. El Cholo tiene entre ceja y ceja esta competición pero bien haríamos los atléticos en borrarnos de la mente la mera ilusión de que algún día podamos tocar el trofeo. 

Suena pesimista, suena oscuro, suena terrible, pero es la verdad. En la vida puedes alegrarte de lo que tienes o lamentarte de lo que no tienes. Mejor optar por lo primero. Y seguir adelante.

Buenas noches.