La aerofobia o miedo a volar, es el temor que algunas personas tenemos al montarnos en un avión. Aunque es un miedo irracional, por ahora, me permite viajar en avión. En mi caso, consiste en un pataleo, unos lloros y algún grito de que me quiero ir, todo esto, jurando que no me voy a volver a montar en un avión.
A mi madre le gustaba la fotografía, le regalamos una cámara de fotos con tres objetivos y un trípode, para que lo estrenase en las próximas vacaciones. Durante el viaje a Groenlandia hizo un gran reportaje fotográfico, sacaría alrededor de mil fotos. Hace unos meses, vendió esa cámara.
El día del accidente de avión en Barajas, estaba trabajando cuando me enteré de la noticia y no sé por qué, decidí que tenía que ir a un hospital para que alguien me dijera que me estaba pasando. Un día después me ingresaron, y en una semana ya tenía esclerosis múltiple.
Desde ese día tengo miedo a los aviones, y desde ese día, no he vuelto a ver en mi madre mostrar interés hacia la fotografía, es más, no ha visto ni una sola foto de ese viaje.
Cogí manía a los aviones, por todo lo que vino después. Me monto en un avión, y sin querer, pienso en que algo malo va a pasar. He leído varios libros en lo que te ayudan a superar ese miedo, te explican por qué vuela un avión, los controles que tienen, etc. pero no puedo evitar relacionar el avión con algo malo. Supongo que sin quererlo, también es lo que le pasa a mi madre con la fotografía.
1decada1000.
A mi también me pasa pero con Joaquín Sabina, antes me encantaba, pasó algo y, ahora en cuanto oigo una canción suya, a mi memoria llegan «nubes negras». Creo que son sensaciones estúpidas pero dificiles de superar, aunque el tiempo mitiga.
Un besazo
24 febrero 2013 | 12:01
Muchas gracias por contar tu experiencia. Es exactamente lo mismo, relacionas una cosa con otra sin quererlo. Espero que el tiempo lo mitigue, porque cada vez que me monto en un avión lo paso fatal… Un beso!
24 febrero 2013 | 13:16