Los martes y jueves son días de piscina, a veces, algún día del fin de semana también voy, pero esos dos días siempre están reservados para el deporte. Dependiendo de cómo me encuentre, nado más o menos largos, o si no me encuentro con fuerzas, realizo ejercicios en la piscina pequeña.
Llevo nadando desde que me diagnosticaron esclerosis múltiple (antes no practicaba deporte). Siempre he intentado ir por lo menos dos días a la semana pero entre el trabajo y descansar, ha habido épocas en las que casi no aparecía por la piscina. En cambio, otras, iba hasta cuatro días.
En la piscina me siento ligera, me relajo y parece como si mis movimientos fueran perfectos, coordinados y sin apenas esfuerzo. Cuando salgo, me encuentro bien, con una vitalidad increíble. El cansancio viene después, pasadas unas horas. Por eso, creo que soy bastante consciente de hasta donde puedo llegar, me reservo para lo que me queda de día, que en el caso de los martes, es trabajar por la tarde.
Actualmente, el día que más nadaba, hacía doce largos, que aunque no son muchos, son más que 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11. Es como mi marca o mi meta personal de este año, eso sí, hago descansos cada dos largos y me lo tomo con mucha calma. El martes pasado superé esa barrera, ¡¡nadé catorce largos!! No intento compararme con nadie, ni que se comparen conmigo, pero superar algo que llevas meses intentando, hace ilusión, ¡mucha ilusión!
Ese día me encontraba bien y lo hice, seguramente habrá próximamente otro día que me encuentre igual de bien, y lo volveré hacer, o eso quiero pensar, porque con esta enfermedad nunca se sabe.
1decada1000.
Igual un día te marcas 15 sin despeinarte. Yo hace mucho que no nado pero a mí también me sienta muy bien nadar.
26 febrero 2013 | 13:12
Primero tengo que repetir la hazaña de los catorce largos. Pues anímate a ir a la piscina, que seguro que te sienta bien! Un besazo !
26 febrero 2013 | 22:23
Igual un día te marcas 15 sin despeinarte. Yo hace mucho que no nado pero a mí también me sienta muy bien nadar.
26 febrero 2013 | 13:12
Primero tengo que repetir la hazaña de los catorce largos. Pues anímate a ir a la piscina, que seguro que te sienta bien! Un besazo !
26 febrero 2013 | 22:23
Yo también voy nadar y me pasa lo mismo que a tí, dentro del agua soy feliz y cuando salgo de la piscina me encuentro muy bien, es también pasadas unas horas cuando vuelvo a estar muy cansada. Aprendí a nadar ya mayor, con cuarenta años, ahora tengo cincuenta y tres años, bueno, los haré el dia dieciocho de este mes próximo, marzo, y estoy muy contenta de haber ido a aprender a nadar por la situación en que me encuentro ahora. Un besazo.
26 febrero 2013 | 19:35
Hola, yo sabía nadar desde pequeñita, pero me apunté a un curso de perfeccionamiento para aprender a nadar mejor y evitar dolores musculares innecesarios. Aún así, creo que soy un poco pato nadando pero me sienta tan bien, que me da igual! Es genial ir a la piscina, deberíamos haber empezado a ir mucho antes! 😉
Un beso.
27 febrero 2013 | 09:40
Yo también voy nadar y me pasa lo mismo que a tí, dentro del agua soy feliz y cuando salgo de la piscina me encuentro muy bien, es también pasadas unas horas cuando vuelvo a estar muy cansada. Aprendí a nadar ya mayor, con cuarenta años, ahora tengo cincuenta y tres años, bueno, los haré el dia dieciocho de este mes próximo, marzo, y estoy muy contenta de haber ido a aprender a nadar por la situación en que me encuentro ahora. Un besazo.
26 febrero 2013 | 19:35
Hola, yo sabía nadar desde pequeñita, pero me apunté a un curso de perfeccionamiento para aprender a nadar mejor y evitar dolores musculares innecesarios. Aún así, creo que soy un poco pato nadando pero me sienta tan bien, que me da igual! Es genial ir a la piscina, deberíamos haber empezado a ir mucho antes! 😉
Un beso.
27 febrero 2013 | 09:40