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«Si el niño sabe que tiene altas capacidades, debe decidir él si contarlo o no a sus amigos»

Las altas capacidades vuelven a protagonizar el blog por segundo día consecutivo, con la segunda parte de la entrevista a la doctora Nuria García, psicóloga infantojuvenil y directora de Ayudarte Estudio de Psicología, donde ha desarrollado un programa denominado Mentes Brillantes.

Si en la primera parte hablábamos sobre todo del diagnóstico, en esta ocasión las preguntas se refieren a lo que pasa después. Os recuerdo que han ayudado tres familias que saben de primera mano que no siempre es fácil conducir un Ferrari.

Vamos con ella, esperando que os resulte interesante.


(GTRES)

¿Con qué principales retos se va a encontrar el niño y su familia?
Educar a un hijo no resulta sencillo sea de altas capacidades o no, pero si tengo que destacar varios retos suelen estar relacionados con la integración con niños de su edad (los intereses son diferentes y les dificulta mucho adaptarse a los demás), estar en sintonía con sus emociones (a veces el enfado, tristeza, también la alegría, les desborda en exceso) y ponerles límites (ya que suelen cuestionarlos frecuentemente y les puede llegar costar ceder.

¿Si no se trabajan las AA CC, pueden perderse? ¿Se pueden recuperar?
Todos tenemos un potencial y un momento para desarrollarlo, en caso de no hacerlo puede perderse; es más en la IX Conferencia Mundial de niños superdotados en julio de 1991 ya se afirmaba que “Si un niño o niña inteligente no recibe el apoyo o los estímulos adecuados, puede perder sus habilidades.” Por eso, es importante estimular a los niños en aquello que tienen interés y capacidad.

¿Qué pasaría con un adulto con AA CC al que nunca se valoró?
Depende de cada persona y de cómo haya ido afrontando los problemas que se le han ido presentando en su vida, pero en líneas generales las estadísticas dicen que ese adulto ha podido desarrollar una visión negativa de los estudios y el 70% podrían haber tenido un bajo rendimiento escolar e incluso haber tenido fracaso escolar por no haber sido atendidos adecuadamente.

¿Tiene el niño con altas capacidades derecho a algún tipo de adaptación en el aula?
Por supuesto que sí, al menos según la LOMCE, deberían tenerlas ya que hoy por hoy nos regimos por principios de normalización e inclusión en el aula y existe la obligación de desarrollar las adaptaciones curriculares que se consideran necesarias tras la evaluación.
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«La etiqueta de altas capacidades puede generar demasiadas expectativas en los adultos y apartar al niño de sus compañeros»

Durante dos días las altas capacidades en niños y adolescentes van a ser protagonistas de set blog. Lo serán gracias a la amabilidad de la doctora Nuria García, que se ha prestado a contestar una larga entrevista que dividiré en dos partes. Una entrevista en cuya realización han participado tres familias que saben de primera mano que no siempre es fácil conducir un Ferrari.

Igual que sucede cuando os hablo del autismo, cada niño con altas capacidades es distinto, de la misma manera que los son sus circunstancias; no se puede generalizar ni caer en el error de que la etiqueta eclipse a la persona. Igual que en el autismo han mejorado los criterios diagnósticos visibilizándose mucho y poniendo sobre la mesa los retos, dificultades y necesidades existentes tanto en el entorno familiar como en el escolar.

Vamos con la primera parte de la entrevista (centrada en el diagnóstico) con Nuria García, psicóloga infantojuvenil y directora de Ayudarte Estudio de Psicología, donde ha desarrollado un programa denominado Mentes Brillantes que persigue el equilibrio entre la parte intelectual y emocional.

(GTRES)


¿A partir de qué edad y bajo qué criterios se puede sospechar que un niño tiene altas capacidades?
Aunque antes de los 4 años puede haber algún rasgo que indique hay un desarrollo precoz, es importante empezar a evaluar a partir de los 5-6 años en adelante y aun así se debería ser cauteloso con el diagnóstico. Sin duda, un rasgo primordial va a ser ese aprendizaje tan rápido que van a realizar en su desarrollo: aprender a hablar antes que los demás niños de su edad, correr o saltar con destreza… Los niños de altas capacidades tienen gran curiosidad en aprender y en profundizar sobre diversos aspectos, lo cual para algunas familias puede ser agotador, pero sin duda es apasionante ver el interés que tienen en aprender.

Entiendo que hay una gran diversidad, un amplio abanico en la manifestación de estas altas capacidades. ¿Hay algún tipo de división, de taxonomía?
Efectivamente, se considera que hay un 10-15% de la población que podría ser considerado una persona de altas capacidades y a su vez ese porcentaje se puede dividir en tres tipos de niños/as de altas capacidades: superdotación (al que pertenece un 2% de la población), talentosos y precoces o con maduración precoz.

¿Qué diferencias hay entre esos tipos?
Cuando se habla de altas capacidades estamos haciendo referencia a personas que tienen capacidades por encima de la media y que además de eso poseen unos rasgos que les diferencian de la población general haciéndolos únicos. Cuando se habla de superdotación, nos referimos a personas que no solo tienen una capacidad intelectual superior, sino que tienen facilidad para aprender en muchas áreas, que son creativos etc… En cambio, los talentosos, se refiere a niños/as que destacan en una capacidad (música o matemáticas) a varias áreas en las que destaca y la precocidad hace referencia a aquellos que tienen un desarrollo más avanzado que el resto. Sin embargo, pueden estancarse en ese desarrollo y no llegar a ser ni superdotados ni talentosos.

Cada vez se detectan más casos de niños con AA CC, ¿a qué crees que se debe?
Creo que no se trata de es ahora hay muchos niños y antes no hubiera ninguno. Es más bien cómo todo, se trata de que estamos evolucionando y antes se tenía menos conciencia de las altas capacidades y creo que ahora se está empezado a tener más atención y sensibilidad ante los niños con altas capacidades.

Siempre se dice que un diagnóstico temprano es conveniente. ¿Cómo actuar, que tipo de evaluación llevar a cabo? ¿Quién puede hacerlo?
Yo diría que la evaluación es importante, pero ponerle una etiqueta demasiado pronto no. Evaluar significa hablar de sus puntos fuertes y débiles, para saber que necesidades puede tener y preparar a las familias y al profesorado; pero también creo que se puede hacer todo eso sin etiquetar con la palabra de altas capacidades, ya que a veces esa etiqueta puede generar demasiadas expectativas en los adultos, apartarlo de sus compañeros y acabar siendo más una carga que muchos lo llevan con gran responsabilidad para un niño tan pequeño. Más adelante, siempre hay tiempo para hablar de altas capacidades. En este caso, las personas que pueden hacer esa evaluación son los orientadores desde los colegios y psicólogos, aunque lo mejor es acudir a asociaciones que puedan orientarte. Por ejemplo, a la hora de actuar, yo trabajo con los niños en mi programa mentes brillantes y nunca hablamos de alta capacidad, nos centramos en motivarles, trabajar la atención, autoestima, la resolución de conflictos… aspectos que sin duda podrían venirles bien a otros niños, pero que quizás los niños de altas capacidades aún necesitan más.

Imagino que el diagnóstico puede estar sujeto a error. ¿Es así? ¿Conviene repetirlo cada cierto tiempo?
Aunque en Primaria es cuando se empieza a evaluar, siempre recomiendo a los padres que es importante confirmar el diagnóstico a los 12-13 años e incluso más adelante porque están en pleno desarrollo y como cualquier otro diagnostico siempre hay un margen de error.

(GTRES)

¿Cree que se puede considerar/diagnosticar AA CC a un niño con dificultades de aprendizaje?
Es más difícil encontrar un niño de altas capacidades que tenga dificultades de aprendizaje, pero no imposible, ya que hay casos documentados en los que efectivamente hay indicios para pensar que pueden confluir ambos. En mi opinión creo que no es descabellado encontrar niños que pudieran tener ese doble diagnóstico.
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Tampoco es fácil conducir un Ferrari (sobre los niños de altas capacidades)

Hoy no voy a hablar yo, hoy le cedo la palabra a Mamá de Parrulín, mamá de un Ferrari con la que hace tiempo llevo hablando por las redes y a la que le había propuesto hace tiempo que me contara su experiencia criando a un deportivo para compartirla aquí con vosotros.

Creo que a todos nos enriquece, que siempre merece la pena caminar en cuantos más tipos de zapatos ajenos mejor. Conocer otras circunstancias sin entrar a valorar si son preferibles o no a las nuestras.

Mi propuesta vino después de un texto semejante a este:

Querida Madre reciente, como madre de un niño que también tiene necesidades especiales me he puesto muchas veces en tu piel, te sigo desde hace años y quería compartir contigo el otro lado de la balanza, el de las Altas Capacidades. Son niños que necesitan una educación diferente, sus padres nos vemos indefensos y perdidos ante las trabas académicas y burocráticas.

Desde el principio mi hijo destacaba de forma especial, a pesar de mi insistencia chocaba ante la indiferencia de sus profesores y de la orientadora de estudios. Le hicimos una valoración privada y su coeficiente intelectual resultó ser de 143, muy altas capacidades. Ya lo sabíamos, pero… ¿eso es mucho, es lo normal, de qué estamos hablando? Estamos hablando que en diez años de experiencia sólo he visto dos casos como tu hijo, me dijo la psicóloga.

Tu hijo es un Ferrari, tener un Ferrari es una gozada, pero no se conduce de forma normal, sólo tienes que aprender a conducirlo de otra manera. Tiene que correr de vez en cuando, tienes que encontrar las pistas donde poder apretar el acelerador. No puedes circular sólo por ciudad, siempre a 50, tienes que darle pista!

El problema es cuando no hay pista para que pueda correr, cuando le toca transitar caminos de cabras. Por ahí no es capaz de sacar partido a un Ferrari ni Fernando Alonso.

Os dejo parte del post de Mamá de Parrulín en el que lo explica y os recomiendo que lo leáis entero en su blog .

Un niño de seis años con unas capacidades tan altas no tiene ningún tipo de ayuda, ni de la Comunidad, ni del Ministerio, ni del colegio, ni del orientador de estudios, ni de la tutora… ¿Por qué las denominadas “plazas de educación especial” no incluyen a los niños de altas capacidades? Porque un niño “superdotado” no necesita ayuda, según el Ministerio de Educación. La única ayuda que proporcionan son unas clases de matemáticas que no le hacen ninguna falta los sábados por la mañana, aunque el curso pasado ya me dijeron que no entraría (si entra) hasta el 2016. Hoy, once meses después de enviar el informe, le hacen por fin unas pruebas los psicólogos de la Comunidad de Madrid.

El niño se aburre en clase, le genera una enorme frustración tener que sumar dos flores más tres flores, día tras día. De momento no tiene problemas de comportamiento pero lo habitual es que estos niños se porten mal en clase, por aburrimiento, por llamar la atención, por frustración, por falta de interés, de motivación… y que termine en fracaso escolar. El porcentaje de niños y adolescente con altas capacidades que abandonan los estudios es abrumador.

Los niños de altas capacidades tienen el derecho LEGAL a una adaptación curricular pero eso dependerá del profesor de turno, porque es algo que no está definido, ni se hace un seguimiento, ni una inspección, ni nada. En nuestro caso el niño TIENE que sumar flores, porque su cuaderno debe de estar hecho para demostrar ante el Ministerio que SABE sumar flores pero, como terminará antes, en el tiempo que le sobre la profesora me ha ofrecido que podrá hacer algo que le guste mucho y YO prepare para que esa sea su motivación para terminar las tareas. Esa es la adaptación curricular ofrecida por el colegio. En estos momentos su motivación para terminar pronto las tareas es que después le dejan leer un libro sobre Gengis Kan, libros que por cierto también tiene que llevar de casa.

Mi hijo tiene un coeficiente intelectual de más de 140, lo que entra en la categoría de Genio siempre y cuando realice alguna acción en beneficio de la humanidad. ¿No deberíamos ayudar a estos niños? ¿Nos estaremos perdiendo un brillante futuro por falta de ayudas? ¿Se convertirá en un gran científico que descubra algo importante o será un adolescente frustrado que abandone los estudios por falta de motivación? No lo sabemos todavía, como padres pondremos todo de nuestra parte, el colegio, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Educación NO. Porque un niño de altas capacidades no necesita ayuda, o eso dicen.