«Tu hijo no está en el colegio adecuado»

Por segundo día consecutivo, algo que creo que no había pasado jamás, tengo una firma invitada en el blog. Se trata de Clara Hernández, madre de un niño con autismo que ha experimentado algo que, con diferentes matices, es muy común en los padres de hijos diagnosticados dentro del espectro autista: un cambio de colegio entre sinsabores.

Mi hija tiene nueve años. No tiene autismo. Solo ha acudido a un único centro escolar. Es lo normal en un niño de esa edad si no ha habido mudanzas o alguna circunstancia excepcional de por medio.

Lo excepcional en un niño con autismo que ronde los diez años es que solo haya estado en un colegio. El mío, con once, ha pasado por tres. Espero que en el que está sea ya el definitivo.

Y eso no puede ser. Sobre todo cuando la estabilidad es vital para ellos, cuando los cambios les cuestan, sobre todo cuando un abordaje acertado, único y continuado en el tiempo es lo que mejor puede contribuir a que alcancen su máximo potencial.

La mayoría entran en Infantil en la vía Ordinaria de escolarización, porque aún no han sido diagnosticados o sabiéndolo y con apoyos o en una aula TEA. Y la mayoría acaban descolgados, enviados a Especial (tal vez tras uno o varios traslados a otros colegios de la Ordinaria) porque la inclusión de pacotilla existente solo admite a los que mejor evolucionan, a los que no tienen conductas disruptivas, a los que encajan con los medios o las ganas que el colegio tenga.

Olvidan que no es el niño el que tiene que encajar, sino que es el centro escolar el que tiene que adaptarse. Exigir a la administración los medios que hagan falta y asesorar a los padres para que puedan sumarse a esas exigencias. No vale no hacer gala de ser un colegio inclusivo si no se es con todos. Y ninguno lo es con todos, solo con aquellos que pueden manejar tal y como ya están.

(GTRES)

Hemos conseguido cambiar a nuestro hijo de colegio. Hemos conseguido para él y para su hermana pequeña de 3 años un centro escolar inclusivo y con recursos de apoyo. Puede parecer una minucia pero, en la realidad de una familia con dos hijos con TEA, es todo un logro. Nosotros no tenemos derecho a elegir cualquier centro, porque no todos aceptan niños con necesidades especiales: por falta de recursos o por falta de interés.

Mi hijo comenzó 1º de infantil en un colegio “notable” según los rankings nacionales: potentes instalaciones y gran nivel académico y deportivo.  Un colegio concertado y, por tanto, sostenido con fondos públicos. Nos pareció perfecto para un niño que, con tres añitos, evolucionaba bien: tenía diagnosticado un Retraso Leve del Lenguaje, pero en cuanto empezara el cole, con todos los estímulos que iba a recibir, arrancaría, según nos habían dicho varios profesionales.  Finalmente su evolución no fue la esperada: en 2016 fue diagnosticado de Trastorno Especifico del Lenguaje, para acabar diagnosticado de Autismo de Alto Funcionamiento en 2017. Tiene reconocido un grado de discapacidad del 34%.

Desde su escolarización informamos puntualmente tanto a la tutora de nuestro hijo, como a la Orientadora del colegio. Nos indicaron que debíamos acudir a un Centro de Atención Temprana para ampliar la terapia que recibía nuestro hijo. Iniciamos ese proceso, muy complejo, por cierto, dada la elevada lista de espera que hay en Andalucía para centros públicos pero también para privados. Preguntamos al Servicio de Orientación sobre cómo nos podían ayudar desde el colegio. Nos hicieron un informe. Y nos indicaron que el colegio no cuenta con recursos de apoyo ni logopeda. Eso fue todo.

Cuando conseguimos un Centro de Atención Temprana, nos informaron correctamente de todos los trámites que debíamos hacer, y solicitamos al servicio de Orientación que inscribiera a nuestro hijo como alumno con Necesidades Educativas Especiales (NEE) y que realizara un Dictamen de Escolarización.

Al empezar el segundo año de infantil solicitamos al Servicio de Orientación que nos cumplimentara la documentación para pedir una beca del Ministerio de Educación para alumnos con NEE. Nuestra sorpresa es que nos responden que no podemos solicitarla, porque no han inscrito a nuestro hijo como alumno con NEE como habíamos pedido. Reclamamos, esta vez por escrito, que le inscribieran. Era Octubre de 2016. Mi hijo no obtuvo Dictamen de Escolarización hasta Marzo de 2017. Cuando comentábamos lo sucedido con terapeutas o trabajadores sociales, nos informaban de que algunos colegios «evitan» inscribir a alumnos con NEE para que no consten y no se vean obligados a solicitar la Unidad de Apoyo a la Integración. Obviamente, no podemos afirmar que esto suceda en este Colegio… pese a que nuestra experiencia nos lleva a pensar que sí.

Durante ese segundo año de infantil, el colegio se centra en dejarnos muy claro que «tu hijo no está en el colegio adecuado», «no tenemos profesores de apoyo, solo de refuerzo, pero no es suficiente para tu hijo», «le cuesta mucho adaptarse», «yo no soy profesora de educación especial»,… Además de no recibir ningún tipo de apoyo o recomendación por parte del equipo de Orientación. Dada la situación, reforzamos el trabajo fuera del colegio e iniciamos una fase de terapia intensiva con nuestro hijo, en la que nos implicamos al máximo para conseguir que  alcance el nivel académico y se adapte de la mejor manera posible. Todo ello, mientras empezamos a buscar otro colegio.

Durante el último curso de infantil, la tutora de nuestro hijo se ausenta por estar de baja por enfermedad durante un trimestre; contratan a una profesora sustituta a la que cuando le preguntamos si sabe algo del diagnóstico de nuestro hijo se sorprende y nos dice que no estaba informada. La tutora no había informado a su sustituta y, entendemos que quizá tampoco a los profesores de las extraescolares, al personal del comedor… Ya no sólo se trata de que el colegio no cuente con PT, ni AL, ni profesores de apoyo. Es que directamente no se informa sobre las necesidades de un niño a todo el equipo con el que va a trabajar.

Dado que desde el Centro Escolar no obtenemos respuesta, acudimos a los padres de la clase de nuestro hijo a través de un mensaje que enviamos el 2 de Abril, haciéndolo coincidir con el Día de Concienciación del Autismo. Enviamos un mensaje en el que invitamos a las familias a informar a sus hijos de la importancia de respetar, ayudar e incluir a todos los compañeros, sean como sean. Un mensaje en tono positivo que recibe como contestación el cariño de toda una clase. A la vuelta de su baja, la tutora de nuestro hijo nos muestra su desaprobación y nos indica que hemos «cometido un error» al dar esa información a los padres: nuestro hijo había sido uno más durante estos tres años, pero ahora era un niño señalado, etiquetado, del que decían sus compañeros que estaba enfermo o que no podía aprender. La realidad que nos transmiten los padres de la clase, y que percibimos nosotros, es que está más arropado y sus compañeros entienden mejor sus comportamientos.

Estas anécdotas, esta experiencia, no es más que un grano de arena del desierto que tenemos que atravesar las familias de niños con NEE en edad escolar.

Los centros no informan correctamente sobre sus carencias: este colegio no cuenta con Unidad de Apoyo a la Integración, que pueden solicitar voluntariamente a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, y no informan sobre ello. Tampoco aparece reflejado en los rankings de los mejores colegios de España los centros que cuentan con recursos de apoyo y los que no; quizá si un cole tiene alumnos con NEE en sus filas, ya no es digno de un notable?

En estos centros escolares se vulnera sistemáticamente el Art. 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, excluyendo y dificultando la convivencia escolar de los alumnos con discapacidad con la clara finalidad de que abandonen el centro. A nosotros nos han “empujado hacia la puerta” durante tres años. Y nos vamos. No podemos más. Hay familias que deciden aguantar… Aquellos que se quedan, y los que entran sin información completa, encontrarán un profesorado que no tiene formación, ni intención de tenerla, sobre los Trastornos del Desarrollo más comunes. El TDHA, el TEA, el TEL, los trastornos del aprendizaje,… tienen una prevalencia actual cercana al 5% de la población de 1 a 5 años. Por mucho que intenten evitar que los niños con dificultades estudien en ese colegio, cuentan con alumnos escolarizados que se beneficiarían de recibir atención temprana, y no la reciben porque su personal no sabe detectarlo a tiempo. Están condenando a esos niños, como poco, y sólo hablando del ámbito que les interesa, al fracaso escolar.

La inclusión no existe, somos los padres. Pero al menos los padres podemos presionar para que nuestro sistema educativo se acerque cada vez más a algo parecido a la igualdad de oportunidades. Al menos, debemos esperar que este tipo de colegios se replanteen un enfoque más inclusivo.

12 comentarios

  1. Dice ser LaCestitadelBebe

    Vaya interesante anécdota, esperemos que encuentre su sitio o por lo menos se adapten.

    Besos!

    Anabel

    06 julio 2018 | 08:22

  2. Dice ser Paz

    Eso es pensamiento magico. Es tanto como decir que el colegio tiene que adaptarse a todos y cada uno de los alumnos. El colegio y los niños tendran que poner de su parte. El colegio no es para SU hijo. Hay mas niños, recuerdenlo y los recursos finitos.

    06 julio 2018 | 08:30

  3. Dice ser Marisa

    Seguro que en el momento de la matrícula a los padres les vendieron toda la excelencia que luego demostraron no tener. El no tramitar todos los documentos adecuadamente me parece grave pero no informar a todo el personal que trataba con el niño de sus circunstancias es muy grave y delicado, ¿y si hubiese pasado algo? Me parece muy grave que una nueva tutora no sea puntualmente informada por el centro de las circunstancias especiales de sus alumnos.

    Después se nos llena la boca de buenas palabras como la empatía, la solidaridad, la inclusión, ….en fin. Ánimo a los padres y a denunciar para que todos podamos saber qué centros son realmente notables.

    Cada familia es un mundo pero en mi experiencia, propia y de otros padres cercanos, compartir con los otros padres los problemas de un hijo y solicitar su colaboración resulta de ayuda, los niños aceptan las diferencias con mucha naturalidad sobre todo en edades tempranas.

    06 julio 2018 | 10:57

  4. Dice ser Korlg de Zutón

    El dilema del sistema escolar está ya resuelto. Somos nosotros quienes tenemos que tenerlo claro: La escuela no sirve a la gente. Sirve a la sociedad. Y aunque debieran ser lo mismo, acaban respondiendo a necesidades opuestas. La sociedad -no necesita- gente con trastornos, retrasos, dificultades ni peculiaridades que requieran cambiar, modificar, reformar y mucho menos adaptar nada: necesitan ciudadanos sacados con el mismo molde, y a eso sí responde la escuela: entra en el molde, pasa el corte, supera la prueba, conforma parte de la masa escolar o quédate fuera del sistema y que otro se apiade de tí si es que quiere.

    Y como la institución educativa en particular es probablemente de las más «funcionariales» que hay, evitan en lo posible mojarse o pringarse en el asunto. Es mejor esconder a los alumnos con NEE que salir de la zona de confort. No les pagan por adaptarse a nada… Bueno sí, pero hasta un límite, y además, está mal organizado: los orientadores se distribuyen a uno por cada varios (a veces muchos) centros educativos y no solo los orientadores, a veces también otros especialistas en educación especial. Esto construye un esquema perverso, similar a tener dos o tres especialistas médicos a repartir en una ciudad repleta de ambulatorios pequeños y creer que todo eso se suma, y da como resultado un hospital, y claro, cuando viene un paciente que necesita realmente las atenciones de un hospital, lo que hay son ambulatorios que no quieren saber nada de tener que llamar al especialista: «¿Hacer horas extras? Ya saqué mi oposición para no tener que lidiar con esto».

    Y no olvidemos, que por encima de la institución educativa, nos queda la esfera política. Esa que prometerá medidas de adaptación y gasto destinado a mejorar estas situaciones para ganarse el votito y acabarán invirtiendo en asignaturas de EpC o religión (depende del partido). Tampoco se puede confiar en ellos. Si es que algún incauto lo ha hecho alguna vez.

    Por lo demás, sólo queda desear suerte a los padres de niños y a los propios niños con NEE, para que todos puedan encontrar soluciones. Y por mal que pueda sonar, desear suerte también a los futuros padres, por que sus hijos nazcan sin necesitar pasar por este trance.

    06 julio 2018 | 11:12

  5. Dice ser Para Paz

    Para @Paz
    Segun tu logica, si tus hijos tienen algun dia algun tipo de necesidad especial, los tirara al vertedero porque esta sociedad no deberia hacer nada por ellos. Lo que hay que leer.

    06 julio 2018 | 11:34

  6. Dice ser Cuervo

    Yo estoy de acuerdo con Paz

    06 julio 2018 | 16:24

  7. Dice ser Mirai

    Para @Paz:

    Lo único que están pidiendo es que los colegios y profesores estén más capacitados y tengan más voluntad para atender a los alumnos discapacitados. Si eso te parece mal o si estas madres te parecen unas quejicas, egoístas e idealistas por pedir algo totalmente comprensible y factible con motivación y recursos de esos que dice que son finitos, apaga y vámonos. Haz un favor al mundo y desarrolla la empatía necesaria para entender esto, por favor.

    06 julio 2018 | 20:57

  8. Dice ser Laura

    ¿Por qué algunos padres se empeñan en llevar a un niño con necesidades especiales a un colegio normal? Si mi hijo tuviera algún tipo de estos transtornos no lo llevaría a un sitio donde sé que no va a recibir toda la ayuda que necesita y donde lo pueda pasar mal simplemente por el hecho de que no lo saben tratar. Lo llevo a un colegio especializado y con gente formada en este tipo de casos, no a un cole normal con profesores que saben dar su materia y poco más, no están formados ni se les puede obligar a que sepan como tratar con veinte mil transtornos o espectros o discapacidades varias de los niños mientras tienes 25 en clase.
    Al final lo de la inclusión es una patraña, las personas con discapacidades no están integradas en ningún sitio, ni en trabajos ni en sociedad ni en nada..ojalá fuera así pero no lo es, entonces, por qué voy a exponer a mi hijo a un sufrimiento o negligencia en el trato por empeñarme en llevarlo a sitios no apropiados para atenderlo?

    06 julio 2018 | 20:57

  9. Dice ser Paz

    Lo que digo es que TODOS tendran que poner de su parte. Los niños normotipicos necesitan cosas tambien, ¿o es que TODOS los recursos tienen que ir a UN solo niño? ¿El resto como aprende?¿Por ciencia infusa?

    06 julio 2018 | 21:43

  10. Dice ser Marcos

    Totalmente de acuerdo

    06 julio 2018 | 21:50

  11. Dice ser pepi

    Todo nuestro apoyo desde http://www.facebok.com/salasblancasalmasnegras/ creamos esta pagina para denunciar todo este tipo de casos, te animo a unirte. Desde aqui hemos compartido tu noticia para que se sepa y de una vez tomen medidas. Un abrazo y mucho animo.

    08 julio 2018 | 21:07

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