Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
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Si quieres echarte unas risas lee las novelas de Patrick Dennis

Abran paso al rey del disparate inteligente hecho libro, Patrick Dennis. O, mejor dicho, Edward Everett Tanner III, su verdadero y pomposo nombre que, pese a lo que pueda parecer, en este caso no es sinónimo de origen aristocrático. Todo lo contrario.

Pero a día de hoy y sin ser aún un autor mediático ni mucho menos de masas, Patrick Dennis es uno de los grandes titanes del humor inteligente y definitivamente bífido de la literatura de todos los tiempos, y uno de los grandes bibliopatrones de la librería.

Así que aquí en reginaexlibrislandia somos patrickdennisianos devotos y confesos.

Y no podría ser de otra manera, porque es un autor capaz de armar tramas trepidantes que son bibliogéiseres de escenas y diálogos desternillantes, y de hacerte caer rendido a los pies de personajes memorables que te mantienen en una carcajada continua de principio a fin.

Y todo eso en novelitas muy ágiles y con capítulos breves que se leen en un aysss. Como La Tía Mame, que fue la que, tras haber sido rechazada la friolera de diecinueve veces, una vez publicada pulverizó cualquier expectativa: vendió más de dos millones de ejemplares en EEUU en 1965 y se parapetó ciento doce semanas en la lista de los diez más vendidos del New York Times.

Y por si eso fuera poco se llegó hubo semanas en las que vendía hasta mil copias diarias. Con semejante bombazo libresco sus siguientes novelas –fieles a la calidad, el estilo y el humor desopilante de la primera- trazaron la misma trayectoria estelar.

Y así es como Patrick Dennis pasó a ser icono de la bohemia neoyorquina de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, de sus novelas llegaron adaptaciones a múltiples formatos (películas, series televisivas, musicales, etc) y fue uno de los escritores norteamericanos más leídos del momento.

Y con razón, queridos. Con razón. Y por eso en reginaexlibrislandia lo prescribimos a discreción.

Y no me interpretéis mal: sé que cada cual tiene su sentido del humor perfectamente delimitado, pero cuando se trata de buena literatura hay títulos y autores que te pulverizan cualquier frontera emocional y acabas irremediablemente desternillado aunque no quieras.

Es el caso de Patrick Dennis. ¿La prueba? La tenéis en cualquiera de sus novelas editadas en castellano: La tía Mame, La vuelta al mundo con la Tía mame y Genio.

Las repasamos:

La Tía Mame. Patrick Dennis. Acantilado. No concibo que nadie pueda leer este libro sin haber soltado más de una carcajada ni caer rendido a los pies de uno de los personajes más carismáticos, divertidos, imprevisibles, glamurosos y entrañables de las letras anglosajonas. La novela cuenta cómo tras quedar huérfano a los 10 años el joven Patrick conoce a su tutora en su mansión neoyorquina justo antes del crack del 1929. Lejos de ser una solterona al uso, la tía Mame es una criatura divina y magnética con más pájaros en la cabeza que plumas en su boa pero con las cosas muy claras y encanto y tozudez a prueba de bombas y declives bursátiles. Por eso, el huerfanito no tarda en adorar a esta viuda chispeante, bífida y deshidratada, para quien las 9 am son “la mitad de la noche”. Rica, deslenguada y estilosa hasta lo imposible, tiene tanto fondo de armario como registros dramáticos, y las peripecias que vivirán sobrino y tía no tienen desperdicio. Muy, muy divertida.La Tía Mame

La vuelta al mundo con la Tía Mame. Patrick Dennis. Acantilado. Tras leer La tía Mame matarías por una de esas fiestas sofisticadas, un dry-Martiny, una boa bien tupida y una boquilla de veinte centímetros. Muy, muy divertida. Y si creías que no te podías reír más con las andanzas de Mame Dennis deja lo que estés haciendo y ponte con La vuelta al mundo con la Tía Mame. En él Patrick, felizmente casado y con un hijo, deja que Mame lleve de viaje por Oriente a su retoño durante las vacaciones a pesar de los recelos de su mujer y con la condición de que ambos regresen antes del inicio del curso. Pero como la Tia Mame vive en su propia temporalidad ya han pasado ¡dos años! desde que partieron y solo saben de ellos gracias a curiosas y crípticas postales enviadas desde lugares exóticos. Para tranquilizar a su mujer mientras esperan el regreso del dueto Patrick, que trata de ahogar sus recelos a copazos, le relata parte de una vuelta al mundo que él dio de joven con su tía antes de que estallara la IIGM. Digo parte porque si para su esposa edulcora y cubre con una pátina educativa sus andanzas por París, Londres, la Austria nazi, la Rusia soviética y el lejano Oriente, al lector sí le da la visión integral de lo que en realidad fue un disparatado viaje por los cinco continentes donde lector no para­rá de reír con la extravagante y deliciosa Mame, con profunda irreverencia y sus ganas de vivir a pesar de todo y de todos.

La vuelta al mundo con la tía Mame

Genio. Patrick Dennis. Acantilado.  En un Hollywood donde la mentira, el engaño y la ostentación son moneda corriente, el director de culto Leander Starr es capaz de engatusar al mismísimo diablo. Pero los años no perdonan ni a un genio como él, y aunque el público le adora, sus ex mujeres y el fisco terminan por cercarle. Por eso se fuga a México decidido a rodar una película que le permita recuperar el prestigio y la fortuna. Se trata de El Valle de los Buitres, y para materializarla solo necesita dinero y a un guionista. Por suerte conoce al candidato perfecto, Patrick Dennis, un escritor en plena crisis creativa. El encuentro del director y el escritor detona una lucha de egos y una hilarante sátira del disparatado mundo de las estrellas del cine clásico de Hollywood tan trepidante, divertida y asombrosa como pocas, sí, pero en la línea de su maravillosa Tía Mame.

Genio

Así que, queridos, daréis un bibliopatinazo regino si no os tiráis como hienas a la caza de cualquier ejemplar de Patrick Dennis que tengáis a tiro.

Entre tanto os dejo con la primera de las adaptaciones cinematográficas de La Tía Mame, a la que siguieron series de tv, versión teatral y un musical. Una comedia hilarante que refleja bien el espíritu burlón del genio patrickdennisiano:

¡Bang! ¡Bang! Ocho western de novela para leer y morder el polvo

Pensar que el far west es territorio de celuloide o de novelitas del abuelo apelotonadas en el desván no solo es dar un bibliopatinazo de proporciones bíblicas sino que implica bajar la guardia libresca. Y entonces ¡Bang! ¡Bang! Es tarde. Estás muerto, lector.

Y mientras tú te enfrías en el cofre de madera este tipo de literatura alucinante cargada de historia y de adrenalina está vivita y coleando. En reginaexlibrislandia lo tenemos claro y es un género que nos demandan, que prescribimos y que, por supuesto, devoramos.

Prueba a darte un bibliogarbeo en cualquier librería por los anaqueles reservados a ese mítico salvaje Oeste Americano donde silban las balas, resuenan las cornetas de caballería, gritan los indios antes de cortarte la cabellera y la brisa mece las sogas.

Y donde no eres nadie si no tienes alma de frontera, mascas tabaco, haces temblar la escupidera, calzas un revólver Colt, marcas las cartas, sudas bourbon, atracas diligencias, retozas en el shaloon, asaltas ranchos y, sobre todo y más importante, si no disparas primero y piensas después.

Si lo haces descubrirás un universo literario sin ley poblado por tramperos, forajidos, prófugos, sheriffs, cowboys, predicadores, guerreros indios, prostitutas, alguaciles, pistoleros, cuatreros y algún que otro pobre hombre honrado al que desvalijar.

Es la esencia de un género enmarcado en la literatura de aventuras y ambientado en el siglo XIX y en EEUU, durante el período de expansión de esta nación hacia el llamado far west o, lo que es lo mismo, el «lejano oeste».

Para introducirte bibliofarwest va mi selección reginaexlibrislandiana de ocho western de novela para leer y morder el polvo.

¿Qué? ¿Estás listo, vaquero? ¡Van!

1. Warlock. Oakley Hall. Galaxia Gutenberg. Abrimos fuego con el que muchos consideran el mejor western de todos los tiempos, un artefacto narrativo de culto que trasciende los límites del far west y que atrapa al lector de principio a fin. Con él viajamos a 1880, a la polvorienta ciudad fronteriza de Warlock, un lugar sin ley donde el robo, las reyertas y el crimen son rutina, y donde nadie se atreve a poner orden. Hasta que llega Clay Blaisedell, un forastero con un buen par de Colt Frontiers de oro que deberá meter en cintura a mineros borrachos, a la banda de cuatreros de Abe McQuown e incluso a Tom Morgan, un jugador sin escrúpulos que revoluciona el shaloon. Con una fuerza y una calidad narrativa a prueba de balas, Warlock no solo fue finalista del Pulitzer, sino que abrió una serie de títulos ambientados en el Oeste Americano, un lugar mítico, salvaje y duro que sacaba lo mejor y lo peor de sus pobladores.

Warlock

2. Los cautivos. Elmore Leonard. Valdemar (Frontera). Aunque más conocido por cultivar la novela negra, Elmore Leonard es uno de los pesos pesados del género western, sobre todo en forma de relato breve donde sus historias son acción pura. Con este volumen de Valdemar en su colección Frontera los aficionados al bibliofarwest viajarán entre líneas al corazón de Arizona y Nuevo México, visitando desiertos, montañas, ranchos aislados, cárceles, shaloons y fuertes de frontera, y se codearán con apaches sanguinarios, forajidos despiadados, exploradores, vaqueros, niños secuestrados por indios, alguaciles y mujeres de dudosa reputación. Relatos memorables como “Los cautivos”, “Entre rejas” o “El chico” logran que el lector muerda literalmente el polvo (de bibliogozo).

Los cautivos

3. El hijo. Philip Meyer. Literatura Random House. Eli McCullough es el primer varón nacido en la recién inaugurada República de Texas. Pero una noche de 1849 unos comanches asaltan su hogar, masacran a su madre y a su hermana y se lo llevan prisionero. Con trece años tiene que aprender a vivir en la tribu con otro nombre y como hijo adoptivo del jefe indio. Cuando el hambre, las plagas y el ejército americano acaban con los últimos poblados, Eli vuelve al mundo civilizado, donde crea un imperio ganadero. Mientras su hijo carga con el peso de la ambición de su padre, su bisnieta lucha para conservar el patrimonio de los McCullough en un mundo de hombres donde la ganadería ha dejado paso al petróleo. Una novela épica y de iniciación que explora la ambición, la crueldad y el sacrificio en un lugar y en una época concretas, y cuyas páginas chorrean sangre, sudor y pólvora, huelen a petróleo y brillan como la crin de un pura sangre. Maravillosa.

El hijo

4. Centauros del desierto. Alan Le May. Valdemar (Frontera). Como por desgracia suele ocurrir, gracias a la adaptación homónima que filmó John Ford en 1954 Centauros del desierto es parte del imaginero popular. Pero el original quedó relegado a un inmerecido segundo plano, cuando es una novela que supura Frontera de principio a fin y que, además, es más más cruda, extensa y rigurosa que la película. Prepárate a disfrutar de una trama trepidante con un esplendoroso desfile de colonos, forajidos, comanches, Rangers, guerreros, soldados y llaneros solitarios por las grandes llanuras y desiertos de Texas y Nuevo México en este impecable western que narra los años finales de la lucha fronteriza contra comanches y kiowa. Acompaña a dos colonos blancos en su afán por rescatar a un par de niñas raptadas por los indios y disfruta de un novelón de órdago.

Centauros del desierto

5. En busca de New Babylon. Dominique Scali. Hoja de lata. Prepárate a descubrir un trepidante western en el que los encuentros y los desencuentros de cuatro almas perdidas sostienen una trama cargada de acción, pistolas, pepitas de oro, bourbon, ligueros, bajas pasiones y un puñado de sueños rotos. Aaron era reverendo, pero tras perder las manos reniega de su fe y se consagra a las sacerdotisas de cualquier burdel. Charles Teasdale, célebre pirómano que ha esquivado nueve veces la horca, se cuelga para que muera el hombre y renazca el mito, y es el reverendo Aaron quien oficia el entierro. No muy lejos de allí Bill el Ruso quiere fundar New Babylon, una ciudad del pecado y en su camino se topa, para desgracia de ella, con Pearl Guthrie, una joven que tras un tórrido affaire con Charles Teasdale abandona Kansas City en busca del marido ideal. Con este póquer de ases en la manga Dominique Scalli te gana la partida en una experiencia lectora brutal.

6. El banquete celestial. Donald Ray Pollock. Literatura Random House. Prepárate para zambullirte en un western cargado de sátira y de violencia, de perversión, de crueldad y de ambiciones tan desmedidas como absurdas donde es corrupto hasta el apuntador y por el que desfilan personajes memorables que encarnan lo mejor y lo peor del ser humano. La trama detona en algún lugar entre Georgia y Alabama en 1917 cuando el viejo Pearl Jewett muere dejando a sus tres hijos abandonados a sus miserables existencias. Hasta ese instante han llevado una vida honrada, convencidos de que su virtud sería recompensada con un suculento banquete en el Paraíso. Pero los Jewett se han cansado de esperar al Cielo, e inspirados por las aventuras del villano literario Billy Bucket, ensillan sus caballos y atracan un banco. Esta condenadamente divertida y violenta novela de Pollock radiografía con precisión un modo de ser y de vivir con una sobrecogedora vigencia.

El banquete celestial

7. El Virginiano. Owen Wister. Valdemar Colección Frontera. Obra clave en el género, pues historiadores y críticos consideran El Virginiano no solo como la obra fundacional del género western, sino como la primera que siluetea negro sobre blanco la figura literaria del cowboy. La novela refiere diferentes historias de vaqueros y de su vida en el rancho, y aunque el hilo conductor de la novela es el romance entre El Virginiano –en la novela nunca se revela su nombre– y la maestra del pueblo, Molly Stark Wood, recién llegada del Este, sus páginas recogen episodios variados de la vida en el Oeste: cuatreros, duelos, indios, bailes, vida en el rancho, etc. Una novela estupenda con varias adaptaciones a celuloide, entre las que destaca la homónima y dirigida por Victor Fleming en 1929, con Gary Cooper en la piel de El Virginiano. Un clásico que vale la pena leer (y releer).

El Virginiano

8. Bad Lands. Oakley Halt. Galaxia Gutenberg. Para olvidar su pasado y una terrible tragedia familiar, Andrew Livingston abandona Nueva York y se dirige a Bad Lands, un áspero territorio en Dakota. Seducido por la grandeza del paisaje y por las expectativas de riqueza con el boom ganadero, Livingston se establece en unas tierras que otro hombre también ansía y se ve envuelto en un fuego cruzado de odio, envidia y codicia. Porque en Bad Lands, la única ley que impera es la que se dispara del cargador de un revólver y Livingston irá comprendiendo de forma gradual quién controla en realidad este vasto territorio salvaje a través de violentas incursiones nocturnas, linchamientos y asesinatos. Una novela trepidante con una ambientación espectacular y un protagonista que cautiva y arrastra al lector a un destino a la medida de los grandes.

Bad Lands

Los western de novela supuran acción, sangre, polvo, petróleo, codicia, sudor, crin y whisky, mientras héroes y antihéroes de la mejor y de la peor calaña se cruzan en ranchos, cárceles, montañas, desiertos, catres, tribus de comanches, puebluchos polvorientos y fuertes.

Atrévete a adentrarte en lejano y salvaje oeste de letras. No te arrepentirás, pistolero. Palabra de Regina ExLibris.

(Hannie Caulder, 1971 / Paramount Pictures)

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Por qué leer sí o sí ‘El Hombre Invisible’, de H.G. Wells

La de veces que habría dado mi pelucón por ser como Jack Griffin y desdibujarme a voluntad del campo visual de los demás. Así podría cotillear y esquivar situaciones incómodas. O simplemente desaparecer un rato, que tampoco viene mal. Hasta ahí todo ventajas, no me diréis que no.

El problema, como planteaba H. G. Wells por entre las líneas de El Hombre Invisible, detona cuando la cosa se te va de las manos y el juicio y las buenas intenciones se desvanecen junto con tu corporeidad. Ay, aquí ya empieza a mascarse la tragedia y el prometedor descubrimiento deviene en turbia realidad, como en su día le ocurriera al Víctor Frankenstein de Mary Shelley, o al Doctor Jekyll de R.L. Stevenson.

Y de eso charlábamos en reginaexlibrislandia cuando uno de mis libreros admitió con descorazonadora naturalidad que NO había leído El Hombre Invisible, de H. G.Wells.

Hasta ahí la situación rayaba lo bibliotolerable y fácilmente subsanable. Pero añadió:

… vamos, que tampoco creo que sea para tanto, Regina. Es más para niños, ¿no? ¿O qué? ¿Me lo vas a comparar con Frankenstein, o con El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde?

Para cuando cerró la interrogación una calma tensa se había apoderado de la librería, el silencio era sobrenatural y mi rostro se había congelado en una mueca entre atroz y furibunda salida directamente del biblioaverno…

… Y estallé:

Pero, pero… ¿sabes lo que dices?.. ¿es que no…&%#?@}}]&%&$&/%$&¢∞¬$&$$? ¡Diosssss, querid@!

(léase lluvia de improperios graznados en todas las lenguas muertas imaginables que, por respetoa vosotros, prefiero no reproducir)

Y aquí ya era él, mi librero, quien lo hubiera dado todo por marcarse un Jack Griffin para desmaterializarse y salir airoso del tusnami reginaexlibrislandiano que tenía encima…

Poco después, ya conmigo más apaciguada, mi librero recuperó a duras penas la compostura y el riego sanguíneo, y en un hilillo de voz dijo:

Librero: Vale, sí, bien… esto, ¿qué edición me sugieres, Regina?

Regina: Pues, mira, ya que vas a ponerte con él hazlo a lo grande: la edición de Libros del Zorro Rojo con ilustraciones del gran Luis Scafati es una barbaridad de buena. Salió este año, y es brutal.

Y es la que se llevó. Seguro que, cuando llegue al punto final, se alegra de haber dado este patinazo reginaexlibrislandiano y de haber leído por fin un novelón que, pese a haber sido escrito en 1897, está de plena actualidad.

Y lo está porque relata las contradicciones de un joven y brillante científico, que, obsesionado por optimizar los avances de sus experimentos, se desprende de toda ética en pro de su sed de dominio, de poder y lucro personal.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

El hombre invisible, H. G. Wells. Libros del Zorro Rojo.  Un joven científico vive por y para una obsesión: lograr la invisibilidad. Tras años de experimentos fallidos da por fin con una fórmula que funciona con animales, por lo que solo necesita que sea efectiva en humanos, empezando por él. Es así como Jack Griffin llega a un pueblecito de West Sussex (Inglaterra) dispuesto a atrincherarse en la posada local para trabajar de día y optimizar su fórmula de noche. Pero pronto ese desconocido que sale a hurtadillas embutido en su abrigo, con el sombrero bien calado, guantes, lentes oscuras y el rostro oculto tras lo que parece una venda se convertirá en la comidilla local… hasta que el terror se apodera de todos cuando Griffin, además de perder su corporeidad, pierde la cordura y da rienda suelta a sus peores instintos amparado en el más puro y literal anonimato físico.

Y como suele ocurrir con algunos de las novelas más grandes de la literatura El hombre invisible de H.G. Wells se ha visto relegada a un segundo plano por la colección de adaptaciones a todas las fórmulas posibles (película, teatro, musical, animación, etc).

Y aunque eso me levante ampollas en la bibliofilia no me resisto a dejaros con el trailer de la adaptación cinematográfica homónima de 1933, por captar la esencia del original y por darle ese delicioso toque de humor inglés entre siniestro y demoledor:

Por qué leer sí o sí La naranja Mecánica, y más aún si te disfrazas de drugo

Si hubiera vendido en la librería un puñetero ejemplar de La naranja mecánica de Anthony Burgess por cada persona que se ha disfrazado de Alex DeLarge estaría literalmente podridita de dinero, queridos. Pero nada más lejos de la biblioverdad, queridos. NADA MÁS LEJOS.

Así que ni mi bibliocetro reginaexlibrislandiano es de oro y diamantes, ni las lecturas efectivas del novelón de Anthony Burgess son ni de lejos proporcionales a las réplicas caseras del señorito Alex DeLarge y compañía que han andado, andan y andarán sueltas por el mundo cada dos por tres.

Y eso me revienta, queridos. Y mucho. Tanto que cada vez que añado a la bibliosaca un nuevo ejemplo me sienta como si me aplicaran a mi un poco de esa Técnica Ludivico que tan divinamente le sentaba al pobre älex…

 

El caso es que la pesadilla alexdelargeriana volvió a irrumpir a traición en mis confines librescos esta misma mañana.

La materializaron dos jovencitos que vinieron a por una guía de viaje y mientras hacíamos la transacción no pude evitar oír su charla:

Cliente 1: ¿de zombis? ¿OOOTRA VEZ? Que no, tío, que no. Ya lo hicimos en Halloween. Que cansino eres

Cliente 2: Vale, vale. A ver esto: ¿Y de los pavos de la Naranja Mecánica? MI hermano y sus colegas arrasaron con eso en una fiesta.

Cliente 1: ¿Dices de la peli, no?

Cliente 2: Sí, sí, la peli. Es un grupo de pavos que van de blanco, con botas y bates y la van liando parda con el que pillan. ¡Demasiado! ¿No la viste?

Cliente 1: A ver, entera no la he visto. Escenas y eso por Internet

Cliente 2: Entonces, ¿qué?

Cliente 1: Puede molar, sí.

Y aquí es donde servidora no pudo menos que intervenir…

Regina: Perdonad, chicos, habláis de La Naranja Mecánica, ¿no?

Cliente 2: Sí, la verdad es que sí. Para un disfraz de fin de curso y eso

Regina: ¿Y sabíais que la peli se basa en una novela?

Cliente 2: Ni idea. ¿Y tú, Toño?

Cliente 1: ¡Nop!

Regina: La escribió un británico llamado Anthony Burgess, y se publicó en 1962. Una década después Kubrick filmó su película, también muy polémica. Pero ya antes la novela había levantado ampollas por reflejar una horripilante visión del futuro escrita en un lenguaje inventado. Se convirtió enseguida en una novela de culto.

Cliente 2: Vaya tela, tú. ¿Y se puede conseguir?

Regina: ¡Claro! Aquí la tengo. En edición bolsillo, o con tapa dura.

Cliente 1: ¿Y entonces está bien la novela?

Regina: Es un novelón. Y, sí, hay violencia explícita, pero el final es sorprendente (no diré más), y es de esos libros que te deja KO y que te da que pensar.

Cliente 2: Pues, mira, me lo llevo. Además, quería leer algo y no sabía qué

Regina: Sobre todo si os pensáis disfrazar de Alex DeLarge su trío de drugos

Cliente 1: ¿De quién?

Cliente 2: ¡De los de la naranja mecánica! Tío, no te enteras.

Regina: Bueno, ya que os pensáis leer la novela van unas sugerencias para vuestros disfraces… La cara empolvada de blanco, ojeras difuminadas y el ojo derecho con pestañas postizas. Bombín negro o similar y botas militares. Calzoncillos blancos largos o pantalón blanco pitillo (para nota un suspensorio blanco sobre los pantalones), camisa blanca y tirantes blancos. Bate de béisbol, botella con leche y algún dispositivo con el que reproducir a todo trapo la Sinfonía nº 9 en re menor 4º mov. Cuando leáis el libro entenderéis por qué y, sobre todo, os meteréis más en el papel…

Y se fueron con el ejemplar de La naranja Mecánica de Antohny Burguess en la edición de Booket, y yo me sentí un poco más biblioresarcida de ese molesto agravio libresco de quienes se disfrazan de drugos sin haber leído el texto original.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

La naranja mecánica. Minotaruro. Anthony Burgess. Precedido por la polémica y eclipsado por la versión en el celuloide de Kubrick, La naranja mecánica suele ser para muchos lectores una de esas bibliocitas pendientes cuya lectura se aplaza sin fin. Error fácilmente subsanable y que proporciona satisfacción inmediata, ya que la novela de Anthony Burgess, pese a la aparente crudeza del mundo que describe, es un alegato a la libertad individual entendida como la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, y fue su manera anthonyburguessiana de embestir a golpe de literatura contra las técnicas de condicionamiento psicológico tan de moda en la Inglaterra los años 60. En esta novela transgresora e hipnótica, Alex DeLarge, un adolescente apasionado de Beethoven, sale cada noche junto a su trío de drugos (amigos) a dar rienda suelta a su ultraviolencia hasta que ocurre algo que le hace cambiar… o no. Un clasicazo de la ciencia ficción y una novela de culto que bien vale una lectura (o dos).

Y para remate libresco  hete aquí el trailer de la polémica versión de La Naranja Mecánica que filmó Kubrich en 1971:

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Hazte un bibliofavor y lee ‘Chesil Beach’ de Ian McEwan antes de ver la peli

Primero fue el Verbo impreso, luego la película, o cualquier otra adaptación posible. Es el primer versículo del biblioevangelio reginaexlibrislandiano, y aunque en la librería nos consagramos al dogma librero, nuestro bibliodogmatismo se redobla si de lo que se trata es de un libro sublime.

Es el caso de Chesil beach, de Ian McEwan, editado en 2008 por Anagrama y sobre cuya calidad hay consenso entre los libreros de reginaexlibrislandia. Una novela emotiva, absorbente, equilibrada y de una sutileza y sencillez demoledoras, cuya adaptación a celuloide es un hecho y su estreno en España inminente.

Una reginaexlibrislandiana asidua y muy, pero que muy cinéfila es quien nos ha dado la noticia:

Clienta: Oye, Regina, ¿Qué tienes de Ian McEwan?

Regina: ¿De McEwan? Solar, Amsterdan, Expiación, Sábado, Operación Dulce, El placer del Viajero y Chesil Beach. ¿ah, sí! Y los relatos Primer amor, últimos ritos

Clienta: Mmm, vale, veamos… Empiezo por los relatos y algún otro, pero estoy entre Solar y Chesil Beach, ya sabes, por lo de la peli

Regina: ¿La peli? ¿Qué peli?

Clienta: El 29 de junio se estrena «En la playa de Chesil», de Dominic Cooke

Regina: ¿Ya? Alguien nos lo comentó, pero creí que el proyecto iba para largo

Clienta: Pues ya ves, y tiene muy buenas críticas por lo que he visto. Supongo que ayuda el hecho de que el guíon es de McEwan

Regina: Ah, pues sí, eso seguro. Mimará más al original, espero.

Clienta: entonces, ¿qué, Regina? ¿Solar o Chesil Beach? Porque a la verla ya te digo yo que voy directa en cuanto la estrenen

Regina: ¿Qué QUÉ te digo? Pues que te hagas un bibliofavor y leas ‘Chesil Beach’ antes de ver la peli. Es un pedazo de novelón, en serio. Un novelón.

Y abandonó mis confines reginaexlibrislandianos con sus ejemplares de Primer amor, últimos ritos y de Chesil beach, a ver qué le parecen.

Por mi parte me abalancé sobre el ordenador para reforzar mi arsenal de ejemplares de Chesil beach de Ian MacEwan en Anagrama por si se produce el ‘efecto bibliollamada’ cuando «En la playa de Chesil” esté en cartelera.

Y sinceramente espero que así sea, porque es tan buena que ojalá la versión de celuloide descubra la novela original a legiones de lectores despistados que no saben que desean leerla hasta que la tengan delante. Palabra de Regina ExLibris.

 NOTA DE REGINA EXLIBRIS:

Chesil Beach. Ian McEwan. Anagrama. En la Inglaterra de inicios de los años 60 el sexo era todo un tabú: ni se hablaba sobre él ni, por supuesto, se practicaba antes del matrimonio. Y esa represión será precisamente la bomba de relojería que lleven en su equipaje Edward y Florence en su viaje de novios a un hotelito modesto en Chesil Beach, donde la promesa de una luna de miel idílica les estallará en mil pedazos. El deseo insatisfecho de él y la mezcla de repulsión y culpa de ella por no ser capaz de entregarse a quien ‘supo esperar’ durante todo el noviazgo volatilizan su relación y revelan otras diferencias insalvables de la joven pareja. Ian McEwan disecciona, entre aséptico, irónico y tierno, la desventura de los enamorados mientras dibuja un glorioso retrato de los claroscuros de una época. Sencillamente maravillosa.

Entre tanto os dejo con el trailer de «En la playa de Chesil”. Después de verlo la verdad es que, para mi, la película apunta maneras… ya veremos:

El pequeño vampiro regresa de la bibliocripta (editorial)

No hay nada como desenterrar un personaje al que algún lector daba por muerto (léase descatalogado) para revitalizarme la bibliofilia. A mí y al contertulio de turno, claro, porque ese tipo de bibliorenacimientos son como un géiser de subidón libresco que lo impregna todo y a todos en un amplio radio de acción. Mi último no-muerto ha sido El Pequeño vampiro, de Angela Sommer-Bodenburg. ¿Os suena?

La cosa ha sido así: estaba yo plumero en mano dándole un repasito mañanero a las baldas de infantil, cuando un reginaexlibrislandiano asiduo me sorprendió en plena faena:

Cliente: ¡Hola, Regina! ¿Te llegó lo mío?

Regina: ¿Eh? ¡Ah, hola! ¡Sí, espera, te lo doy ahora mismo!

Cliente: Espera, espera… ¿qué tienes ahí?

Regina: ¿Aquí? Pues, no sé, ¿libros?

Cliente: ¡Ya, hombre, ya! Me refiero a ESE. No me digas que es El Pequeño Vampiro

Regina: Pues sí, de Angela Sommer-Bodenburg ¿por?

Cliente: Madre mía, Regina, pero si pensé que ya NO existían esos libros. ¡A mí me encantaban de pequeño! ¿A ver?

Regina: Aquí lo tienes, sí, señor. El pequeño vampiro, de Angela Sommer-Bodenburg. Nació a finales de los setenta en Alemania, aunque en España fue un bombazo en los noventa. Inicia una serie de aventuras bibliófilovampíricas protagonizadas por pequeños tunantes con “colmillos de leche”. Entrañable, divertido y con cierto tufillo a moho y a cripta… 

Cliente: ¡Ya ves! Pero eran muchos libros, ¿no? ¿los tienes todos?

Regina: La colección eran 22 títulos. Bueno, eso cuando estaban en el catálogo de Alfaguara infantil…

Cliente: ¿Y no los tienes?

Regina: Solo tengo dos, porque ahora mismo en circulación solo hay dos, editados por Loqueleo: El pequeño vampiro y El pequeño vampiro y la gran pregunta, que además son los números 1 y 22 de la serie.

Cliente: Pero, ¿puedes conseguirlos? Te juro que pensaba que estaban descatalogados…

Regina: ¡Uf! Pues me temo que no. Al menos hasta que Loqueleo reedite los otros 20 títulos. Le pondremos una velas a la Providencia Librera, a ver si mueve sus hilos…

Cliente: Pues a ver si se dan vida, Regina. Mira yo, de momento, me llevo esos dos, que a Hugo seguro que le encantan. Había uno supergracioso, creo que era el primo de Rüdiger… que se convirtió en vampiro en plena adolescencia y ahí se estancó: desgarbado, muy irascible y con gallitos en la voz

Regina: ¡Ja, ja, ja! ¡Lumpi, ‘el fuerte’, el hermano mayor! El pobre está atrapado en una pubertad eterna. Y luego estaba Anna, la pequeña. Y los padres de Anton y de Rüdiger, y el cazador de vampiros. ¡Vaya cuadro!

Cliente: ¡Si, sí! Y con las criptas, las mudanzas y los ataúdes. ¡Eran libros muy divertidos!

Regina: Te daban ganas de que apareciera un Rüdiger en tu cuarto, ¿eh? Bueno, y luego hay por ahí series de tv y un par de películas, pero NADA como los libros con esas ilustraciones

Cliente: ¡Cierto! Hace mucho vi una serie y menudo bajón… Las pelis no las vi. Pero, bueno, al menos para mi hoy Rüdiger vuelve de entre los muertos, ¡jajajaja!

Y se fue ojeando El pequeño vampiro con una sonrisa que le daba la vuelta a la cabeza y con El pequeño vampiro y la gran pregunta bajo el brazo. Me apuesto el pelucón a que antes de dárselos a su sobrino se pasa un ratito con ellos…

Y yo, por mi parte, me tomé un descanso para releerlo también, que esta bibliofagia mía es muy del tantra libro veo libro leo, y El Pequeño Vampiro siempre fue mi debilidad.

Porque las aventuras de Rüdiger von Schlotterstein y del resto de la troupe de Angela Sommer-Bodenburg son divertidas, emocionantes, disparatadas, empáticas con quien es diferente, y tienen ese toque entre siniestro y tierno que tan bien reflejan las ilustraciones de Amelie Glienke que, por suerte, el sello Loqueleo mantiene en sus ediciones.

Así que tanto si Rüdiger o cualquier otro von Schlotterstein os convirtió en bibliovampiros en su día pero lo olvidasteis, como si nunca llegó a hincaros el colmillo echadle un vistazo a los libritos si tenéis pequeños lectores a tiro… que Rüdiguer anda suelto por las librerías y busca carne trémula lectora para bibliofilizar.

Y es ese tipo de títulos y de personajes que adoran desde el primer bibliomordisco. Palabra de Regina ExLibris.

Lee ‘Basada en hechos reales’, de Delphine de Vigan, antes de ver la peli de Polanski

Perturbadora, brillante, perversa y diabólicamente audaz. Así es Basada en hechos reales, una novela de la francesa Delphine de Vigan que llegó a la librería hace año y medio, y cuya lectura fue como una bibliodescarga de literatura de muy alto voltaje. A medida que avanzaba páginas (no podía dejar de leer) se me iba erizando el pelucón y los globos oculares amenazaban con salirse de las cuencas (plof, plof). Tal cual.

Y, claro, un sacudión libresco de semejante calibre no pasó desapercibido en reginaexlibrislandia.

Tras una noche en vela acabándomela del tirón y extasiada por la experiencia lectora, me materialicé en la librería literalmente fuera de mí, y poseída por esa histeria prescriptora que es tan mía, logré que mis libreros y algún que otro reginaexlibrislandiano se pusiera con la novelita de Delphine de Vigan. Desde entonces y a según quién no he parado de prescribir su lectura.

Pero hace unas horas, gracias a uno de mis libreros y a un reginaexlibrislandiano asiduo, me enteré del inminente estreno de la adaptación homónima de Polanski:

Librero: Oye, Regina, ¿vas a ver la nueva de Polanski?

Regina: ¿Qué?

Librero: Estrenan la versión de Basada en hechos reales, la novelita esa con la que te pusiste tan pesada, ¿sabes cuál?

Regina: Espera, espera… ¿Polanski? ¿Basada en hechos reales? ¿Seguro?

Cliente: No sé si habláis de lo mismo, pero desde luego este viernes estrenan una peli de Polanski que no tiene mala pinta

Librero: Sí, es esa. Es que está basada en una novela de una autora Francesa, Delphine de Vigan, que a Regina Exlibris la impactó como un obús. ¡Mírala, si se ha quedado en plan Esther, la estatua de sal!

Cliente: Regina, ¿estás ahí?

Regina: ¿Y cómo demonios NO me he enterado yo de eso?

Librero: Di por sentado que lo sabías. Además, como vi que teníamos stock de ejemplares no le di mayor importancia

Regina: Pues miedo me da…

Cliente: Pero, ¿tan buena es la novela?

Regina: ¡Sí! Verás, la protagonista es una escritora que, tras un exitazo libresco, está en pleno síndrome de la página en blanco, mientras la editorial presiona para que entregue algo. Aunque vacía a nivel creativo, está con el hombre al que ama aunque su trabajo lo absorbe, tiene dos hijos con un pie en la universidad y muchas amistades, pero atrincheradas en sus rutinas… A medida que intenta escribir y no puede, esas otras carencias (pareja, hijos, amigos) en apariencia naturales e inocuas, disparan su vulnerabilidad. Y justo aquí irrumpe una mujer misteriosa y magnética que pasa de llenar ese vacío e impulsarla en su resurgimiento, a fagocitarla y controlarla a todos los niveles, incluido el creativo. Un thriller brutal donde como lector percibes los movimientos de esa “vampira emocional” antes que la protagonista, y que detona una trama sobre el oficio del escritor, sobre la figura del doble y del desdoblamiento, y sobre la fina (y a veces turbia) línea que separa ficción y realidad.

Librero: ¡Y eso sin olvidarnos del perfil de la persona tóxica, de esa narcisista, perversa y obsesiva! Eso sí que me dejó K.O., porque es demoledor… y hay muchos así por ahí sueltos…

Cliente: Mmm, pues parece interesante, sí.

Regina: No te lo pienses, lee Basada en hechos reales, de Delphine de Vigan, antes de ver la peli de Polanski

Mi cliente se llevó un ejemplar de Basada en hechos reales, de Delphine de Vigan en Anagrama. Espero que le impacte como a mí, y espero que, como él, muchos potencials lectores corran a por su ejemplar antes o después de ver la película.

Eso sí, aunque la mayoría de los comentarios de quienes la leyeron han sido positivos, hay quien volvió con una batería de críticas enfocadas a un posible tiempo narrativo confuso, exceso de falsa intriga, floja ejecución del suspense… Es la grandeza de la literatura, querid@s. Yo, tras una relectura, me reafirmo en mi rendición ante este thriller diabólicamente perverso y audaz. Palabra de Regina ExLibris.

Y para que vayáis salivando tinta hete aquí el tráiler de la peli homónima filmada por Polanski, con Emmanuelle Seigner y Eva Green:

  • Y vosotros, queridos, ¿leísteis Basada en hechos reales? ¿qué os pareció? 
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¡‘La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey’ llega por fin a las librerías!

No quepo en mi de bibliogozo. El 31 de mayo los anaqueles de reginaexlibrislandia estarán cargados con ejemplares recién horneados de La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey’ en la nueva edición de Salamandra. Un título que siempre, siempre, prescribimos en la librería, y del que en los últimos años apenas si conseguíamos reposiciones a cuentagotas (¡ñiiiii!).

Pero esa época oscura ya pasó… Atrás quedaron el biblioracionamiento y la negra sombra de la descatalogación planeando amenazadora sobre un título que, por muchas razones, no merecía ser descatalogado.

Si eso no es motivo de embutirme en la piel de la gran Carmen Miranda y soltar adrenalina libresca sacudiendo las maracas por la librería como si no hubiera un mañana que venga la Providencia Librera y lo vea.

A mediados de abril estrenaron la adaptación cinematográfica homónima y ya entonces supimos que sería Salamandra y no RBA, quien hasta ahora había editado la novela, quien rescataría La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey’.

Entonces no sabíamos ni la fecha exacta del lanzamiento ni cómo iba a ser la nueva portada, pero por fin hemos salido de dudas. En siete días la pondremos a la venta en reginaexlibrislandia y hete aquí la nueva cubierta:

En reginaexlibrislandia ya esbozamos esa sonrisita entre bobalicona y tierna mientras salivamos y contamos las horas para recibir a ese delicioso artefacto libresco entre anaqueles y a ritmo de samba en la librería.

Y es que, queridos, la novelita epistolar de Mary Ann Shaffer & Annie Barrows (tía y sobrina, la primera falleció antes de publicarla, la segunda nos hizo un bibliofavor llevándola a imprenta) es una auténtica delicia.

Una novelita epistolar que se lee en un “aysss”, pero que está cargada por el amor a los libros y a la lectura, que te absorbe, te emociona y te hace reír a partes iguales.

Es una lectura terapeútica, de esas para inducir un coma libresco a tu bibliofilia, que es del mismo bibliopelaje que otras  dos delicias bibliófilas: la mítica 84 Charing Cross Road, de Helene Hanff, y  La Librería, de Penélope Fitzgetald. Palabra de Regina ExLibris.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey. Mary Ann Shaffer. Salamandra. Traducción: M.ª Cristina Martín Sanz. En el invierno de 1946, los londinenses retoman sus vidas desde los escombros de su ciudad tras la II Guerra Mundial. Entre ellos, la escritora Juliet Aston, que mientras busca un tema para su nuevo libro recibe la carta de un desconocido de las islas del Canal a cuyas manos llegó un volumen sobre Charles Lamb que le perteneció. Así es como Juliet descubre La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey y de sus estrambóticos y entrañables miembros, a quienes la bibliofilia compartida hizo más llevadera la ocupación nazi y los horrores de la guerra. Juliet no tardará en viajar a Guernsey, donde además de inspiración encontrará su destino. Un delicioso, magnético y divertido relato en el que Shaffer da una lección de vida, de amor a la literatura, de sentido del humor y de saber hacer. 

 

De Philip Roth empieza por leer su espléndida ‘Pastoral Americana’

Los bibliófagos del mundo estamos de luto. Ha muerto Philip Roth, uno de los grandes de la literatura norteamericana contemporánea. Tal cual. Dotado de un espíritu tan crítico como acerado y provocador, con un punto de empatía que sobrecoge y conmueve, y que destila cuando quiere un tipo muy particular de humor entre corrosivo, desenfadado y canalla.

Un grande ante el que hincamos la rodilla en reginaexlibrislandia sin titubeos, que además tiene en su haber el Premio Pulitzer de Literatura y el Príncipe de Asturias de las Letras, entre otros.

Tanto los premios literarios como la adaptación a celuloide de algunas de sus novelas inocularon, en momentos puntuales y gracias a la repercusión mediática, el apetito lector por un autor cuya obra pivota sobre tres ejes esenciales: los problemas de asimilación e identidad de los judíos de distintas generaciones en EEUU, la naturaleza del deseo sexual, la madurez y la identidad personal.

En la librería la bibliofilia se nos iluminaba como un neón del Strip de Las Vegas cada vez que, en plena cresta de la ola mediática piliphrohtiana, un lector se adentraba en nuestros confines librescos en busca de “algo de ese tal Philip Roth”.

Y es curioso cómo la Providencia Librera quiso que, con el tiempo, el título por el que suelo recomendar entrarle a Philip Roth fuera el más conocido por obra y gracia del celuloide.

Tanto que la siguiente escena con un reginaexlibrislandiano asiduo ha sido bastante recurrente en los últimos seis años en la librería:

Cliente: Hola, ¿qué me leo de ese tal Philip Roth?

Regina: Empieza por Pastoral Americana

Cliente: Pero, ¿hay una peli, no? Una reciente

Regina: Sí, dirigida y protagonizada por por Ewan McGregor, y con Jennifer Connelly, entre otros.

(Pastoral Americana, 2016 / Lionsgate)

(Pastoral Americana, 2016 / Lionsgate)

Cliente: Sí, sí, sí… es verdad. Demoledora, ¿eh?

Regina: Más bien… pues ponte a leer la novela. Es bibliocanelita en rama, querid@

Cliente: ¿Empiezo por esa, entonces?

Regina: Es la que te recomiendo para empezar. Con ella arranca su colosal Trilogía estadounidense, que continua con Me casé con un comunista y La mancha humana. Brutales las tres. Pero quizás podrías intercalarlas con El mal de Portnoyo con El animal moribundo. Pero, lo dicho, empezaría por Pastoral Americana

Novelas de Philip Roth

Cliente: Pues no hay más que hablar, Regina, me llevo Pastoral Americana y veremos a ver qué tal

Espero que bien. Porque es un novelón y porque Philip Roth merece ser leído, porque es un autor ferozmente conmovedor en cualquiera de las tramas que articule, y porque destila entre líneas lucidez, empatía y provocación. Palabra de Regina Exlibris.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

Pastoral Americana. Philip Roth. Debolsillo. Si te planteas leer a Philip Roth empieza por Pastoral americana, una crónica brillante de la vacuidad del sueño americano encuadrada en los años sesenta, cuando a un respetable ciudadano medio –último eslabón de tres generaciones varadas en el gueto judío de Newark y decididas a tragarse el sutil antisemitismo reinante en pos de su prosperidad– le revienta en la cara el american dream el día en el que su hija se revuelve contra todo en torno a lo que gravita su existencia para sumarse a las revueltas contra la guerra de Vietnam. Retrato demoledor de la relación amor-odio que enmarca a muchos atrapados en el centro del triángulo de la sociedad estadounidense, la identidad personal y el sueño americano con el que ganó el Pulitzer.

Pastoral Americana

Pastoral Americana

Y para ir haciendo boca os dejo el tráiler de la adaptación homónima de Pastoral Americana que Ewan McGregor dirigió y protagonizó en 2016:

  • Y vosotros, queridos, ¿qué novela recomendaríais para entrarle a Philip Roth? 
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Cinco títulos para leer (y adorar) a Antonio Muñoz Molina

Antonio Muñoz Molina es un animal narrativo y un bibliófago compulsivo. Con semejantes bibliohechuras y con o sin Premio Man Booker Internacional añadido a su ya más que nutrido arsenal de galardones literarios, en reginaexlibrislandia somos antoniomuñozmaniacos y desde nuestras trincheras librescas damos de leer sus libros a discreción en cuanto se tercia la bibliocasión.

Porque en más de tres décadas dándole a la tecla y con semejante talento literario ha tenido tiempo de crear un escenario literario propio (Mágina, reflejo de su localidad andaluza natal), de armar magníficas novelas de distinto bibliopelaje (tramas sobre la memoria y la identidad, intrigas policíacas, de iniciación, de viajes… todas ellas con un estilo brillante e hipnótico y ritmo cinematográfico) e innumerables crónicas y artículos periodísticos, amén de ocupar su asiento en la RAE y de haber dirigido durante unos cuantos años la sede neoyorquina del Instituto Cervantes.

Ante un autor de esta talla y con mis anaqueles repletos de sus obras un lector puede no tener muy claro por dónde hincarle el bibliodiente.

Así que cuando ese lector indeciso y temeroso de dar un bibliopaso en falso que le aleje de un escritorazo se materializa en reginaexlibrislandia suelo prescribirle mis Cinco títulos para leer (y adorar) a Antonio Muñoz Molina. Y héteme aquí para compartirlo con vosotros, reginaexlibrislandianos de pro.

¿Listos? Pues allá van:

  1. Como la sombra que se va. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral. (Finalista del Booker Man International Prize 2018)

El 4 de abril de 1968 un tal James Earl Ray asesinó a Martin Luther King y conmocionó a medio mundo. En su huida hacia Angola, el prófugo Ray hizo una escala de diez días en Lisboa, y es sobre esas coordenadas sobre las que Antonio Muñoz Molina, que ya dejó su biblioimpronta lisboeta en la colosal El invierno en Lisboa, proyecta una trama trepidante, lúcida y conmovedora, cargada de claroscuros y de miradas al pasado, con la que disecciona el magnicidio y recrea la mente y la odisea de un asesino que, aunque lo intentó y creyó haberlo conseguido, no pudo masacrar un sueño de libertad. Original, apasionante y reveladora novela en la que Muñoz Molina destila entre líneas su obsesión por la turbia figura de Earl Ray, por la ciudad de Lisboa, por la memoria y por el oficio de escritor. Una grandísima novela de principio a fin.

Como la sombra que se va

  1. El jinete polaco. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Novela colosal, nítida y poderosa, que está magistralmente escrita, cargada con historias perfectamente armadas y poblada por personajes carismáticos, vívidos y absolutamente creíbles, con los que Muñoz Molina te hace ir saltando en el tiempo tirando de intriga, de amor, de desarraigo, de historia y de conflictos familiares y sociales, que te enganchan a la trama. Un traductor nómada llamado Manuel evoca desde la distancia la vida en Mágina, su pueblo andaluz natal, del que renegaba hasta que lo abandonó, pero al que tanto él como todas las generaciones de su estirpe están irrevocablemente vinculados. Entre el asesinato de Prim en 1870 y la guerra del Golfo, los personajes que pueblan el relato son piezas que se van uniendo para reconstruir la identidad del propio Manuel, que se deja ver íntegra justo antes del punto y final.

El jinete polaco

  1. Beltenebros. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Bajo la forma de una intriga policiaca Muñoz Molina despliega todo su arsenal narrativo para, con un estilo brillante y nítido, levantar una fascinante galería de espejos donde se reflejan el amor y el odio, el pasado y el presente, la realidad y la ficción. Darman, excapitán del ejército republicano exiliado en Inglaterra, regresa a Madrid para cumplir la misión que le han encomendado desde una organización comunista subversiva. Tiene que ejecutar a un supuesto traidor a quien no ha visto nunca. Así es como, en los lóbregos escenarios de la clandestinidad, emprende con desgana un periplo trepidante en pos de su víctima, del que una misericordiosa cabaretera, viva imagen de una mujer a la que amó, tratará de desviarlo. Una trama hipnótica construida con ritmo cinematográfico que te mantiene enganchado hasta el final.

Beltenebros

  1. El viento de la luna. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Al alba de 1969 Neil Armstrong viaja rumbo a la luna mientras un adolescente –alter ego de Muñoz Molina- de un entorno rural y marcado por la posguerra acompaña de mala gana a su padre a la huerta. En El viento de la luna, su recién descubierta sexualidad y la aventura sideral lo alejan de una vida que aborrece en su pueblo e imagina un futuro que, para el lector que lo evoca con nostalgia entre líneas, ya pertenece a la memoria. Historia de iniciación magistralmente narrada, con ecos de Salinger o Philip Roth, y nuevo episodio en el ciclo narrativo de la localidad ficticia de Mágina. Impecable.

El viento de la luna

  1. Ventanas de Manhattan. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Fragmentos de Nueva York, la ciudad que esconde tantas ventanas como exhibe: las de los decorados de Broadway, de los edificios al otro lado de Central Park, el Harlem y la magia del Village, el jazz y centenares de curosidades y pequeños misterios de la Gran Manzana. A ellas se asoma un Muñoz Molina en su peregrinaje a las entrañas de una ciudad que le acoje con curiosidad recíproca, le susurra anécdotas y le revela secretos en boca de fantasmas unas veces y de neoyorquinos contemporáneos otras. La inmersión literaria que nos propone Muñóz Molina a su Manhattan es, en todos y cada uno de los itinerarios que dibuja, tan reposada, intensa, envolvente y reconfortante como un bourbon deslizándose por tu gaznate en un día gélido.

Ventanas de Manhattan (Seix Barral)

Por supuesto que no están todos los que son: me he dejado fuera auténticos novelones de Antonio Muñoz Molina que adoro (El invierno en Lisboa, Beatus Ille, Plenilunio, El robinson Urbano, etc). Pero creo que, para empezar y pensando en distintos perfiles de potenciales lectores, estos cinco títulos son una muy buena opción. Palabra de Regina ExLibris.