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Reflexiones de una librera
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«¿Por qué leer El cartero siempre llama dos veces si ya vi la película?»

Cuidaos de novelitas ligeras de aspecto inofensivo y argumento cautivador.

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

Sí, querid@s, son lo que yo llamo las femme fatale de la literatura, y las carga el Diablo. A lo Lana Turner.

A veces, adentrarse en ellas a la ligera es sinónimo de engancharse y de llegar maltrechos al punto y final.

Suelen reflejar escenas cotidianas de cualquier época y localización con protagonistas comunes pero, eso sí, llevados por las circunstancias, el deseo, la avaricia o la necesidad a situaciones límite.

Para mi, el ejemplo más claro de este tipo de «novelle fatale» es, sin duda, El cartero siempre llama dos veces, de J.M. Cain. Con ella el aún autor novel entró por la puerta grande en 1934 al Olimpo de las deidades del género negro, a codearse con sus coetáneos Raymond Chandler y Dashiell Hammett. Ahí es nada.

Apenas dos años después de su primera edición se adaptó a celuloide con Lana Turner y John Garfield. Y cuatro décadas después volvería a filmarse con Jessica Lange y Jack Nicholson. Por algo será…

De hecho, varias veces al comentar esta novela con reginaexlibrislandianos de pro he tenido la misma respuesta que me enerva el pelucón:

Regina: Llévate El cartero siempre llama dos veces, te encantará…

Clientes: ¿Y por qué leerla, si ya he visto las películas?

Pues porque, querid@s, es una novelita que, en apenas cien páginas, te pone la bibliofilia al rojo vivo. Porque leerla supone deslizarte en espiral a una velocidad vertiginosa, y el sonido de tu cráneo al reventártelo contra el suelo al tocar fondo en la última página es absolutamente estremecedor.

A mi, que me la he leído varias veces, no me salva del mamporro ni el efecto amortiguador de mi regio pelucón, y pese a eso en cuanto puedo la prescribo en Reginaexlibrislandia a discreción.

El cartero siempre llama dos veces

El cartero siempre llama dos veces

En la novela, ambientada en un punto remoto y polvoriento de Los Ángeles en plena Gran Depresión Americana, un buscavidas llamado Jack va a parar a un café de carretera regentado por un griego y su mujer, Cora, un bellezón sinuoso mucho más joven que él, fría y calculadora y tan harta de su marido como del tugurio en la que vive.

Jack y Cora se lían y, en pleno frenesí, ella deja caer que si su marido desapareciera ambos podrían quedárselo todo y empezar de cero en otro lugar. Así que matan al marido y, cuando empezaban a saborear el éxito y la riqueza, descubren el cadáver y cae sobre ellos a plomo la policía y la fiscalía, cuya estrategia es enfrentar a la pareja para que se delaten mutuamente. Dos víboras en la misma cesta. Y aquí, querid@s, empieza el rock&roll…

La novela está contada en primera persona por Jack en un estilo muy directo y está cargada de diálogos que te atizan como latigazos. Además, la trama está perfectamente aderezada con una mezcla explosiva de sexualidad y de violencia contenidas -nunca explícitas- que te cortan el aliento de principio a fin.

Según dicen las malas lenguas del mundillo literario James M. Cain se inspiró en La bestia humana de Zola para engastar ese microuniverso de maldad, de crimen, de turbias pasiones y de fatalismo en la América más castigada por la Depresión. Un aire tiene, no nos vamos a engañar. Pero la de Cain es redonda per se.

Así que si buscáis una novela para pasar un par de horas de frenesí libresco endemoniadamente brillante dejad lo que estéis haciendo y corred a por un ejemplar de El cartero siempre llama dos veces. Da igual si habéis visto alguna de las películas o las dos. La novela es uno de esos clásicos que deben ser leídos sí o sí, porque es sensacional.

Palabra de Regina ExLibris.

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

(El cartero siempre llama dos veces, 1946 / MGM)

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6 comentarios

  1. Dice ser AGA

    Cuidaos, librera. Cuidaos

    14 noviembre 2017 | 8:03

  2. reginaexlibris

    Perdonad, querid@s, otro patinazo regino de los míos: se me coló esa «r» traicionera.

    Gracias, AGA, por apuntarlo y por adentrarte en reginaexlibrislandia.

    Saludos Reginos y mares de letras (y de e-letras)

    14 noviembre 2017 | 8:16

  3. Dice ser AGA

    De nada, y siento la correccion, que puede haber sonado impertinente. Pero es que hay faltas que chirrian y no lo puedo evitar… Sobre todo en un espacio que disfruto.

    14 noviembre 2017 | 8:42

  4. Dice ser Cide Hamete

    Y además de la «r» se os «a» colado una «vivoras» en el segundo párrafo después de la foto de la portada.

    Pero vueno naide es ferpecto

    14 noviembre 2017 | 9:49

  5. Dice ser Lola

    He visto la primera versión, pero seguiré tu consejo y leeré el libro. Hay personas que piensan que si ya se ha visto la película no es necesario leer el libro en el que está basada pero considero que eso es un error, las películas casi nunca son verdaderamente fieles al texto original. Además la lectura te permite que tu imaginación trabaje y le des rostro a los personajes.

    14 noviembre 2017 | 9:52

  6. Dice ser Cide Hamete

    Leí el libro hace muchos años, es buen momento para revisitarlo.

    Por otro lado, ¿has leído alguna de las otras novelas que tiene el autor?.

    Gracias

    14 noviembre 2017 | 9:53

Los comentarios están cerrados.