Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

Entradas etiquetadas como ‘premio booker’

Cinco títulos para leer (y adorar) a Antonio Muñoz Molina

Antonio Muñoz Molina es un animal narrativo y un bibliófago compulsivo. Con semejantes bibliohechuras y con o sin Premio Man Booker Internacional añadido a su ya más que nutrido arsenal de galardones literarios, en reginaexlibrislandia somos antoniomuñozmaniacos y desde nuestras trincheras librescas damos de leer sus libros a discreción en cuanto se tercia la bibliocasión.

Porque en más de tres décadas dándole a la tecla y con semejante talento literario ha tenido tiempo de crear un escenario literario propio (Mágina, reflejo de su localidad andaluza natal), de armar magníficas novelas de distinto bibliopelaje (tramas sobre la memoria y la identidad, intrigas policíacas, de iniciación, de viajes… todas ellas con un estilo brillante e hipnótico y ritmo cinematográfico) e innumerables crónicas y artículos periodísticos, amén de ocupar su asiento en la RAE y de haber dirigido durante unos cuantos años la sede neoyorquina del Instituto Cervantes.

Ante un autor de esta talla y con mis anaqueles repletos de sus obras un lector puede no tener muy claro por dónde hincarle el bibliodiente.

Así que cuando ese lector indeciso y temeroso de dar un bibliopaso en falso que le aleje de un escritorazo se materializa en reginaexlibrislandia suelo prescribirle mis Cinco títulos para leer (y adorar) a Antonio Muñoz Molina. Y héteme aquí para compartirlo con vosotros, reginaexlibrislandianos de pro.

¿Listos? Pues allá van:

  1. Como la sombra que se va. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral. (Finalista del Booker Man International Prize 2018)

El 4 de abril de 1968 un tal James Earl Ray asesinó a Martin Luther King y conmocionó a medio mundo. En su huida hacia Angola, el prófugo Ray hizo una escala de diez días en Lisboa, y es sobre esas coordenadas sobre las que Antonio Muñoz Molina, que ya dejó su biblioimpronta lisboeta en la colosal El invierno en Lisboa, proyecta una trama trepidante, lúcida y conmovedora, cargada de claroscuros y de miradas al pasado, con la que disecciona el magnicidio y recrea la mente y la odisea de un asesino que, aunque lo intentó y creyó haberlo conseguido, no pudo masacrar un sueño de libertad. Original, apasionante y reveladora novela en la que Muñoz Molina destila entre líneas su obsesión por la turbia figura de Earl Ray, por la ciudad de Lisboa, por la memoria y por el oficio de escritor. Una grandísima novela de principio a fin.

Como la sombra que se va

  1. El jinete polaco. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Novela colosal, nítida y poderosa, que está magistralmente escrita, cargada con historias perfectamente armadas y poblada por personajes carismáticos, vívidos y absolutamente creíbles, con los que Muñoz Molina te hace ir saltando en el tiempo tirando de intriga, de amor, de desarraigo, de historia y de conflictos familiares y sociales, que te enganchan a la trama. Un traductor nómada llamado Manuel evoca desde la distancia la vida en Mágina, su pueblo andaluz natal, del que renegaba hasta que lo abandonó, pero al que tanto él como todas las generaciones de su estirpe están irrevocablemente vinculados. Entre el asesinato de Prim en 1870 y la guerra del Golfo, los personajes que pueblan el relato son piezas que se van uniendo para reconstruir la identidad del propio Manuel, que se deja ver íntegra justo antes del punto y final.

El jinete polaco

  1. Beltenebros. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Bajo la forma de una intriga policiaca Muñoz Molina despliega todo su arsenal narrativo para, con un estilo brillante y nítido, levantar una fascinante galería de espejos donde se reflejan el amor y el odio, el pasado y el presente, la realidad y la ficción. Darman, excapitán del ejército republicano exiliado en Inglaterra, regresa a Madrid para cumplir la misión que le han encomendado desde una organización comunista subversiva. Tiene que ejecutar a un supuesto traidor a quien no ha visto nunca. Así es como, en los lóbregos escenarios de la clandestinidad, emprende con desgana un periplo trepidante en pos de su víctima, del que una misericordiosa cabaretera, viva imagen de una mujer a la que amó, tratará de desviarlo. Una trama hipnótica construida con ritmo cinematográfico que te mantiene enganchado hasta el final.

Beltenebros

  1. El viento de la luna. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Al alba de 1969 Neil Armstrong viaja rumbo a la luna mientras un adolescente –alter ego de Muñoz Molina- de un entorno rural y marcado por la posguerra acompaña de mala gana a su padre a la huerta. En El viento de la luna, su recién descubierta sexualidad y la aventura sideral lo alejan de una vida que aborrece en su pueblo e imagina un futuro que, para el lector que lo evoca con nostalgia entre líneas, ya pertenece a la memoria. Historia de iniciación magistralmente narrada, con ecos de Salinger o Philip Roth, y nuevo episodio en el ciclo narrativo de la localidad ficticia de Mágina. Impecable.

El viento de la luna

  1. Ventanas de Manhattan. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Fragmentos de Nueva York, la ciudad que esconde tantas ventanas como exhibe: las de los decorados de Broadway, de los edificios al otro lado de Central Park, el Harlem y la magia del Village, el jazz y centenares de curosidades y pequeños misterios de la Gran Manzana. A ellas se asoma un Muñoz Molina en su peregrinaje a las entrañas de una ciudad que le acoje con curiosidad recíproca, le susurra anécdotas y le revela secretos en boca de fantasmas unas veces y de neoyorquinos contemporáneos otras. La inmersión literaria que nos propone Muñóz Molina a su Manhattan es, en todos y cada uno de los itinerarios que dibuja, tan reposada, intensa, envolvente y reconfortante como un bourbon deslizándose por tu gaznate en un día gélido.

Ventanas de Manhattan (Seix Barral)

Por supuesto que no están todos los que son: me he dejado fuera auténticos novelones de Antonio Muñoz Molina que adoro (El invierno en Lisboa, Beatus Ille, Plenilunio, El robinson Urbano, etc). Pero creo que, para empezar y pensando en distintos perfiles de potenciales lectores, estos cinco títulos son una muy buena opción. Palabra de Regina ExLibris.

¿Tienes el último Booker, ‘Oso Pardo’?

Un buen librero ha de ser, además de bibliófilo nato, psicólogo, vidente, detective, políglota y mentalista. Ah y, por supuesto, debe dominar tanto sus emociones como el arte de la empatía, porque estando cara al público una sonrisa furtiva o una mueca fugaz a destiempo y ante el cliente equivocado son absolutamente imperdonables.

Pero, claro, esa es la teoría. En la práctica librera diaria hay veces que pese a que haya podido activarme a tiempo el modo ‘perfecta ama de casa de los 50’, referente indiscutible en lo que a saber guardar las formas en público respecta, mi interlocutor suelta una frase-obús que me volatiliza las tres capas de barniz emocional y, ¡Zas! paso de esposa ideal a madre del Jocker en milésimas de segundo.

Y, bueno, cuando eso pasa el desenlace feliz o no de la escenita dependerá del talante del cliente, de su sentido del humor y la autocrítica.

Por ejemplo, el ‘obús bibliófilo’ de hace un rato ha sido de los mejores:

 

– Cliente: Hola, buenas tardes- Regina: ¿Qué tal?

– C.: Pasado por agua, pero bien. Escuche…

– R.: ¿Sí?

– C.: ¿Tiene el último Premio Booker, ‘Oso Pardo’?

 

TRES, DOS, UNO: ¡BLANCO! Máscara volatilizada. Aquí hago un esfuerzo sobrehumano por contener al Jocker, mientras una debilitadísima librera en modo ‘esposa ideal’ acierta a susurrar con doble carga de inocencia en el tono algo como:

 

– R.: Perdone, usted se refiere a Tigre Blanco, ¿no?- C.: ¿No era Oso Pardo?

– R.: El Premio Booker 2008 fue Tigre Blanco, de Aranvid Adiga.

– C.: Ahhh, Tigre Blanco

Silencio. Sí, silencio que aprovecho para recomponerme la máscara, hasta que… es él quien suelta una sonora carcajada:

 

– C.: JA, JA, JA, JA. ¿OSO PARDO? JA, JA, JA, ¿De dónde me habré sacado eso?

¿Se ríe? ¡Luz verde al desenconsertamiento emocional!

 

– R.: Ja, ja, ja, ja… Sí, ¿Oso Pardo? Ja, ja.- C.: Verá cuando se lo cuente a mi hijo…

Y así estuvimos él y yo un buen rato, y gracias a él y a su desliz ‘osuno’ eché el cierre un día más con la sonrisa puesta y el pelucón desaforado.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿algún otro desliz bibliófilo propio o ajeno que queráis añadir a nuestra lista? ¿Leísteis Tigre Blanco? ¿Os gustó?

NOTA DE REGINA. Si lo que buscas por entre las páginas de Tigre Blanco es un viaje literario al corazón espiritual de la India olvídate de este libro, porque el país del que habla Aranvid Adiga es el real, ese en el que un muro infranqueable separa a señores de esclavos, donde la miseria, el hambre, la corrupción y un Ganges más pútrido que purificador son el día a día de legiones que sobreviven en el lodo mientras sostienen a las grandes potencias. Sin embargo, la novela no es un reportaje social ni un alegato político: es la historia ácida, grotesca y genial de Balran Halwai, alias Tigre Blanco, que él mismo relata al Primer Ministro Chino ante su inminente visita para ilustrar la realidad de un país que, de otra manera, jamás llegará a conocer.

En esas siete cartas conocemos a una criatura tan insólita como fuera de lugar que crece con las orejas abiertas, la mente turbia por sobreexposición a los efluvios de las aguas del Río Sagrado y el firme propósito de zafarse de su destino, objetivo que logra al convertirse en chofer de un amo al que servirá con cariño y devoción… hasta que le rebana el cuello. Lúcido, brillante y agridulce fresco de esa India que se asfixia bajo mares de saris de brillantes colores, palacios de ensueño, alfombras mágicas, azafrán, jazmín y pétalos de rosa. Regina Dixit

Por cierto, aquí os dejo el primer capítulo de Tigre Blanco, cortesía de la editorial Miscelánea.