No concibo que alguien lea La tía Mame sin reír a carcajadas y sin sucumbir ante uno de los personajes más carismáticos, irreverentes, divertidos, imprevisibles, glamurosos y entrañables de las letras anglosajonas.
Y si La Tía Mame es divertida su continuación, La vuelta al mundo con la Tía Mame, es total y absolutamente desternillante. Palabra de Regina ExLibris y de todos aquellos a quienes se las he prescrito alguna vez.
Y justo hoy llegaron a reginaexlibrislandia ejemplares de reposición y, claro, yo que soy muy de carne y poco de piedra no pude evitar echarles un vistazo antes de colocarlos en balda.
Pues bien, en apenas tres páginas ya estaba riendo a carcajada limpia con el pelucón desparramado sobre el escritorio y la cara más congestionada que un neón del Strip de Las Vegas, y así hubiera seguido hasta que un reginaexlibrislandiano asiduo me sacó sin avisar de mi festival del humor tiamamesiano:
Cliente: ¿Qué estás leyendo que te hace tanta gracia?
Regina: ¿Qué? ¡Ah, hola! Pues los libros de la Tía Mame, de Patrick Dennis.
Cliente: Ah, no me suenan. ¿Tan divertidos son?
Regina: Sí, y si te quieres reír a carcajadas lee sobre todo el segundo, La vuelta al mundo con la Tía Mame. ¡Ella es todo un personaje!
Creada por Patrick Dennis, alias de Edward Everett Tanner III, y publicado en 1956 después de dieciséis rechazos editoriales, La Tía Mame reventó las listas de ventas de EEUU y cuenta cómo tras quedar huérfano a los 10 años el joven Patrick conoce a su misteriosa tutora en su mansión neoyorquina justo antes del crack del 1929.
Lejos de ser una solterona al uso, la tía Mame es una criatura divina y magnética con más pájaros en la cabeza que plumas en su boa pero con las cosas muy claras y encanto y tozudez a prueba de bombas. Por eso, el huerfanito no tarda en caer rendido a los pies de esta viuda chispeante, bífida y permanentemente deshidratada, para quien las 9 am son «la mitad de la noche«.
Rica, deslenguada, electrizante y glamourosa hasta lo indecible, tiene tanto fondo de armario como registros dramáticos. Décadas después Patrick recuerda cómo gracias a ella y sus peripecias él es como es mientras regala al lector uno de los relatos de iniciación más deliciosos y cautivadores que pueblan las librerías.
Tras leer La tía Mame matarías por una de esas fiestas sofisticadas, un dry-Martiny, una boa bien tupida y una boquilla de veinte centímetros. Muy, muy divertida.
Y si creías que no te podías reír más con las andanzas de Mame Dennis deja lo que estés haciendo y ponte con La vuelta al mundo con la Tía Mame. En él Patrick, felizmente casado y con un hijo, deja que Mame lleve de viaje por Oriente a su retoño durante las vacaciones a pesar de los recelos de su mujer y con la condición de que ambos regresen antes del inicio del curso.
Pero como la Tia Mame vive en su propia temporalidad ya han pasado dos años desde que partieron y solo saben de ellos gracias a curiosas y crípticas postales enviadas desde lugares exóticos.
Para tranquilizar a su mujer mientras esperan el regreso del dueto Patrick, que trata de ahogar sus recelos a copazos, le relata parte de una vuelta al mundo que él dio de joven con su tía antes de que estallara la IIGM. Digo parte porque si para su esposa edulcora y cubre con una pátina educativa sus andanzas por París, Londres, la Austria nazi, la Rusia soviética y el lejano Oriente, al lector sí le da la visión integral de lo que en realidad fue un disparatado viaje por los cinco continentes donde lector no parará de reír con la extravagante y deliciosa Mame, con profunda irreverencia y sus ganas de vivir a pesar de todo y de todos.
Así que en reginaexlibrislandia somos bastante fundamentalistas en este tema y creemos que si con según qué novelas no saltas de línea a carcajadas tienes más de muñeco de cera de cualquier turbio Museo que ser humano, querid@, y deberías hacértelo mirar.
Y no me malinterpretéis: sé que cada cual tiene su sentido del humor perfectamente delimitado, pero cuando se trata de buena literatura hay títulos y autores que te pulverizan cualquier frontera emocional y acabas irremediablemente desternillado aunque no quieras. Es el caso de Patrick Dennis y la Tía Mame.
Os reto a que los leáis y tratéis aguantéis impasibles… ¿Sí?
No los he leido, pero me ha intrigado y los voy a buscar, una buena carcajada mola .
23 noviembre 2017 | 10:31
Pues hasta ahora mismo pensaba que la Película «Viajes con mi tía» era la misma historia. Al parecer son bastante parecidas.
23 noviembre 2017 | 18:05