Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

Archivo de junio, 2018

Novelas con pluma múltiple para celebrar el bibliOrgullo LGTBI a librazos

A librazos. Así es como descerrajamos en reginaexlibrislandia “el armario”. Porque yo sé que tú sabes que todos sabemos que literatura siempre ha sido y será uno de los grandes referentes para quienes luchan a solas por cimentar su identidad de género, sexual o ambas, pese a quien le pese.

Y, oye, que para algo más tenía que servir la pluma. ¿O no? Que sin las historias LGTB que esas biblioplumas han escrito muchos lectores se verían obligados a retorcer tramas, escenas y personajes para forzar el referente que buscan entre líneas.

Así que plenamente conscientes de su importancia, en la librería celebramos a lo grande nuestro particular BibliOrgullo LGTB. Y lo hacemos seleccionando títulos de plumaje múltiple para pequeños lectores, gays, lesbianas, transexuales y heterosexuales.

Son libros que consideramos lecturas LGTB imprescindibles, armadas en torno a personajes decididos a ser quienes realmente son y a dar rienda suelta a sus identidades y pasiones -altas y bajas- incluso más allá del arco iris. Historias para pensar, suspirar, entender, aceptar, crecer, aprender y, en definitiva, para amarse y amar.

¿Listos?

Van las novelas con pluma múltiple con las que este año celebramos el BibliOrgullo LGTB  en reginaexlibrislandia:

Cuentos LGTB =>

PiraTrans Carabarco. Manuel Gutiérrez y Silvia Rivera. La Calle. Carabarco es un pirata, pero un pirata de los de verdad, con dos ovarios, un gallo y una estrella como parche. Distinto, vale, pero igual de bucanero que cualquier otro corsario de los siete mares. Y aunque esas diferencias lo hacen ser piraTrans, es como cualquier filibustero. Un cuento genial para promover la diversidad sexogenérica y la igualdad entre los pequeños lectores. Además incluye una guía didáctica para normalizar la transexualidad desde edades tempranas, haciendo ver que sea como sea el cuerpo de cualquier personaje, son auténticos piratas.

 

Mi princesito. Cheryl Kilodavis y Suzanne DeSimone. Bellaterra. La ficción se nutre de la realidad en este cuento lúcido, tierno y revelador escrito por una madre que levanta este maravilloso y efectivo biblioescudo para proteger a su hijo desde el día en que él decide ir a clase vestido de princesa. Con esta historia particular ella consigue espolear la empatía en todo el entorno de su pequeño, y pronto el cuento trasciende para ayudar a otros muchos príncipes y princesas de todo el mundo.

 

 Con Tango son tres. Justin Richarson y Henry Cole. Kalandraca. Este hermoso y conmovedor cuento narra la historia real de una singular pareja de pingüinos barbijo a los que el cuidador del zoo de Central Park, en Nueva York, Rob Gramzay, les dio la oportunidad-depositando un huevo en su nido- de tener una cría tras observar que incubaban infructuosamente una piedra. Así nació Tango, que fue la primera cría de pingüino en tener dos padres. Y así nació el primer libro infantil de Justin Richardson y Peter Parnellfue, que desde su publicación en 2005 ha cosechado numerosos premios y, lo que es aún mejor, lectores. Aunque, eso sí, por desgracia también ha sido censurado por sectores conservadores, contrarios a los nuevos modelos de familia.

Cada familia, a su aire. Béatrice Boutignon. Hotel de Papel. Un álbum tierno, divertido y delicado para divertirse y aprender de nuestras diferencias, en el que varios animales juegan y se agrupan por familias, todas parecidas y todas diferentes. El texto va dando pistas para adivinar quién es cada quién en un abanico de opciones familiares: monoparental, dos mamás, dos papás, adopción, acogimiento, reconstituida, familia numerosa… ¡nadie se queda fuera! Y lo mejor es que no se pone el acento en la diferencia, sino que la diversidad familiar es la protagonista. una manera muy, pero que muy divertida de que los más pequeños (y algún que otro adulto) descubran la realidad y la grandeza de la diversidad familiar.

Novelas Trans =>

La chica Danesa. David Ebershoff. Anagrama. Copenhague, en 1925. Greta y Einar son una pareja de jóvenes pintores. Ella es conocida por sus retratos de mujeres, y la tarde en que le falla la modelo le pide a su marido que se calce un par de medias de seda, unos zapatos de tacón e incluso un vestido para que Greta pueda rematar el cuadro. Einar accede, y ese divertido e inocente favor conyugal detona la implosión de la identidad de género del joven, y la necesidad de ser Otro emerge sin vuelta atrás. Y así, acompañado por Greta, Einar emprende un arduo camino en pos de Lily Elbe, que fue Einar, y que ahora es una chica danesa.

El enigma. Jan Morris. RBA. Uno de los primeros libros que abordaron abiertamente el tema de la transexualidad, donde un escritor de mediana edad llega a su punto de inflexión vital y relata el calvario de su metamorfosis hasta lograr que la mujer que habita en él se abra paso y emerja triunfal al exterior. James Morris nació varón y su vida era, en apariencia, plena: era escritor, periodista, militar y viajero. Era marido y padre de cinco hijos. Pero todo era una mascarada absurda, porque desde su más tierna infancia había sido consciente de que su cuerpo no debería ser el de un hombre. Porque él se sentía Jan: una mujer. Así que en los años 60 empezó a hormonarse, iniciando lo que sería un lento y angustioso proceso que culminaría en 1972 con un viaje a Casablanca, donde finalmente iba a someterse a cirugía y alcanzar sus anhelos. Un testimonio tan valiente y honesto como necesario, escrito por una autora capaz de emocionar sin ser melodramática, y dotada de un incuestionable talento para dibujar con palabras una experiencia demoledora con final feliz.

Lovetown. Michal Witkowski. Anagrama. Pionera de la narrativa queer de la Europa del Este —sí, y se publicó en 2005—, Lovetown pone en pie de guerra a dos reinonas de la vieja escuela escandalizadas ante las nuevas formas de “ser gay” en la Polonia de los años 90. Demasiado aburridos: que si matrimonio, que si hijos, que si visibilidad y normalización. Antes, en los 70, bajo el férreo control del comunismo, se pecaba más y mejor, y estas dos travestis asilvestradas pecaron como si no hubiera un mañana. El escenario era sórdido, sí, su ecosistema marginal y peligroso, también, pero con un par de tacones, algo de cuero falso, mucha lentejuela y un buen pelucón todo se veía en technicolor. Personajes, anécdotas, sexo desenfrenado y dos formas antagónicas de ser y de vivir la homosexualidad en la Polonia de ayer y en la de hoy.

 

Tarántula. Thierry Jonquet. Ediciones B. Si buscas emociones bibliófilas intensas deja lo que tengas entre manos y hazte con Tarántula, de Thierry Jonquet. Esas poco más de 130 páginas te colocan en una guillotina para dejar caer sobre tu nuca una enorme cuchilla de una aleación de acero, horror, sadismo, amor, sexo y venganza. Te aseguro que al llegar al final tu cabeza reposará en un saco con una mueca bobalicona congelada para la posteridad. En ella un delincuente cuyo mejor amigo lleva años desaparecido cree que la vía de escape para sus problemas es pasar por las manos de un brillante cirujano plástico local. Lo que no sabe es que su “salvador” es un ser corroído por una obsesiva sed de venganza, que alterna su tiempo con su hija enferma mental y con una sinuosa mujer fatal, a la que adora y humilla según el día. Si eso ya es un campo minado, pronto emergerá otra voz en la narración: la del amigo desaparecido, recluido y vejado sistemáticamente en un oscuro sótano por alguien que se hace llamar Tarántula. Vertebrada en tres partes y con un uso magistral de cuatro voces narrativas, la trama se precipita a velocidad de crucero hasta un final tan inesperado como demoledor. Esta Tarántula literaria es uno de los artefactos narrativos más inquietantes, siniestros, elegantes y retorcidos que puedas encontrar entre anaqueles. Almodóvar adquirió los derechos y filmó La piel que habito, su particular versión.

Novelas Lésbicas =>

Carol. Patricia Highsmith. Anagrama. Imbuida del talento de Patricia Highsmith para urdir tramas cargadas de suspense con personajes magnéticos, Carol, publicada originalmente con el título El precio de la sal, es una de las grandes cimas de la escritora norteamericana. En ella, la tediosa rutina de una joven escenógrafa con un empleo precario en unos grandes almacenes estalla por los aires con la visita de una elegante y misteriosa mujer a la que atiende tras el mostrador. La atracción es mutua y ese instante desencadena una historia de seducción, de suspense, de aceptación y de una amor ardiente que se consuma en un viaje sin retorno por carretera que pone patas arriba la vida de ambas a un precio que, aunque elevado, las dos están dispuestas a pagar.

A Virginia le gustaba Vita. Pilar Bellver. Dos Bigotes. Pasen y lean este maravilloso artefacto narrativo que Pilar Bellver ha levantado tirando de ficción y de documentos para recrear el idilio entre una de las grandes damas de las letras del siglo XX y Vita Sackville-Wes, una carismática intelectual y aristócrata capaz de amar libremente, de seducir, de inspirar y de pulverizar las reticencias físicas y mentales de una personalidad tan intensa como compleja: la de Virginia Woolf. Gracias a Vita Virginia silueteó su Orlando, y gracias a Vita la Woolf amó y fue amada mientras era el corazón y las vísceras del grupo de Bloomsbury en el Londres de entreguerras, y mientras una y otra redefinían sus relaciones con Harold Nicolson y Leonard Woolf, sus respectivos maridos. Magnética, absorbente y absolutamente deliciosa novela.

El lustre de la perla. Sarah Watters. Anagrama. Sumérgete en un viaje literario alucinante al reverso más transgresor y excitante de la Inglaterra victoriana. Sarah Waters se decide a escribir la novela lésbica que le hubiera gustado leer y te cuenta el despertar sexual de una pueblerina que cae rendida a los pies de la estrella travestida de un espectáculo de variedades de tournée por la costa de Kent. Así arranca una odisea emocional, carnal y vital que llega a su cenit en el Londres de 1890, donde el postre de muchos gentlemen es un chapero del East End, donde viudas ricachonas corrompen jovencitas en orgías a puerta cerrada y se multiplican los “homotugurios” para ellos y ellas. El impagable tapiz de una época fascinante y sórdida, la carga de humor, de aventura y de sexo explícito perfectamente dosificado en la trama y el talento de Waters se alinean para regalar al lector una novela impecable. La BBC produjo una adaptación homónima en tres capítulos en 2002, que fue tan polémica como exitosa.

Dos Amigas. Mary Renault. Egales. Asociar a Mary Renault –alias de Mary Challans– con Alejandro Magno y la novela histórica no es errar el tiro, pero sí perderse una faceta tan reveladora como interesante de una escritora que, a comienzos del XIX, exploró la ambigüedad sexual de sus personajes despojándola de dramatismos e ideologías con una naturalidad sin fisuras en El auriga (Debolsillo) y en Dos amigas (Egales). En esta última, de corte autobiográfico, Renault dibuja el Londres más bohemio y desenfadado de los años treinta enredando a sus tres mujeres protagonistas, dos hermanas y la amante de la mayor, en un baile de emociones cuyo compás viene marcado por un médico seductor y un carismático escritor que, sin saberlo, desencadenan una espiral de enredos tales que, al final, nadie siente lo que creía sentir. Lúcido retrato del entorno artístico de Bloomsbury y de una sexualidad libre de convencionalismos vacuos.

Novelas de temática Gay =>

La vida de Kostas Venetis. Octavian Soviany. Dos Bigotes. Es una exuberante novela cargada de novelas, que lleva al lector de viaje literario alucinante con escalas en el Decamerón, Las mil y una noches y las vacanales más excesivas del mismísimo Marqués de Sade. Con un realismo sórdido y violento, estamos ante un tratado del decadentismo aderezado con componentes filosóficos y religiosos y espolvoreado con el más escabroso de los erotismos. Kostas Venetis es un viejo pícaro que, en su lecho de muerte en Venecia, cuenta sus peripecias vitales y lascivas a su joven amante, el efebo apodado Alemana. A través del irreverente relato de Kostas, viajaremos por tugurios, orgías y encuentros casuales en rincones desde la Serenísima hasta Etambul y, desde allí, al Bucarest de los tiempos del príncipe Cuza, al París revolucionario y a la Viena corroída por sus excesos. En su descenso a los infiernos, el protagonista será testigo de un mundo en plena transformación que anticipa el crepúsculo que envolvería la totalidad de Europa a finales del siglo XIX.

El leñador. Mike Wilson. Errata naturae. Imagina un resort turístico fuera de temporada en una zona entre la playa y la montaña de la Polonia profunda, con especial éxito entre los gays. ¿Ya? Añádele la figura de un siniestro encargado, un músico depresivo de mediana edad con un turbio pasado y un extraño magnetismo apodado “El Leñador”. ¿Listo? Ahora incluye al protagonista y narrador: un escritor que se retira a este solitario lugar para escribir la novela que lo catapultará al éxito. Si a eso le sumas que se entretendrá siguiendo la pista de un antiguo crimen, que se codeará con personajes y situaciones entre esperpénticas y vulgares, y que está genéticamente dotado para reírse de sí mismo y del resto, entenderás que la novela de Michal Witkowski es una parodia salvaje de una novela policiaca, solo que respetando sus cánones y aderezándola con una soberbia autoironía destilada entre líneas. Una gloriosa novela negra queer cargada de un humor aún más negro donde el leñador no deja títere con cabeza.

Mundo cruel. Luis Negrón. Malpaso. Una gloriosa colección de relatos sobre las múltiples caras de la experiencia homosexual en Puerto Rico, que en este caso es un crisol de la pluma universal que trasciende fronteras, aderezados con un humor a prueba de crudeza y situaciones límite. Por ellos desfila una impagable galería de personajes que se entrega a todo tipo de excesos, escándalos y depravaciones, incluido el chismorreo rastrero sobre la depravación ajena, aún cuando el chismoso se entregue a esa misma depravación como si no hubiera un mañana. Son historias cargadas de ternura, de belleza, de humor, de tristeza, de flaquezas y de un sarcasmo tan acerado como exquisito donde lo histriónico se rinde ante la sencillez narrativa de Luis Negrón.

Maurice. E.M. Foster. Alianza. M. Forster hizo de su Maurice una novela emblemática en la que narra el descubrimiento del amor homosexual de un joven de familia rica y su manera de afrontarlo y asumirlo. Su valor reside no sólo la exploración magistral de un tema tabú, sino en cómo lo redime de sombras, tormentos y desdichas. Soberbia.

Se trata de una pequeña muestra del fondo reginaexlibrislandiano, porque por suerte pocas veces un bibliofondo de armario fue tan amplio como el que guarda títulos de temática LGTB en la historia de la Literatura.

Y ahora, queridos, ¡a celebrar el BibliOrgullo LGTB a librazos!

Cuatro novelas de temática gay para leer con orgullo y sin prejuicios

Con plumas y a lo loco. Así os prescribo desde la librería cuatro novelas imprescindibles de temática homosexual protagonizadas por hombres.  Son historias pobladas por personajes decididos a ser quienes son en realidad y a dar rienda suelta a sus pasiones -altas y bajas- incluso más allá del arco iris. Hay de todo: humor, dolor, tragedia, ironía, aventuras, seducción, suspense y mil vidas por vivir más allá del punto y final.

¿Listos? Pues allá va mi selección reginaexlibrislandiana de cuatro novelas de temática gay para leer con orgullo y sin prejuicios:

La vida de Kostas Venetis. Octavian Soviany. Dos Bigotes. Es una exuberante novela cargada de novelas, que lleva al lector de viaje literario alucinante con escalas en el Decamerón, Las mil y una noches y las vacanales más excesivas del mismísimo Marqués de Sade. Con un realismo sórdido y violento, estamos ante un tratado del decadentismo aderezado con componentes filosóficos y religiosos y espolvoreado con el más escabroso de los erotismos. Kostas Venetis es un viejo pícaro que, en su lecho de muerte en Venecia, cuenta sus peripecias vitales y lascivas a su joven amante, el efebo apodado Alemana. A través del irreverente relato de Kostas, viajaremos por tugurios, orgías y encuentros casuales en rincones desde la Serenísima hasta Etambul y, desde allí, al Bucarest de los tiempos del príncipe Cuza, al París revolucionario y a la Viena corroída por sus excesos. En su descenso a los infiernos, el protagonista será testigo de un mundo en plena transformación que anticipa el crepúsculo que envolvería la totalidad de Europa a finales del siglo XIX.

 

El leñador. Mike Wilson. Errata naturae. Imagina un resort turístico fuera de temporada en una zona entre la playa y la montaña de la Polonia profunda, con especial éxito entre los gays. ¿Ya? Añádele la figura de un siniestro encargado, un músico depresivo de mediana edad con un turbio pasado y un extraño magnetismo apodado “El Leñador”. ¿Listo? Ahora incluye al protagonista y narrador: un escritor que se retira a este solitario lugar para escribir la novela que lo catapultará al éxito. Si a eso le sumas que se entretendrá siguiendo la pista de un antiguo crimen, que se codeará con personajes y situaciones entre esperpénticas y vulgares, y que está genéticamente dotado para reírse de sí mismo y del resto, entenderás que la novela de Michal Witkowski es una parodia salvaje de una novela policiaca, solo que respetando sus cánones y aderezándola con una soberbia autoironía destilada entre líneas. Una gloriosa novela negra queer cargada de un humor aún más negro donde el leñador no deja títere con cabeza.

 

Mundo cruel. Luis Negrón. Malpaso. Una gloriosa colección de relatos sobre las múltiples caras de la experiencia homosexual en Puerto Rico, que en este caso es un crisol de la pluma universal que trasciende fronteras, aderezados con un humor a prueba de crudeza y situaciones límite. Por ellos desfila una impagable galería de personajes que se entrega a todo tipo de excesos, escándalos y depravaciones, incluido el chismorreo rastrero sobre la depravación ajena, aún cuando el chismoso se entregue a esa misma depravación como si no hubiera un mañana. Son historias cargadas de ternura, de belleza, de humor, de tristeza, de flaquezas y de un sarcasmo tan acerado como exquisito donde lo histriónico se rinde ante la sencillez narrativa de Luis Negrón.

Maurice. E.M. Foster. Alianza. M. Forster hizo de su Maurice una novela emblemática en la que narra el descubrimiento del amor homosexual de un joven de familia rica y su manera de afrontarlo y asumirlo. Su valor reside no sólo la exploración magistral de un tema tabú, sino en cómo lo redime de sombras, tormentos y desdichas. Soberbia.

  • Y vosotros, queridos, ¿leísteis alguna? ¿Qué título de narrativa gay sugerís?
  • Cuatro cuentos infantiles LGTB para leer con orgullo y aceptar sin prejuicios
  • Cuatro novelas trans para leer con orgullo y aceptar sin prejuicios
  • Cuatro novelas lésbicas para leer con orgullo y sin prejuicios
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Cuatro novelas lésbicas para leer con Orgullo y sin prejuicios

Es la hora de las biblioamazonas de reginaexlibrislandia. El momento de la narrativa lésbica, de mujeres que aman a mujeres y que habitan historias para pulverizar estereotipos y pisotear -con o sin taconazos de aguja- todo atisbo de comportamiento moraloide, rancio, homófobo, alfredolandiano y desfasado.

Biblioamazonas que se sacuden a librazos todo lo insulso, acartonado y mojigato. Que son impetuosas, tímidas, voraces, excesivas, tiernas, y egocéntricas, pero valientes y, sobre todo, fieles a sí mismas

¿Listos? Pues va la selección de  cuatro novelas de temática lésbica para leer con orgullo y sin prejuicios:

Carol. Patricia Highsmith. Anagrama. Imbuida del talento de Patricia Highsmith para urdir tramas cargadas de suspense con personajes magnéticos, Carol, publicada originalmente con el título El precio de la sal, es una de las grandes cimas de la escritora norteamericana. En ella, la tediosa rutina de una joven escenógrafa con un empleo precario en unos grandes almacenes estalla por los aires con la visita de una elegante y misteriosa mujer a la que atiende tras el mostrador. La atracción es mutua y ese instante desencadena una historia de seducción, de suspense, de aceptación y de una amor ardiente que se consuma en un viaje sin retorno por carretera que pone patas arriba la vida de ambas a un precio que, aunque elevado, las dos están dispuestas a pagar.

A Virginia le gustaba Vita. Pilar Bellver. Dos Bigotes. Pasen y lean este maravilloso artefacto narrativo que Pilar Bellver ha levantado tirando de ficción y de documentos para recrear el idilio entre una de las grandes damas de las letras del siglo XX y Vita Sackville-Wes, una carismática intelectual y aristócrata capaz de amar libremente, de seducir, de inspirar y de pulverizar las reticencias físicas y mentales de una personalidad tan intensa como compleja: la de Virginia Woolf. Gracias a Vita Virginia silueteó su Orlando, y gracias a Vita la Woolf amó y fue amada mientras era el corazón y las vísceras del grupo de Bloomsbury en el Londres de entreguerras, y mientras una y otra redefinían sus relaciones con Harold Nicolson y Leonard Woolf, sus respectivos maridos. Magnética, absorbente y absolutamente deliciosa novela.

El lustre de la perla. Sarah Watters. Anagrama. Sumérgete en un viaje literario alucinante al reverso más transgresor y excitante de la Inglaterra victoriana. Sarah Waters se decide a escribir la novela lésbica que le hubiera gustado leer y te cuenta el despertar sexual de una pueblerina que cae rendida a los pies de la estrella travestida de un espectáculo de variedades de tournée por la costa de Kent. Así arranca una odisea emocional, carnal y vital que llega a su cenit en el Londres de 1890, donde el postre de muchos gentlemen es un chapero del East End, donde viudas ricachonas corrompen jovencitas en orgías a puerta cerrada y se multiplican los “homotugurios” para ellos y ellas. El impagable tapiz de una época fascinante y sórdida, la carga de humor, de aventura y de sexo explícito perfectamente dosificado en la trama y el talento de Waters se alinean para regalar al lector una novela impecable. La BBC produjo una adaptación homónima en tres capítulos en 2002, que fue tan polémica como exitosa.

Dos Amigas. Mary Renault. Egales. Asociar a Mary Renault –alias de Mary Challans– con Alejandro Magno y la novela histórica no es errar el tiro, pero sí perderse una faceta tan reveladora como interesante de una escritora que, a comienzos del XIX, exploró la ambigüedad sexual de sus personajes despojándola de dramatismos e ideologías con una naturalidad sin fisuras en El auriga (Debolsillo) y en Dos amigas (Egales). En esta última, de corte autobiográfico, Renault dibuja el Londres más bohemio y desenfadado de los años treinta enredando a sus tres mujeres protagonistas, dos hermanas y la amante de la mayor, en un baile de emociones cuyo compás viene marcado por un médico seductor y un carismático escritor que, sin saberlo, desencadenan una espiral de enredos tales que, al final, nadie siente lo que creía sentir. Lúcido retrato del entorno artístico de Bloomsbury y de una sexualidad libre de convencionalismos vacuos.

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Cuatro novelas Trans para leer con Orgullo y sin prejuicios

Cuando la necesidad no de ser otro, sino de ser uno mismo más allá de la propia piel se impone hay poco que hacer. Toda ayuda es poca para quienes tienen que encajar una identidad de género no tangible pero profundamente arraigada y en conflicto con un cuerpo equivocado.

Y por suerte la literatura está cargada de historias que muestran que, de una forma u otra, al final del camino vital de cada cual y por largo y arduo que éste sea siempre llega el momento en el que ese Yo verdadero emerge entre radiante y furioso para desbancar al usurpador y ocupar por fin su lugar.

Así que en plena semana del Orgullo LGTB repasamos cuatro novelas trans y de identidad de género que no dejamos de prescribir en reginaexlibrislandia.

¿Listos? Van:

La chica Danesa. David Ebershoff. Anagrama. Copenhague, en 1925. Greta y Einar son una pareja de jóvenes pintores. Ella es conocida por sus retratos de mujeres, y la tarde en que le falla la modelo le pide a su marido que se calce un par de medias de seda, unos zapatos de tacón e incluso un vestido para que Greta pueda rematar el cuadro. Einar accede, y ese divertido e inocente favor conyugal detona la implosión de la identidad de género del joven, y la necesidad de ser Otro emerge sin vuelta atrás. Y así, acompañado por Greta, Einar emprende un arduo camino en pos de Lily Elbe, que fue Einar, y que ahora es una chica danesa.

El enigma. Jan Morris. RBA. Uno de los primeros libros que abordaron abiertamente el tema de la transexualidad, donde un escritor de mediana edad llega a su punto de inflexión vital y relata el calvario de su metamorfosis hasta lograr que la mujer que habita en él se abra paso y emerja triunfal al exterior. James Morris nació varón y su vida era, en apariencia, plena: era escritor, periodista, militar y viajero. Era marido y padre de cinco hijos. Pero todo era una mascarada absurda, porque desde su más tierna infancia había sido consciente de que su cuerpo no debería ser el de un hombre. Porque él se sentía Jan: una mujer. Así que en los años 60 empezó a hormonarse, iniciando lo que sería un lento y angustioso proceso que culminaría en 1972 con un viaje a Casablanca, donde finalmente iba a someterse a cirugía y alcanzar sus anhelos. Un testimonio tan valiente y honesto como necesario, escrito por una autora capaz de emocionar sin ser melodramática, y dotada de un incuestionable talento para dibujar con palabras una experiencia demoledora con final feliz.

Lovetown. Michal Witkowski. Anagrama. Pionera de la narrativa queer de la Europa del Este —sí, y se publicó en 2005—, Lovetown pone en pie de guerra a dos reinonas de la vieja escuela escandalizadas ante las nuevas formas de “ser gay” en la Polonia de los años 90. Demasiado aburridos: que si matrimonio, que si hijos, que si visibilidad y normalización. Antes, en los 70, bajo el férreo control del comunismo, se pecaba más y mejor, y estas dos travestis asilvestradas pecaron como si no hubiera un mañana. El escenario era sórdido, sí, su ecosistema marginal y peligroso, también, pero con un par de tacones, algo de cuero falso, mucha lentejuela y un buen pelucón todo se veía en technicolor. Personajes, anécdotas, sexo desenfrenado y dos formas antagónicas de ser y de vivir la homosexualidad en la Polonia de ayer y en la de hoy.

 

Tarántula. Thierry Jonquet. Ediciones B. Si buscas emociones bibliófilas intensas deja lo que tengas entre manos y hazte con esta perversa y genial vuelta de tuerca a la temática trans y al desfiladero de la identidad de género.  Te aseguro que al llegar al final tu cabeza reposará en un saco con una mueca bobalicona congelada para la posteridad. En ella un delincuente cuyo mejor amigo lleva años desaparecido cree que la vía de escape para sus problemas es pasar por las manos de un brillante cirujano plástico local. Lo que no sabe es que su “salvador” es un ser corroído por una obsesiva sed de venganza, que alterna su tiempo con su hija enferma mental y con una sinuosa mujer fatal, a la que adora y humilla según el día. Si eso ya es un campo minado, pronto emergerá otra voz en la narración: la del amigo desaparecido, recluido y vejado sistemáticamente en un oscuro sótano por alguien que se hace llamar Tarántula. Vertebrada en tres partes y con un uso magistral de cuatro voces narrativas, la trama se precipita a velocidad de crucero hasta un final tan inesperado como demoledor. Esta Tarántula literaria es uno de los artefactos narrativos más inquietantes, siniestros, elegantes y retorcidos que puedas encontrar entre anaqueles. Almodóvar adquirió los derechos y filmó La piel que habito, su particular versión.

  • Y vosotros, queridos, ¿leísteis alguna? ¿Qué título de narrativa trans sugerís?
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Cuatro cuentos LGTB para leer con orgullo y aceptar sin prejuicios

Cada vez hay más adultos que se adentran en reginaexlirbsilandia en busca de un biblioapoyo no solo para pequeños lectores LGTB, sino para ellos (padres, abuelos, tíos, hermanos, padrinos y demás allegados), e incluso para concienciar al entorno no familiar del pequeño (escuela, barrio, etc).

Y es que no hay como un buen libro para despertar la empatía a librazos, y para entender, aceptar y valorar las diferencias.

Así que, en plena semana del Orgullo LGTB, van los cuatro títulos para pequeños  lectores LGTB (y para los no tan pequeños pero con empatía vaga) que más prescribo:

PiraTrans Carabarco. Manuel Gutiérrez y Silvia Rivera. La Calle. Carabarco es un pirata, pero un pirata de los de verdad, con dos ovarios, un gallo y una estrella como parche. Distinto, vale, pero igual de bucanero que cualquier otro corsario de los siete mares. Y aunque esas diferencias lo hacen ser piraTrans, es como cualquier filibustero. Un cuento genial para promover la diversidad sexogenérica y la igualdad entre los pequeños lectores. Además incluye una guía didáctica para normalizar la transexualidad desde edades tempranas, haciendo ver que sea como sea el cuerpo de cualquier personaje, son auténticos piratas.

 

Mi princesito. Cheryl Kilodavis y Suzanne DeSimone. Bellaterra. La ficción se nutre de la realidad en este cuento lúcido, tierno y revelador escrito por una madre que levanta este maravilloso y efectivo biblioescudo para proteger a su hijo desde el día en que él decide ir a clase vestido de princesa. Con esta historia particular ella consigue espolear la empatía en todo el entorno de su pequeño, y pronto el cuento trasciende para ayudar a otros muchos príncipes y princesas de todo el mundo.

Con Tango son tres. Justin Richarson y Henry Cole. Kalandraca. Este hermoso y conmovedor cuento narra la historia real de una singular pareja de pingüinos barbijo a los que el cuidador del zoo de Central Park, en Nueva York, Rob Gramzay, les dio la oportunidad-depositando un huevo en su nido- de tener una cría tras observar que incubaban infructuosamente una piedra. Así nació Tango, que fue la primera cría de pingüino en tener dos padres. Y así nació el primer libro infantil de Justin Richardson y Peter Parnellfue, que desde su publicación en 2005 ha cosechado numerosos premios y, lo que es aún mejor, lectores. Aunque, eso sí, por desgracia también ha sido censurado por sectores conservadores, contrarios a los nuevos modelos de familia.

Cada familia, a su aire. Béatrice Boutignon. Hotel de Papel. Un álbum tierno, divertido y delicado para divertirse y aprender de nuestras diferencias, en el que varios animales juegan y se agrupan por familias, todas parecidas y todas diferentes. El texto va dando pistas para adivinar quién es cada quién en un abanico de opciones familiares: monoparental, dos mamás, dos papás, adopción, acogimiento, reconstituida, familia numerosa… ¡nadie se queda fuera! Y lo mejor es que no se pone el acento en la diferencia, sino que la diversidad familiar es la protagonista. una manera muy, pero que muy divertida de que los más pequeños (y algún que otro adulto) descubran la realidad y la grandeza de la diversidad familiar.

Trivial: ¿Cuánto sabes de la novela ‘La Regenta’, de Clarín?

Fascinante y colosal retrato de una mujer que se debate entre el deseo y su represión. La Regenta es la víctima de una época y un entorno descritos por Leopoldo Alas ‘Clarín’ de forma veraz y sin ningún tipo de concesiones.

Si eres de los que sí se leyó la novela demuéstralo en el trivial la Regenta, de Regina ExLibris. ¿Listo? ¡Vamos!

Hazte un bibliofavor y lee ‘Chesil Beach’ de Ian McEwan antes de ver la peli

Primero fue el Verbo impreso, luego la película, o cualquier otra adaptación posible. Es el primer versículo del biblioevangelio reginaexlibrislandiano, y aunque en la librería nos consagramos al dogma librero, nuestro bibliodogmatismo se redobla si de lo que se trata es de un libro sublime.

Es el caso de Chesil beach, de Ian McEwan, editado en 2008 por Anagrama y sobre cuya calidad hay consenso entre los libreros de reginaexlibrislandia. Una novela emotiva, absorbente, equilibrada y de una sutileza y sencillez demoledoras, cuya adaptación a celuloide es un hecho y su estreno en España inminente.

Una reginaexlibrislandiana asidua y muy, pero que muy cinéfila es quien nos ha dado la noticia:

Clienta: Oye, Regina, ¿Qué tienes de Ian McEwan?

Regina: ¿De McEwan? Solar, Amsterdan, Expiación, Sábado, Operación Dulce, El placer del Viajero y Chesil Beach. ¿ah, sí! Y los relatos Primer amor, últimos ritos

Clienta: Mmm, vale, veamos… Empiezo por los relatos y algún otro, pero estoy entre Solar y Chesil Beach, ya sabes, por lo de la peli

Regina: ¿La peli? ¿Qué peli?

Clienta: El 29 de junio se estrena «En la playa de Chesil», de Dominic Cooke

Regina: ¿Ya? Alguien nos lo comentó, pero creí que el proyecto iba para largo

Clienta: Pues ya ves, y tiene muy buenas críticas por lo que he visto. Supongo que ayuda el hecho de que el guíon es de McEwan

Regina: Ah, pues sí, eso seguro. Mimará más al original, espero.

Clienta: entonces, ¿qué, Regina? ¿Solar o Chesil Beach? Porque a la verla ya te digo yo que voy directa en cuanto la estrenen

Regina: ¿Qué QUÉ te digo? Pues que te hagas un bibliofavor y leas ‘Chesil Beach’ antes de ver la peli. Es un pedazo de novelón, en serio. Un novelón.

Y abandonó mis confines reginaexlibrislandianos con sus ejemplares de Primer amor, últimos ritos y de Chesil beach, a ver qué le parecen.

Por mi parte me abalancé sobre el ordenador para reforzar mi arsenal de ejemplares de Chesil beach de Ian MacEwan en Anagrama por si se produce el ‘efecto bibliollamada’ cuando «En la playa de Chesil” esté en cartelera.

Y sinceramente espero que así sea, porque es tan buena que ojalá la versión de celuloide descubra la novela original a legiones de lectores despistados que no saben que desean leerla hasta que la tengan delante. Palabra de Regina ExLibris.

 NOTA DE REGINA EXLIBRIS:

Chesil Beach. Ian McEwan. Anagrama. En la Inglaterra de inicios de los años 60 el sexo era todo un tabú: ni se hablaba sobre él ni, por supuesto, se practicaba antes del matrimonio. Y esa represión será precisamente la bomba de relojería que lleven en su equipaje Edward y Florence en su viaje de novios a un hotelito modesto en Chesil Beach, donde la promesa de una luna de miel idílica les estallará en mil pedazos. El deseo insatisfecho de él y la mezcla de repulsión y culpa de ella por no ser capaz de entregarse a quien ‘supo esperar’ durante todo el noviazgo volatilizan su relación y revelan otras diferencias insalvables de la joven pareja. Ian McEwan disecciona, entre aséptico, irónico y tierno, la desventura de los enamorados mientras dibuja un glorioso retrato de los claroscuros de una época. Sencillamente maravillosa.

Entre tanto os dejo con el trailer de «En la playa de Chesil”. Después de verlo la verdad es que, para mi, la película apunta maneras… ya veremos:

El pequeño vampiro regresa de la bibliocripta (editorial)

No hay nada como desenterrar un personaje al que algún lector daba por muerto (léase descatalogado) para revitalizarme la bibliofilia. A mí y al contertulio de turno, claro, porque ese tipo de bibliorenacimientos son como un géiser de subidón libresco que lo impregna todo y a todos en un amplio radio de acción. Mi último no-muerto ha sido El Pequeño vampiro, de Angela Sommer-Bodenburg. ¿Os suena?

La cosa ha sido así: estaba yo plumero en mano dándole un repasito mañanero a las baldas de infantil, cuando un reginaexlibrislandiano asiduo me sorprendió en plena faena:

Cliente: ¡Hola, Regina! ¿Te llegó lo mío?

Regina: ¿Eh? ¡Ah, hola! ¡Sí, espera, te lo doy ahora mismo!

Cliente: Espera, espera… ¿qué tienes ahí?

Regina: ¿Aquí? Pues, no sé, ¿libros?

Cliente: ¡Ya, hombre, ya! Me refiero a ESE. No me digas que es El Pequeño Vampiro

Regina: Pues sí, de Angela Sommer-Bodenburg ¿por?

Cliente: Madre mía, Regina, pero si pensé que ya NO existían esos libros. ¡A mí me encantaban de pequeño! ¿A ver?

Regina: Aquí lo tienes, sí, señor. El pequeño vampiro, de Angela Sommer-Bodenburg. Nació a finales de los setenta en Alemania, aunque en España fue un bombazo en los noventa. Inicia una serie de aventuras bibliófilovampíricas protagonizadas por pequeños tunantes con “colmillos de leche”. Entrañable, divertido y con cierto tufillo a moho y a cripta… 

Cliente: ¡Ya ves! Pero eran muchos libros, ¿no? ¿los tienes todos?

Regina: La colección eran 22 títulos. Bueno, eso cuando estaban en el catálogo de Alfaguara infantil…

Cliente: ¿Y no los tienes?

Regina: Solo tengo dos, porque ahora mismo en circulación solo hay dos, editados por Loqueleo: El pequeño vampiro y El pequeño vampiro y la gran pregunta, que además son los números 1 y 22 de la serie.

Cliente: Pero, ¿puedes conseguirlos? Te juro que pensaba que estaban descatalogados…

Regina: ¡Uf! Pues me temo que no. Al menos hasta que Loqueleo reedite los otros 20 títulos. Le pondremos una velas a la Providencia Librera, a ver si mueve sus hilos…

Cliente: Pues a ver si se dan vida, Regina. Mira yo, de momento, me llevo esos dos, que a Hugo seguro que le encantan. Había uno supergracioso, creo que era el primo de Rüdiger… que se convirtió en vampiro en plena adolescencia y ahí se estancó: desgarbado, muy irascible y con gallitos en la voz

Regina: ¡Ja, ja, ja! ¡Lumpi, ‘el fuerte’, el hermano mayor! El pobre está atrapado en una pubertad eterna. Y luego estaba Anna, la pequeña. Y los padres de Anton y de Rüdiger, y el cazador de vampiros. ¡Vaya cuadro!

Cliente: ¡Si, sí! Y con las criptas, las mudanzas y los ataúdes. ¡Eran libros muy divertidos!

Regina: Te daban ganas de que apareciera un Rüdiger en tu cuarto, ¿eh? Bueno, y luego hay por ahí series de tv y un par de películas, pero NADA como los libros con esas ilustraciones

Cliente: ¡Cierto! Hace mucho vi una serie y menudo bajón… Las pelis no las vi. Pero, bueno, al menos para mi hoy Rüdiger vuelve de entre los muertos, ¡jajajaja!

Y se fue ojeando El pequeño vampiro con una sonrisa que le daba la vuelta a la cabeza y con El pequeño vampiro y la gran pregunta bajo el brazo. Me apuesto el pelucón a que antes de dárselos a su sobrino se pasa un ratito con ellos…

Y yo, por mi parte, me tomé un descanso para releerlo también, que esta bibliofagia mía es muy del tantra libro veo libro leo, y El Pequeño Vampiro siempre fue mi debilidad.

Porque las aventuras de Rüdiger von Schlotterstein y del resto de la troupe de Angela Sommer-Bodenburg son divertidas, emocionantes, disparatadas, empáticas con quien es diferente, y tienen ese toque entre siniestro y tierno que tan bien reflejan las ilustraciones de Amelie Glienke que, por suerte, el sello Loqueleo mantiene en sus ediciones.

Así que tanto si Rüdiger o cualquier otro von Schlotterstein os convirtió en bibliovampiros en su día pero lo olvidasteis, como si nunca llegó a hincaros el colmillo echadle un vistazo a los libritos si tenéis pequeños lectores a tiro… que Rüdiguer anda suelto por las librerías y busca carne trémula lectora para bibliofilizar.

Y es ese tipo de títulos y de personajes que adoran desde el primer bibliomordisco. Palabra de Regina ExLibris.

Trivial: ¿Cuánto sabes de la novela ‘El Hobbit’, de J.R.R. Tolkien?

Bilbo Bolsón es un hobbit típico: mide metro y medio, vive pacíficamente en la Comarca y disfruta de los placeres sencillos de la vida. Pero un día aparece Gandalf y, tras una reunión con trece enanos, emprenden un viaje fabuloso por la Tierra Media guiados por un mapa misterioso para realizar una peligrosa misión. Colosal preludio a la no menos fabulosa El Señor de Los Anillos.

Si eres de los que sí se leyó la novela demuéstralo en el trivial El Hobbit, de Regina ExLibris. ¿Listo? ¡Vamos!

Por qué bibliopatinas (y mucho) si no lees El Secreto, de Donna Tartt

Si buscas un thriller gótico que te mantenga literalmente pegado a tu ejemplar hasta el punto y final (y más allá) deja lo que estés leyendo y hazte con El Secreto, de Donna Tartt. Palabra de Regina ExLibris.

Desde que lo descubrí allá por los noventa no he dejarlo de prescribirlo en reginaexlibrislandia. Y se lo recomiendo a paladares librescos muy heterogéneos.

Por mi experiencia en las trincheras librescas quien empieza El Secreto está irremediablemente abocado a engancharse a una trama de suspense ambientada en una exclusiva universidad y protagonizada por un carismático grupo de estudiantes de clásicas liderados por un magnético profesor, a quienes sus ansias de exprimir la vida y sus privilegios se les va de las manos, hasta que uno muere y se precipita la debacle emocional, moral y personal de todos.

Cuando la pongo sobre el escritorio como potencial lectura y me preguntan por qué, la conversación suele ser del tipo:

Cliente: ¿Y qué tiene de especial El Secreto?

Regina: La arácnida Donna Tartt imprime a su trama el ritmo de un thriller mientras inocula en el texto dosis justas de oscura melancolía que anestesia, paraliza y embota a un lector decidido a llegar hasta el final. Es la marca de la casa. Y eso mientras despliega la crónica de una juventud privilegiada que le pide demasiado a la vida sin saber bien qué entregar a cambio.

Cliente: Pero es un tochaco, ¿no se hace pesada?

Regina: Para nada. Está muy bien escrita, perfectamente ambientada y, desde luego, su punto fuerte es la construcción de unos personajes con los que el lector intima en las más de seiscientas páginas que dura esta experiencia lectora alucinante. Yo siempre que puedo la prescribo, porque es ideal para leer y desconectar.

Cliente: Vale, vale… Entonces, ¿mejor empiezo por esta antes que por El Jilguero, que es de la que me hablaron?

Regina: Mira, El Jilguero es, sin duda, otro novelón y, según dicen, llamada a ser un clásico de las letras norteamericanas del SXX. Por algo se llevó el Pulitzer hace cuatro o cinco años, y convenció a la crítica, que en cambio en su día tachó El secreto de “basura de calidad” tras su exitazo en ventas. Pero yo empezaría por El Secreto.

Suelen hacerme caso, y suelen comentarme de vuelta que El secreto cumple en mayor o menor medida las biblioexpectativas proyectadas sobre la novela. Puede ser o no ser, como dicen, “basura de calidad”. Pero es uno de los títulos que no dejaré de prescribir en la librería, porque vale la pena. Palabra de Regina ExLibris.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS

El Secreto. Donna Tartt. Lumen. ¿Qué subyace bajo la sólida capa de armonía y rectitud espiritual de una prestigiosa universidad enclavada en la bucólica campiña de Vermont? Un turbador trasfondo de violencia, degradación moral y sexualidad reprimida que Donna Tartt explora en El Secreto con la caída en picado de cinco estudiantes que, guiados por su carismático profesor, profundizan en los misterios de la cultura griega antigua y afrontan el asesinato de uno de ellos. Colosal crónica oscura de una juventud malograda, disección implacable de ciertos círculos elitistas y lúcida reflexión sobre el carisma en un novelón trepidante e hipnótico de principio a fin.