El Covid-19 ha llegado para desmontar también las costumbres más asumidas y profundas de nuestra forma de comunicarnos y de expresar afecto. Ha fracturado nuestra cercanía social, aquella tan característica y que se define como propia de la cultura española (también de muchas otras).
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¿Sois capaces de imaginar el reencuentro con un ser querido tras el confinamiento sin contacto? Sin besos, abrazos, o un simple apretón de mano, y a dos metros de distancia, sin más. ¿Cuesta, verdad?
La sed de piel es uno de los primeros ‘síntomas’ emocionales que hemos notado en cuarentena, y es normal, no concebimos un mundo sin la comunicación táctil, es un sentido vital, no solo para los seres humanos, también para el reino animal, el roce es puro instinto;y nos piden ahora que lo cortemos de raíz, que debemos delimitar el espacio entre las personas como una de las mejores herramientas para evitar la exposición al virus y desacelerar su propagación.
Y lamentablemente, así es, no nos queda otra. El error en la comunicación de esta medida es utilizar como sinónimo: «distanciamiento social» y «distanciamiento físico», cuando realmente son dos conceptos totalmente independientes. Para protegernos tenemos que garantizar una separación física, literal, pero no un alejamiento social. ¡Todo lo contrario!
La unión social es más necesaria que nunca, relacionarnos con los demás, aunque sea lógicamente sin presencia. Creo que no seríamos capaces de cumplir un confinamiento tan duro y absoluto como el que hemos experimentado si no tuviéramos la opción de la proximidad social a través de las redes o de las videollamadas.
El coste psicológico tras la pandemia va a ser enorme, pero la conexión virtual ha sido la salvaguarda y un factor de protección fundamental de la salud mental para todos nosotros, ha provocado que la adaptación a este insólito cambio sea más rápida y el impacto emocional mucho menos abrupto, ha funcionado como un paliativo del estrés, de la nostalgia, del duelo, de la depresión, de la soledad o simplemente de nuestra costumbre social.
Transformemos el lenguaje, escojamos bien las palabras que utilizamos. Cortemos la distancia física, cuidemos nuestro mundo social, ni este dichoso virus nos lo puede arrebatar.
Alicia, totalmente de acuerdo. Yo también he considerado, desde el inicio del confinamiento, que este término podría ser «tóxico». Hemos empezado a hablar de distanciamiento social, cuando en realidad estamos más unidos que nunca, si bien en la distancia física. Pero la tecnología nos mantiene unidos. No siempre se pueden sustituir los besos y abrazos por comunicaciones de televídeo, pero es cierto que ahora nos preocupamos más por los demás e incluso entramos más en las casas de otros a través de nuestros dispositivos móviles.
No sé por qué nadie había dado antes la voz de alarma sobre esta terminología nefasta.
12 mayo 2020 | 10:34 am
Uno de los efectos indeseados de esta crisis ha sido la acuñación de palabras inexistentes o la utilización errónea de significantes: «nueva normalidad», «desescalada», «distanciamiento social».
Se hubiera agradecido que entre el comité de «sabios» que asesoran a la autoridades políticas, hubiera algún lingüista y, por supuesto, algún psicólogo asesor, así nos habrían evitado alguna que otra patada al diccionario y a la convivencia. Aún están por ver la consecuencias que el confinamiento tendrán en la salud mental de los españoles, pero me temo que serán terribles.
12 mayo 2020 | 10:51 am
Muy buena pregunta. Y muy buena respuesta!
12 mayo 2020 | 10:52 am
Supongo que porque es más fácil decir “social” que “físico”, suena menos doloroso
Interesante y bien explicado
12 mayo 2020 | 11:12 am
¿Por qué lo llaman violencia de género cuando es en realidad violencia de sexo?
12 mayo 2020 | 11:24 am
por vuestra culpa periodistas de pacotilla .de periódicos y cadenas de tele
que los estas mencionando todo el rato,se sabéis que el termo correcto es distanciamiento físico.
porque seguís dale que dale con lo del distanciamiento social .
en otros países se dice distanciamiento físico pero ya sabemos que España es el país de lo me la suda todo y de todo hago un circo y una verbena
12 mayo 2020 | 12:25 pm
Muy bien articulado. La realidad se construye a través del lenguaje y, tenemos que prestar atención a qué tipo de realidad queremos construir. No sólo eso, nuestro comportamiento afecta a nuestras emociones, con lo que es importante actuar (nuestros diálogos internos o verbalizaciones son también comportamientos) de acuerdo a cómo queremos sentirnos.
12 mayo 2020 | 1:00 pm
Distanciamiento físico de la sociedad.
12 mayo 2020 | 1:45 pm
De verdad creemos que en este país vamos a hacer caso a alguien, nosotros somos los más listos del mundo y eso que nos cuentan es mentira para fastidiar solo. En serio no aprendemos de nuestros errores y este es un error y de los gordos, la distancia física es más importante ahora mismo que cualquier vacuna y mascarilla. Por favor haced caso y quedaros en vuestra casa, salir solo para lo necesario. Ir al bar o a una terraza no es necesario.
12 mayo 2020 | 5:34 pm
Os acordáis de cuando el cura decía El Novio puede besar a la novia ¡Que tiempos aquellos!.
13 mayo 2020 | 2:54 pm
La verdad es que después de dos meses de encierro y distanciamiento físico, cuando piensas en volver a reunirte con los tuyos, te embargan emociones muy dispares, desde por supuesto la ilusión de ver de nuevo a los tuyos en persona hasta el temor de esta «nueva normalidad» que nos impide abrazar y besar como querríamos. Va a ser complicado desde luego
13 mayo 2020 | 3:09 pm