Coronavirus: la teoría de las croquetas de jamón

No tengo ni idea de economía. Pero sí conozco el poder que tienen las emociones, los afectos y en definitiva el capital humano en el mundo empresarial. Por ello no me sorprende que el Premio Nobel de Economía, Finn Kydland, afirme que: «La clave para superar la crisis económica tras la pandemia del coronavirus será la de mantener intacto al personal de las empresas.»

En la imagen: Finn Kydland. Fotografía: Norodowy Bank Polski/Wikipedia Commons

En la imagen: Finn Kydland. Fotografía: Norodowy Bank Polski/Wikipedia Commons

No hay que reconstruir infraestructuras, ni rearmar la edificación de las ciudades, no hay ningún tsunami, todo está intacto, sigue ahí, «solo hay que preocuparse de tener los instrumentos financieros para que llegue la liquidez a todos».

«Cualquier empresa –desde un bar a una consultora de ingeniería– depende, sobre todo, de su capacidad de innovar y competir. Son cadenas que generan valor».

Y aquí llega ‘la teoría de las croquetas de jamón’:

Pensemos en un bar con tapas maravillosas. «¿Continuará ese bar teniendo las mejores croquetas de jamón cuando vuelva a abrirse?» Nos plantea Kydland, y, ¿por qué no las iba a seguir teniendo? (pensaríamos cualquiera de nosotros).

«Pues porque el dueño no ha podido pagar sueldos y despide al cocinero experto y a los camareros simpáticos y pierde a los proveedores… Y cuando, al fin, reabre también los clientes dejan de ir, porque ha perdido el valor que les daba.»

Kydland ha insistido en la importancia de retener el know how‘: el saber hacer.

Esa habilidad que ha adquirido a través de la experiencia un modelo empresarial concreto es inimitable, nadie puede copiar el mimo y los trucos propios de un cocinero para que una receta salga espectacular, o que el recepcionista de tu oficina conozca el nombre de todos tus clientes y ya sepa conectar con cada uno de ellos.

El capital humano es el valor agregado de tu proyecto y esto es lo último que dejar atrás. Retén el talento. El cliente elige tu empresa por el contenido, el producto, o el servicio de calidad, pero recuerda que el cliente se queda contigo por las emociones que le haces sentir.

Porque el trato es fácil, porque siempre sabes lo que necesita, porque tuviste ese detalle con él, porque recuerdas su nombre, porque le recibes con una sonrisa, porque se siente bien contigo de la forma que sea.

A Kydland le dieron el Premio Nobel por su teoría de la ‘consistencia temporal en economía’La enemiga de la prosperidad es la incertidumbre que genera la mala política.

«Los políticos no tienen que dar más miedo que el virus». Su recomendación es clara, debe hacerse política a largo plazo, tener un plan bien definido. La clave es ser económicamente predecibles.

¿Difícil? Veremos…

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*Fuente: Entrevista a Finn Kydland para La Vanguardia.

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6 comentarios

  1. y dices tu Los cerebros no son como las croquetas y digo yo un cerebro sin jamon es como una croqueta sin neuronas.

    20 abril 2020 | 11:14 am

  2. Los inmunovirus tenemos los cerebros como antes de este cuento o también nos hemos quedado con el cerebro como si fuese una croqueta de gelatina.

    20 abril 2020 | 11:21 am

  3. Lee que pareces un rojo bolchevique de podemos pero no lo haremos.

    20 abril 2020 | 11:24 am

  4. Dice ser Pepin

    Buenísimo artículo!! Y buenísima teoría…

    20 abril 2020 | 11:52 am

  5. No me gustan las croquetas,

    20 abril 2020 | 11:58 am

  6. teoría… La risa de Dios,

    20 abril 2020 | 12:05 pm

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