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Polémica después de que el VAR anulara un gol al Ajax: ¿cuándo es fuera de juego y cuándo no?

El VAR, recién llegado a la Champions, ya ha alimentado la polémica en su segundo día en uso y en su primera acción. En el duelo de ida de octavos entre el Ajax y el Real Madrid, anuló un gol por presunto fuera de juego a los holandeses en el minuto 40 de partido. Un fuera de juego ‘de obstrucción o interferencia’ que el árbitro Skomina vio a través de una pantalla porque en primera persona no había sido capaz de apreciarlo. La sala VAR reclamó su revisión y finalmente, el tanto de Tagliafico de cabeza tras un rechace no subió al marcador. Significaba el 1-0 a favor del Ajax en la eliminatoria y los jugadores recriminaron su actuación al árbitro al verla injusta.

¿Cuándo es fuera de juego y cuándo no?

Lo que todos los aficionados al fútbol tenemos claro es que «estás en fuera de juego cuando, estando en la mitad del campo de tu oponente, cualquier parte de tu cabeza, cuerpo o piernas está más cerca de la línea de gol que el balón y el penúltimo de los oponentes”. También «si estando en dicha posición, un compañero juega el balón y rebota en un oponente o el poste o el larguero de la portería y la posesión te llega a ti». Hasta aquí todo claro.

¿Qué pasó cuando el balón llegó a Tagliafico?

En las Leyes del Juego 2013/14, la Ley 11 estipula que «un jugador en posición de fuera de juego solo será penalizado si, en el momento que toca el balón o lo hace uno de sus compañeros, él está, según el punto de vista del árbitro, participando de forma activa en el juego si: interfiere en el juego, interfiere en el adversario o saca provecho de esa posición». En el partido de Champions, concretamente se dio la segunda de las opciones.

«Interferir en un adversario» significa que el jugador en cuestión impide que el adversario juegue o tenga posibilidad de jugar el balón obstruyendo la línea de visión o disputándole el balón. En este caso era un un saque de esquina a favor del Ajax en el que primero hay un remate en el que Courtois no está acertado y Tagliafico remata. Pero no es él quien está en fuera de juego, sino Tadic, que molesta al portero en ese remate. Por lo tanto, el árbitro considera que la posición de Tadic es antirreglamentaria pese a que no toca el balón, pero sí que molesta a Courtois e impide que tenga visibilidad..

Regla del fuera de juego de la FIFA.

Regla del fuera de juego de la FIFA.

Esto solo se pudo ver a través del televisor y, el hecho de anular el gol por este fuera de juego ‘de obstrucción’ tan dudoso espero que sea otro de los motivos por los que la ley del fuera de juego llegue a modificarse. Y ya que estamos,  también por los fuera de juego que se pitan por milímetros, centímetros o por brazos más o menos adelantados…

Messi y su lesión: dos clásicos valen más que uno

Messi se lesiona ante el Valencia en el Camp Nou. (FC BARCELONA)

Messi se lesiona ante el Valencia en el Camp Nou. (FC BARCELONA)

El Barça y el Real Madrid se van a enfrentar tres veces en poco menos de un mes: la ida de Copa del Rey en el Camp Nou (este miércoles), la vuelta de esa misma competición en el Bernabeu (el día 27 de este mes) y el clásico de la segunda vuelta de la Liga, también en Chamartín (2 de marzo). La incógnita llega cuando hablamos del once que va a jugar esos tres partidos. Y sobre todo si en todos estará Leo Messi.

Una contractura sufrida el pasado fin de semana frente al Valencia podría hacer que el astro argentino se pierda el primer clásico del año. Ahí está el quid de la cuestión: ¿arriesgará y jugará, o descansará y confiará en sus compañeros? Está claro que la decisión está en su mano. No en la de Valverde y me atrevería a decir que tampoco en la de los médicos. Si Messi cree que es importante jugar y se ve preparado (aunque no sea al 100%) para ello, tened claro que jugará. Otra cosa es si debería hacerlo pese a que su presencia es decisiva sobre el campo.

Ahí ya cada uno tiene su opinión. En este caso, la mía es clara: dos clásicos valen más que uno. Es decir, el menos importante de los tres es el de este miércoles justo para el que Messi está renqueante. Es el partido en el que el Barça se juega menos: habrá duelo de vuelta y, aunque el resultado sea desfavorable, se puede remontar (demostrado quedó ante el Sevilla). Por ello, no es estrictamente necesaria su presencia en el Camp Nou.

Además, si juega, su lesión podría ir a más. Los otros dos encuentros son decisivos: el de vuelta de Copa para jugar la final y luchar por el título y el de Liga para mantener el colchón que separa a los culés de su eterno rival, que casi les daría la Liga. Por tanto, que descanse y se prepare, que justo después vienen también las fases más decisivas de Champions, la gran prioridad (y obsesión) del Barça.

Aquí el vídeo del momento de la lesión:

La hora de sentar en el banquillo a intocables como Bale, Varane, Modric…

Luka Modric

Luka Modric ofrece al Bernabéu el premio a mejor jugador de la UEFA (EFE).

Se juega mucho este martes por la noche el Real Madrid en Roma. Para empezar, no llegar a la última jornada con la espada de Damocles amenazando. Pero también tratar de amarrar la primera plaza del grupo, pues quedar segundos sería pan para hoy y hambre (un rival muy, muy duro en octavos) para mañana.

El partido ante el Eibar fue un golpe durísimo, y dejó claro que hay muchos jugadores que están lejos de su mejor momento, y no solo físicamente. El madridismo echa de menos el orgullo en un equipo sin carácter. No molesta solo el buen juego, lo hace más la falta de actitud, que nadie se coma el campo, que no haya arranques de rabia, o jugadores perdiendo la cabeza ante derrotas humillantes.

El Madrid ha ganado Ligas con mucho, mucho menos talento (recordemos la de Capello, con Emerson y Diarra a los mandos en el medio del campo), una competición que se ganó a base de lucha, de esfuerzo, de no rendirse nunca, de correr más que nadie, de tener fe absoluta.

A medio plazo, eso se puede solucionar fichando en el mercado invernal (esa temporada llegaron los jovencísimos Marcelo, Higuaín y Gago), pero a corto se hace sentando a jugadores que no están rindiendo, y a los que además no se les aprecia demasiada motivación. Miro a Gareth Bale y no reconozco al jugador que ha sido clave en al menos tres finales de Champions, veo a Modric y me da la sensación de que se dejó las ganas de jugar en el Mundial, en Varane observo un jugador menor que comete un fallo tras otro. Marco Asensio no va a tirar ni de este carro ni de ningún otro, al menos ahora mismo. En las manos de Solari está elegir los jugadores adecuados.

El Real Madrid, ante la amenaza de uno de los mayores ridículos de su historia

La temporada del Real Madrid está siendo una de las peores de su historia reciente. En 13 jornadas de Liga, solo lleva 20 puntos, y su golaverage es de un paupérrimo +1 (20 goles a favor, 19 en contra). Acumula goleadas desalentadoras como la del Pizjuán, dramáticas como la del Camp Nou y de absoluta vergüenza ajena como la de Ipurua de este sábado.

Gareth Bale

Gareth Bale (EFE).

Un conocido amigo madridista, de habitual pesimismo con el equipo, está convencido de que es más factible que el equipo quede 17.º antes que cuarto. Es decir, ve peligrar hasta la clasificación para la Champions, lo que sería un drama institucional, pues hunde no solo esta temporada, sino también la que viene (lo de ganar otra vez la Copa de Europa suena a utopía).

Lo cierto es que la clasificación en la Liga hace que, pese al ridículo absoluto de esta temporada… el Madrid aún pueda ganar la Liga. No será, desde luego, jugando así, pero remontar cinco puntos en noviembre no es ni mucho menos una proeza, ni hay que apelar al espíritu del clavo ardiendo.

Pero igual que ganar la Liga es más que factible y da ilusión a los que aún confían en una mejoría, también es cierto que un drama se cierne sobre el Real Madrid: puede quedar eliminado de la Champions en la fase de grupos, en lo que sería, sin duda, el mayor ridículo europeo de los blancos desde, creo recordar, aquella eliminación ante el Odense. En España, hay alguno más reciente, eso sí, con el famoso Alcorconazo aún fresco en la memoria.

Y las cuentas para que los de Solari se queden fuera no son tan complicadas. Si no gana a la Roma, una derrota ante el CSKA en la última jornada en el Bernabéu (si los rusos ganan esta semana al Pilsen en casa) dejaría sin Champions al Madrid a las primeras de cambio. Dramático.

¿Y el Madrid, qué? Otra vez campeón de Europa, ¿no?

Los que no son tan jóvenes recordarán un anuncio muy popular de los años 90. Hablaba de un todoterreno que te llevaba tan, tan lejos, que la gente vivía totalmente desconectada con la realidad hasta el punto de que un abuelo entrañable pensaba que el Real Madrid seguía ganando una vez tras otra la Copa de Europa.

Mijatovic, antes de marcar a la Juventus en la final de 1998.

Yo, que por aquel entonces (1994) era un niño, recuerdo las mofas de la época. Con cada eliminación europea, las mismas risas. Dicen que ser del Madrid es fácil, alegando que es el equipo que casi siempre gana, pero no fue así en los duros años 90, en la que los hinchas blancos sufrimos el apogeo del cruyffismo… y las bromitas con el famoso anuncio.

Hoy, 20 de mayo, se cumplen 20 años de la primera Copa de Europa en color del Real Madrid. La primera que vieron los ojos de muchos, muchísimos seguidores madridistas. Es un ícono porque, en esa época, ganar el título continental era algo casi utópico, poco menos que una fantasía. La Juventus de Zidane, Del Piero, Davids, etc. sonaba poco menos que imbatible. Ganar a un equipo italiano en una final, una gesta.

Y se ganó, con el inolvidable gol de Mijatovic. Y después llegaron un par de Champions más. Y, algo más de una década después, se levantaron tres más, quizás llegue la cuarta el sábado. Y por eso es tan importante valorar de dónde se viene, recordar una época en la que no se ganaba la Copa de Europa ni se estaba cerca. En la que llegar a semifinales era un éxito y algo muy, muy poco habitual.

Es probable que se esté perdiendo la perspectiva con lo de los últimos años, y por ello viene bien no olvidar cuando se estuvo 32 años sin levantar la Orejona y disfrutar, al máximo, la final de Kiev. Ganar varias veces seguidas no significa que no puedan pasar después muchos años hasta que vuelva a suceder. A saborear cada minuto de esta maravillosa época blanca.

Otro favor arbitral al Madrid… otra final de Champions

Parece un dejavu. Otro favor que le hacen al Real Madrid. Esta vez, el árbitro turco Cakir obvió un penalti claro a favor del Bayern por una mano de Marcelo dentro del área. Una mano de balonmano en el descuento de la primera parte de un partido completamente abierto. Con 1-1 en el marcador, el Bayern estaba poniendo en serios apuros a los de Zidane y ¡zás! Era su oportunidad de adelantarse. Pero no fue así. Cakir dejó seguir el juego como su no hubiera pasado nada. Un favor del colegiado que hace que el Real Madrid pase a otra final de la Champions League. ¿No os resulta familiar?

Captura de pantalla de la mano de Marcelo.

Captura de pantalla de la mano de Marcelo.

No hace falta irse muy lejos. Hace tan solo unos meses, cuando los blancos luchaban por acceder a semifinales de esta misma competición, otro árbitro les ayudó. Esta vez fue un penalti a su favor, que podría ser o no ser, pero que era totalmente decisivo. Corrían los últimos minutos ¡qué digo, segundos! del encuentro ante la Juventus. El Real Madrid perdía 3-0 un partido que venía de ganar 0-3 de Turín. Y esta vez sí, el rencilla vio clara una jugada muy polémica. Que, con una posible prórroga por delante, quizás no era necesaria señalar. Pero la pitó y Cristiano Ronaldo marcó. Y el Real Madrid pasó a semifinales pese a la patética imagen que ofreció.

Si nos remontamos un año atrás en el tiempo, concretamente al 19 de abril de 2017, volvemos a otro partido entre Bayern de Múnich y Real Madrid. Otro partido de Champions entre ambos equipos en el que los blancos vencieron gracias a la ayuda arbitral de Kassai (famoso por esa gran actuación). Expulsó a Arturo Vidal (acción muy protestada) y perdonó la expulsión de Casemiro. Además, concedió dos goles de Cristiano Ronaldo en fuera de juego (muy claro). Dos tantos que le dieron la victoria por 4-2 al Madrid en el Bernabéu ante un Bayern que quedaba eliminado así en cuartos de final de la competición continental.

Ahora los alemanes podrán volver a hablar de robo. Pero el Madrid ya está en otra final de Champions, la tercera consecutiva.

Aquí el GIF de la mano, por si alguien seguía dudando si era o no.

Ahora, todos a rezar para que el Real Madrid no gane la Champions

Parece que si el Real Madrid se alza con su decimotercera Champions League la temporada del Barça se va al traste. Conseguir un doblete (es decir, ganar dos títulos) no sería suficiente si el eterno rival gana la competición continental (un solo título). Vale más una Champions, que una Liga y una Copa del Rey juntas. O esa es la sensación que tienen muchos de los aficionados madridistas, ansiosos por que la felicidad que merodea ahora por Barcelona llegue a Madrid a finales de mayo. Pero esta sensación también la tienen algunos culés, aunque es cierto que se debe a diversos motivos.

Cristiano Ronaldo se lamenta. (GTRES)

Cristiano Ronaldo se lamenta tras una ocasión perdida con el Real Madrid. (GTRES)

Uno de ellos quizás sea que, de ganar la 13.ª Champions, cada vez se antojará más difícil que el Barça pueda superar al Real Madrid en el número de copas de Europa que lucen sus vitrinas. Una competición en la que los blancos son los reyes. Y esto también jode en Barcelona. ¿Por qué no admitirlo? Siempre fastidia que tu máximo rival te supere. Sea en lo que sea. Y si es a nivel continental todavía más porque es más visible fuera de España.

El primero en mostrar esta opinión fue el expresidente del Barça Joan Gaspart, que dijo tras ganar la Copa: «Para que la temporada sea completa me gustaría que el Madrid no ganara la Champions». Y después muchos aficionados hicieron esta frase suya. Y los hinchas blancos alardean de ello, encantados con chafar la gran temporada del equipo culé. Por ello, no contentar las sensaciones de la afición del Madrid es otro de los objetivos. Los piques siempre han existido: en casa, entre amigos, en el trabajo… y a los vaciles siempre le siguen otros vaciles. Un bucle del que todos quieren salir airosos.

Otro de los motivos por el que un culé quiere que el Madrid pierda su ansiada Champions podría deberse a las sensaciones que había antes de perder contra la Roma. El Barça tenía el triplete cerca, las impresiones eran muy buenas, igual que la temporada, que se chafó en ese momento. En cambio, la del Real Madrid ha sido muy irregular, eliminado primero en Copa y alejándose cada vez más del líder de la Liga. Un tira y afloja que, casi siempre, suele pasar factura.

Entonces, ¿ahora que nos queda? Parece que rezar para que el Real Madrid no gane la Champions y no pueda deslucir la gran temporada del Barça. Y es que la rivalidad va más allá de los clásicos.

¿Ha tirado el Barça la temporada a la basura?

Un partido desastroso. Un partido perdido. Una eliminatoria que estaba de cara. Una eliminatoria perdida. El encuentro ante la Roma hoy en la vuelta de Champions ha sido el peor que ha jugado el Barça en lo que va de temporada. Y no solo eso. No recuerdo un partido tan fatídico de los culés en muchos, pero que muchos meses. Creo que no lo ha habido, al menos no de tanta repercusión. Y no solo por el juego (que también), sino porque no han sabido mantener a favor un marcador que habían encarrilado en el Camp Nou (1-4) y tampoco reaccionar a los goles del contrario.

Un contrario que no era ni el City de Pep Guardiola (otro de los mejores de Europa, pero también eliminado hoy) ni el Bayern, ni Real Madrid. Era la Roma: cuarto en la clasificación de la Serie A y el rival más asequible de todo el bombo de Champions. Todos nos antojábamos felices cuando salió su nombre en el papelito, pero ahora todos lloramos (en sentido figurado). Por tercer año consecutivo, esta vez en manos de Ernesto Valverde, el Barça se despide por tercer año consecutivo de la competición europea. Tres veces. Tres desastres.

Messi, desaparecido ante la Roma. EFE

Messi, desaparecido ante la Roma. EFE

¿Los motivos? Podrían ser muchos: la desaparición de Messi; el desacierto de Iniesta; la alineación de Semedo, que ha dejado mucho que desear en todo el partido… Es más, solo se salvarían Ter Stegen y Piqué. Y eso dice mucho. Los azulgrana solo han podido defenderse de los italianos. No han atacado, no han mantenido la pelota más de 10 pases seguidos en sus pies y, por tanto, no han sabido jugar.

Pero ahora me pregunto yo. Es hora de hacer balance. Con esta eliminación en la competición europea, y la más preciada de las disputadas, ¿ha tirado el Barça la temporada a la basura? Mi respuesta en este momento es ambigua. La temporada ha sido larga y todavía queda mucho por competir y mucho por ganar. Solo ha sido un partido, aunque sí que es verdad que de los más decisivos del año. El Barça tiene más de media Liga en el bolsillo y disputa el 21 de abril la final de Copa del Rey. Sin embargo, sí que es verdad que este ha sido un palo duro para los de Valverde. Todo pintaba bien. Muchos apuntábamos a un posible triplete, que ahora se ha diluido.

Solo queda reflexionar, aprender de los errores y saber que sin Messi y su magia, el Barça también debe ser grande en Europa. Algo que, ahora mismo, muchos ponemos en duda y que Valverde tiene que solucionar. ¿Cómo? Ese ya es su cometido.

Ter Stegen tendrá que superar su ridículo ante la Roma en Champions

El alemán Marc-André Ter Stegen, portero titularísimo del Barça, compite con Oblak (a solo un gol de diferencia) por el Zamora de la Liga, solo ha encajado dos goles en contra en Champions y pasa por una de sus mejores etapas profesionales. Pero hoy vuelve a enfrentarse a uno de sus mayores verdugos en competición europea: la AS Roma de Alessandro Florenzi. Y es que el conjunto italiano, en concreto su lateral, puso en ridículo al guardameta en su anterior enfrentamiento.

Ter Stegen en un entrenamiento con el FCB. (EFE)

Ter Stegen en un entrenamiento con el FCB. (EFE)

Ocurrió en la fase de grupos de la Champions de la temporada 2015/2016. En concreto, el 16 de septiembre de ese año. El cuadro catalán, dirigido en aquel momento por Luis Enrique, visitó la capital italiana con el objetivo de sumar tres puntos en el Grupo E. Luis Suárez adelantó a los culés, pero después Ter Stegen acaparó todos los flashes por un descuido.

El trance del juego estaba sucediéndose en la portería contraria y el futbolista alemán aprovechó para avanzar varios metros en el terreno de juego. Un avance que le costó un gol y la pérdida de dos puntos a su equipo. Mientras Ter Stegen iba ‘a por uvas’, Alessandro Florenzi arrancó desde su propio campo y cuando pasó de la mitad, mandó un potente disparo al fondo de la red.

Hoy miércoles, 4 de abril, el Barça volverá a recibir a la Roma. Desde aquella ocasión no se enfrentan. Y Ter Stegen tendrá que superar su ridículo anterior y demostrar por qué es uno de los mejores porteros, de los que mejores datos registra de toda Europa: solo 15 goles encajados en las 30 jornadas disputadas de Liga.

El objetivo del Barcelona al disputar la ida de cuartos en el Camp Nou es dejar la portería a cero. Que la Roma no marque goles que le puedan servir para pasar a la siguiente fase ya que, recordemos, los goles en campo contrario valen más. Y que Ter Stegen se redima.

Yo vi jugar a Leo Messi

Sí, yo vi jugar a Leo Messi. Se lo diremos a nuestros hijos, nietos o biznietos. Yo como culé y tú como aficionado al fútbol que estás leyendo esto. Todos alardearemos alguna vez de ello. Todos. Porque no hay quien no se rinda a este dios del balón. Hace lo que quiere, cuando quiere, con quien quiere y como quiere sobre el terreno de juego. No hay forma de pararlo: ni con estrategias de marcaje al hombre ni con faltas malintencionadas. Nada puede parar a este extraterrestre.

De falta, de cabeza, desde fuera del área, en el uno contra uno, con caños al portero… tiene goles de todos los colores. Y hoy ha sido decisivo en el partido ante el Chelsea. Ha alzado al Barça a otros cuartos de Champions. Lo ha metido entre los 11 mejores equipos de Europa y hace que le tiemblen las piernas a cualquiera que sea el próximo rival. Lo veremos en el sorteo del viernes.

Messi, ante el Chelsea.

Messi, ante el Chelsea. (EFE)

Ha marcado un doblete y anotado su gol 100 en esta competición europea con el equipo azulgrana. Y también ha dado una genial asistencia. Tiene una vista prodigiosa para jugar al balón, para dar pases y para rematarlos.

Da igual quien le acompañe en la delantera, si Dembèlè, Suárez o Alcácer… incluso me puedo remontar al pasado con Neymar, Pedrito, Alexis…. Tiene 30 años y ya ha hecho historia en el fútbol. ¿Qué más podemos esperar de él? Pues yo creo que nada, no se le puede pedir mucho más a un jugador de sus características. Su palmarés con el FC Barcelona lo avala. Y su palmarés individual también. Lo único que le queda es sacarse la espinita con la Selección Argentina en el próximo mundial de Rusia. Algo que seguro le reconcome por dentro.Y, por dios, yo este mundial (a parte de con la roja) iré con la albiceleste.

Aquí les dejo uno de los dos goles del Barça-Chelsea de hoy. Para que se deleiten con el crack. Para que luego digan que Cristiano Ronaldo es mejor.