Ni Julia ni Jaime tienen que llevar libros al colegio. Por suerte y solo de momento. En el colegio de Jaime, un colegio específico para niños con autismo, las enseñanzas no requieren llevar ni traer libros. Únicamente la mochila de la piscina con las chanclas, la toalla y el bañador el día que toca. Una mochila que no pesa. Julia va a un colegio en el que no usan libros de texto; existe una cooperativa y los maestros tiran de ahí para elaborar ellos los materiales y fichas que utilizan. Aunque Julia acabará llevando y trayendo libros al hombro, tiempo al tiempo. Y yo también, claro.
No tener que andar carretando libros arriba y abajo tiene muchas ventajas. La primera y la más obvia es económica. Cuestan mucho dinero y los padres andan de cabeza en estas fechas tanto para pagarlos como para conseguirlos. Además, con frecuencia obligan a renovarlos sin necesidad. La segunda desventaja está relacionada con la salud de nuestros niños: en España, el 51% de los chicos y el 69% de las chicas ya han padecido dolores de espalda antes de los 15 años según el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, que señala el peso de las mochilas como principal responsable.
Durante la presentación este martes de una nueva edición de la campaña de prevención de las dolencias de espalda en los escolares, la OMC y la Fundación Kovacs han recordado de nuevo la importancia de que las mochilas no superen el 10% del peso de los niños. Es decir, si pesa treinta kilos, pues no más de tres kilos al lomo. Por lo visto más de un tercio de los escolares supera ese límite.
También recuerdan que para prevenir esos dolores de espalda, que en algunos casos se pueden arrastrar toda la vida, ayuda mucho fomentar el ejercicio físico en los niños y el uso de mochilas con ruedas. Las mejores mochilas si toca llevar mucho peso: con tirantes anchos y un cinturón que las mantenga bien sujetas.
Pero esas son medidas que no afectan a los colegio, que debemos escuchar los padres, pero los centros pueden hacer mucho. Los médicos han propuesto a los colegios sillas con altura regulable y la instalación de taquillas. Y nos han pedido a los padres que lo reclamemos.
Han recordado que distintos estudios internacionales demuestran que el dolor de espalda es menos frecuente entre escolares que disponen de taquillas en sus colegios, al permitirles transportar menos peso dentro de los centros, en los que en numerosas ocasiones los alumnos deben subir y bajar varias plantas.
«Las sillas y pupitres deben ser de altura regulable que se ajusten a la talla de los escolares para que les permita cumplir las normas de higiene postural, como sentarse lo más atrás posible con la espalda recta y los codos apoyados», ha dicho el doctor Francisco M. Kovacs, presidente de la fundación Kovacs, especializada en dolencias del cuello y la espalda.
Yo no conozco ningún centro en España que tenga taquillas. La imagen de meter la mochila en la taquilla es típica de películas y series de Estados Unidos. Pero la verdad es que me parece una muy buena idea. Por supuesto, tener sillas regulables obvio que ayudaría a que todas esas horas que pasan sentados estén más cómodos y en posturas más saludables.Tampoco conozco ningún centro que las tenga.
Es muy probable que tengan toda la razón y debiéramos comenzar a pedir esas soluciones en los centros. Al menos en los de nueva construcción. Aunque con las apreturas económicas que tenemos, parece poco viable que vayamos a verlas.