Después de escribir Maldita fatiga, del apoyo recibido, y de ver que parece que este cansancio no se me va a quitar tan rápido como yo pensaba. Decidí que mi «yo de siempre«, al que invocaba para que apareciese, si no volvía él solo, lo haría volver yo misma, aunque fuese a empujones. Lee el resto de la entrada »