Cuando el neurólogo me habló por primera vez de la esclerosis múltiple y me contó qué era, también enumeró los síntomas más comunes y me preguntó si había notado algo en los meses previos al primer brote. Respondí con un rotundo sí. A parte de ese cansancio tan extraño que no supe explicar y que ahora me resulta tan familiar, cada vez que me metía a la cama notaba unos hormigueos en los muslos. Llevaba así unos seis meses. Lee el resto de la entrada »