Cada vez me sienta peor trasnochar. Ni siquiera me refiero a salir por la noche, porque aunque me quede en casa tranquilamente, el simple hecho de irme a la cama de madrugada, consigue que a la mañana siguiente, me levante cansada y de muy mal humor. Tengo establecidos unos horarios en mi rutina, por cierto, más norte-europeos que españoles. Me sacas de ahí, y por mucho que duerma, los días no serán iguales hasta que se vuelvan a restablecer mis costumbres.
Mismamente, el día de fin de año. Durante el día hice tantas cosas, que a las ocho de la tarde, me encontraba mal. Y claro, encima era nochevieja y había que aguantar por lo menos hasta medianoche. Fue un suplicio, no quería ser aguafiestas, porque estaba la familia y tal, pero me hubiese ido a la cama de manera fulminante. Total, nunca me da tiempo a comerme todas las uvas. Así que me quedé estoicamente. Y después, el uno de Enero, como vaticinaba, fue un auténtico suplicio.
Cada vez tardo más en recuperarme de «esos excesos». Si antes necesitaba X horas para volver al estado inicial, ahora necesito el doble (y creo que no es por la edad). Y muy pocas veces, siento que me merezca la pena tener que sacrificar todo el día en casa descansando, para después disfrutar de la noche. Porque esa es otra, estar en casa cuando mejor me siento (por el día), para salir, cuando peor estoy (por la noche).
Así que prefiero ir a comer antes que cenar, ir a la primera sesión del cine antes que a la última, bodas de día antes que de noche, … y así con todo. Es muy sencillo de entender, ¿no?
1decada1000.
Yo te entiendo perfectamente, me pasa lo mismo. Las noches de juergas creo que no he sabido lo que son, con EM desde los 19… Paso de ir cuando luego casi me estoy durmiendo de pie, tengo que decir que estoy cansada, que me voy y te miran con cara de «eres una aguafiesta». Prefiero unas cañas o un cine por la tarde. A casita y cuando entre sueño a dormir.
19 enero 2015 | 12:20
Bueno yo salir, he salido mucho, digamos que ahora me apetece más aprovechar el día. Pero en los años de mis últimas salidas (cuando eran más habituales), también me miraban con esa cara que mencionas. En mi caso, según va pasando el tiempo me voy apagando con una vela…
19 enero 2015 | 19:35
Jolin , parece que lo haya escrito Yo!!!! Me pasa exactament lo mismo
19 enero 2015 | 12:34
Bien!!! Otra persona que se siente igual que yo!!
19 enero 2015 | 19:36
Eso es la edad Paula!!! Te lo digo yo!! Tengo un bebé de 1 año me quedé embarazada a los tres meses del diágnostico con dos brotes y dos secuelas pesadísimas en brazos y en piernas y yo dormía un montón y salía un montón también por la noche. Y te digo yo que no es de la EM , que ahora llevo trasnochando 1 año por la peque y no tengo horas del día para recuperarme. Y mi marido que no tiene EM está peor que yo, va roto siempre. Es la edad te lo digo yo!!! Jejee.
A veces le echamos la culpa a la enfermedad y somos algo más normales de lo que pensamos.
A salir y a disfrutar de todo lo que nos apetezca, el problema que con los años te apetece menos salir y trasnochar. Muchos besos!!
19 enero 2015 | 14:08
Estoy de acuerdo con Silvia
19 enero 2015 | 16:18
Perdón, se me corto…
19 enero 2015 | 16:28
Aaaaahhhhhhhh!!! Qué rabia!. Intenté explicar dos veces mi postura en lo referente a esta entrada y no hubo manera
19 enero 2015 | 21:27
Pero tienes algún problema con la web? Lo estás intentando desde móvil o tableta? Cuéntame y lo intento arreglar!
20 enero 2015 | 13:57
Gracias Paula por intentar ayudarme. No se qué leches pasó, debía ser exceso de optimismo y no me dejó compartirlo 😉
Quería dejar constancia que he decidido seguir un lema: «querer es poder». Con dos niños pequeños no puedo permitirme el renunciar a compartir todo lo que pueda con ellos por «mi fatiga». No sabemos nuestra capacidad hasta que la ponemos a prueba. Ánimo y a disfrutar, trasnochar y VIVIR!!! que esto no tiene botón de rebobinado.
22 enero 2015 | 17:39
Hombre que tengo treinta años, no me siento mayor y mis amigas salen por ahí. Pero siempre he tenido mucha fatiga y no me dan las fuerzas para más, o salgo por la noche o disfruto del día, y casi siempre prefiero disfrutar del día. La energía se me va gastando durante el día y me cuesta mucho recuperarme. Ha habido veces que me hubiese encantando seguir con la fiesta, pero el cuerpo no me daba para más y me he retirado a casa, con el sabor de haber disfrutado hasta donde he podido. En esta enfermedad cada uno es un mundo. Me alegro que puedas con todo!!
Un besazo!!
19 enero 2015 | 19:44
Me siento igual y no es la edad, me pasa hace años. Mi marido es de noches y yo de días, así que te entiendo!!!.
21 enero 2015 | 20:52
Pues este aspecto es,como siempre, según cada cual. Hay gente que se cansa muchísimo y hay otra que aguanta lo que le echen, con EM o sin ella. Yo no tengo problemas para llevarme las horas que sea de fiesta, pero creo que también hay que tener en cuenta que me paso el 95% del tiempo sentada, que eso ya es una ventaja, creo. Pero vamos, que pienso que como en los demás aspectos, cada uno tendrá su historia particular.
19 enero 2015 | 17:42
Pues sí, eso creo yo también. Desde siempre he tenido bastante fatiga y a día de hoy, es lo que más me incapacita. Lo mío ha ido por temporadas, pero casi siempre he tenido que andar administrando la energía y priorizando. Pero ya me he acostumbrado. Yo en tu caso, pues no sé cómo reaccionaría mi cuerpo, porque claro, no estoy tanto tiempo sentada. Pero lo dicho, cada uno es un mundo!
Mil besotes!
19 enero 2015 | 19:48
Pues a mi me pasa exactamente lo mismo,pero es que no paro de hacer cosas durante el día ( que es cuando más fuerzas tengo) y claro…cuando llega la noche estoy hecha polvo. La solución creo que seria administrarse las fuerzas y cuando sepas que vas a tener que trasnochar….descansar un poco más durante el día
19 enero 2015 | 19:16
Sí eso es lo que hago yo, me quedo en casa durante el día para aprovechar la noche. Pero o es por algo súper especial o prefiero estar por el día haciendo cosas, me cunde más y me sienta mejor. Y si tengo que estar todo el día por ahí, cuando llega la noche me quedo sin fuerzas seguro!
Un besin 🙂
19 enero 2015 | 19:51
La EM afecta de forma diferente a cada uno y la fatiga es uno de los síntomas más agotadores y que no nos afecta por igual a todos. Organizamos nuestras vidas según como estemos y haciendo la vida lo más normal posible. Pero claro, después llega el día siguiente y toca aguantar como podamos. Es lo que nos tocó y sea la fatiga, sea la edad, lo cierto es que no queda otra: o salimos y nos cansamos o no salimos y nos quedamos en casa. La decisión es de cada una. Yo voto por la primera aunque después nos toque…
19 enero 2015 | 19:35
Yo también voto por la primera!! Siempre hay que arrepentirse de lo que uno hace, no de lo que no hace. Pero dada la fatiga que arrastro últimamente o hago cositas por la mañana o por la noche, y me apetece mucho más por el día porque me encuentro mejor y lo aprovecho más. Si el plan es por la noche, tengo que pasarme todo el día en casa descansando y seguramente al día siguiente estaré súper cansada, pero salgo! Solo que éstos son ocasiones especiales, y no lo que normalmente hago.
Un besote!
19 enero 2015 | 19:58
Antes de ser diagnosticada cuando me sentía tan tan cansada pensaba…pero que muermo eres!!! como es que no puedes con todo!!! y me forzaba a seguir adelante…ahora como ya se por que vienen esos cansancios tan brutales y de repente pues intento priorizar y descansar todo lo que puedo. Pero siempre intentando no dejar de hacer todo lo que me haga ilusión o me haga sentir bien.
Lo de salir por la noche, pues bueno…de jovencilla ya salí y quemé todo lo que pude (que fue mucho) así que ahora casi prefiero también salir a comer y luego descansar en casita!!!
Un besote a todos/as
19 enero 2015 | 20:04
Pues más o menos parecido a mi caso. Antes de ser diagnosticada me cansaba fácilmente y toleraba muy mal el esfuerzo físico. Ahora toca priorizar y gestionar la energía para hacer lo que más me apetezca. Y el salir por la noche, pues tiene el honor de estar entre los últimos puestos de «cosas por hacer». Así que a disfrutar del día!!!
Un besote 🙂
20 enero 2015 | 14:03
Yo tambien sali todo lo que pude y mas,., como dijo mi padre hace poco ..lo dificil era verte entrar no salir …. lo de la edad tambien afecta pq a la gente de mi alrededor ya prefiere el vermutin que salir ..pero yo si algun sabado puedo salir y echar unos bailes pues eso que me llevo pal cuerpo…. lo que me ha venido muy bien para la fatiga es tomar jalea real pura todas las mañanas y siempre tengo en el bolso unas gomilas o pepitas de chocolate puro o mini mars o mini twist … pq cuando me da un bajoncillo me como eso y sigo adelante … es como los corredores que entrenan para q cuando comen lo metabolizan y lo transforman en energia …. pues eso cada uno es un mundo y busca sus truquillos
19 enero 2015 | 23:02
A mi me pasa lo mismo con el café, cuando me da un bajoncillo a media mañana, un cafetín y me recupero un poco, tampoco es que sea milagroso pero bueno, algo ayuda. En cuanto a salir, pues a mi alrededor tengo un poco de todo, así que si tuviese energía a esas horas, seguro que me animaba a hacer algo, pero me he vuelto una mujer de día!
Un besote 🙂
22 enero 2015 | 13:50
Ha sido como leerme mi propia cabeza 🙂
Nunca he sido muy transnochadora, pero ya hace años que casi nada me compensa lo suficiente como para estar 2 o 3 dias arrastrada después. Así que comidas o meriendas, paseos matutinos, café y no cervezas al final del día…
Y Nochevieja, ya hace mucho que es como lo describes, no querer fastidiar a la familia y estar hecha un trapo el día siguiente.
Yo ya he asumido que soy alondra y ni lechuza y lo llevo bien.
Un beso Paula
19 enero 2015 | 23:08
Al final, todos nos parecemos más de lo que nosotros creemos. A mí me pasa lo mismo, pero siempre hay excepciones, conciertos, alguna cena, etc. y hay que aguantar los días siguientes porque me apetece ir, y no me voy a quedar en casa por la enfermedad!
Somos mujer de día!!!
Besotes 🙂
22 enero 2015 | 13:56
Amén, hermana!!! 😉
20 enero 2015 | 15:38
Jajaja, extrapolado a otras enfermedades, como siempre! 🙂
22 enero 2015 | 13:57