Son muchos los días, que prefieres quedarte en la cama hecha un ovillo que levantarte al mundo real. La opción es tentadora, estás cansada, no te encuentras bien y te apetece desaparecer. Esos días, saco fuerzas y me levanto.
Llevaba una semana bastante bien, pensaba que mi brote sensitivo se estaba pasando y estaba contenta por ello. Cuando te despiertas y te das cuenta de que sigue ahí, te gustaría desaparecer y mandarlo todo a tomar viento. Piensas que nada de lo que haces sirve, te da rabia y te enfadas con el mundo porque tus ilusiones de recuperación ya no están. Quieres quedarte en la cama y evadirte de todo.
Antes de ayer, reuní toda mi energía y en unos minutos me levanté. Me dediqué a hacer lo que hago cada mañana: desayunar, escribir en el blog, leer, escuchar música, ir a la piscina y prepararme para ir a trabajar. Como si de una competición se tratara, esos días me gusta motivarme: escucho algunas de mis canciones favoritas y me pongo mi vestido o pantalones favoritos.
Especialmente esos días son los que más pereza te da todo. Fui a la piscina por inercia, y a trabajar por obligación. El agua me relaja y me distrae y el trabajo solo hace que me olvide de todo. Así que mientras pueda, iré.
Prefiero pensar que la semana pasada dí tres pasos al frente y estos días dos hacia atrás, así el resultado de la operación siempre es positivo. Prefiero creer que poco a poco el brote remitirá, porque algún día tendrá que acabar y estaré esperando ese fin con ganas e ilusión. Y mientras espero… ya lo sabéis: escucho música.
Pongo un enlace del vídeo de una canción de Lori Meyers que se titula «Mi realidad», por ella es el título de este post y una de las canciones que me dan energía y me suben el ánimo cada mañana: Lori Meyers – Mi realidad
Si, a veces cuesta, pero como dices no tenemos más remedio,. A mi son mis dos hijos los que me ponen en marcha. Un saludo
07 febrero 2013 | 12:32
Nos tenemos que levantar que en la cama no hacemos nada 😉
Es bonito que tus hijos te den esa motivación extra que muchas veces necesitamos, espero algún día probar esa sensación. Un beso!
07 febrero 2013 | 16:59
Tranquila que desparecerá, yo tuve uno en el dedo el mes de diciembre y todavía sigue ahí, aunque cada día lo noto menos, esa sensación de acorchamiento o adormecimiento, es como si esa parte del cuerpo no fuera tuya ….. En esta enfermedad parece que estemos en otra dimensión, jejejje. Como las malditas fasciculaciones, parece que tengas otro ser dentro…..
Mucho ánimo guapa, siempre en positivo, a mi me fueron muy bien tus consejos, recuerda, mucha paciencia.
07 febrero 2013 | 19:23
Pues más o menos, el mío también apareció por esas fechas. Esa sensación de que la mano que mueves no lo haces tú, sino otra persona, impresiona un poco. Son complicados los síntomas en esta enfermedad, y son muy muy raros. La de veces que me he quedado observando como una fasciculación mueve una parte del brazo o de la pierna!! Hay que tener paciencia lo sé, pero me sale esa vena impaciente… qué le vamos a hacer! Mucho ánimo para ti también, a cuidarse! Un besito
08 febrero 2013 | 11:27
Hola guapa! Ains esos días, esos benditos días. Son desoladores. Al principio, me preguntaba (cuando no sabía el diagnóstico)¿cuándo me pondré buena? ahora se la respuesta, llevo dos años con parestesias y ya se convive con ella. No espero milagros, pero estoy animada. La vida es maravillosa, para que me voy a detener en que no siento igual una parte de mi cuerpo, si me queda a otra mitad para sentir con plenitud.
Así que a vivir que son dos días y a reparar menos en este pequeño contratiempo.
Besos y ánimos a todos.
09 febrero 2013 | 21:55
Hola Beatriz! Esos días son los más complicados, cuando te levantas cansada y todavía te queda todo el día por delante. Pero nos levantamos y seguimos con nuestro día a día como unas campeonas. Hay que vivir con la esclerosis múltiple y acostumbrarnos a lo que venga. En mi caso, también tengo otro ojo que ve perfectamente 🙂
Pero esa es la actitud que hay que tener para estar bien! Un beso y mucho ánimo
10 febrero 2013 | 14:35