Ningún cagao se huele su mierda. Qué bonito refrán y que aplicable a Telecinco. El caso es que ayer a Gerardo se le ocurrió criticar a los programas satélite de Gran Hermano/El reencuentro y claro, a Jordi González y compañía se pusieron más nerviosos que un gremblin en un bautizo.
El amigo Jordi salió con las suyas, que parece que decir una palabrota en la tele da la razón, a defender a sus «compañeros de cadena» y perdió ese aire condescendiente que siempre tiene, como si fuera un académico de la lengua con tres premios Nobel en cada categoría.
Pero vayamos por partes:
La cosa empezó con la entrada de Tamara (acabaremos de ella hasta el) Gorro que va de buenorra, pero claro, es que debe tener el cuerpo a todo riesgo y se lo arreglan cada dos por tres.
Poco después largaron a Saray. Dijeron que el reglamento es muy estricto con eso y que si tu compañero se va voluntariamente tu te jorobas y te vas. ¿Si es tan estricto porqué no la echaron el día que se fue Gerardo?
Además, teniendo Saray metesacas con Jorge, que la hayan echado me rechina más que un tenedor rayando un plato. Ay, mi pobre navarro, ay mi pobre jovenzuelo moderno, ¿dónde va a poner ahora él su piercing?
Entonces vimos como a Tamara (estaría más guapa si se pusiera un) Gorro le metieron de compañero a Óliver, que no tiene apellido, se llama así, Óliver. Sí, amigos, ese concursante de un reality (lo de que es un reality se lo han inventado en Telecinco) llamado MYHYV. Mira, paso de escribirlo entero.
Tamara se hizo la muy sorprendida y la muy agobiada, como si le hubieran metido para concursar a la bruja mala del norte.
Todos los que están en la casa son tan conocidos y siguen tanto su amada cadena, que cuando entró Óliver en la casa, alguien gritó: «mira, es Efrén». Toma ya.
Hicieron una prueba en directo. La organización estuvo decidiendo si ponerles a hacer un puzzle de cuatro piezas o llenar sacos con arena. Decidieron lo de los sacos, para que la gala no acabara a las seis de la mañana.
Vimos de nuevo el asunto de los fenómenos para-anormales. Aún me sorprende lo crédula que es alguna gente. Yola es la que más cree, pero es lista, eh, eso que quede claro, que es lista, que le daría capones con la barbilla a Einstein.
Eso sí, a Yola le hacen una fila el del timo de la estampita, el de los papeles tintados, el del tocomocho y diez más, y la timan uno por uno y consecutivamente.
¡¡Qué grande fue ver a Lara una y otra vez con cara de hija de los Monster recién levantada!! Mira que me cae Iván Madrazo, pero es que había entrado en la casa a darle un abrazo. ¡¡Toma leccionaca a la Hardcore!!
El nuevo lema de Lara es: «Si el hardcore es ruido, nos gusta el ruido, excepto si estamos durmiendo, porque si no, ponemos una cara como de estar cagando melones».
JA JA JA
Es que me parto cada vez que lo veo. Que cara de piraña zombie pone la jodía. De muñeco de cera en un microondas. La vida da estas pequeñas satisfacciones. Eso sí, fue muy peligroso porque Lara «padece de sustos».
Ahora está reunida la cumbre internacional de neurología y cardiología para buscar en manuales y enciclopedias el síndrome de los sustos.
Y llegó Gerardo al plató. El chaval (que me cae como las nalgas de María Antonia Iglesias) estuvo muy correcto, pero Jordi, ese personaje serio y profesional que le rompió antaño una carpeta en la cabeza, se puso digno. Bueno, si digno significara perder los papeles y ponerse a chillar en un plató y a soltar tacos…
También pudimos ver a Natalia como poseída por una reyerta callejera de demonios. Con los aspavientos que hacía, de podían haber batido huevos como para hacer una tortilla del tamaño de África.
Y como el reglamento es muy estricto, pues se lo pasaron por el forro de los… bueno, por ese forro, una vez más. Esta semana no hay expulsión. ¿Por qué? Pues porque no les vendrá bien, oye.
Las tres parejas menos votadas fueron:
– Loli e Iván (aunque sospechosamente Jordi lo atribuyó a un error…)
– Marta y Coyote (Esto también debe ser un error, con la cantidad de seguidores que tiene).
– Chiqui y Sofía.
Pero a Marta y Coyote ganaron la inmunidad, así que no podrán ser expulsados. No me extraña, Marta López otra cosa no, pero rebuscar entre la mierd… arena, sabe.
Y se acabó lo que se daba, amigos.