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Resumen de la gala de El reencuentro en que se dio caña a Telecinco

Ningún cagao se huele su mierda. Qué bonito refrán y que aplicable a Telecinco. El caso es que ayer a Gerardo se le ocurrió criticar a los programas satélite de Gran Hermano/El reencuentro y claro, a Jordi González y compañía se pusieron más nerviosos que un gremblin en un bautizo.

El amigo Jordi salió con las suyas, que parece que decir una palabrota en la tele da la razón, a defender a sus «compañeros de cadena» y perdió ese aire condescendiente que siempre tiene, como si fuera un académico de la lengua con tres premios Nobel en cada categoría.

Pero vayamos por partes:

La cosa empezó con la entrada de Tamara (acabaremos de ella hasta el) Gorro que va de buenorra, pero claro, es que debe tener el cuerpo a todo riesgo y se lo arreglan cada dos por tres.

Poco después largaron a Saray. Dijeron que el reglamento es muy estricto con eso y que si tu compañero se va voluntariamente tu te jorobas y te vas. ¿Si es tan estricto porqué no la echaron el día que se fue Gerardo?

Además, teniendo Saray metesacas con Jorge, que la hayan echado me rechina más que un tenedor rayando un plato. Ay, mi pobre navarro, ay mi pobre jovenzuelo moderno, ¿dónde va a poner ahora él su piercing?

Entonces vimos como a Tamara (estaría más guapa si se pusiera un) Gorro le metieron de compañero a Óliver, que no tiene apellido, se llama así, Óliver. Sí, amigos, ese concursante de un reality (lo de que es un reality se lo han inventado en Telecinco) llamado MYHYV. Mira, paso de escribirlo entero.

Tamara se hizo la muy sorprendida y la muy agobiada, como si le hubieran metido para concursar a la bruja mala del norte.

Todos los que están en la casa son tan conocidos y siguen tanto su amada cadena, que cuando entró Óliver en la casa, alguien gritó: «mira, es Efrén». Toma ya.

Hicieron una prueba en directo. La organización estuvo decidiendo si ponerles a hacer un puzzle de cuatro piezas o llenar sacos con arena. Decidieron lo de los sacos, para que la gala no acabara a las seis de la mañana.

Vimos de nuevo el asunto de los fenómenos para-anormales. Aún me sorprende lo crédula que es alguna gente. Yola es la que más cree, pero es lista, eh, eso que quede claro, que es lista, que le daría capones con la barbilla a Einstein.

Eso sí, a Yola le hacen una fila el del timo de la estampita, el de los papeles tintados, el del tocomocho y diez más, y la timan uno por uno y consecutivamente.

¡¡Qué grande fue ver a Lara una y otra vez con cara de hija de los Monster recién levantada!! Mira que me cae Iván Madrazo, pero es que había entrado en la casa a darle un abrazo. ¡¡Toma leccionaca a la Hardcore!!

El nuevo lema de Lara es: «Si el hardcore es ruido, nos gusta el ruido, excepto si estamos durmiendo, porque si no, ponemos una cara como de estar cagando melones».

JA JA JA

Es que me parto cada vez que lo veo. Que cara de piraña zombie pone la jodía. De muñeco de cera en un microondas. La vida da estas pequeñas satisfacciones. Eso sí, fue muy peligroso porque Lara «padece de sustos».

Ahora está reunida la cumbre internacional de neurología y cardiología para buscar en manuales y enciclopedias el síndrome de los sustos.

Y llegó Gerardo al plató. El chaval (que me cae como las nalgas de María Antonia Iglesias) estuvo muy correcto, pero Jordi, ese personaje serio y profesional que le rompió antaño una carpeta en la cabeza, se puso digno. Bueno, si digno significara perder los papeles y ponerse a chillar en un plató y a soltar tacos…

También pudimos ver a Natalia como poseída por una reyerta callejera de demonios. Con los aspavientos que hacía, de podían haber batido huevos como para hacer una tortilla del tamaño de África.

Y como el reglamento es muy estricto, pues se lo pasaron por el forro de los… bueno, por ese forro, una vez más. Esta semana no hay expulsión. ¿Por qué? Pues porque no les vendrá bien, oye.

Las tres parejas menos votadas fueron:

–  Loli e Iván (aunque sospechosamente Jordi lo atribuyó a un error…)

– Marta y Coyote (Esto también debe ser un error, con la cantidad de seguidores que tiene).

– Chiqui y Sofía.

Pero a Marta y Coyote ganaron la inmunidad, así que no podrán ser expulsados. No me extraña, Marta López otra cosa no, pero rebuscar entre la mierd… arena, sabe.

Y se acabó lo que se daba, amigos.

Resumen de la gala de ‘El reencuentro’ en que entró el ‘Tostazo’

A mi ayer me dieron el disgusto de mi vida, amigos.

Y lo hicieron metiendo en El reencuentro a Iván Madrazo, alias el Tostazo, por lo tostón, lo soso y lo insípido que es. Sí, amigos, al rey de la publicidad, el súmmum de la naturalidad.

Y lo peor no fue eso, lo peor fue que no le metieron para concursar al lado a una comuna de ladillas hippies que le hubieran dado un poco de alegría o cuando menos, un poco de movimiento.

Pero antes de saber quién sería el compañero del ídolo de las ivanistas, esa masa informe de amantes incondicionales, nos pusieron una innecesariamente amplia relación de las movidas que tuvieron en la casa Chari y Rubén hasta que les echaron por tener la manita larga.

A la rubia de los pechos de cartón-piedra le sorprende que Rubén no la salude al coincidir en el tren. Sí, es que es raro. Llamar a alguien y a su madre hijos de puta y que luego no te saluden es de marcianos. Chari podría hacer de mala en cualquier película para niños. En realidad, podría hacer de mala hasta en una película para trolls, porque los iba a acojonar igual.

Rubén, por su parte, es más simple que el mecanismo de un chupete. Eso sí, siempre tontea con cualquiera. Si Rubén ayudara a levantarse del suelo a una anciana con la cadera rota, Chari pensaría que está tonteando con la abuela.

Entonces, de refilón, vimos una escena que a mi me puso los pelos del sobaco como escarpias: Yola Berrocal con unos vaqueros tipo rotos y tumbada sobre una mesa cubierta con sábanas. Si llega a haber tormenta, me pienso que están rodando La novia de Frankenstein, el retorno.

Los celos, ese sentimiento tan español, tan de aquí, que a su lado el jamón ibérico parece un invento chino, volvieron a relucir, esta vez en el cuerpo de Vanessa. Y es que científicos de la OMS están estudiando el efecto del tinte pollo, como posible productor de celos y tontunas varias.

El caso es que Vanessa, vete tú a saber por qué, piensa o pensaba, que Natalia, a la que ella le robó a David, está tonteando con el susodicho. Pero nada, la cosa se habló y quedó en nada. De momento.

Las medidas de seguridad de la casa son extremas: Natalia se hostió en una de las habitaciones y el súper dijo: «que alguien acuda a ver a Natalia». Menos mal que fue un mareíllo, si no habría dicho: «que alguien acuda a hacerle un by-pass neuronal a Natalia, por favor». «Que alguien haga un transplante multiorgánico y una liposucción a Natalia, por favor».

 Entonces supimos que la compañera de Iván Tostazo será Loli. Bueno, al principio pensamos que su compañero iba a ser un chupachups de limón, pero en el rótulo ponía que era Loli, que no ha comido desde que salió de Gran Hermano 10.

Me parto con las imágenes de Gerardo mirando a las musarañas. Sólo le falta decir «milana bonita, milaaaana boniiita».

Marta López normalmente duerme con una funda de metal en la lengua, para no mordérsela y morir envenenada. Es más peligrosa que cortarse las uñas de los pies con motosierra. Es de esas personas que nunca dicen nada sin haberlo rumiado antes, de esas a las que les hablas y lo único que hacen es memorizar para tener cosas que echarte en cara. Además, se piensa que es Belén Esteban y que España está volcada con ella.

Pocholo estuvo a punto de tirarse a las tetas de Chari cuando hubo que colocarle el micro, que la mujer del pelo fregona superabsorbente llevaba entre los contenedores de silicona.

Y tuvimos que ver una desgraciada selección de vídeos de Lara, en los que pudimos comprobar que en la enciclopedia, al lado de la palabra choni, hay una foto de Lara.

¡¡Pero ella y Jorge son la pareja más votada!! Yo me quiero ir a vivir a Noruega.

¿Sabéis el hastag que se creó para geno, ese de #sufrocomogeno? Pues bien, creo en este momento el de #sufrocomoyola, porque esta mujer no hace más que cogerse disgustos.

También vimos a Santa Yola de Calcuta, entregarse en cuerpo y teta para fomentar el buen rollo en la casa. Al lado de Yola, Ghandi era un skin head.

Las tres parejas menos votadas fueron:

Saray y Gerardo.

Vanessa y Verónica.

Marta y Coyote.

¿Marta y Coyote? ¿Dónde estaban los millones de fans de Marta? ¿Haciéndose la pedicura?

Y el caso es que se fueron a la calle Vanessa y Verónica, lo que fue una injusticia, después de la semana que se han pasado currando 13 horas quitando mierda de la gente.

Jorge, ese hombre, ese macho navarro, con la tontería, consiguió lo que yo llevo intentando durante años: tocar una teta diciendo que es en pro de la ciencia. Es más, tocó una teta de Saray, como el que amasa el pan, y un tetón de Yola, como el coge un balón de balonmano.

Anda que no le he dicho yo a zagalas que me dejaran pesar sus pechos a mano alzada porque estaba haciendo un estudio. Pero mira, oye, a mi nunca me coló…

La entrevista a Vanessa y Verónica sólo nos dejó ver lo manipuladores que son en Telecinco, en pro de la bronca y la pelea. Pusieron antes de la expulsión un vídeo en el que Natalia dice «la putilla que ha dejado la puerta abierta, pero no lo digo por Vanessa, putilla cualquiera». Y en la entrevista  omitieron la explicación, para que Vanessa sólo oyera que Natalia la llama putilla.

Ay, señor.

Resumen de la gala en que Pocholo llegó, vió y se piró

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero si no es ni bueno, ni breve, entonces es un cagao en la puerta de tu casa.

 Y eso es más o menos lo que pasó con la visita de Pocholo a la casa de El reencuentro, porque el hombre de la mochila estuvo el ratillo de la gala y luego se fue, sin haber dicho ni una palabra. Lo mismito le pasó a Tamambarena, alias Tamara, alias Ámbar, alias Yurena.

Y es que la gala de El reencuentro comenzó con la imagen de Pocholo cargado con una mochila y un perrillo, que digo yo que para el rato que se quedó no le hacía falta una muda… Lo más mono fue cuando le enfocaron después y se le veía rebuscar en la mochila mientras murmuraba no sé qué de una pastilla…

Todos recibieron a Pocholo como una estrella, menos Yola. «La cara de Yola es un poema», dijo Jordi. Hombre, un poema… sí, uno de Edgar Allan Poe. De los que dan miedo. La que más se entregó fue Lara, que parecía que le habían puesto delante a los Backstreet Boys en pelotas y posición de firmes. Qué forma de emocionarse, por Dios.

Tamambarena fue recibida de forma más templada, por no decir como un puñetero iceberg. En la casa nadie sabía cómo narices llamarla. Lástima que supieran lo de Tamambarena.

Y como debe ser que tener en la casa un rato a gente de semejante caché es muy caro, pues lo compensaron metiendo a cuatro nisus de esos que se sientan a comer a la mesa y su familia se pregunta quiénes son. Las primeras en entrar fueron Vanessa y Verónica, que concursaron en La casa de tu vida 1.

La jodía de la Vane quería que le metieran como compañero para concursar a su marido (que conoció en el reality). Claro, claro y a mi me gustaría que Jessica Alba me pidiera cacho en una discoteca. Pero al contrario de lo que me pasa a mi en las discotecas, a ésta sí le metieron al marido… y a la ex del marido: Natalia.

Os resumo el tema: Natalia y David entraron juntos como pareja a La casa de tu vida. Allí el zagal conoció a Vanessa y pasó de Natalia como de comer cacas a la plancha. Actualmente, siete años después, David y Vanessa siguen siendo matrimonio.

Pero ah, amigos, la dirección de El reencuentro es perversa como esconder una caca debajo de un periódico en la puerta de tu vecina la del quinto, pegarle fuego y llamar al timbre.

El caso es que concursan Natalia con David y Vanessa con Verónica. Durante un rato, Natalia y Vanessa estuvieron en la misma sala. El silencio resultante hizo que media España se levantara a ver si el Home Cimena se había estropeado. En mi tele los altavoces sacaron unas pequeñas katanas y se hicieron el harakiri.

Por desgracia para nuestras neuronas, en la gala hicieron un amplio resumen de las andanzas de esta semana de la mujer de las tetas michelín y del hombre de los calzones Guinness. La cosa comenzó con Chari jorobando con el tema de los celos que a mi me lo hace y meto la cabeza en el jacuzzi hasta que deje de patalear.

Parecía que Rubén resistiría y le haría caso a su madre, que es como una vaina de los ultracuerpos que maneja al chico. De hecho en un momento dado Chari le dijo amenazándole: «Y si me rayo y me voy» y le contestó Rubén, «pues vete». ¡¡Gallifante para Rubén!!

Poco después se le retiró el Gallifante Rubén, por mala práxis.

Os cuento. Chari se enteró, porque es como una oficial de la Gestapo con almorranas, de que fuera de la casa Rubén y Saray habían estado tonteando y que incluso se habían dado un beso. Todo ésto desembocó en una bronca en el jardín en la que acabaron llorando Saray un poco y Rubén como si le hubieran extirpado un testículo a bocados.

Pero ah, amigos, la pena hace el cariño. Y que Chari se te refrote 24 horas al día como si estuviera empollando un huevo (de hecho, eso hacía) pues hace que el pequeño dragoncito de Rubén salga del cascarón. Vamos, que se dieron al fornicio. Hubo un primer plano de un refrote de hocicos que si se acerca más la cámara, la desvirgan. A mi me dio unas ganas de potar que si el plano dura un segundo más, le doy una capa multicolor al gotelé de mi casa.

¿Os imagináis que hay una catástrofe mundial y que sólo sobreviven los que están en la casa? ¡¡Toma raza humana iban a crear!! Cruzar esos genes debe ser más peligroso que cruzar los rayos de los Cazafantasmas…

De rebote pudimos ver a la Pilarita, la madre de Saray, a la que le han estirado la cara poniéndole un pie en la nuca para estirar más. En esos pómulos se podían tocar los bongos. Eso sí, el cuello lo sigue teniendo como le hubieran pasado el arado en varias direcciones.

Luego nos pusieron un vídeo protagonizado por Lara y por su vagina, más conocida como el conejo lanzallamas. Sí, amigos, la catedrática de la universidad de Las Joyas de la Corona ha ejercido su cátedra en la casa, pero es más de enseñar con método inverso, o lo que es lo mismo, que hace todo lo que no se debería hacer. 

Tuvieron una clase en la que Chiqui Martí enseñaba al resto a hacer striptease. Fue de asquerosidad total ver a Bobardo haciendo fotos a las chicas como un mirón de arbusto. Le faltó pellizcarlas el culo en el autobús.

La imagen de la Chari poniéndose con el culo como para aventar pedos y que se le vieran las carreras en las medias en torno al ojarasco fue igual de sexy que lavar a mano las bragas de tu abuela.

Poco después supimos que las parejas menos votadas fueron 

Mónica y Juanma.

Saray y Gerardo.

Yola y Juan Miguel.

Antes de que se decidiera la pareja que se iba la puñetera rue pudimos ver una serie de vídeos inquietantes. En primer lugar, uno en el que Marta López le sobaba las tetas a Yola Berrocal y cómo las dos comentaban lo duras que estaban. ¿Pero cómo no van a estar duras si ahí no cabe más?

También pudimos ver a Juan Miguel roncar, solo que eso no era roncar. Eso era como oír a un gocho con vegetaciones durmiendo boca abajo.

Lo más inquietante es que por boca de Saray, nos enteramos de que Gerardo es un buen «pilonero», lo que viene siendo que se come las ostras dobladas. Vamos, que se va a mariscar y deja la ría seca. No sé si me explico.

Yo no necesitaba saber eso. Es más, no quería saber eso. Ahora sólo puedo imaginármelo rechupeteando la pata de una nécora. Arggòdn àfdijbf  gaebbs Sí, al final he puesto gotelé multicolor en casa.

Al final las parejas no nominadas votaron y casi por unanimidad salieron Mónica y Juanma, con lo que fueron los que se fueron a la puñetera rue. Ni entrevista ni nada que se le pareciera. Un par de vídeos que vieron desde la sala de expulsión y cada uno a su casa. Lo mismo ni les pusieron coche. Les dejarían en mitad de la sierra en plena noche y que se las apañaran.

Por último supimos que como Chiqui y Sofía habían sido las más lentas en la prueba semanal debían asumir un castigo: ser las sirvientas del resto de concursantes durante toda la semana. Eso sí, tenían la potestad de enmarronar a otra pareja, y eligieron a Vanessa y a Verónica.

Por fin, la cosa acabó con una cena por todo lo alto. Ah, no, que les llevaron comida china. Sí, señores, no se molestaron ni en sacar el arroz tres delicias de los tupper blancos. Si es que la crisis es muy mala. Sólo espero que al pobre chino que llegó con la motillo hasta Guadalix por lo menos le dieran propina.

Resumen de la esperpéntica gala final de ‘OT’

Acabó Operación Triunfo. Llevábamos varias semanas especulando al comienzo de este resumen sobre cuándo llegaría este día. Ya lo sabemos. El problema es que no acaba sólo OT 2011, sino que el fracaso de la edición es también el fracaso del formato, que remató el esperpento haciendo ganador a Nahuel, a años luz de los tres finalistas de OT1, por ejemplo.

Ganó Nahuel, pero antes pasaron muchas cosas. Empezó Nina atizando a Telecinco por «fulminar» el programa, unas críticas que acentuó Noemí Galera, que lloró en una gala casi tanto como Geno durante todo el concurso.

La gala fue ágil, más que ninguna de las de este año, no hubo vídeos con voz en off, pocos vídeos chorras… vamos, que cualquiera diría que los de OT habían aprendido de sus errores… demasiado tarde, eso sí. Un montón de extriunfitos abarrotaban la sala, la mayoría de ellos de tercera o cuarta fila. De la primera edición, sólo Bustamante y Mireia.

Luego llegaron las actuaciones. Primero las nominadas: Geno y Coraluna. La segunda cantó El apagón y Abellán, el jurado, le dijo que parecía que la canción la había elegido Vasile. La primera cantó Desilusióname y antes de ser expulsada nos dejó para el recuerdo la frase «Déjame sufrir en paz». Luego, como os decía, se marchó, siendo así la primera expulsada de OT y también la última.

Expulsada Geno, aparcada junto al mueble Ramil y al resto de los exconcursantes, siguieron las actuaciones. Desgraciadamente, ya sabéis que en esta edición las voces han sido lo de menos. Para el recuerdo queda el pataleo de Noemí diciendo que si no hubieran cambiado tanto de día el programa habrían llevado a mejores artistas internacionales. Para bien o para mal, sólo lo cambiaron una vez de día y cuando no había más remedio. En eso Noemí no llevaba razón.

Y en ésas llegaron los finalistas: Álex, Jefferson y Nahuel. Parecía claro que cualquier cosa que no fuera una victoria de Álex y su ego era un fracaso del programa, ya que Jefferson venía rebotado de otro reality y Nahuel es, con diferencia, uno de los peores concursantes de este año.

¡¡¡¡¡PERO GANÓ NAHUEL!!!! Probablemente terminará como el resto de ganadores de OT, perdido en el inframundo, mientras los actores secundarios triunfan, aunque eso ya no es culpa suya, sino de las carpeteras que le votaron y no le comprarán ni un disco.

Acaba Operación Triunfo de forma triste, haciendo ganador a alguien que lo merecía menos que Álex, Naxxo o Juan, por ejemplo, dando migajas en forma de concurso alternativo a casi todos (Roxio y Niccó incluidas) dejando a Naxxo y Juan de vacío. El fin de OT fue un esperpento en el que los concursantes de este año y Ainhoa (ganadora de OT2) sangraron hasta la muerte la canción Mi música es tu voz. Triste final para algo que en su momento fue mítico.

Adiós, OT. Me da que esta vez es para siempre.

Resumen de la gala de ‘Operación Triunfo’ en la que no se fue nadie

Operación Triunfo cojeó tras su salida del fin de semana, aunque lejos del esperpento con el que nos sorprendió las primeras galas. En un día donde rascar audiencia por la noche es difícil decidieron meter con calzador una gala de San Valentín que se hizo eterna y estuvo marcada por dos cosas: la resaca de la pelea profesores-jurado y la marcha o no de Roxio, la chica que malhumorada que llora casi tanto como Geno y que no quiere ser llamada Roxío, sino Roxio.

Como era la gala de San Valentín, durante todo el programa vimos como entregaban regalos amorosos a los triunfitos, aunque con muchas diferencias. A Josh, por ejemplo, le mandaron una gorra, a Juan le dejaron a su perro y la mejor parada fue Nirah: le llevaron a su novio y si llegan a tener edredón en el plató, eso acaba como los totitos en Gran Hermano. Entre eso y la actuación de Álex, su ego y el de los tatuajes, Pilar Rubio, que tiene las hormonas revolucionadísimas, estuvo a punto de quedarse tiesa.

Entre los regalos y las actuaciones invitadas (Sergio Dalma por partida doble, la Musicalité, Efecto Mariposa, Sole Giménez y Sergio Rivero) la gala se fue hasta las dos menos cuarto, retomando el horario original que le había llevado a darse un batacazo de miedo en los primeros programas de este OT 2011. Parece que las mentes pensantes de Telecinco siguen dando palos de ciego con la esperanza de dar en la tecla por arte de magia. Tiene mala pinta.

Luego llegaron las actuaciones, que nos permitieron comprobar cómo Geno es capaz de llorar sin lágrimas y que Roxio, que también lloró a mares, es capaz de marear la perdiz durante una semana con el «me voy, no me voy» para después terminar quedándose. Sólo por eso merecía ser nominada, pero no, no cayó esa breva.

Lo de esta chica merece una revisión más sosegada. Contesta mal a los compañeros, pasa los días llorando por las esquinas y aún no ha cantado bien en ninguna gala. ¿Por qué le dan encima una palmadita en la espalda? ¿Por qué se permite el lujo de ser borde? Es la primera vez, que recuerde, que una concursante de OT se plantea marcharse. ¿No te quieres dedicar a la música? ¿Es que te pilla de nuevas el concurso? En fin, muchas dudas me vienen a la cabeza y sólo una respuesta: esta chica no sabe que está en un reality.

Josh fue el favorito, tal y como contamos en primicia en el blog, gracias al buen rollo que transmite. Lo hemos dicho una y otra vez: no es el mejor de la academia ni de lejos, pero su cercanía y sinceridad se premian en la calle. El jurado le dijo que iba a estar nominado pero claro, al ser favorito no pudo ser y dejó un puesto vacante.

En las cuatro sillas de los nominados cayeron Coraluna, Geno, Niccó y Alexandra, que probablemente ocupó el puesto de Josh. De esas cuatro, Alexandra fue salvada por Nina y Niccó por los compañeros. Quedaron expuestas Geno y Coraluna y entonces… ¡¡OT SE INVENTÓ OTRA NORMA!! Después de bombardearnos con publicidades literales y encubiertas, después de aguantar un ranking de otras ediciones recordando que cualquier tiempo pasado fue mejor, después de cambiar las reglas una y otra vez, después de hacer que la gente se gastara su dinero creyendo que una de las dos se iría al acabar el programa… ¡¡NO FUE ASÍ!! Decidieron que no habría expulsión, quién sabe por qué.

La expulsión la aplazaron al próximo programa y se hará a la vieja usanza, con dos nominados durante la semana, como ha sido casi siempre, vamos, hasta que a esta gente le dio por innovar.

Aprovecho este espacio final para hacer una reflexión: cómo se echa de menos a Risto. Con el señor Mejide se habrían cortado un poco antes de disfrazar a los concursantes de lamparas de mesilla de noche o perroflautas.

Por cierto, muchos me preguntan que si el problema de este año en OT son los concursantes… y no, no lo son. De hecho, creo que el casting está mejor hecho que en el último, cuando ganó Mario y algunas de las actuaciones de sus compañeros daban vergüenza ajena. Todos tienen un buen nivel de inglés (bueno, casi todos, salvo Álex, que canta mal en inglés y bien todo lo demás) y desafinan menos que otros años.

El problema no son los concursantes; de hecho, las actuaciones suelen ser bastante dignas (tanto, que ni aparecen en este resumen), sino el producto. OT está desgastado y los continuos cambios en esta edición están terminando de matarlo. Veremos si resiste.

No hay quien salve ‘Operación Triunfo’

Temíamos que esto podía pasar. Operación Triunfo empezó esta edición en grave decadencia, dando tumbos, con unas novedades que no hicieron sino hundir el formato. Luego intentaron remontar, probablemente demasiado tarde, y ahora nos encontramos con que han decidido terminar de matarlo.

Vamos por partes, que se nos hace tarde. La gala arrancó con la baja de Soraya, enferma, y con una nueva incorporación en el jurado: José Antonio Abellán, que vino a sustituir el experimento fallido de recuperar a Ángel Llàcer para la causa.

Inmediatamente, los profesores nominaron a Ramil. Después le pusieron un vídeo humillándole, falseando la realidad, diciendo que estaba comiendo mientras Josh estaba ensayando y así fueron preparando el camino de su expulsión. Luego le dijeron que le iban a poner una dietista y después de todo eso lo mandaron a cantar. Llevaba razón el pobre en su queja cuando dijo que le habían sacado «roncando, en calzoncillos, comiéndose siete filetes»… parece que como es el gordito gracioso está permitido todo.

Después de todo eso vinieron el resto de las actuaciones, pero en Operación Triunfo cada vez importan menos. Como la audiencia sigue cayendo en barrena, lo último que han decidido inventar es un teatrillo de enfrentamiento entre profesores y jurado para intentar reflotar un barco que está ya medio hundido.

Abellán criticó la coreografía que Marco preparó a Jefferson, la puesta en escena del Bad Romance que cantaron Geno y Nirah, y Noemí entró a degüello contra los profesores antes de que actuara Álex. Más tarde, dijo a Geno y Nirah que ellas no tenían la culpa de lo que toman los educadores de la academia. Siguieron las actuaciones y llegaron las nominaciones. He de confesar que las críticas del jurado tenían todo el sentido. Son cosas que en condiciones normales habría dicho Risto, pero claro, ahora no está Risto.

Naxxo fue el favorito, remontando a Niccó en el último momento y por delante también de un Ramil a quien no levantaron la nominación que le habían impuesto los profesores antes de insultarle. Con él cayeron Coraluna, Geno y Nahuel, alias soy un mediocre y me creo ganador (me mató el momento en el que iba en autobús del plató a la academia y dijo que otros compañeros lo habían hecho peor que él… aunque luego el valiente no dio nombres en el chat cuando le preguntaron).

Más tarde asistimos a la segunda parte del teatrillo con Nina respondiendo Abellán y Abellán a Nina. Todo eso antes de que la directora de la academia, para goce y disfrute de las carpeteras, salvara a Nahuel, el hombre de la mirada inquietante. Admito que creí que los compañeros iban a salvar a Ramil, pero no fue así. Optaron por Coraluna, quién sabe si porque aún les pesa no haberle dado ni un voto la primera vez.

Y así llegaron al momento crítico de la noche. El duelo entre Geno y Ramil. Os confieso que no creía que Geno tuviera ninguna opción, no sé si porque se pasa los programas llorando, si porque la tengo muy vista, si porque en la votación por ser favorito iba penúltima, si porque los compañeros le dieron un voto, si porque, directamente, es bastante peor que Ramil. Di por hecho que se iba ella. Y me equivoqué.

Se quedó Geno y los profesores flipaban. No tenían ni idea de que el vídeo mofándose de Ramil y la rajada que perpetraron al inicio iba a desembocar en eso. ¿Y qué hicieron? ¡¡¡¡REPESCAR A RAMIL!!! Eso sí, de una forma inútil y cutre.

Nina contó que lo repescaban para que siguiera las clases pero que no podría concursar, obviamente. Nos guste más o menos la decisión, la gente se ha gastado su dinero en salvar a Geno y eso hay que respetarlo. Así que, ¿para qué lo mantienen dentro? ¿Para hacer vídeos en los que se puedan reír de él tranquilamente?

Así fue como el reality perdió a uno de los concursantes más auténticos de esta edición, mientras premiaba la mala educación de Nahuel, el ego sobredimensionado de Álex, el victimismo de Geno y la prepotencia de Moneiba. La marcha de Ramil remata una gala que había vuelto a adolecer de los viejos defectos, como los vídeos tomateros que no aportan nada.

Como decían durante el programa en uno de los comentarios: «Este programa no está herido de muerte. Está muerto. No hay por dónde resucitarlo». Veremos cuál es la reacción de Telecinco, porque me da que la audiencia, lejos de mejorar, va a ir empeorando semana a semana. ¿Una final anticipada? Vosotros me decís.

Resumen de la gala de ‘OT’ en la que Telecinco recuperó la cordura

A Telecinco se le estaba yendo de las manos uno de sus realities insignia, Operación Triunfo. Desde que se quedó el programa la cadena amiga, lo había alternado con Supervivientes y Gran Hermano, pero ahora se le estaba escapando, estaba yendo directamente contra un iceberg, iba de cabeza hacia la cancelación.

Lo decíamos hace una semana, OT había querido revolucionar un formato herido, y lo había hecho bastante mal. Demasiados cambios, muchos de ellos innecesarios, la mayoría empeoraban el producto, bendita palabra que tanto usaba Risto, uno de los grandes ausentes en OT Revolution.

Pues bien, supongo alguna cabeza pensante de Telecinco leyó todo lo que se decía del programa en Internet y decidió tratar de quitar todos los fallos, como única salvación. ¿Demasiado tarde? Pronto lo sabremos. Para empezar la gala acabó a las 12.50 en lugar de a la 1.20, como habitualmente. Aunque los cambios fueron mucho más allá.

Empezó las gala con cambio en el jurado. Se desprendían de Rafa, vocalista de La Unión, de forma inmediata, y de Argenta, más conocido como El Conciertazo, próximamente. De momento, recuperan en el jurado a Ángel Llàcer, que viene a hacer el papel de malo… ya lo hizo en su momento Noemí Galera, así que nos vale casi cualquier cosa.

De todos modos, el reciclaje de Llàcer, que fue profesor y director, es un claro indicador de «intentar recuperar a la audiencia que teníamos y se nos está yendo». El problema es que Risto arrastraba a más gente que Ángel, pero la intención es lo que cuenta. El regreso de Ángel coincidió con la nominación de CHARLIE, alias Goku: despediros de él porque fue nominado por los profesores, vilipendiado por el jurado y expulsado por el público. Un día completito.

Presentados los profesores, decidieron que el peñazo de gala, que duraba horas y horas y la música pintaba poco, tenían que acelerarla. Mucha música y poca publicidad, al menos al principio, nos permitieron ver cuatro actuaciones seguidas. ¡¡¡CUATRO!!!! ¡¡ESO ES UN MILAGRO EN ‘OT’!! Un milagro repetido, por cierto, porque después de esas cuatro llegaron otras tantas.


Prescindieron de los vídeos chorras y decidieron ponerlos a la vuelta de cada publicidad, sin locutarlos. Otro acierto. El resumen de la semana de cada concursante se volvió más breve, dejaron de contarnos cosas como si Jefferson hace caca, Ramil dice «culo», etc. Eso agilizó la gala y de no ser por el momento de Llàcer diciendo a Coraluna: «Tú tienes un problema: eres la ciega de OT», la cosa habría sido casi perfecta.

Luego cantó Malú, que lo hizo mejor que El Canto del Loco y Melocos (anteriores invitados), y llegó la sorpresa de ver favorito a Álex, que le quitó el premio en último momento a Nahuel, favorito durante toda la semana y parte de la gala. Después, empezaron a nominar.

Cayeron, con justicia, Charlie, Josh y Niccó, y también Jefferson, éste más discutible, sobre todo después de ver a Coraluna, Nirah y compañía, que habían hecho méritos para estar en la palestra. Durante las nominaciones vivimos algunos momentos grandes: vimos llorar a Geno, que echa lágrimas hasta cuando le piden la hora, y sufrimos con detenimiento el estilismo de Moneiba/Mª Teresa Campos y Ramil.

Los profesores salvaron a Josh y los compañeros a Niccó, que superó por un punto a Jefferson. Charlie se quedó con un solitario punto, el de Juan, que se lo dio porque era su compañero. En lugar del teatrillo de la semana pasada ensayando con Manu Guix fueron directamente a cantar y el público dictó sentencia. Se fue Goku, que debería haberse ido antes de entrar, porque como dijo Eva Perales, quien le diga que es el mejor de OT es que es «sordo».

Con la expulsión de Charlie llegaron los llantos, sobre todo por parte de Pilar Rubio, a quien ya habíamos visto en La Noria sacar su lado sensible. Puede que este momento llorera de Pilar quede para la posteridad.

Dicho todo esto, os resumo en cinco claves los cambios:

  • Mucha música y poca publicidad en el primer tramo del programa porque es la batalla perdida del concurso. Compite con Los Protegidos y El club de la comedia y es difícil ganar esa guerra con publicidad.
  • Acortan la gala, porque aunque en share la cosa no les iba mal, en millones de espectadores estaba siendo un pequeño desastre. Si en ese tiempo pueden poner al profesor de baile sin camiseta o a Pilar llorando, mejor.
  • Intentan que el jurado se parezca más a Risto, aunque Llàcer se parece a Mejide lo que la silicona al agua embotellada.
  • Buscan canciones adecuadas para cada una de las voces, para que suenen mejor. No es lo mismo oír un rock de Naxxo que de Jefferson, por ejemplo.
  • Reducen al mínimo los vídeos chorras. Para hacer otro Gran Hermano, que es hacia donde iban, aprovechan El Chat.

Resumen de la desastrosa gala de ‘OT’

Cuando las cosas van medio bien, es mejor no tocarlas. En nuestra televisión reciente hay un ejemplo más o menos claro y se llama Fama Revolution. El programa no iba muy bien, pero oye, tenía su público. Con la revolution lo hirieron de muerte.

Pues bien, Operación Triunfo va por el mismo camino, Dios no lo quiera. Después de un año sabático, el concurso volvía en 2011 con aires renovados: Pilar Rubio como presentadora, Noemí como única superviviente del jurado, Nina regresa a la academia como el hijo pródigo, los concursantes son cada uno de su padre y de su madre, todo está conectado a Internet… pues bueno, empiezo a tener la sensación de que quieren hacer tantas cosas que al final el resultado es un churro ininteligible.

Vamos por pasos. Esta semana no hay nominados. No, no los hay porque mientras todos estábamos pendientes del examen a Pilar Rubio, veíamos cantar a Sira y Coraluna y lamentábamos la expulsión de la canaria (Sira) nos decían que en esa gala habría otro expulsado y que, por tanto, no habría nominados durante la semana.

Esto tiene varias lecturas y casi todas negativas. Dado que la audiencia no ha sido como para tirar cohetes, es probable que vayan liquidando a dos concursantes cada semana para acortar el concurso. También podría ser que estén planeando un cambio de día, como decíais, o que busquen un revulsivo. No sé qué pensar, la verdad.

El problema es que los cambios no se han quedado ahí. Un concurso sencillo y con las reglas claras lo han convertido en un jari donde no hay quien se aclare. Resulta que ahora también nominan los profesores. Bueno, sí y no, porque ni siquiera Nina se aclaraba; se tuvieron que ir a una publi para explicarle que sí, que lo suyo no era una «prenominación» ni un koala bebiendo vodka, que el que estuviera peor durante la semana iba directamente al hoyo.

Así fue como Charlie, más conocido como Goku, fue nominado. No es grave, lo habría sido de todos modos, pero que te nominen sin ni siquiera haber actuado, pues oye… como que no se entiende. Para eso que le castiguen sin cantar, ya que van a tomar decisiones sin que el público compruebe si es justo o no.

Las actuaciones, que son esos minutos musicales que meten entre vídeos chorras donde cuentan si los triunfitos pasan miedo, roncan, hacen caca y esas cosas, no fueron nada del otro mundo, pero comparadas con los vídeos infames que nos torturaron durante la gala, parece canto angelical.

Naxxo (el de la melena), Ramil (el que se parece a Miqui Puig) y Goku cantaron The look, o eso intentaron, porque hubo un momento que había tantos bailarines que era imposible distinguirlos. Después Nirah y Nahuel destrozaron Que nadie, y Roxio y Silvia hicieron una versión karaoke de Soy yo (Rafa, cantante de La Unión, les dijo que ojalá y Marta Sánchez no las hubiera visto). Ya era tarde. Para entonces el cantante de Melocos, que está más cerca de ser nominado que jurado, formaba parte del comité de sabios que decide quién se queda y quién se va.

Nos quedaba por ver cómo Álex metía mano a Geno, cómo Juan, Josh (Pulguita) y Jefferson (Vocecilla, el hombre estreñido) se salvaban gracias a la mediocridad imperante y cómo de tanto correr de aquí para allá, la voz de Moneiba, Niccó y Alexandra se había perdido en la boda de Single ladies.

Con respecto a la primera gala mejoraron dos cosas: pusieron un temporizador al señor Conciertazo (Fernando Argenta) para que las valoraciones fueran inferiores a las habituales dos horas y Pilar Rubio estuvo algo más suelta, aunque sin alardes. TODO LO DEMÁS FUE A PEOR.

Charlie, Silvia, Coraluna y Nirah quedaban nominados, mientras que Nahuel era elegido el favorito del público, algo que ya sabíamos desde hace días. Lo del favorito suponemos que cambiará porque, en teoría, a partir de este mismo lunes los concursantes ya escribirán en Twitter, Facebook y sus blogs.

Volviendo al tema de las nominaciones, los profesores salvaron a Nirah y los compañeros, que se sentían mal por no haber dado ni un punto a Coraluna la semana pasada, optaron por ella, en detrimento de Charlie y Silvia.

Ahí llegó otra cagada de la noche. Pusieron un contador de doce minutos para llamar y salvar a Charlie o Silvia, pero en lugar de mandarlos a cantar, les enviaron con Manu Guix tres minutos a ensayar. ¿¿¿PARA QUÉ??? Pues para hundir más a Silvia, ya fuese queriendo o no. Y para que cantara Dover, que lo hizo tan bien que yo mandé un SMS con «Salvar DOVER» y otro con «Salvar MELOCOS», porque uno tiene su corazoncito.

Os explico lo que os decía de que hundieron a Silvia. Silvia, al igual que Juan, no debió hacer nada interesante durante la semana, porque no vimos resumen de cómo le había ido. A eso le sumamos que cantó detrás de Charlie y cuando empezó a balbucear, de esos doce minutos quedaban… ¡¡¡¡UNO Y MEDIO!!!!

Lo hizo mejor que su compañero Goku, pero no le valió de nada. Anunciaron su expulsión cuando por la pantalla pasaban los títulos de crédito, no tuvo vídeo de despedida (Sira sí) y para colmo no les dieron, ni a una ni a otra, el clásico coche que solían regalar en OT.

¿Queda alguna duda de que el concurso está de capa caída?

Resumen de la gala del regreso de ‘OT’

Bueno amigos, dos años después volvió Operación Triunfo y lo hizo anunciando muchos cambios, aunque muchos fueron más pose que otra cosa.

El cambio más grande es el de presentador. Entra Pilar Rubio y sale Jesús Vázquez, que después de ser chicoparatodo en Telecinco se va a intentar reflotar Cuatro, no se sabe bien si como premio o como castigo, aunque tiene más pinta de lo segundo.

De momento Pilar ha empezado floja, pero como es la gala cero, lo perdonamos. Cambia la cara, pero no el espíritu: al igual que con Jesús, el presentador sigue teniendo ese lado buenrollista y amigo de los concursantes que ha tenido siempre desde Carlos Lozano.

También estrenaron vídeos empalagosos para presentar a los concursantes, y tres miembros del jurado que se unen a la incombustible Noemí Galera:

  1. Fernando Argenta, el amo y señor de El Conciertazo, que empezó de amiguito y terminó repartiendo estopa y enrollándose tanto como Patricia en las nominaciones de Gran Hermano.
  2. Rafa Sánchez, cantante de La Unión, que hace el papel de Don Ramón, cantante profesional, y que se deshizo en halagos con la bella Alexandra, de quien elogió más el físico que la voz.
  3. Eva Perales, que os sonará de Factor X y que hará de Risto. Por lo visto durante la gala cero, también contará chistes de Arguiñano.


Como habréis podido comprobar, los cambios tampoco son escandalosos, simplemente sustituyen una pieza por otra. Lo más novedoso y llamativo es el regreso de Nina como directora de la academia, en un intento por resucitar el espíritu primigenio de OT. En cualquier caso, que el regreso de Nina sea lo más revolucionario, deja claro el nivel de los cambios…

Sobre las voces no hay demasiado que decir, la verdad. Tenemos otra lista de muchachos, algunos los hacen bien, otros regular y otros bastante mal. Las voces y las caras nos empiezan a recordar a las de años pasados (normal, ya van unos cuantos Operación Triunfo), pero  como tenían que hacer algo nuevo con ellos les han pedido que se pongan un nombre artístico… y la cosa ha ido bastante mal.

Digo que ha ido mal porque entre los que se inspiran en Avatar y quienes compran equis en las rebajas, no habrá dios que recuerde los nombres. Así tenemos a Kocina, Alexxa, Roxio, Naxxo, Nahuel, Niccó, Ramil… me parece que vamos a tener que esforzarnos con los motes este año, chavales.

De las actuaciones, pues poco que rascar. Bueno, salvo por la actuación de Alexandra, Sira y Roxio, que llenó el plató de mendigos con las manos limpias, un grupo de bailarines disfrazados de sin techo que no es que viniera muy a cuento, que se diga. Sinceramente, no lo entendí.

Se pasaron toda la noche nominando y cuando llegaron las de verdad, quedaron expuestos Charlie (Goku), Kocina (Uri Geller), Alexxa, Sira y Coraluna. Los profesores… bueno, Nina salvó a Goku, los compañeros a Sira, que luego se pegó un guarrazo espléndido al entrar en la academia y la audiencia a Coraluna.

Un poco antes habían anunciado que Geno, del primer Operación Triunfo, vuelve a la Academia para hacer las delicias de los más pequeños. ¿Por qué? ¿No es un riesgo volver a entrar para no ganar? Pues sí, pero como Geno es bastante maja, se lo perdonamos. Peor habría sido que entrara Jhota, ¿no?

Al final, después de echar a la legionaria y a Uri Geller (Alexxa y Kocina), el jurado vuelve a nominar a Coraluna y a Sira, y dicen las primeras apuestas que es la chicharrera (Sira) la que se va a la calle.

¿Cómo lo veis? ¿Os gustó Pilar? ¿Os ha convencido el retorno de OT?

Resumen de la gala en que echaron a Trapote

Si te paras a pensarlo, es lo más normal del mundo. En la mayoría de ediciones, (excepto en un par de ocasiones y con dos toreros, uno de ellos precisamente Víctor Janeiro) ha ganado la menos famosa de los concursantes. Ejemplos más recientes, Maite Zúñiga o Miriam Sánchez.

Así, no es raro encontrarse con que los anónimos han desbancado por completo a los famosos y que haya tres de ellos en la final de Supervivientes: Parri, María José y Deborah la traidora.

Supongo que a la gente le gusta alinearse con la gente más sencilla o con la que más se identifica. O a lo mejor es todo un cúmulo de casualidades y mi teoría es un fiasco, vosotros diréis.

Pero entremos en el resumen de la gala.

Como siempre, Jesús Vázquez llevaba una camisa tan hortera y chillona que hasta una drag queen se sentiría incómoda con ella.

La cosa comenzó con Trapote diciendo que no estaba nerviosa por la nominación, en plan chulita, diciendo que ya había estado nominada siete veces. Claramente se le olvidó que las primeras cinco lloraba y suplicaba que la echasen, porque no soportaba estar en la isla. Sin embargo, Parri dijo que estaba «cagadita».

También pudimos ver cómo María José ha dejado la isla tiesa, seca y pelada, que no se ha llevado la arena y las palmeras porque daba exceso de equipaje. Y es que la mujer se ha liado a recoger souvenirs y se ha quedado sola. Se lleva, entre otras cosas: un collar con las piedras que ha usado, la cazuela, un montón de caracolas, los pergaminos de la organización y un trozo de caparazón de tortuga.

Llegado el momento de la expulsión, la cosa no estaba nada clara, al menos para mi. Si hubiera tenido que apostar habría sudado más que Camacho en una sauna, pero se impuso la justicia: TRAPOTE SE FUE A LA CALLE.

Mira que yo tenía esperanzas en esta mujer, en que fuera la heroína que derrocara a Belén Esteban de su trono zafiochoni, pero nada, la ha cagado. Las últimas semanas se creció demasiado, cuando vio que no la echaban semana a semana y ha acabado expulsada a las puertas de la final, por detrás de Malena Gracia.

Sin embargo, quedaban tres concursantes, y dos puestos en la final, así que comenzaron las pruebas de finalista. Se trataba de tres retos y el que acumulara mejores tiempos pasaría a la final.

Competían Parri, María José y Malena, con lo que condenaron a Malena, que oye, es muy maja, pero lo de correr y las pruebas físicas no se le dan muy bien.

Como en la organización debe haber más de un sádico o más de un aficionado a las parrillas, o incluso algún admirador de San Lorenzo, recuperaron la prueba de la brocheta de concursante. Les subieron a la plataforma que avanza hacia el fuego. María José hizo el mejor tiempo.

Sonia Arenas llegó al plató bastante más guapa de como estaba en la isla, aunque la verdad, eso no era difícil. El caso es que me pareció una mujer bastante cabal. Contó, entre otras cosas, que en la isla todo el mundo pensaba que va a ganar María José.

La segunda parte de la prueba consistió en pasar por un circuito lleno de cuerdas enmarañadas, para coger una especie de zanahoria gigante, que debían colgar de una anilla. Todo muy últil y muy lógico. Parri hizo el mejor tiempo. Malena un poco más y se empadrona allí.

La tercera prueba era como el examen de fin de curso de los supervivientes: debían abrir un coco, hacer una tortita sin que se rompiera y cortar un tronco, todo a machetazos. De nuevo ganó Parri, con lo que se convirtió en el segundo finalista.

El único vídeo destacable es el que pudimos ver con Trapote, Malena y Deborah imitando a Charles Darwin y descubriendo una nueva especie: el pez pene.

Las dos que quedaban por conocer su destino, María José y Malena, tuvieron la ocasión de rogar por su paso a la final y en esa última alocución descubrimos el mandamiento de la familia de María José: «El dinero y los cojones, son para las ocasiones». Toma ya.

El caso es que la audiencia debía decidir y lo hizo, pero por un margen ajustadísimo: María José se convertía en la tercera finalista con un 50,7% de los votos, mientras que Malena era la última expulsada del concurso con un 49,3%.

Ya han salido todos para España y a estas horas deben estar en algún lugar sobre el océano.

COMO SABÉIS, LA FINAL ES ÉSTE DOMINGO.

Ya en Madrid y en plató (además de un montón de broncas, seguro) veremos quién es el ganador de esta edición.

Yo sigo apostando por Parri, ¿y vosotros?