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Se juegan la vida en ‘Expedición imposible’

Hola majos y majas, goyescos todos.

Lo de Expedición Imposible pasa de castañooscurocasinegro. Está muy bien y es muy entretenido lo de ver a un famoso pasando las de Caín, pero como diría mi madre cuando me ve comerme cuatro platos de caldero murciano, un día vamos a tener un disgusto.

Pero empecemos por el principio, amigos, que es por donde hay que empezar, que si no las cosas se tuercen y acabas imputado en la trama Gürtel.

No se si lo teníais claro antes, pero después de ver Expedición imposible ya sabréis que Marruecos es un reino. Un reino, con rey. El reino de Marruecos. Marruecos, el reino. Que pesados con que es un reino. Joder, parece que hace las cabeceras del programa Mohammed VI.

Casi me descojono cuando Raquel Sanchez Dameunsilbidito se refirió al «abandono del equipo fucsia«. En ese abandono había la misma voluntariedad que en un sacrificio azteca.

Antes de meterme con la descripción de la carrera he de deciros que no soporto a Rafael Amargo. Es que le va el apellido que ni pintado. Todo el santo día haciéndose el gracioso, que parece que desayuna payaso todos los días.

Voy a iniciar una movilización en Internet para pagar un burofax para decirle que no es gracioso.

En fin.

La carrera se ha metido de lleno en la cordillera del Atlas. ¿No sabéis dónde está? Pues mirad un atlas. JA JA JA JA JA JA.

Mientras el cianuro que me he tomado como castigo a ese chiste hace efecto y no, os sigo contando.

La primera prueba consistía en encontrar en una pequeña población una puerta, que los concursantes debían reconocer por una foto.

¿Sabéis eso de que nadie se acuerda nunca de los niños? Pues una mierda como la torre Eiffel. Los concursantes sí que se acordaron, más que nada para que fueran los pequeños quienes les llevaran hasta la puerta.

Y nada, cada pareja se cogió a unos pocos chavales y a tirar para la puerta. Para cuando llegaron, los pobres niños estaban deseando que ese día hubiera colegio con examen sorpresa de matemáticas.

Los Tróspidos tienen sus diferencias. De hecho, si los pusieras uno al lado del otro no tendrías que encontrar siete, tendrías que encontrar 7 millones de diferencias.

La principal es que Daniel no es muy de ejercicio físico. A ver como os lo explico. El muchacho prefiere dejarse morir en una cuneta que correr para coger al autobús.

Y claro, David se desespera, y le ilumina el camino de la vigorexia con frases como: «no estamos en un programa de relajación», «vas a la misma velocidad parado que andando», o «hay diferencia entre un espartano y una maricona«.

Hay diferencia entre un espartano y una maricona. Ahí lo deja, amigos. Reflexionad sobre ello. Mejor no, fijaos en esta imagen y decidme que sois capaces de diferenciar uno de otro.

FOTO-3-maricona-de-fio copiaYo tampoco.

En fin. El caso es que en la siguiente fase, una vez localizada la puerta, debían encontrar a un mulero y después coger un todoterreno que les llevaría hasta una mula con la que debían hacer una ruta.

Os voy a decir una cosa. Tiene que ser complicado salir de Marruecos y que te pregunten en la frontera a que te dedicas y tener que decir que eres mulero. Yo es que preferiría decir que me dedico a la violación sistemática de gallinas.

El caso es que no, no eran de esos muleros, sino gente honrada. Tanto, que ninguno cayó en la tentación de despeñar a su pareja de concursantes por un barranco, como habría hecho yo sin dudarlo un instante.

En Suiza hay dos premios Nobel a la Lectura Comprensiva para los Amargos y las Abradelas, que leyeron las instrucciones y aún así se fueron sin su mulero.

Las peores fueron las Abradelas, que fueron a por el mulero cuando éste se sentía ya como Mofli en un congreso de cazadores.

Eso sí, a Romy no le pesó abandonar al muchacho, pero se puso muy tierna con los animales, así como Félix Rodríguez de la Fuente pero con tendencias zoofílicas. «Si abandonan a los abuelos en las gasolineras, como para no abandonar a los perros», dijo.

Exijo saber en qué gasolinera reposta esta mujer el coche. Es capaz de llevar diez años echando gasolina en el hogar del jubilado.

Una de las reglas que se ponía para el trayecto en mula era que no se podía correr. No se puede correr. ¿Es una instrucción sencilla? Pues no la entendió ni dios.

Si les hubieran dicho que tenían que transmutar el plomo en oro con una piedra filosofal de fabricación propia lo habrían hecho mejor. Que panda de mastuerzos, oiga.

Todos se pusieron a correr, tirando de las mulas y saliéndose de las sendas para ir acortando camino. ¿Consecuencias?

Casi se mata un cámara. Sí, porque este programa tira de tecnología de la buena y se marcan unos travelings a lomos de mula romera que flipas. Como les vea George Lucas, la próxima de la Guerra de las Galaxias se la hace subido Platero.

Pero eso no fue todo. Amargo de cayó de la mula y se dio una hostia como para dar de comulgar en la catedral de León, Yolanda casi se despeña por un cortado, a Lola le pisó una mula, una Abradela se metió unas rocas por donde la espalda pierde el nombre…

Y todo esto en medio de la nada, sin casco, sin protecciones y con unos guijarros como para hacer figuritas de las pirámides de una pieza y a escala 1:1.

Pero eso no fue lo peor, no. Lola, que lleva una cara de amargada permanente, que parece que está siempre entre estreñida y deshidratada, decidió que no quería llegar última, así que en el último tramo, y ante el acojone de todo el mundo, metió a la mula por un terraplén y si no se mató Marbelys, el cámara, el redactor, el mulero, la mula y los pedruscos del camino fue de puro milagro.

De nada sirvió que Raquel Sánchez Hazsonidoscomodeflautitaconloslabios se desgañitara gritando «más despacio, cuidado, cuidado, más despacio». Lola para adelante, como las mulas. Ah, no, que la mula era más prudente.

Y encima, la señora, cabreada porque llegó de las últimas, va y abronca a los demás porque han hecho trampas, que las reglas están para cumplirlas, que han corrido.

Afortunadamente todos se pusieron a chotearse de ella, bailando y cantando flamenco. Una actitud por otra parte que denota una gran madurez por parte de sus interlocutores, que tienen la misma inteligencia emocional que la zurraspa de calzoncillo.

La carrerita dejó secuelas. Sobre todo a Rocío Madrid, que dijo que se había escocido montando a la mula, «como después de una noche de pasión». O esta mujer tiene un novio que hace los cunilingus con lija o usa el lubricante para cocinar o se está acostando con un armadillo.

Y claro, les echaron la bronca. Y con razón. Porque ya hablando en serio, ahí se jugaron la vida varios y en varias ocasiones.

En cualquier caso, los primero fueron los toreros, que son de mentira, no son humanos, en el último programa se arrancan la piel, dejan ver al lagarto que llevan debajo y esclavizan a la humanidad con el dinero del premio. Así que les correspondía elegir, primero si seguían o se clasificaban, y eligieron esto último para descansar, y elegir una pareja para retrasarla en la carrera y eligieron a Felipe y Noelia, en adelante, los reciclados.

La segunda etapa la hicieron en kayak. Pero no la hicieron en un río, no, la hicieron en un escupitajo. Y ahí sí, ahí que no cubría ni por los tobillos, les pusieron casco, chaleco salvavidas y un poco más y les dan palas desfibriladoras y los santos óleos por si acaso.

Era un despelote verlos allí preparados como para bajar las cataratas del Iguazú a pecho lobo y los lugareños en la orilla viéndoles pasar mientras flipaban preguntándose quiénes serían aquellos cretinos.

La clasificación quedó así:

1.- Triunfitos.

2.- Reciclados.

3.- Tróspidos.

4.- Amargos.

5.- Famas.

6.- Abradelas.

¿Y qué significaba eso? Que las Abradelas se iban a la calle. o no.

Por lo pronto, cada pareja pasó esa noche con una familia local, alojados en su hogar. Detalles del asunto:

Rafael Amargo haciendo el gilipollas ante la estupefacción de sus anfitriones.

Alex Casademunt destacando sus conocimientos culturales y diciéndole a un musulmán que venía de España «palmitas y jamón». Sí, la carne de cerdo cruda, todo un atractivo para los musulmanes.

El mismo Alex haciéndose un revival de OT y enseñando a cantar a un lugareño, con erótico resultado.

El dueño de una de las casas prohibiendo a Marbelys quitarse la chaqueta para que no se le vieran las domingas que tiene como sandías madurando.

Las Abradelas hablando de los pedos que se tiran por culpa de la comida especiada (¿recordáis la última ola de calor sahariano que azotó la península? Pues fueron ellas).

Ellas mismas haciendo la conga con una pobre mujer que no sabía dónde meterse.

Para acabar, Raquel Sánchez Loquehaceeltrencuandollegaalaestaciónperomasbajito les entregó un sobre. En él ponía que podrían volver a la carrera si sus compañeros así lo decidían.

Lo sabremos la semana que viene.

NOTA: El día 11, o sea, el lunes, comienza GH.

¡¡Recordad que lo seguimos en directo EL OJO DE GRAN HERMANO!!

Descubren en competición que una concursante de ‘Expedición Imposible’ está embarazada

Los que habéis sido padres sabéis que lo primero que te dicen cuando te haces la prueba de la rana y da positivo es que procures irte al desierto a 45 grados centígrados a andar decenas de kilómetros, a subir dunas, a someterte a un gran estrés y a deshidratarte con una buena diarrea.

Sí, es lo ideal, más que nada, porque si el cigoto aguanta eso no das a luz a un niño, das a luz a un puto marine con la equipación, el armamento y las chapas colgando del cuello.

Pero no adelantemos acontecimientos. Es mejor que Contecimientos llegue cuando tenga que llegar.

La cosa es que Expedición Imposible comenzó esta semana donde lo habían dejado la anterior, la misma noche en que se acabaron los dos primeros días de pruebas.

Hay que decir que Raquel Sanchez Silva tiene glamour como para montar un banco de donación. ¿Pues no seguía mona ella mientras presentaba con la mosca rondándole la cabeza como si fuera un mojoncillo?

¿Pues no se estaba la jodía poniendo ciega a té que cuenco acabaron de rodar estuvo una semana entera namás que meando que por el chorrillo que montó en el suelo apareció remando un explorador del siglo XIX en busca de las fuentes del Nilo?

El caso es que para la primera parte de la primera etapa del segundo programa de Expedición imposible dividieron a los concursantes por equipos.

Debían pedir como en patio del cole los Tróspidos y las Famas, por ser los primeros y segundos de la etapa anterior, de tal forma que la pareja que ellos eligieran sería a su vez la encargada de escoger a otra pareja.

La cosa quedó así:

FAMAS: COLOR AZUL                TRÓSPIDOS: COLOR BLANCO
Toreros                                                  Potatos
Abradelas                                             Triunfitos
Mosqueras                                           Modelos

El caso es que como podéis ver en el gráfico interactivo de última tecnología de arriba, las Abradelas tuvieron que elegir entre las Mosqueras y las Modelos.

Uf.

Sí, la cosa era esta: ¿Elijo a las pavas estas rubio bilis que me caen como el culo y las odio como para ponerles una tienda de velas negras o elijo a las Modelos que sé que van a ser útiles como el iceberg que hundió el Titanic?

Pues ojo, son pécoras, pero no gilipollas, y del dirham es el dirham, y como habían visto a Mosquera haciendo ESPRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN por medio del desierto como si fuera Superman haciendo footing con una guindilla en el ojete, decidieron que era mejor elegir a las Mosqueras.

Y claro, Leti y Mosquera se lo tomaron a bien, porque con esa decisión estaban diciendo que las consideraban aliadas válidas. ¿Cómo? Ah, no, me informa mi corresponsal en el locutorio de la esquina que no, que una mierda como el cuello de un camello, que encima las Mosqueras de lo tomaron a mal. Sí, se mosque-aron.

SHIIIICHIIIIIIIIIIIIIIIIISSSSSSS

Bueno, pues ya he puesto la mano en la vitro encendida como castigo por el chiste anterior y puedo continuar. Con una sola mano, claro.

Y para que se fueran a dormir contentos, resulta que les presentaron a una nueva pareja: Rafael Amargo y su ex, Yolanda Jimenez.

Todo el mundo les recibió con los brazos abiertos. Pero de verdad, ¿eh? Como cuando recibes un pedo que piensas que es solo aire y resulta que no, que tenía lagrimilla y acabas cagándote encima como si hubiera llegado el diluvio diarreal y la plasta cae por los pantalones y sale por el bajo de la pernera y se aleja de ti mientras busca el mar y tus suegros a los que acabas de conocer presencian la escena con tu novia al lado.

Así de bien les acogieron.

Porque claro, después de herniarte durante dos días apetece poco que te traigan a dos nuevos y frescos cual escarcha que además van a competir contra ti.

Al día siguiente, bien tempranito, que no habían puesto aún ni los guijarros del desierto, los Amargos, que es como se llamarán los nuevos, tuvieron que irse a pata 16 km hasta el primer punto de control, con la cosa de que si alguno de sus compañeros les recogía podrían ir en vehículo.

Sí, porque los dos equipos se jugaban en una prueba el poder ir: a) en 4×4 individuales cómodos como el regazo de una madre. b) un camión cómodo como el regazo de Nacho Vidal después de merendar viagra.

¿Y a qué se lo jugaron? Pues a la chirra. No, malpensados, a la chirla no, aunque no dudo que Leti habría ofrecido la suya para tal fin, pero no hizo falta que sacara el gato acostao, porque ya había uno.

Raquel Sánchez Hacesonidosbasedeexhalaraireporlabocaconloslabiosasícomoparadarunbesico dijo que la chirra es parecida al hockey. Sí, amigos, y las amapolas se parecen al trasero de un mono de culo rojo.

Se trata de coger unos palos con una bifurcación al final y arrearle hostias a un trozo de cabra muerta y cosido como si fuera el balón de Sloth el de los goonies. Al parecer, por la demostración que hicieron los lugareños, además hay que dar grititos mientras de juega. O sea, igual de interesante que el fútbol.

(Ya si eso os dejo la dirección de mi casa al final del post para que me la vengáis a quemar cuando os venga bien por haberme metido con el fútbol).

La ejecución del partido fue perfecta. Una sucesión perfecta de hostias como panes de hogaza, quiero decir. Que manera de agredirse, por dios, que eso parecía la locura zopenca, todo el mundo arreando como si no hubiera mañana.

Ese espectáculo lo pones en el Coliseo en la antigua roma y los espectadores acaban traumatizados por lo violento del asunto.

Sin ir más lejos, la forma de vida conocida como Felipe el potato le dio un viaje a una abradela que la sacó del país. Comió cantos rodaos del suelo con deleite de lo rápido que acercó la cara al caer.

Y se puso como en el patio del cole: «lo siento, pero yo no juego». Le faltó el «hala, ahora me enfado y no respiro y en mi culo rebota y en tuyo explota. Presa».

David, que es como el Parménides del siglo XXI, dijo que «no hay penes ni vulvas, sólo jugadores«. Con un par.

Cunado Kofi Annan dijo que «la igualdad de las mujeres debe ser un componente central en cualquier intento para resolver los problemas sociales, económicos y políticos», en realidad quería decir «no hay penes ni vulvas, sólo jugadores«.

Ganó el equipo blanco. ¿Cómo podía ser de otra manera con el Nelson Mandela de David entre sus filas?

Así que su equipo se fue en todo terreno y el otro, en el camión. Un camión, por cierto, de última generación. O sea, que es montarte en él y tú eres la última generación de tu familia. Que me consta que lo usó Noé para ir a la ferretería a por madera.

Por algún motivo que desconocemos, pero que debe estar muy cerca del suicidio, Rocío Madrid decidió hacerles un strip-tease a un grupo de lugareños que había en la zona y que ante la visión de su lozano y bien criado bancal comenzaron a aplaudir entusiasmados.

No es la única que utiliza las cacharras como reclamo. De hecho, le propusieron a Leti que enseñara las domingas al conductor del camión para que fuera más rápido. Seguramente lo decían porque el conductor viera aquello y como si hubiera visto a la niña de la curva con una motosierra, pisara el acelerador intentando huir de semejante visión infernal.

Y es que Leti se quiere ir del Sháhara con un par de souvenirs de esos que se pueden plegar después del uso. Vamos, que se quiere pasar por el afilador todas las dagas del desierto. Que quiere usar el sacapuntas con los lapiceritos marroquíes. Que ve un aborigen y se le pone la castañuela a anunciar la Feria de Abril.

«Lo mejor del Sháhara son los hombres», dijo.

A todo esto, los tróspidos, en un alarde de generosidad más bien tirando a gilipollesca, decidieron subir en su coche a los Amargos.

En la segunda parte del primer día de la segunda etapa del segundo programa de Expedición Imposible había que buscar en un cercado unas instrucciones.

Lo malo es que en el cercado había cabras como para hacer quesitos del tamaño de África y que en el suelo había basura como para montar una cadena de grandes almacenes de basura. El corte mojonés. Si no está satisfecho con su mojón le devolvemos el dinero.

Y ese fue el fin para las mosqueras.

En el tiempo que estuvieron buscando las instrucciones en unos cercados de dos metros de diámetro a los dinosaurios les había dado tiempo de clonarse ellos solos, de dominar la tierra de nuevo y de extinguirse seis veces seguidas, dejando pasar 60 millones de años entre extinción y extinción.

NOTAS A LA CAMINATA:

Tras encontrar las instrucciones había que caminar a una fortaleza. Apuntes:

– Los toreros son los jodidos padres de Terminator. Pero no del mierda que hacía Arnold Schwarzenegger, no, del que se convertía en una lata pisada cuando le disparabas.

– Mosquera tiene la piel de estar al sol como un langostino a la plancha.

– Lola es una insoportable que debería salir en El Sargento de Hierro gritándole a Marbelys «¡He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he chafado más huevos que todos vosotros juntos, capullos!».

Y gracias a los Tróspidos, que tienen el corazón tan tierno que serían capaces de darle limosna en un sobre a Bárcenas, los Amargos ganaron el segundo tramo de la segunda parte de la segunda etapa de la segunda emisión de Expedición imposible.

Y unos ganan y otros pierden. Fue el caso de las Mosqueras.

Leticia y Raquel estuvieron una hora y media. Sí, una hora y media, o sea, 90 minutos, buscando un trozo de papel en un cercado. Bien por ellas. Si vuestra vida depende de que Leticia Savater encuentre las llaves en su bolso, daros por jodidos.

Entonces pasó algo muy raro: las echaron.

Allí se presentó Raquel Sánchez Silva para decirles que las echaban, que no las podían esperar y que a la mierda.

Me pareció raro, cortante, sospechoso e injusto. Algo olía mal en esa expulsión y no me refiero a las cabras. ¿No os lo pareció? ¿No fue un poco como una excusa para devolverlas a España sin que tuvieran que ir en la bodega del avión?

No sé.

El caso es que sus compañeros siguieron adelante, esta vez haciendo 30 km en quad.

Peeeeeeeeeeeeeero, como los Amargos habían sido ganadores en la parte anterior tenían dos decisiones que tomar:

1.- Si seguían compitiendo y optaban a llevarse el dirham de oro o si pasaban directamente a la meta y perdían la pasta. Eligieron pasar directamente y «descansar». ¿Descansar de queeeeeeeeeeeeeeeeeeeé rapaces?

2.- Debían elegir a una pareja que tendría la penalización de tener que andar un kilómetro para coger su quad. Eligieron a las Abradelos, que les habían dicho con mucha inteligencia que ellas pasaban de cogerles en la carretera.

Antes de coger los vehículos, los potatos le dijeron a Raquel Sánchez Romero Carvajal que ellos no continuaban y que ya le dirían por qué.

El paseo en quad fue emocionante. Bueno, a ver, emocionante como cuando te confundes de bote y en lugar de tomarte un puñadito de lacasitos te tomas treinta valiums del tirón y notas cómo el corazón se va parando hasta que te pones morado y te quedas frío.

En el siguiente punto de control les indicaban que debían buscar una parada de taxis en concreto y encontrar uno con un número de licencia determinado para cada uno y que esos taxis les llevarían a su destino.

Eso lo haces en Madrid y te mueres tu, tus hijos, tus nietos y hasta la tía del futuro que trae la Neutrex antes de encontrar el taxi.

El caso es que algunos usaron una triquiñuela legal: si en las instrucciones no ponía que debían ir a pie, podían ir como buenamente pudieran.

Y los primeros en triunfar fueron los triunfitos, al ofrecer Rocío Madrid como ofrensa su tanga sudado de dos días, que a esas alturas podía valer para darle olorcillo a una granja de cerdos.

Cabe destacar también el inglés de Oxford de la muchacha. De Oxford del bar Oxford, digo, porque la oye hablar Shakespeare y te escribe Romeo y Julieta en vietnamita.

También hay que destacar la paciencia infinita del taxista que llevó a las Abradelos, que le chillaron, gritaron, palmearon, zarandearon y metieron prisa. A este tío cuando la palme no le dan 72 vírgenes, le dan 720. Que autocontrol. Es otro y estrella el taxi contra una palmera.

El caso es que la etapa acabó así:

1 y 2: Toreros y Triunfitos. Como entraron a la vez en la alfombra de meta, se llevaron un dirham por pareja.

3: Abradelas.

4: Las in-Famas.

5: Tróspidos.

Y entonces llegó la locura de los abandonos.

Por un lado los potatos, con Mireia diciendo que se retiraba porque… ¡¡ESTABA PREÑADA!! Y dice con su santísimo útero que lo supieron dos días antes de irse al concurso. Claaaaaaaaro, y para qué iban a dejar de ir.

¿Pero a qué programa pensaban que iban? ¿A ‘Con las manos en la masa’?

El caso es que pensaron, así, como de pasada, que lo mismo aquello no era bueno para el embarazo. Como el que se dice «deja de tirar el hilo, que se descose la goma de la braga y se fueron.

Por otro lado, y después de hablar entre sollozos que parecía que estaba hablando por el móvil y se iba la cobertura, Elisabeth también decidió renunciar, porque estaba cansaíta.

Ahí estaban ya llorando hasta los camellos. Oh, que emotivo. Yo lloré, no os digo más. Y fue por esa tierna escena. Por eso o porque me pillé el pene con la puerta del horno al ir a sacar una pata de cordero que me estaba haciendo. Una de dos.

Pero como hay que reciclar y reutilizar, pues arrejuntaron a Noelia con Felipe, que sí querían quedarse, y se montaron una nueva pareja. Como la cosa se ponga tonta el Felipe éste preña a la mitad del reparto del programa…

¡Y así acabó la cosa!

Lío en la primera emisión de ‘Expedición Imposible’

Lo que no puede ser, no puede ser, y además, es imposible.

O no.

Y en eso están en Expedición Imposible, en conseguir que Marruecos nos declare la guerra abiertamente por haberles enviado elementos subversivos al territorio patrio.

De hecho, no descarto que el programa lo montara el CNI para abandonar allí a ciertos ciudadanos como el que deja a la abuela en la gasolinera y pone capó rumbo a Torrevieja.

Ya sabéis cómo va el tema: 9 parejas de famosos compitiendo en ruta por ser los primeros en llegar. Las formas de vida que concursan son:

Cristina y Alejandro (en adelante, ‘Los Toreros’).

Marbelys y Lola (en adelante ‘Las Famas’).

Leti y Raquel Mosquera (en adelante, Las Mosqueras). Leticia Sabater nos regaló, así para empezar, una confesión: «tengo dolor de ano, porque desde que he llegado he cagado como 150 veces». Y quiere novio señores. Pues como no sea un fabricante de fibra…

Elisabeth y Noelia (en adelante Las Modelos). Ellas saben mucho de geografía, ¿pues no estuvieron en Marruecos el año pasado? «pero en Túnez», dijeron. Como yo, que estuve en EE UU, pero por la parte de Moscú.

Rocío y Alex (en adelante, Los triunfitos).

María y Romi Abradelo (en adelante Las Abradelos). «Mi hermana tiene incontinencia», dijo una. Da igual cuál.

Mireia y Felipe (en adelante, Los Potatos).

Ismael e Iván (en adelante, Los Hermanos).

David y Daniel (en adelante, Los Tróspidos).

Como veis, son todo famosos de primera línea, de estos que dices que si se quedan en una duna del desierto secos como la mojama tampoco es que el país se hunda.

La cosa es que habrá 12 etapas. El primero que llegue en cada una de ellas se lleva un Dirham (moneda de marruecos) de oro (del que cagó el moro) valorado en 3.000 euros (según un Compro Oro del centro). Los últimos en llegar serán «evacuados forzosamente«.

O sea lo que hace la mafia, que te evacúa la vida del cuerpo. Que te envenenan con plomo pero a lo bruto. Que te dan clases de submarinismo sin botella…

1ª ETAPA:

La primera parte de la etapa consistía en subir una duna de arena. Sí, podía ser una duna de lacasitos, pero es que en el desierto de ponen asquerosos.

La prueba era de tal lógica, que un lugareño vio a los 18 gilipollas correr hacia la duna y exclamó: «¿Pero a dónde van si sólo hay arena?». Pero nada, los famosos allí iban, todo motivados.

Y cada cual se motiva como quiere. Por ejemplo, Daniel, de los Tróspidos, pensó que la duna era un pezón que conquistar. Con el peligro de que podía haber acabado encaramado a una teta de Raquel Mosquera, que se las saca de la camiseta, se tumba en el desierto y en Google Maps la etiquetan como la cordillera del Atlas.

Porque Mosquera no es tonta, no, así que ella y Leti decidieron subir las dunas «con inteligencia«. Lo que pasa es que Inteligencia tenía cosas que hacer en casa y no pudo ir, pobrecilla.

Las mejores fueron las Modelos. Qué manera de echar el bofe. Fíjate que estaba Spielberg viendo el programa y se ha inspirado para hacer una peli que se llamará «Las pechugas al sol», sobre la desgarradora historia de dos pares de tetas que se quedan como pasas revenidas de estar bajo el Lorenzo.

Elisabeh no tardó en quedarse atrás y Noelia no tardó en abandonarla, allí, sentada en una duna dejándose morir. Ahora hay una leyenda bereber que habla de una mujer de patas largas que se aparece herniada entre las dunas en las noches sin luna.

Los primeros en coronar la duna fueron los Toreros, que tenían otro concurso por la tarde y querían rematar la cosa rapidito. Total, sólo hacía 45 grados de nada, que si te sientas tienes que despegar los huevos del suelo con una espátula.

Los demás fueron llegando poco a poco, en posición de gato obeso, así como a cuatro patas y como si les pesaran las extremidades como jamones de Falete.

El siguiente tramo debían hacerlo en camello. Ay, amigos. Yo vi a Raquel Mosquera en el camello y se me hizo clavadita a Brad Pitt en Leyendas de Pasión. Los bereberes han pasado a llamarla Al Ag Brajam Mujaca, que significa: «Mujer con jorobas que monta camello». Cuando los niños no se portan bien les dicen «va a venir a por ti la Al Ag Brajam Mujaca». Los niños, o se trauman o sacan todo sobresalientes.

Ismael estuvo acertado al decir «El camello de Mosquera va a pedir el libro de reclamaciones«. JA JA JA. Que sueltecito y que chulito.

Las Abradelas se pusieron a cantar con coreografía de esas que eran picantonas cuando Franco era aún un niño con bigotito. Llovió. Ahora el Sháhara es un vergel y le hacen la competencia a Holanda plantando tulipanes.

¿Sabéis eso de que las modelos están buenas? Bueno pues el camello de Elisabeth y Noelia también lo había oído. Por eso se pasó toda la travesía lamiendo y mordiendo a las jamonas, a ver a qué sabían. Por la noche lo estaban enterrando, envenenado por el maquillaje.

La tercera fase de la primera parte de la primera etapa, es igual a la parte contratante de la primera parte y… perdón, que me he liado.

Vamos, que tenían que buscar agua para los camellos debajo de las piedras. Y allí se pusieron a excavar en el desierto, como el que hace un foso en la playa, para rodear el castillo de arena mientras guiris de piel púrpura pasean por la orilla.

Los camellos no querían beber. Más que nada porque no les daban agua, les daban barro cochinero. Y claro, los camellos, acostumbrados a ir de casa en casa con los Reyes Magos bebiendo agua limpita en barreño, decían que esa mierda se la bebiera su santa madre.

El caso es que en el trayecto en camello, ya fuera por despiste o porque son más tramposas que un wonder-bra, las Mosqueras se saltaron dos puntos de control, atajando camino como si al final hubiera un donut y Mosquera tuviera hambre.

Y ahí empezó el lío, porque las Abradelas se chivaron. Las Abradelas, que bien me caen. Tanto, que si tuviera que elegir entre cenar con ellas o con un par de orcos de Mordor con almorranas, elegiría a los orcos y les echaba yo mismo el hemoal.

Los Hermanos estaban por entonces como cuando estaban en GH, haciéndose los simpáticos y diciendo muchas chorradas. Les faltó lavarse los dientes delante de un espejo. ¿Es que nadie les ha dicho que en este programa nadie vota?

El caso es que los Toreros fueron los primeros en completar la etapa. Esta gente entrenaba terminators en su otra vida.

Por ser los primeros podían decidir: O clasificarse directamente y descansar todo el día siguiente, pero perder la posibilidad de ganar los 3000 euros, o competir para ganarlos. Decidieron descansar.

Pero además, debían elegir a qué pareja «desterrar», lo que implicaba no poder participar en la cena-fiesta y dormir apartados del grupo. Desterraron a los tróspidos.

Y allí se fueron los muchachos, a una tienda de campaña en lo alto un monte, a lo Brokeback Mountain pardillo. Ni que decir tiene quién iba a morder terruños y quien no.

Allí, solos, calentando unas tristes salchichas como penes de chiuahua, eran la pura estampa de la desolación. Eso lo hacen en la Puerta del Sol y la gente les echa monedas.

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A todo eso llegó la movida. Las Abradelas, que se ganan la vida suministrando veneno a una empresa farmacéutica, se chivaron delante de todos los demás y de Raquel Sánchez Silva de lo del atajo de las Mosqueras.

Y no lo dijeron sin más, porque al poco llegaron las imitaciones ofensivas, los lloros, los teatros y las indirectas de esas que se las echas a un carro de combate y les haces un agujero en el blindaje.

Y es que las Abradelas viven en un drama contínuo, como si su vida fuera un folletín de cuando la mili se hacía con lanza. A estas dos les dio su primer papel Lope de Vega. Después de contar con ellas le dejaron de llamar lo de Fénix de los ingenios.

El caso es que al día siguiente, en la salida de la segunda parte de la primera etapa, a las Mosqueras las bajaron un puesto en la clasificación. «Lo siento, Raquel, de verdad», dijeron las Abradelas.

FALSAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA Madre del amor hermoso, señores y señoras. Si le ponen un polígrafo en ese momento, explota el aparato. Si la Abradela sentía que jodieran a la Mosquera a mi me dan pena los mojones que se van al tirar de la cadena.

Pero aquello no hizo sino de acicate para la Mosquera, que para desesperación de Leti empezó con sus «esprines». Veréis, en un momento dado gritaba: ¡¡ESPRÍN, ESPRÍN!! Y salía echando leches que si tiras a King África por un barranco no ves un culo gordo moverse tan deprisa.

Que zancadas, oye. Ahora mismo está Usain Bolt estudiando los vídeos para mejorar su técnica y pensando en ponerse unas mamellas talla 210 para correr como la Mosquera.

Y las Abradelas no pudieron con el ESPRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN, y Romi acabó vomitando en pleno desierto, dejándolo todo perdido. A ver quién friega eso ahora.

La segunda parte de la segunda parte de la primera etapa consistía en tres camiones sin ruedas. Los primeros en llegar decidían en qué camiones iba cada pareja, formando grupos.

Los hermanos fueron los primeros y decidieron que ellos iban solos en un camión y repartieron a los demás en los otros dos.

La cagaron como cagaban los diplodocus cuando comían plantujos en mal estado. Porque su idea era irse solos y retrasar a los demás, pero no contaron con que siendo dos eran solo dos para montar dos enormes ruedas de camión.

Y no es que sean precisamente los chavales mecánicos de Fernando Alonso, que mira que hicieron el patán para apretar cuatro tuercas… Si alguna vez vuestra vida depende que estos dos os arreglen el coche, es mejor que os echéis un par de avemarías y os deis por jodidos…

Después de eso la cosa se precipitó. Llegaron a unas ruinas donde debían encontrar cajas dentro de las cuales había serpientes, que debían contar. Si acertaban el número, les daban un mapa bueno, si no, les daban un mapa que más les valía enrollarlo y metérselo por el culo.

El caso es que Las Famas y los Tróspidos, que habían estado por detrás toda la carrera, se hicieron con el mapa bueno, lo que les puso en cabeza. De hecho, las Famas ganaron la etapa y los 3.000 euros, y los Tróspidos quedaron segundos.

Los demás, por el medio.

Y en la cola… Bueno, por un lado las Modelos, con Elisabeth sufriendo desmayos duna sí, duna no, y los Hermanos con el mapa chungo y encima interpretándolo mal, que se hicieron una ruta turística por la zona, por la zona de África, digo, porque creo que hasta pasaron la frontera con Mauritania.

Pasó, claro, lo que tenía que pasar, que los Grandes Hermanos, acostumbrados a estar en una casa tocándose los huevamenes a dos manos todo el día, llegaron los últimos y se fueron a su casa. OOOOOH.

¡No olvidéis que aunque haya acabado Gandía Shore aquí se comenta de todo! ¡Reality blog show nunca cierra, amigos!