Hola a todos amores.
Pues sí, Rafa es el ganador de La Voz.
Ayer noche estaba España y parte de Portugal llena de alegres heavys en las calles celebrado su victoria y con el saldo del móvil pelao.
Miles de melenas se agitan desde la madrugada, ni los apaches habían visto tantas cabelleras al viento y las fuentes de las ciudades (las fuentes de cerveza) se han llenado de gente sacando los cuernos.
Amigos, hoy pasará a la historia como el día del orgullo heavy.
Pero no adelantemos acontecimientos y vayamos por partes para contar cómo fue la gala, la final de La Voz en la que Rafa de proclamó ganador.
La noche comenzó con la ingesta por mi parte de una bebida de esas energéticas de lata estrecha. No me hizo ná. Para eso me había tomado un orujazo que me sale más barato. Y yo que me veía como el rey de las tarimas, chavales.
Dopajes aparte, ayer fue el cúlmen del horterismo. Si los horteras hicieran una convención anual para mostrar sus peores galas, sería muy parecido a lo que anoche se vio en La Voz.
Algunos ejemplos:
– La chaqueta de color azul mar contaminado de Jesús Vázquez. Eso sí, con sus ventajas, porque la solapa ribeteada de reflectante es muy práctica si pinchas una rueda del coche y te bajas a cambiarla. Está homologada por la DGT, no hace falta chaleco amarillo.
– La chaqueta de terciopelo color berenjena desvaído de Melendi. Confeccionada con la tapicería de las butacas de una sala X abandonada, resultaba elegante a rabiar. Bueno, resultaba más de rabiar que de elegante, la verdad.
– Los zapatos de brillantes rosas de Mika. Ayer los padres de este muchacho corrieron al notario a desheredarle por miedo a que se pusiera esos zapatos en su entierro.
¿¡¡Es que en este programa nadie se puede poner ropa normal, de esa con la que no te pegan en el metro!!?
Los cuatro finalistas cantaron con Mika. Con Mikael, fiú, fiú, que ha venido de Raticulín a cantar la gracia de padre etenno. Aquí podéis ver la actuación:
Al acabar la canción, Jesús Vázquez hizo de Javier Cárdenas y se puso a entrevistar a Mika. Lo malo era que no le entrevistaba, sino que le preguntaba y luego no le dejaba responder, chillándole en la cara. Bisbi también se animó a hacerle preguntas profundas al muchacho como ¿te lo estás pasando bien en España?
Allí todo el mundo quería demostrar lo bien que habla inglés. Bueno, Rosario no. Le tenían que haber escrito en un papel: yu ar a monstruer, para que pudiera decir algo.
Al principio de la gala los porcentajes estaban así: 7%, 20%, 26% y 47%. Yo me la jugué y avancé que en ese orden eran: Maika, Pau, Jorge y Rafa. La cagué sólo en el orden de Pau y Maika. Ya me he recorrido de rodillas el camino de Barbate a L´Hospitalet de Llobregat en penitencia.
Sí, esta misma noche. Yo es que ando de rodillas que me las pelo.
Salieron los coaches y después, los asesores y se montó un festival de besitos y abrazos. Les faltó empezar con un «hola, me llamo fulanito y llevo un mes sin beber». Parecía una fiesta de pijamas, pero de pijamas de felpa a cuadros y camisones de franela.
Tiziano no estaba, porque se ha roto un pie (seguramente se habrá disparado él mismo, a lo Froilán, para ahorrarse el mal trago de La Voz), pero los demás venían súper motivados.
A Antonio Carmona se le ocurrió decir que Jorge era el mejor y Melendi y Malú saltaron como macarras a defender a los suyos. les faltó nada para liarse a hostias en medio del escenario. A los espectadores que estaban a pie de tarima faltó nada para que se liara una como en Spartacus y les salpicara la sangre.
No os voy a contar todos los duetos, tríos y solitarios que se hicieron en La Final de La Voz porque eso parecía una película porno, todos con todos y agarrando micrófonos como si no hubiera mañana.
De hecho, os planteé un reto matemático que aún nadie ha resuelto:
Si tenemos cuatro concursantes, cuatro coach y siete famosos (entre invitados y asesores), y cada concursante puede cantar solo, haciendo dúo o trío o quinteto con asesores o los famosos, ¿cuántas combinaciones se pueden hacer?
Pues ayer las hicieron todas, joder.
Quiero destacar a Pau. Más que nada porque es un sinsangre que desespera. Si hace una versión del Gangnam style la pueden poner en misa de doce.
Malú se puso no obstante, a animarle en plan hollygan. Le faltó lanzar bengalas y hacer un tifo. «Pau desde que dispuso un pie en este plató…». Sí, amigos, Pau dispone los pies. No los pone, ni pisa, sino que los pone a disposición.
Cada vez que Pau canta me pongo en tensión mirándole la boca, porque parece que se le va a salir la dentadura. ¿Sabéis que Mazinger Z lanzaba los puños? Pues Pau lanza la mandíbula de abajo. ¡Quijada fuera! y mata a sus enemigos.
Maika, por su parte, domina el escenario como nadie. Como nadie que no quisiera protagonizar un anuncio de laxantes, porque la pobre mujer, intentando darle sentimiento al asunto ponía caritas y se meneaba como si algo no fuera bien con su digestión.
Cuando le tocó salir a Rafa, Jesús Vázquez le definió como «un chico con cuerpo de heavy y corazón tierno». ¿Con cuerpo de heavy? ¿Como es el cuerpo de los heavys? ¿Tienen todos el mismo? ¿Si nace un heavy diferente lo abandonan en un pub de pop? ¿Hay heavys calvos?
El muchacho cantó Show must go on, de Queen. Con dos cojones como sandías en bancal.
Por entonces, los porcentajes estaban así: 30%, 28%, 23%, 19%.
Jesús Vázquez recomendó leer el libro de La Voz en el retrete. ¿Sabéis?, ese libro está ya en la Biblioteca Nacional. El resto de volúmenes se apartan en la estantería para no tocarse mucho. Ah, no, perdón, me informan de Biblioteca Nacional que lo usan para calzar un sofá del vestíbulo.
También cantó Eros Ramazzoti, alias nariz taponada, con Rafa y Maika. Y sí, Ramazzoti estaba también en esta ocasión congestionado. El día que alguien le regale un inhalador de Vicks a este hombre le hacen un hombre nuevo.
Jorge cantó El día que me quieras. Pues espera sentado, chato.
Le han pusieron en el escenario unas fogatas, para que se calentara las manos mientras canta. El caso es que le hacían unas tomas con las llamas delante que parecía el increíble hombre ignífugo.
Al acabar, Rosario le aduló: «Esta canción no la sabe cantar casi nadie porque es muy difícil«. Sí, esta canción es como pilotar un Boeing u operar un cerebro: muy difícil.
Bisbi y Rafa se arrancaron a cantar Hijo de la luna, de Mecano. Ahora ya si que os digo que a Rafa le odian en todo el mundo heavy. Cantando a Mecano, por el amor hermoso. En los conciertos heavys se queman efigies de Mecano, joder. Supongo que se lo perdonaron, porque hicieron una versión cañera de las de «hola hijos del metal, yo me desayuno seis poperos y luego cago indies».
«¡Tengo la petaca cerrada!», dijo Malú. «Abridle la petaca», dijo Jesús Vázquez. Eso parecía un diálogo de película para adultos. «Oh, sí, así, ábreme la petaca, déjamela seca papito». Y así.
El caso es que Malú se arrancó a flamenquear un poco con su hermano, que es uno de los guitarristas de la orquesta.
Rosario se animó y salió a bailar al escenario. Ayer se puso bragas también. Y sólo las bragas quiero decir. Esta mujer no tiene ni un solo pantalón en el armario. Se tomó demasiado en serio lo de «hagas lo que hagas, ponte bragas». Debieron decirle «hagas lo que hagas ponte bragas, pero joder luego ponte algo encima».
Rosario y Jorge cantaron Te quiero de Nino Bravo.
Nino Bravo se estaba retorciendo en la tumba. ¿Sabéis los zombies? Pues son todos músicos y se levantaron de sus tumbas para evitar que les jodieran las canciones.
Y entoooooooooooonces comenzó la recta final, o sea, en la que fueron tirando gente del tren, siempre con una sonrisa. Eso parecía el día después de las elecciones: todo el mundo se sentía ganador.
El primero en ser descartado fue Pau, que ha llorado cada vez que le han salvado y cuando le echan dice que está bien y sonríe como si le hubieran dicho que al final no le tienen que hacer el tacto rectal.
¿Y a dónde se fue el veterano de La Voz? Pues Pau-fuera.
JA JA JA JA
Perdón. Ya me estoy despellejando la espalda con el látigo de siete colas para redimirme del chiste.
La siguiente en irse fue Maika. Un error, teniendo en cuenta que al lado de Maika Jorge es un zurullito de caca de un perro salchicha.
«Media españa es heavy y la otra media es aflamencada, dijo Jesús Vázquez. Las dos Españas.
Heavys y flamencos inmersos en una guerra fratricida por ver quién lleva el pelo más largo y más bonito. Unos haciendo aaaaaoooo, y uuuuuuuuaaaa y los otros haciendo los cuernos y centrifugando melenas. Una escena dantesca de destrucción y violencia.
Y ganó Rafa.
¡TOOOOOOOOOOOOOOMAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡Esa es la Vooooooooooooooo (cántese con voz como de que te están agarrando fuerte los testículos) ooooooooooooooooooooooooz!
Se acabó el programita, qué rápido han pasado los tres meses.
Ya sabéis, ahora Rafa tiene un contrato con una gran discográfica. Yo soy él y por dar la nota les digo que quiero un disco de polcas.
En fin, recordad que se acaba La Voz, pero no este vuestro blog, que seguirá al pie del cañón con Gandía Shore y comentando otros tantos realities y otros programas que hay en antena.
¡¡GRACIAS A TODOS POR ESTAR AHÍ!!