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Un lacrimógeno final para ‘Perdidos en la Tribu’

Hola a todos.

Como bien sabéis ayer acabó Perdidos en la tribu.

Como ya sabréis, las tres familias fueron aceptadas en las tribus. Una muestra más de que esa gente no tiene tazas del váter, pero que son mucho más civilizados que nosotros es que allí sólo hacen falta 30 días para sacarte la nacionalidad.

¡Y sin papeleos! Solo tienes que comer gusanos o escarabajos, matar cerdos, cazar cocodrilos, pescar tiburones, saltar encima de toros… vamos, mucho más fácil que vértelas con la administración.

Pero no nos demoremos más y pasemos a ver cómo fue la despedida de las familias. Hoy, para variar, empezamos por los consejos.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

CONSEJO: El jefe de esta tribu siempre parece cabreado. Lo mismo está diciendo que te quiere y te va a alfombrar de claveles la Gran Vía, pero parece que se está acordando de tus muertos hasta tu antepasado neandertal.

Antes de nada se echó un poco de flores diciendo que su tierra estaba llena de peligros (mentir no mentía) y que para ser kamoro hay que ser fuerte y valiente.

A Rafael le dijo que siempre ha puesto interés en aprender, que es fuerte y tiene buen corazón y que ama a su familia… pero claro, lo de la pesca tenía que salir, porque Rafael no pesca ni los resfriados aunque estén en el súper y de oferta.

A Ana Mari le dijeron que al principio tuvo problemas con la comida y las costumbres, pero que tenía una luchadora dentro (no en el sentido literal, en plan te cabreas y eres Hulk) y que había trabajado y les había divertido con los juegos de su tierra.

Rafa no fue menos piropeado, y le dijeron que siempre fue valiente, que cazó y pescó, que pasó su karapao y bailó el kaware, pero que no consiguió pescar solo, que un kamoro lucha hasta el final.

A Mila le recordaron una vez más, que la pillaron haciendo como que se comía los tambelos, esos deliciosos gusanos que se crían en un tronco putrefacto, pero que ha cambiado para bien.

Así que a partir de ese momento pasaban a ser una familia kamoro. Y ya está, sin funcionarios y sin libros de registro.

Entonces todos se pusieron a abrazarse. El primero en hablar fue Favi, el frustrado pretendiente, que le dijo a Rafael «al final te llevas a Mila«.

¿Y a que no sabéis quién lloró? ¡¡Enriqueta!! Esa mujer si no llora no es feliz.

Y con ella, se puso a llorar hasta el apuntador. No llovió porque los angelitos no sintonizan Cuatro, que si no…

El pobre Rafael consolando a un niño kamoro desecho en lágrimas, Favi llorando pero intentando frotar cebolleta con Mila… Vamos, que Enriqueta debía estar pensando que menudo fiestón.

A la mañana siguiente salía la familia vestida de kamoro y con las maletas, que con ese atuendo indígena les sentaban como a un cristo dos pistolas.

Y ahi comenzó la primera sesión de lloros masivos. Ana Mari diciéndoles que si iban por España, que allí tenían su casa (porque es lo más fácil, que les pille de paso España).

Entonces se los llevaron al hotel. Allí les recibieron con unas toallitas. «Qué bien huelen y qué blancas son» dijo Ana Mari.

Entonces entraron en su suite y comenzaron a hacer comentarios ligeramente paletiles, tipo ooooh, aaaaaah, uuuuy…

Tras la impresión de su vuelta a la civilización, llegó el maqueo. Hay que ver cómo se ha quedado de delgado Rafael. A mi me hacen falta un par de meses con los kamoro. A ver si pido las señas.

Ya en casa, y después de ser recibidos por el perro y saludar a cosas a las que aman, como el sillón o el microondas, les tocó recibir a Nuria Roca, que les puso un vídeo que no os engañaré, alguna lagrimilla a mi se me escapó.

En él, el jefe de la tribu les decía que están tristes y que con el tiempo Rafael habría aprendido a pescar. Enriqueta le dijo a Ana Mari que pensara en ella como una madre y luego salió Favi, que tiene más moral que el Alcoyano, y que le dijo que nada, que no importaba, que ellos estarían juntos.

¡¡Y 50.000 euritos del ala!! (Eso sí, menos la parte que se queda hacienda).

Mi más sincera enhorabuena. Ésta ha sido, sin duda, la mejor familia de las tres y la que más merecía el premio.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

CONSEJO: Les dijeron que cuando llegaron eran débiles y estaban asustados y que pensaron que no durarían mucho, pero que ahí seguían, compartiendo sus vidas.

A Miguel le dijeron que era muy valiente y un buen matacerdos y que había caminado con paso firme y que su única debilidad había sido su familia.

Marcos tenía preocupados a los de la tribu, porque aunque su paso por Tanna había sido positivo pero que su cuerpo no se acostumbraba.

A Raquel le dijeron que nunca pensaron que fuera tan fuerte, pero que su temperamento no había cambiado y que a veces era irrespetuosa.

Edi también había mejorado como madre y esposa, aunque su camino había sido más difícil y era la menos feliz de su familia.

A pesar de todo, como habían cuidado de su huerto y tenido su propio cerdo, y porque les quieren, les daban la bienvenida a la tribu.

Y les dijeron una cosa muy bonita, que antes que con ellos habían tratado con blancos, pero que nunca vieron en ninguno el amor que habían visto en ellos. El consejo tenía lagrimillas en los ojos.

Al día siguiente salieron de la choza… y sustazo. O al menos yo me lo habría llevado porque estaba toda la puñetera tribu esperándoles y mirando fijamente. Parecían los niños del maíz, pero morenos.

La familia española se puso a regalar ropa y los de la tribu se pusieron a regalarles estatuillas, bolsos, colgantes, pero a cascoporro, que no sabían donde meter tanto trasto. No descarto que se les pueda ver en algún mercadillo colocando el género.

Nuestra amada Pija no debe haber hecho pis todavía del mucho líquido que gastó llorando. Si eso lo ve Franco, le hace un pantano debajo de los ojos.

La Mama también lloró lo suyo, que disgusto se llevó la mujer, con lo que le había costado amaestrar a las mujeres.

Ya en la furgoneta, como vieron que Marcos estaba muy triste, Edi le dijo que no se preocupara, que podía volver a verles cuando hiciera el viaje de novios. Lo más normal, vamos. «Cariño, que de ir a Cancún, nones: nos vamos a coger cuatro vuelos y a recorrer 15.000 kilómetros para ver a unos amigotes míos«. Lo dicho, lo normal.

Casi me muero de la risa cuando vi como los turistas hacían fotos a la familia. Tenían que flipar viendo a una familia blanca vestida de nakulamenes.

El que les recibió en el hotel iba vestido como ellos. Me juego algo a que era la primera vez que el portero no pensó que su uniforme era lo más humillante de su trabajo. O eso, o creyó que le traían ayudantes.

Edi fue llegar al hotel y ponerse berraca. «Quiero una noche loca» le dijo al «probe migué», que no parecía muy contento con las ganas copulatorias de su esposa nakumane.

La Pija se dio un baño en jacuzzi, entre espuma, donde dijo «me voy a poner como las estrellas». A mi me recordó más a un agujero negro, tanto desaparecer entre la espuma.

Se pusieron todos de punta en blanco para la cena. Miguel no sabía dónde meterse cuando la Pija se puso a hablar inglés estilo Opening, o sea, incompleto.

Edi sacó ooootra vez el tema feminista y la Pija la apoyó diciendo que «si estoy un poco más allí llevo a todos los hombres rectos».

La Pija es la leche. Estuvo 30 días viviendo en la selva y llega al hotel y se pide para cenar Carpaccio, o sea, carne cruda. Toma ya.

Y como es una mujer de mundo y modales, y quiere ser asesora de image, en plena cena se puso a contar cómo cagaba y como los cerdos se comían la mierda que ella echaba. Educadísima la niña.

Una vez en España llegaron a su casa como los picapiedra, llamando a berridos para que les abrieran, «yayaaaaaaaaaaaaaaaa» decían.

La yaya bajó, no se si asustada, y de lo primero que le dijo la prima fue «que tenemos el premio, que tenemos el dinero«. No sabemos si le preguntó por su salud después…

Una vez en casa, cada uno saludó a lo que más querían: Marcos a la Play y la Pija, a su ropa.

También les pusieron un vídeo emotivo que no veas. La Mama dijo que cuando cocinara se acordaría de ellas. No sabemos si aliviado por no tenerlas allí.

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

CONSEJO: Ya habían pasado allí 30 soles y 30 lunas , así que les hicieron el repasito y les dieron el veredicto.

Salva: Al principio no tenía autoridad sobre su familia, pero con decisión y liderazgo ha conseguido ser un hombre obediente y hacer obedecer a su familia.

David: Cuando se negó a entrenar pensaron que no se atrevería a saltar los toros, pero lo hizo. Sin embargo (y en esto estoy de acuerdo) su mayor éxito fue aprender a dominar su ira.

Raúl: Les gustó desde el principio, pero no ha hecho cosas que cualquier joven de bien hace, como degollar cabras. Mira, en esto no estoy de acuerdo. ¿Os imagináis que en las escuelas de aquí les enseñaran a degollar? Lo que nos faltaba…

Raquel: Despreció que le pusieran ocre en el pelo y lo que es mucho más sorprendente: no quiso que le dieran latigazos. Vamos, que siempre ha estado incómoda entre los hamer.

Cande: Despreció la comida, el agua y la ropa y ella como madre debió dar ejemplo. Vamos, que un NM (necesita mejorar, para los jovenzuelos que no conocisteis la EGB).

Sin embargo… no son los mismos que cuando llegaron y han conseguido vencer a sus demonios, así que les dieron la bienvenida a la tribu entre abrazos miles.

Me dio un poco de miedo el momento Bruja de Blair colocada que tuvo Raquel grabándose con la cámara nocturna.

Cande intentó hablar, pero la mujer se emocionaba, así que no se le entendía mucho y los de la tribu la miraban como de medio lado, en plan ¿pero qué le pasa a esta tipa?

Salva fue más práctico y conciso y dijo: «Me sabe mal, pero me tengo que ir«, o sea como el que va el domingo de visita y no soporta más a los anfitriones.

Las mujeres de la tribu lloraron un poco, pero los hombres hamer tenían una sonrisa de oreja a oreja, no sabemos si porque son unos hombres fuertes o porque estaban contentos, no sé si me explico.

El caso es que la tribu les despidió con unos canturreos, que como no los tradujeron, no sabemos qué significaban.

A la llegada al hotel les dieron las inevitables toallitas húmedas, que devolvieron negras como los cojones de un grillo.

Salva le declaró su amor a la taza del váter en cuanto la vio, sentándose, y apremiando a la familia para que se largara, porque iba a conocerla en el sentido bíblico de la palabra.

Los demás se volvieron locos al verse en el espejo y encontrarse tan delgados.

Atención al kilo y medio de mierda que salió del peinado de los clics de Salva. No se atascó la bañera de puro milagro, porque parecía que se estuviera bañando la cosa del pantano.

En la cena, para demostrar que son gente de mundo Raquel y Raúl se pidieron espaguetis con tomate. Cómo les gusta arriesgar. Por cierto les podían haber puesto una mesa más pequeña y más bajita… ja ja ja

Una vez en su casa, el sofá ejerció una atracción sobrenatural que hizo que toda la familia se empotrara en él y no se moviera nada más que para ejercitar los lacrimales y llorar.

Nuria Roca también tenía un vídeo para ellos: Un joven de la tribu decía que conocerles era lo mejor que le había pasado (claro, en medio de la sabana africana no debe haber muchas opciones de ocio…) y una mujer que el tiempo que estuvieron fue especial (no sabemos si especial como el tiempo que pasas en el dentista sacándote una muela).

El jefe dijo que lo primero que pensó al verles fue «¿Pero éstos de dónde han salido?». No dijo qué fue lo último que pensó… Y para despedirles les cantaron la canción de los cullons, la aportación cultural de los Rovira Mezcua.

Y amigos, hasta aquí Perdidos en la tribu. Pero este blog, que no para de recibir llamadas de la Real Academia, sigue al pie del cañón.

¡Nos vemos!

NOTA: Gracias por la corrección del dios londinense…

Si eres un cerdo… No vayas a ‘Perdidos en la tribu’

Hola a todos. Hay que ver cómo nos dejaron los de Perdidos en la tribu, con el consejo en los labios y sin saber qué familias lograrán ser aceptadas por la tribu.

Pero vayamos al comentario erótico-festivo de la última entrega.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

Nuestra amiga Raquel, más conocida como la Pija, habla el nakulamenés mejor que los miembros de la Real Academia de nakulamenelandia. Es la Cervantes del nakulamenés. Que facilidad para los idiomas.

El caso es que la Pijomilia debía hacer de anfitriones de un fiestón al que irían a gorronear todas las tribus vecinas. Supongo que lo primero que pensaron es ¡Y nosotros sin ferrero roché!

El caso es que mataron otro cerdo. Concretamente el cerdo de la pijomilia, que ya ves tú que regalo, se lo dan y a los diez días lo tienen que matar para compartirlo…

En el próximo cumpleaños hago lo mismo.

El caso es que esta tribu se busca cualquier excusa para matar un cerdo, ¡no han dejado de comer puka desde que llegó la familia blanca! No, Tanna no es un buen sitio para ser cerdo.

El caso es que para el cóctel las mujeres volvieron a pintar a las chicas de Power Ranger jubilado. «Cómo les gusta el recargue, métele, métele» dijo la Pija. Pues claro, para eso es asesora de imagen.

El esperpento, digo el atuendo, lo acabaron con una falda de hawaiana del todo a cien, de muchos colorines y un tocado con pluma a lo cabaretera del lejano oeste.

Lo peor de lo llevaron los hombres, a los que pusieron dos plumas en plan orejas de burro, como las que me ponían a mi por cazurro en la escuela. Es más, en el colegio se planearon ponerme unos implantes, total, las llevaba más tiempo puestas que quitadas…

Pero no hablemos de mis traumas infantiles. El caso es que Edi, esa mujer dura como el acero, lloró porque la tribu fue a felicitar a Marcos por su cumpleaños. Si le hacen el feo al chaval de no ir, a la madre le da un síncope.

El caso es que se puso a llover en el pantagruélico banquete y la Mama aseguró que eso es porque alguien les había envidiado y les habían mandado lluvia.

¿Y a nosotros este invierno quién nos ha envidiado? ¿los ingleses? ¿los alemanes? ¿Dios? ¡Si no ha parado de llover!

La pija y la pija máter se empeñaron en llevarse a la Mama a España. No me imagino lo que iban a disfrutar llevándosela de compras y vistiéndola a lo Pretty Woman.

CONSEJO: Del consejo sólo nos dejaron ver algunos comentarios de la tribu. A Miguel le dijeron que su única debilidad había sido su familia. Toma piropo para la familia. A Marcos le dijeron que como ha estado enfermo muchos días eso va a ser su cuerpo, que no se adapta a la forma de vida nakulamene. A Raquel, que a veces es irrespetuosa y dice cosas que no debe. Y a Edi… que ha sido la menos feliz.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Lo primero que hicieron fue acabar la canoa, con una buena manita de pintura, lo que con total seguridad hará que les suba la cuota del seguro. Mira, los kamoro también bautizan los barcos, pero como son menos derrochones, en lugar de champán (que deben tener a espuertas pero no lo quieren gastar) estampan una concha contra la borda.

Y con su canoa nueva Rafa y Rafael se fueron al kaware, un ritual guerrero para honrar a los muertos, aunque con los berridos que daban en el ritual más que honrar a los muertos lo que hacían era despertarlos.

Después, los hombretones kamoro regresaron a la playa y se bajaron de las canoas como las señoras en las rebajas, corriendo y chillando a ver quién llegaba primero.

Pero no todo iba a ser cachondeo y grititos.

Padre e hijo tuvieron que coger su canoa (no llevaba la L reglamentaria detrás) y remar a alta mar, donde Tiburón III a lo esmirriado (porque he me he comido sardinas más grandes que los tiburones que pescan ahí) debía ser capturado. Pero Tiburón III tipo hobbit no apareció, lo mismo estaba de vacaciones en Torrevieja, mordiendo chicha de jubilado alemán.

El caso es que después de dar de comer carnaza a medio océano, que eso más que pescar era alimentar a los peces, se volvieron con la canoa llena… de aire.

No veáis el cabreo que se cogieron los de la tribu, que ya se las prometían muy felices esperando ponerse ciegos a pescado. «No te perdonaré que no pesques, Rafael» les dijo antes de irse el jefe de la tribu. El Padino no lo habría hecho mejor.

Así que como los machos no habían traído ni para el aperitivo, mandaron a las mujeres a los manglares a por tambelos, que son unos apetitosísimos gusanos que viven en los troncos podridos.

Ana Mari y Mila tuvieron suerte y se encontraron con la madre de todos los troncos podridos. Y ahí se dieron a la tarea las muchachas, arranca que te arrancarás tambelos, que eso parecía La matanza de Timikansas.

Y así las mujeres regresaron triunfantes a la playa con los tambelos, y con alegría les recibieron los hombres al ver los tambelitos… hasta que se los tuvieron que comer, claro.

«Esto es todo vitaminas» dijo Ana Mari, pero ni por esas. Mila acabó haciendo esfuerzos para no echar los tambelos a escape.

Después, la familia se puso a especular si la tribu les calificaría en plan evaluación continua o por examen final.

CONSEJO: No se vio ná de ná (ná interesante, digo).

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

La Dominguilia está desatada, tanto, que Cande, esa mujer salerosa, se arrancó imitando a gente de la tribu (después de que imitaran a la familia) con gran éxito, hasta que se puso a imitar a uno más seco que un polvorón caducado, que se cabreó.

Luego la familia blanca que quiere ser hamer se puso a enseñar fotos. Que espectáculo. Al ver al perro lo primero que dijeron es que parecía apetitoso.

Pero eso no fue lo peor, aunque al perro se le debe haber puesto el rabo de corbata al verlo ahora en casa. Lo peor llegó cuando vieron al novio de Raquel.

Entonces dos jovenzuelos dijeron «¿y éste es el que se acuesta con Raquel?». Bueno, así lo tradujeron en los subtítulos, pero por el tono a mi me da que lo dijeron de una forma menos suave.

Después llego un momento borrachera del tipo «tío, como te quiero, tío, eres cojonudo», cuando Cande se puso a repartir fotos y todos se emocionaron por la pronta despedida.

Poco después, a los hermanos se les ocurrió preguntarle a uno de la tribu por las cicatrices que llevaba en el pecho. Madre mía, en buena hora. El caso es que al interfecto cuando era niño los de la tribu de los Gueleb le mataron un hermano, así que él, ni corto ni perezoso se fue al poblado vecino y se cargó a tres.

Vale, los Gueleb son un poco cabrones, pero no veas lo rencorosos que son los hamer

El caso es que como los blancos se van decidieron celebrarlo a lo grande (no se, pero hay que reflexionar cuando la fiesta de despedida es más grande que la de llegada…)

Y claro, si para las fiestas medianillas matan una cabra, para esta mataron una vaca. Los hamer son como inspectores de hacienda pero sin corbata, se pusieron a chuparle la sangre a la vaca. Ni que decir tiene que ni David ni Raúl quisieron…

¿Flacided, descolgamiento, sequedad? ¡¡Caca del estomago de una vaca!! Se acabaron las cremas caras, te untas la cena a medio digerir del pobre bicho y te pones más sano que un tomate.

El jefe de la tribu no debió ver bien a la dominguilia, así que les montó una terapia de grupo. Para que se soltaran un poco les dio de beber (vete tú a saber qué).

Y la cosa funcionó, bueno más o menos. El caso es que todos acabaron sincerándose y llorando a moco tendido. Lo que no sabemos es qué le parecería al jefe de la tribu…

CONSEJO: Tampoco vimos mucho.

¿Quién será aceptado? ¿Os atrevéis a predecirlo?

Los secretos de «Perdidos en la tribu», desde dentro

Hola a todos.

Lo prometido es deuda. Montse, la madre de la familia Carrión-Roldán ha respondido a las preguntas que le hicisteis (bueno, y alguna que le hice yo) sobre su participación en el programa de Perdidos en la tribu.

¡¡Gracias Montse!!

AQUÍ ESTÁN:

Marina: Yo quería preguntarle a Montse que si ha vuelto a ver a los himba desde que terminó el programa y que si no es así, si sigue teniendo contacto con ellos de alguna forma…

Pues no hemos vuelto a verles , pero nuestra intención es volver prontito a visitarles. Y si sabemos que tal están por el traductor que había en el equipo, que les visita de vez en cuando y nos informa vía mail. Un besito Marina.

Anita: En los momentos de hablar con la tribu cotidianamente, cómo se entienden. Vaya, a base de gestos y saber dos palabras sueltas no creo que se pueda interpretar ni medio bien lo que dicen. ¿Tenéis un traductor cerca continuamente?

Hola Anita pues a base de gestos nos entendimos bastante bien, y anotábamos en una libretita palabras sueltas y nos funcionó bastante. El traductor solo era para traducir los consejos nada más. Un besito.

Pepa: Supongo q va un cámara del programa con vosotros, ¿el también tiene q dormir y comer lo mismo q las familias?

Teníamos un gran equipo detrás, ellos dormían en un campamento al otro lado del río, no te puedo decir como dormían o comían por que no lo sé, pero te aseguro que no estaban tampoco en las mejores condiciones. Fue duro para todos. No había hoteles cerca como he oído por algún foro jaja. Un besito Pepa

Luis: ¿cómo hacíais para lavaros en los días que estuvisteis?

Pues no hubo ducha Luis jaja, José fue el único que se baño con el agua del pozo como todos visteis, nos lo tenían prohibido, lo intentamos un día en el río pero nos pillaron y nos castigaron, y no lo intentamos mas era una ofensa para ellos y les respetamos. Así que a base de toallitas únicamente para nuestras partes intimas. Un besito Luis.

María: ¿Cómo crees que os habría ido con el resto de tribus? Sobre todo con los de Indonesia, que tenían una mala leche…

Mira María, creo que en cualquier tribu habríamos encajado, por que nunca nos imaginamos que conviviríamos con una tribu, igual que nos adaptamos a ésta, en otra habría sido igual. Las mujeres de Indonesia me parecían súper buenas se mostraron muy cariñosas con Sonia. Un besito Maria.

Mamba: ¿Que te hubieras llevado si hubieras sabido a donde ibas que echaras luego de menos? ¿Pasasteis miedo en algún momento?

Pues me hubiera llevado un móvil para poder contarle a toda mi familia y amigos dónde estaba y que experiencia más buena estaba viviendo, Por que nadie sabía en que parte del mundo podíamos estar. Pase mucho miedo la primera noche separada de mis hijas de José y con unas mujeres completamente desconocidas para mi, no dormí nada en toda la noche, la mas larga de mi vida. Y lo que son las cosas lo que daría ahora por volver a pasar una noche igual…. Un besito Namba.

Coco: A mí de verdad me da curiosidad saber en donde hacían sus necesidades fisiológicas (mear y cagar, para entendernos) ¿Os ponían algún baño portátil?… y en caso que sea negativa la respuesta, ¿el cámara también debía irse al monte a descargar?…ah….y les daban papel de váter?…¡joder es que creo que es lo mínimo que deberíais tener!

Pues como tú dices todos al monte, nada de portátiles… jaja. Aunque la gente no cree ciertas cosas es verdad tal y como ellos viven y hacen hicimos nosotros 21 días.

Mía: ¿Cómo se hace la traducción en los consejos? sea, no creo que haya un traductor suajilés-español…

El traductor era de Namibia y nos lo traducía perfectamente pero como dije antes únicamente lo que se decía en los consejos. Un besito Mia

Ruth: ¿De verdad son las tribus así de primitivas o hacen el papelón?

Ruth nosotros lo vivimos así de real, y sí viven así, pero por que ellos quieren y son muy felices. Me indigna cuando oigo decir que si los han sacado de sus casas etc.… Yo he dormido con ellas y duermen en el suelo los bebes también y están entre excrementos de vaca. ¿Tu Ruth sacarías a tu bebe de tu casa de su cuna para tirarlo en el suelo y mal vivir 21 días por dinero? Un besito.

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando llegasteis y os dijeron que viviríais con una tribu?

Yo no me lo creía, me quede paralizada y muy confusa y más al ver a José y Marta tan contentos jaja. Pensaba esto no es real ahora nos llevaran a dormir a otro sitio con mas comodidad esto es la tele… Pero no majo allí me quede, el primer día muy mal con mucho miedo pero al segundo ya me dije Montse metalízate y adelante con lo que venga. Y así fue lo llevamos con mucho humor e intentamos disfrutar al máximo l experiencia, sabíamos que había que aprovecharlo eso no pasa todos los días.

¿Hubo algún proyecto de traer a las tribus a España?

Pues eso no lo sé, si que sé que se hizo en otros países como Holanda .Por una parte me encantaría que me trajeran a los himba con nosotros para que pudieran ver tantas cosas que les explicamos y no se imaginan, Por otra no sé si seria bueno para ellos…

¿Qué te parecen las familias de esta edición?

Pues que van avanzando mucho desde el principio, alguna era mas cerrada y parecía que no habían visto la edición pasada, pero ya se van adaptando reconozco que no es fácil. Muy valientes todas solo por estar ahí y los Segura Romero me encantan muy salados todos y muy bien adaptados desde el principio.

¿Qué fue lo primero que hicisteis al llegar a casa después del programa?

Lo primero que hicimos fue ir a ver a la familia y amigos e imaginare no poder contar nada ni lugar donde habíamos estado ni que habíamos hecho….jajaja No sé como me pude aguantar jaja. Y después ir al súper y comprar todas las cosas que se nos habían antojado allí, pasamos tanta hambre…

¿Cómo fue ver después el programa?

Lo pasamos súper bien viendo el programa desde el sillón nos reíamos un montón, cuando yo vi realmente que me decían jaja me partía de risa, no dábamos una, ellas me hablaban de una cosa y yo entendía otra. También lloramos mucho en algunos momentos. Les tenemos muy presentes cada día en nuestras vidas nos han marcado hay un antes y un después y lo mejor ha sido vivir la experiencia con nuestras hijas que hablamos del tema y sabemos realmente los cuatro de que hablamos….

Muchas gracias a todas las personas que nos han seguido y nos han apoyado con esos cometarios tan favorables. Estamos toda la familia muy agradecidos a todos ustedes por esos mails y llamadas tan cariñosas hacia nosotros que nos han emocionado tanto… No creo que merezcamos tanto ni nunca imaginamos que la gente se volcara así en una familia tan normal y corriente como es la nuestra… Mil gracias a todos y hasta siempre. Muaksss.















Con el culo al aire y saltando toros en ‘Perdidos en la Tribu’

Hola a todos. Comenzamos con el resumen de este nuestro programa favorito por la gracia de Dios.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Rafael y Rafa tuvieron que irse con los kamoro a hacerse un yate, o sea, un yatevalequenoremasná.

En toda la selva indonesia no había un árbol más grande para cortar. Con uno parecido hicieron el Titanic y aún les sobró para dos cajas de palillos de dientes.

«Eso no lo abrazo yo» dijo Rafael al verlo, tal y como dije yo cuando me presentaron a la hermana de un amigo. Madre mía que cosa más difícil de mirar. De pequeña le ponían una chuleta colgada al cuello para que el perro jugara con ella.

Pero no nos desviemos del tema. Después, Rafael, al que por cierto se le ha quedado un tipín estupendo (que pena de barriga, con lo que cuesta criarlas) dijo que se estaba poniendo negro con el arbolito. Mira, un paso más para ser kamoro.

Ya os digo que les había sido más fácil mover el poblado que mover el tronco. Además, como se nota que ésta gente nunca ha estado en un bar, ¿es que nunca han visto cómo se rueda un barril de cerveza?

Después, al vaciar la canoa, el «probe» Rafael se encontró con el mal del jubilado: Uno trabajando y seis dando instrucciones contradictorias.

Ana Mari, intrépida y con espíritu misionero, quiso que Leander aprendiese a grabar con la cámara de vídeo. Leander lo pilló muy bien. Parecía Samanta Villar, pero con menos ñoñería.

Eso sí, el hombre se soltó y ya se puso en plan creativo, como en los vídeos de bodas, poniendo a la gente a hacer el canelo, en esas actitudes que luego siempre dan vergüenza cuando te ves.

Enriqueta seguía emperrada con lo de que Ana Mari no lloró lo suficiente en el karapao de Rafa. Cómo le gusta a esta señora lo de las lloreras. Se mete a plañidera y acaba en la lista Forbes dando sopas con honda a Bill Gates.

El caso es que Enriqueta y Ana Mari entraron en un diálogo de besugos: Ana Mari: «yo lloré». Enriqueta: «no lloraste suficiente«, y así un buen rato en plan cuelga tú, no tú, no, primero tú…

Pero la muy sibilina de la Enri, fue y se chivó, la muy pertinaz. Se lo dejó caer al jefe de la tribu, en plan «no, si yo no quiero decir nada, pero claro, mira tú, que no lloró…»

Y entonces llegó la serpiente. Lo de esta tribu es un no parar. Entre espíritus y malos augurios no ganan para sustos. O sea, vives en la puñetera selva y te extraña que aparezca una bicha.

El caso es que les dio mal rollo, pero más les dio a la familia, ya que se la querían soltar en el patio de su casa. Casi me muero de la risa viendo a Rafael con el hacha, diciendo que no veía muy católica a la serpiente.

Pero si eso no le moló un cacho, no os digo cuando vio como los kamoro querían quemar la canoa, en la que se había dejado los riñones y parte del intestino delgado. En realidad lo hacen para impermeabilizar la madera y darle forma, pero claro, cualquiera les entiende.

CONSEJO: La tribu estaba muy preocupada por lo de la serpiente. Pensaron que era un chivatazo (que tribu de chivatos, oye) de sus ancestros por algo que la familia ha hecho mal y que ellos no habían visto. Vamos, que lo mismo se han llevado las toallas.

A Rafael le dijeron que es el que más lucha por ser como ellos (o sea, que tendrá que empezar a chivarse pronto). A Ana Mari, como no podía ser de otra manera, le dijeron que no lloró lo suficiente. A Rafa, que ya es un hombre kamoro, pero que se ha relajado, o sea, más o menos como pasa cuando te sacas unas oposiciones y consigues plaza. Y a Mila le dijeron que tampoco pega un palo al agua.

Su última prueba: Rafa y Rafael deben ir a pescar tiburones solos. Cualquiera hace la trece catorce de comprarlos por ahí y ponerlos en la caña… Y por su parte, Mila y Ana Mari deben buscar… bueno, no sé qué (¿tambelos?), en medio de los manglares.

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

He de romper una lanza en favor de Ukule, el artista antes conocido como David. A este chico le ha hecho mucho bien la estancia en la tribu. Llegó chulo e irracional y se va sensato y valiente.

El caso es que antes de su gran baile le pillaron por banda los jefes de la tribu para darle una charla motivadora. Joe, estos dos deberían trabajar en el Atleti, otro gallo cantaría.

Por otro lado, en señal de respeto al ukule, se tenían que pintar de blanco, incluido el hermano, Raúl, que es más blanco que la leche. Parecía un guiri playero con protección 60.

Las mujeres, por su parte, estaban encargadas de animar el cotarro, a base de cascabeles y las trompetillas esas, que yo es oírlas y ponerme de mala leche.

Las mujeres de la tribu se volvieron a empeñar en que Cande y Raquel se dejaran azotar un poquito, pero claro, las valencianas pasaron como de comer caca. Dijeron las mujeres de la tribu «se negaron, qué decepción».

También Cande y Raquel tuvieron que pintarse la cara. Qué diseños les hicieron, oye. Gaudí borracho no los habría hecho mejor. Eso sí, no veas que espabilado el que hacía los dibujitos, pidiéndole matrimonio a Raquel, así, sin anestesia.

A Cande le tocó servir el café (vamos, café, eso lo ve Juan Valdés y se arranca los ojos) pero como estaba de madre de la Pantoja, pues lo tenía que hacer con ritual, que es en plan vacile, haciendo como que se lo das al invitado, pero se lo quitas, y así cuatro veces.

A Ukule le presentaron a los toros antes del salto. «Hola, soy Ukule y os voy a pisar» debería haberles dicho, pero no, les miró como mira Jesulín a las bestias en el corral.

Al final llegó el momento y Ukule tuvo que saltar los toros. No es por quitarle méritos, pero qué toros más esmirriados. Le tenían que haber puesto seis miuras, a ver qué hacía.

Al final se decidió a saltar en pelota picada, lo que dice mucho de su valor. Le pixelaron el badajo, para que no se viera nada indecente. Yo soy él y le doy 20 euros al que monta para que la parte pixelada me llegue a la rodilla, para quedar bien más que nada.

El caso es que saltó muy bien. De hecho le cogió el gustillo y se lió a saltar y resaltar, que dejó a los toros que parecían una mesita de centro.

Y claro, llegó el fiestón padre, con todos más contentos que unas castañuelas. Le pidieron a David, que recuperó su nombre, que cantara una canción de la tierra. La verdad, no la conozco, pero contenía la palabra «collons»…

CONSEJO: La tribu estaba emocionada con el salto, como si David fuera uno de los suyos. Le dijeron que su salto había sido bello y exitoso. A Cande, que había sido buena anfitriona, vamos, que le faltaron los ferrero para ser como la Preysler. A Salva y Raúl, que han acompañado bien a David en su salto y a Raquel que por fin se ha puesto la ropa hamer. Eso sí, a las mujeres les reprocharon que debían haber pedido unos latigazos y a los hombres, que aunque han mejorado deben demostrar que tienen espíritu hamer.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

La Pijomila ha pasado por una de las cosas más traumáticas que le puede suceder a una gente de postín como ellos: les han realojado.

El caso es que la tribu decidió que ya pueden vivir juntos y les dieron una choza de VPO chula, chula. Necesitaba unas reformillas en el tejado, pero las acabaron en un momento, no como aquí que te pasas un año para que te pongan un grifo.

La Pija decidió ponerles un poco de música a los nakulamene y no se le ocurrió otra cosa que ponerles «Ojalá que llueva café en el campo», de Juan Luis Guerra. Que mala leche. Ya puestos les podía haber puesto la canción del Cola Cao

El caso es que los de la tribu se pusieron a bailar que si los ven en Hollywood los fichan para rodar «Fiebre del sábado noche en Tanna».

Luego Marcos se arrancó a bailar en plan makinero-locomía. Eso parecía el baile del enjambre. O sea, como si te estuvieran picando un millar de abejas cabreadas.

«Se quedaron de piedra cuando me vieron bailar tecktonik» dijo el chaval. Yo también me quedé así, la verdad. «Eso no puede ser bueno» dijo luego uno de la tribu. Y claro, tampoco les moló cómo acabó la fiesta «encima no nos dieron comida al final» dijo un nakulamene.

Qué vergüenza que una familia española no sepa montar un guateque. Si Cheli levantara la cabeza…

Marcos se puso con fiebre, quien sabe si por el tecktonik ese. El caso es que le untaron en la frente un mejunge, que según la Pija olía a espaguetis. La muchacha se volvió loca y quería que se lo untaran por todos los medios, pero no coló.

La Pija madre sigue empeñada en su cruzada feminista. Lo mismo la Aído le da una medalla cuando vuelva. El caso es que a la mujer le joroba que le toque trabajar y los hombres se vayan al kava. O sea, que le toca las narices que su Miguel se vaya de bares con los amigotes.

Como Marcos no mejoraba apareció el chamán. «He venido a ver al niño«, dijo. A mi eso me lo dice un cura y no le dejo acercarse a quince kilómetros.

¿Y qué tratamiento siguió el chamán? Pues la adhesión a alta presión de elementos ácidos de origen natural. Vamos, que le escupió.

Yo no se si eso cura, pero de la mala leche que te tiene que entrar viendo al colega escupirte se tienen que morir hasta los microbios. Es como una aspirina efervescente, pero a lo bruto.

Y ya que estaba a escupitajar decidió soltarle unos gapillos a la Pija madre, que no la vio con buena cara, para ver si le saca el espíritu de su marido fallecido.

Y a eso se puso el chamán, a exortizar un poco a base de escupitajos. Este hombre se tiene que descojonar después en su casa… seguro que le llevas el coche a reparar y te echa un gapo en el motor.

«Voy a escupirte y a limpiarte» dijo. ¿En qué quedamos?

Según los nakulamene, la tribu blanca procede del hijo de una mujer y una serpiente al que se lo llevó una riada y que rodó mucho y se quedó blanco. Toma ya, por eso me notaba yo la piel seca.

CONSEJO: La tribu está feliz porque se adaptan bien, pero tristes porque se tienen que ir pronto. A las mujeres les agradecieron que cumplan sus obligaciones con alegría (para que luego diga la Pija madre).

A Raquel le dijeron que siempre les enseña cosas nuevas, pero que sus bailes son un poco raros y libertinos. Vamos, que lo de frotar cebolletas en los agarrados no les va. A Marcos le dijeron que tiene fiebre porque se enfrenta a cambios (lo mismo le van a salir pelillos ahí) y a Miguel le dijeron que es distinto (para bien) de cuando llegó.

El caso es que ahora la familia blanca debe ser anfitriona de un fiestón para toda la tribu. Y luego se me enternecieron todos, pobres, pensando en la despedida. Sobre todo la Pija, que oye, tiene un corazoncito enorme.

Se la juegan al borde de un volcán en ‘Perdidos en la tribu’

Se reían mucho del pobre Lingae porque le daba miedo, pero lo cierto es que era el único sensato.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

El caso es que la tribu Nakulamene decidió llevarse a la pijomilia a ver su volcán, porque ¿qué tribu que se precie no tiene un volcán?

El caso es que se fueron tal cual, o sea, ellos sólo con un taparrabos y ellas con unos preciosos vestidos de paja seca. Es bien cierto que eran unas imágenes espectaculares, pero a mi ver saltar la lava y no tener ni un calzoncillo puesto me habría dado mal rollo…

¡No es como si te salpican con agua de rocío, precisamente!

Pero vayamos al principio. La cosa comenzó con una carta que le envió a la tribu el amigo Felipe de Edimburgo, que como sabéis, es el hijo de su dios. A la llegada de la carta se pusieron todos a bailar. Anda que si yo hiciera eso con cada email que me mandan…

Los tíos son como Joaquín Cortés, pero sin penas de cárcel. Qué expresividad, que movimiento, que duende, oye.

El caso es que se reunieron todas las tribus para oír el contenido de la carta, que les leyó el listo de la tribu, el que había estudiado.

Espero que no anduvieran mucho, porque la carta tenía dos frases. Más o menos decía así: «Me enteré de que la espichó el tío Anselmo, oye que lo siento mucho, ¿eh? Hala, a seguir bien». Si no es muy literal la traducción perdonadme, pero es que mi nakulamenés no es muy bueno.

Felipe de Edimburgo, ese hombre de largas cartas… Para eso podía haber enviado un SMS. Anda que no tiene que costar pasta enviar una carta a Tanna. Yo habría acabado la carta, por aprovechar el gasto, «Vendo Opel Corsa».

Bueno, por otro lado, la pija, que ya habla el nakulamenés mejor que los de la tribu, tuvo que cumplir su castigo. Se la llevaron las jóvenes de la tribu a recoger hojas frescas para que los demás se sentaran.

Como a las jovenzuelas les jorobó sobremanera tener que ir cuando la castigada era Raquel, se vengaron cargándola como una mula romera.

A Edi, como dijeron en el consejo, la untaron con aceite de coco, para que no se le acercara el espíritu de su anterior marido. A juzgar por cómo la dejaron, no se le va a acercar ni el anterior ni el de ahora.

Raquel y Edi se pusieron a enseñar fotos de su familia. Cuando llegaron a una en la que sale Raquel con su perrito ésta afirmó muy orgullosa: «Y no me lo comí«.

Mientras, Miguel y Marcos se ponían ciegos a comer chicharras, que están de temporada. Son como los níscalos del lugar.

CONSEJO: En general están contentos con ellos, sobre todo porque visten (o más bien desvisten) como los nakulamene. A Marcos le dijeron que cada día están más orgullosos de él. A Miguel, que es el bastón que sostiene a su familia. A Edi, que aún no se ha liberado de su primer marido y a la Pija que ha cumplido su castigo y ha aprendido lo que cuesta cuidar a los que amas. Además les dijeron que podrán vivir todos juntos en su propia choza.

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

Esta familia es súper tikismikis. ¿Os podéis creer que Raquel, la hija, no quería dejarse azotar? De verdad, qué descarada.

El caso es que lo que sí se dejaron ella y Cande fue llenarse el pelo de mier… digo de ocre.

«Lo hacen adrede, para joder» dijo Cande. Efectivamente, amiga dominguera, lo llevan haciendo miles de años por si algún día llegabas tú, jorobarte.

Raquel, esa mujer que llamó al programa y metió ahí a su familia, lo llevó aún peor. «Es lo más dramático de mi estancia» dijo. Vamos a ver, que sólo le ponían un poco de arcilla con mantequilla en el pelo, no escorpiones cabreados por las almorranas…

Que queréis que os diga, peor fue la peluquería que le hicieron al padre, a Salva. Vino un peluquero de mucho prestigio en la zona, una especie de Llongueras pero con la voz normal.

El caso es que le hizo un peinado tipo casco de los clics que ya lo querría para si Lady Gaga. Y como suele ocurrir cuando lavas el coche, o como en este caso, sales de la peluquería, se puso a llover. Y que te pase en Galicia en pleno invierno, vale, pero que te pase en verano y en África…

Para rematarlo, le pusieron una pluma en lo alto. Más cachondeíto: Salva, tienes pluma.

El jefe de la tribu se cabreó con Raquel por no llevar puesta la ropa hamer. «Es la última vez que te lo digo» le advirtió. ¿Qué le costará a la intrépida Lisa Simpson valenciana ponerse la ropa?

Raúl tenía que matar una cabra, pero como el chaval quiere más a los animales que el amigo Félix, pues tuvo que ser su padre el que la degollara, que para eso se pasa el día con cadáveres, como buen repartidor de pollos que es.

Eso sí, luego leyeron las tripas de las cabras, que es como leer la mano pero con peor olor, y el augurio fue favorable.

Como Ukule, el artista antes conocido como David, debe estar fuerte para saltar cuatro toros mal puestos y quietos, pues le llevaron un cuenco de leche con miel. Sólo él podía tomarla, así que el resto de la familia miraba con cara de ansia. Como me miran a mí las chicas en las discotecas, vamos. Bueno, más o menos.

CONSEJO: A Salva le dijeron que por fin es el líder de su familia, que salvó el honor de Raúl al matar él la cabra. A Cande, que está muy guapa con el pelo lleno de ocre. A Raúl, que les ha decepcionado, que debe dejar de ser un niño. A Ukule, que antes estaba dominado por la ira, pero que ha aprendido a controlarse y a Raquel, que deje de quejarse todo el rato y se ponga la ropa hamer.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Madre mía, que currado les quedó el bitoro para Rafa. Y luego los ayuntamientos se dejan la pasta padre en esculturas chungas para poner en las rotondas.

El caso es que Enriqueta ya tenía ganas de fiesta, y aprovechando el karapao de Rafa, pues montaron un fiestón de antología.

Por lo pronto, por la playa llegaron los invitados, todos juntos, que eso parecía una batalla del Señor de los Anillos, pero en versión playera-rave.

Eso sí, todos llegaban llorando como unas magdalenas. Ellos decían que por emoción y alegría, pero a mi me parece que es como en las bodas de aquí, que te invitan y te han jorobado el presupuesto de seis meses.

Rafa se puso a bailar como la niña del exorcista imitando a la gallina turuleta. He intentado hacer esos movimientos, pero a mi no me debieron poner alguna articulación.

El caso es que para ser hombre, el amigo Rafa se tuvo que pasar toda la noche en vela escuchando los tamborcitos dentro de la cabaña. Joe. A mi me hacen eso y no me convierto en hombre, me convierto en el cabreado Hulk.

El caso es que por la mañana, su madre, Ana Mari, le tenía preparadito el desayuno: cangrejos vuelta y vuelta y almejas con masa.

Enriqueta se cabreó con Ana Mari, porque ésta lloró poco en la conversión de su hijo en hombre. Eso sí, Rafael, el padre, se dio una pechada a llorar que no meó en una semana del líquido que perdió. Que sentío es. (Y eso que lo hacía por cumplir).

CONSEJO: Que ahora la tribu tiene un kamoro blanco, lo que debe molar más que tener a Copito de nieve. A Rafael le dijeron que estaban orgullosos de él, por haber participado en la construcción del bitoro. A Ana Mari que había estado muy bien el el ritual, que la vieron disfrutar. A Mila, lo mismo. Y A Rafa, que por fin es un hombre kamoro, que ahora sólo tiene que demostrar si además es un guerrero. Además, lo hombres deberán construir una canoa y las mujeres hacer pintura blanca.

¡POR CIERTO! ME ACABO DE HACER UN PERFIL EN FACEBOOK (QUE MODERNO SOY). Para el que quiera ser mi amigüito.

Culos al aire y falditas de paja en Perdidos en la tribu

Hola a todos. Un nuevo y emocionante pase de Perdidos en la Tribu. Sin más dilación, veamos el resumen de la última entrega.

¡¡SORPRESA AL FINAL, ATENCIÓN!!

Comenzamos:

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

Esta familia es más flojilla que el papel higiénico sujetando el ancla de un barco. David (más conocido como Ukule) y Raquel volvían a estar malos, como también lo estuvo Raúl. Estos chavales son como imanes de la enfermedad, pobres.

Pero sus padres no son mucho mejores. Cande, la madre, lo hace todo con desgana, parece una funcionaria la jodía (mis respetos a los funcionarios, sobre todo a los de hacienda…).

Los miembros de la tribu les tienen que repetir todo el rato que están allí porque quieren, que son ellos los que quieren convertirse en hamer.

El caso es que los hombres de la familia (David no, que estaba malo) se vistieron de Hamer. Atención a los gallumbos del Carrefour que lucía el dominguero padre, que tras vestirse dijo: «parezco el Rey León». Que tío. Qué festival del humor.

Y le tocó el turno a Cande, que claro, como debe ser que espera salir en Interviú no quiso quedarse en bragas y sujetador para vestirse. Se quería poner la ropa Hamer encima de la camiseta, lo que cabreó sobremanera a la modista hamer que le traía el modelito.

Eso sí, al final se metió en la choza, se puso el bikini (espectacular) y se calzó encima la ropa hamer. Eso sí, con la gorra puesta.

Después los hombres de la tribu se pusieron a construir el recinto sagrado para el ritual de David, alias Ukule. (Debe ser por u-ku-lejos está eso, me canso).

El padre demostró valor, quejándose sólo cada cinco minutos: que si una astillita, que si tengo que sujetar esto, que si me he pillado… Y mientras, David Ukule, de miranda, porque él no podía participar, para su regocijo.

Raquel, esa muchacha cultureta pero atrevida a lo Lisa Simpson que metió a su familia dominguera en una tribu en medio de Etiopía, por fin salió de la cabañita y se puso la ropa hamer, pero eso sí, encima de la ropa.

Una de las ceremonias de iniciación de Ukule es tomar un cafelito. Joe, así me inicio yo también… El caso es que esta tribu no hace nada tranquilo, el cafelito se lo toman tocando las trompetillas esas molestas. Van a un estadio de fútbol y los echan por ruidosos. Eso sí, también hubo bailecito.

Pero yo me pregunto: ¿Ha viajado a África Leonardo Dantés? Porque parece el coreógrafo de la tribu… que belleza de movimientos.

No voy a comentar el intento de Cande de enseñarles el Paquito el Chocolatero porque la tía ni siquiera se lo sabía bien… y no tiene letra.

CONSEJO:

De nuevo les pidieron que se piensen si quieren ser hamer. A Cande le dijeron que había despreciado su ropa. A Raquel, que se pasa el día enferma y hace que todo el poblado se sienta mal. Y a las dos, que se deben poner ocre en el pelo, como las mujeres hamer (reaccionaron muy airadas, como si les hubieran pedido darse a la coprofagia allí mismo).

A Salva le dijeron lo de siempre, que manda menos que un cabo retirado, y que le van a peinar a lo hamer. A Ukule, el artista antes conocido como David, que comerá mejor, para tener fuerzas para saltar los toros y a Raúl, que debe ayudarle.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Las chicas de esta familia, que es la que mejor me cae, también tenían que vestirse como las mujeres de su tribu. Les pusieron unas prendas tipo armadura de la edad media, pero más finitas.

Ana Mari se arreglaba con esmero, hasta quedar arregladita pero informal, que es como se debe ir a todos lados: con chándal, sí, pero con tacones.

A los machos de la familia les pusieron las tradicionales falditas kamoro. Agüita con los calzoncilos naranjas que lucía el amigo Rafael. Creo que los vi desde mi ventana, ¡qué refulgir!

La vestimenta, más bien escasa y descocada, se completó con una sesión de bodypainting de infarto. Pero de infarto del susto, digo, con esos redondelitos en las tetillas.

Y tras esto se marcaron un bailecito para el karapao, que no es un insulto sino un ritual. El baile era para presentarle a Rafa a sus ancestros. Claro, el baile lo hace más informal: aquí mis ancestros, aquí un amigo.

También deben hacer una casita para la conversión de Rafa en kamoro. Lo primero que preguntó el militar fue «¿hay que andar mucho?». Qué espíritu quillo. Espero que a este pobre hombre no lo manden a una guerra y que si le mandan, sea una pequeñita, que el enemigo quede cerca.

El caso es que se hicieron la casita en un santiamén. Si eso lo ven los que en España han puesto pasta para una cooperativa y no les han movido ni la tierra, se me inmolan.

Eso sí, el chiringuito peligraba, porque lo hicieron en la misma playa, y a saber hasta dónde llegará la ley de costas.

Los kamoro son muy brutos. No había un árbol más grande para cortar. Y como se les quedó enganchado, pues cortaron otro. Madre mía. Y claro, el tronco luego hubo que llevárselo…

Casi me muero de la risa cuando Favi le dice a Rafa: «te podemos dar a Balbina y así me quedo yo con Mila«. Ja ja ja. Parecía que estaban cambiando cromos.

Nueva muestra de lo brutos que son los kamoro. La familia malagueña sacó una diana y unos dardos (otra cosa sin la que nunca viaja uno), pero los darditos esos amariconadillos no les molaron a los kamoro, que sacaron sus lanzas para dar a la diana. Ni que decir tiene que la diana duró un suspiro.

CONSEJO: Que lo hacen todo con orgullo y alegría. A Rafael, que como ha ayudado podrá acompañar a su hijo en el ritual karapao. A Ana Mari, que de nuevo será ella quien le de su primera comida a Rafa, cuando nazca como kamoro. Y a Mila, que debe ayudar alimentando a los hombres de la tribu.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

Para que el convite de la boda fuera de postín, los nakulamene se llevaron a Miguel y a Marcos a cazar un cerdo salvaje. Ahí comenzaron las escenas tipo El proyecto de la Bruja de Blair, con la cámara recorriendo la selva a todo meter.

Al volver, el amigo Miguel, ese jovenzuelo, estuvo a punto de perder la virginidad con una rama. Le faltó el canto de un duro para hacer caca a escape.

Como al cerdo le mordieron los perros (eso era como la caza del zorro, pero sin chaquetas rojas) al llegar al poblado la pija madre y la pija hija exclamaron soliviantadas «¡Ay, le habéis pegado«.

Una cosa hay que reconocerle a la pija: habla muy bien el nakulamenés. Es la que más palabras sabe y la que mejor entiende, aunque a veces haga traducciones libres.

Y llegó el momento en que tuvieron que vestirse los varones. Bueno, más bien desvestirse, porque lo único que tenían que llevar era un taparrabos, con lo que es la manguera metida en un canutillo.

El proceso de vestimenta parecía un cuarto oscuro: se veía la cabaña y se oían cosas como «no siento el pene» o «a ver qué tocas».

Por fin salieron con el culo al aire, para descojone de la pija y pija máter. De hecho, la pija fue a colocarle el taparrabos a su hermano y uno de la tribu le tuvo que decir «no toques el namba de tu hermano». Toma ya.

A ellas también las vistieron, con unos sujetadores a lo Madonna años ochenta. Cualquiera mete mano ahí, se te queda empalada. Como el conjunto se complementa con una faldita de paja uno de la tribu, que es un cachondo les dio un consejo: «cuidado cuando os acerquéis al fuego, o saldréis ardiendo». Muy tranquilizador.

A Miguel le tocó matar otro cerdo. La pijahija y la pijamama nunca quieren mirar, pero miran. Ay, el morbo.

Para la boda a las mujeres les pintaron la cara de power ranger revenido. La pija pregunta, «¿estoy buena?«. Mejor no contestarle a la pobre.

Y llegó el bodorrio de Pijamama y Miguel. Hubo regalos para todos, pero ni un sobre con dinero. A ver quién paga el convite.

A la pija le pareció cutre que uno de los regalos fuera una patata. ¿Qué esperaba, un bolso de Chanel?

Y como todas las bodas, la cosa acabó con un baile, pero sin corbatas en la cabeza y sin barra libre.

CONSEJO:

A Raquel, uy, perdón, a la pija, le dijeron que cumpliera y enseñara la foto de su novio, y se la dio a los miembros del consejo, que le preguntaron por el chaval: ¿Es un hombre de paz y justo? ¿Caza y pesca? ¿Cuántos cerdos tiene? ¿Cuidará de sus hijos?

Que no se me olvide añadir todo eso a mi currículum.

Al final le perdonaron y se libra de casarse con un nakulamene.

A Miguel le dijeron que están orgullosos de él, porque es el que está más en armonía. A Edi, que están felices de que se haya casado y que se debe untar cada día aceite de coco.

A Raquel, que no se lo está tomando en serio. Que debe quitarse el pañuelo de la cabeza y portar hojas frescas para que los demás se sienten.

Y a Marcos que ya había masticado kava, que debe ser como pimplarse el primer botellín.

Y sanseacabó.

SORPRESA:

Montse, la madre de la familia Carrión Roldán, de la primera edición del programa, está dispuesta a responder a nuestras preguntas. Es más maja que las pesetas y si le dejáis vuestras preguntas sobre su experiencia en los comentarios se las paso y nos las contesta.

¿QUÉ QUIERES SABER DE PERDIDOS EN LA TRIBU?

Belén Esteban en todas partes: hasta en una tribu de Oceanía

Hola a todos.

Un nueva edición de Perdidos en la tribu, que por cierto, nos cambian a los domingos, después de Perdidos. Mucha perdición me parece a mi para un domingo…

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

Qué fuerte lo que ha descubierto la pijomilia: los nakulamene tienen al hijo de su Dios reencarnado en el príncipe Felipe Mountbatten-Windsor, duque de Edimburgo. Toma ya.

Y encima el cachondo del príncipe está encantado, tanto, que invita a los de la tribu a visitarle en Londres, como el que invita a la tía del pueblo…

Pudimos ver las fotos de los nakulamene vestiditos de traje con el pavo real, eso sí, con sus lanzas, para ir arregladitos pero informales.

Eso sí, los pobres indígenas están esperando a que vaya a verles él… Espero que no tengan prisa.

El caso es que eso le dio la excusa perfecta a la pija para sacar el ¡Hola! que toda buena asesora de imagen lleva siempre a mano. Y sí, les enseñó a nuestros príncipes, pero también a la Belén Esteban.

Y les enseñó a decir «arriba la Esteban» y «por mi hija maaaato«. Pobres criaturas, ese es el progreso que les lleva el hombre blanco.

Por otro lado el hijo, Marcos, está cada vez más lanzadito. El otro día sacó de la maleta lo que cualquiera de nosotros llevaría a la selva: unas cuantas pelucas, una caca de coña, unas gafas de ojos saltones, una bolsa de pedos…

Casi me muero al ver al nakulamene con la caca de coña en la boca. Eso sí, la que no se rió una mierda fue la Mama, la matriarca, que se cogió un berrinche de padre y muy señor mío. A la pobre mujer le daban miedo las coñas

Yo también habría llorado al ver mi tribu convertida en un atajo de zombies con el pelo de colores.

Como en Tanna no hay concejales de urbanismo la tribu no dudó en regalarle una parcela a la familia. Oye, qué glamour da eso. «Tengo una parcela en Cuenca…» «¿Ah, sí? Pues yo tengo una en Oceanía…»

Casi me desco… descoloco cuando estaba Miguel, el padre tallando un pez (con poca gracia, la verdad) y le dice el de la tribu: «me está entrando sueño de ver cómo tallas la madera«, ja ja ja

CONSEJO: A Marcos le dijeron que era tímido, pero que se está soltando, que les gusta el cambio. A Edi y Raquel que no se esfuerzan lo suficiente (más que nada buscando bichos para pescar). Y llegó el tema del matrimonio: A Edi y Miguel los quieren casar, y a Raquel también, con un jovencito. Para evitarlo debe enseñar a los jefes de la tribu una foto del novio.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Si algo son los de esta tribu, son unos cachondos. Podrían irse a Málaga y sólo destacarían por llevar las tetas al aire. A lo mejor ni por eso.

A Ana Mari le dijeron que si no quería tener más hijos, que su marido ya parecía embarazado… pobre Rafael, con su barriguita cervecera.

El caso es que nuestro querido militar se tuvo que hacer una lanza Kamoro. Para hacerla se van a la playa, buscan un trozo de barco y lo funden. Claro, lo de la lanza le quedó muy bien, como es militar sabe de esa cosas. Eso sí, de cargar el trozo de hierro llegó: «Eslomaíto».

Mientras las mujeres haciéndose falditas, y Ana Mari preocupada porque ella la quiere más minifaldera.

MIentras, Mila está muy agobiada: la quieren emparejar con uno que se llama Favianus, que no se si es un nombre del Señor de los Anillos o de Villanueva del parrajal.

El caso es que el muchacho está en plan acoso y derribo, pero en plan fino, no como aquí, que somos más brutos que un condón de ganchillo.

El muchacho pescó para ella una tortuga marina y se la llevó al atardecer a una ensenada para liberarla como símbolo de su amor. «Estaremos juntos al salir y al ponerse el sol», le dijo. A mi me hace eso y me caso con el kamoro y con su padre si hace falta.

(Y aquí regalando rosas de los pakistaníes mientras miramos el escote…).

Pero Mila le dio calabazas, porque tiene novio (a ver cuántas tortugas le ha regalado el pollo ese). Pero Favi tiene más moral que el Alcoyano y no se rinde.

Y llegó el sustaco padre. La mismísima Bruja de Blair se habría cagado en la escoba del miedo.

Resulta que un espíritu maligno salió de la selva para robar un niño. Os juro que los dibujos que hicieron en la arena del espíritu acojonaban. Ya os digo que a mi me pasa eso y me meto en el mar y no paro de nadar hasta que me encuentre un alemán quemado por el sol en las costas españolas.

Pero nada, para eso están los chamanes. El tío llegó a lo CSI, investigó un poco la choza, echó unos conjurillos y asunto resuelto. El caso es que el espíritu estaba un poco chinado porque a Rafa, que es blanco lo iban a hacer un hombre kamoro.

Y para olvidarse de los malos rollos la familia se montó una fiesta malagueña con todos los ingredientes, incluido el jamón, que la tribu se comía a dos carrillos, los jodíos.

La indígena más conocida como Enriqueta nunca pierde la ocasión de ponerse un traje de flamenca y echarse unos porrillos de los suyos. Y Favi, muy avispado, intentando marcarse un regaetton (o como se escriba) con Mila. Ahí, en plan cebolletero.

CONSEJO: Que su transformación va a comenzar. A Rafael le dijeron que hizo muy bien su lanza, pero que a ver si la estrena en una cacería. A Ana Mari que disfruta trabajando y que eso está bien. A Rafa, que no se preocupe por lo del espiritillo, que con el exorcismo que le hicieron va que se mata. Y a Mila que no se haga la dura y se líe con Favi.

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

La domingomilia está de capa caída. Les pusieron muy poquito. Entre lo poco que pudimos ver estaba la transformación de David en un hombre Hamer, lo que pasa por vestirse como ellos. Al principio el chaval parecía encantado de llevar el badajo fresquito, pero luego vimos que se había dejado los calzones.

Braveheart estaría muy descontento con él y su forma de llevar la falda. Aunque claro, teniendo en cuenta de que hay escorpiones por ahí, a lo mejor es más práctico llevar la cabeza de la tortuga dentro de la concha

El caso es que también le dieron una especie de palito con el que debe señalar a la chica que quiera para él. Toma ya. Aquí se ponen a vender palitos de esos y se los quitan de las manos. Madre mía que chollo en las discotecas.

A Raquel la tienen enfilada. Dicen que es una escaqueada. El caso es que las mujeres de la dominguilia también tienen que hacerse su ropa, esta vez con pieles de cabra. Raquel se puso una y comenzó a desfilar… y las de la tribu se preguntaron: «¿por qué anda como una cabra?».

El jefe de la tribu está muy cabreado con Salva porque no es el jefe de su familia, así que lo mandó con sus hijos a pastorear, a ver si les ponía rectos. Pero no, fueron los hijos los que le pastorearon a él.

Las mujeres de la tribu se encontraron un escorpión y como juego super chuchi diver se dedicaban a tirárselo entre ellas y a Cande con un palo. Me parto, ríete tú del balón prisionero.

El caso es que al final Cande lo pisó y dijo David, con unas dotes de observación que ni Sherlock Holmes: «Está súper muerto«. Claro, porque también podía estar sólo un poco muerto, o muerto regular…

«Raquel, puta» le dijeron a la hija. Pero na, significaba, «Raquel, cose». Eso sí, tuvieron cachondeíto que no veas.

CONSEJO: Que se esfuercen por mejorar, que sus vidas van a cambiar. A las mujeres les dijeron que habían trabajado bien la piel. A los hijos, que les cuesta obedecer a su padre. A Salva, que no les lidera bien, y a David que va camino de convertirse en un Nakulamene.

Encantadas de que las azoten en ‘Perdidos en la tribu’

Más vale tarde que nunca. ¿A que no os lo imagináis? ¡Bingo, problemas con el blog!

Bueno, allá vamos con mi visión del último pase de Perdidos en la tribu.

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

Pero qué mal lo pasa la amiga Cande, la cabeza de familia de la dominguera familia. Y es que se los llevaron de parranda a un festival, el más importante para los Hamer, que es cuando un joven en pelota picada salta encima de unos toros puestos en línea.

Pero os aseguro que eso no fue lo más espectacular. El acto central de la «fiesta» eran las mujeres hamer, que acosaban a los jóvenes para que éstos las azotaran con unas varas.

Los pelos como escarpias, ya os lo digo.

Al principio Cande se lo pasó teta, bailando con las mujeres y su trompetilla. Hasta se desató la mamá dominguera, saltando incluso cuando se había acabado la música.

Pero fue ver lo de los azotes y la pobre se echó a llorar desconsolada. Además, les dijeron que se acercaran a mirar de cerca. David, que es muy sensible, les dijo «no os acerquéis, que os meten«.

Aunque claro, este chaval con más mundo que Willy Fog también denominó el ritual como una «rave». Sería por el garrafón que les dieron al principio… O por el chungo que le dio a su hermano, Raúl, que estaba pocho.

A David le encantó lo del toro, y aseguró muy chulito que él lo hacía igual, pero sin empelotarse (¿tendrá algo que ocultar? ¿No quiere hacer comparaciones con el hamer que saltó y casi le parte la grupa a los toros con el asunto?), así que le van a preparar un fiestón en la aldea.

CONSEJO:

Los hamer no estaban muy contentos con ellos. Más que nada porque se los llevaron a su ritual más importante y no se lo pasaron bien. A Davd le dijeron que saltará los toros, pero que para llegar ahí debe pasar por otros muchos rituales antes. A Cande y Raquel, que les queda mucho por aprender y que deben ponerse a confeccionar ropa hammer para toda la familia. A David y Raúl los van a poner de nuevo al frente del ganado y al dominguero padre, Salva, que debe hacer de sus hijos unos buenos hamer.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Esta es la familia que me cae mejor. El caso es que se los llevaron a por sagu, que es una especie de harina con la que os kamoro hacen una especie de pan. Se tardan cinco horas en llegar a donde están los árboles de donde los sacan, que es como si aquí nos pillara lejos el mercadona.

El sagu sabe a «coco algo pasaíllo» según Rafael, el padre.

Para preparar el sagu los kamoro montan un laboratorio que haría sospechar a cualquier Guardia Civil que se precie. Es una especie de filtro de café, pero a lo bestia.

Y mientras las mujeres amasan y preparan una masa blanca y polvorienta (más sospechas para la benemérita) los hombres se fueron a poner trampas para jabalíes.

Las ingeniosas trampas parecían sacadas de un manual ACME del Coyote: una cuerda con un lazo atada a un palo.

Pero claro, los cerdos no pasan a menudo por las trampas, así que se tuvieron que quedar a dormir en la casa de los horrores: un chabolo hecho polvo con goteras, bichos, caca en general…

Pero la noche toledana mereció la pena: pillaron dos cerdos como dos soles. Manduca la para la tropa, complementada con unas sabrosas larvas, gordas como dedos de estibador de puerto. «Si no comes te voy a azotar» le dijeron a la madre, un poco reacia a probar semejante manjar.

CONSEJO:

Les dijeron que están orgullosos de ellos. A Rafael, el padre, le dijeron que por fin había cazado y que estaba más cerca de ellos. A Rafa, el hijo, que muy bien, pero que no esté triste por los cerditos. A Mila, la mujer que nunca habla, que trabajó sin miedo en la jungla, pero que no quiso comer larvas y a la madre que se puso triste por dormir en la jungla. Ellos también deberán vestirse como el resto de la tribu.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

La pijomilia, mezcla de pija y familia comenzó su jornada haciendo un corral para el cerdito que les regalaron, pero se fliparon e hicieron una cerca que ya la hubieran querido en Alcatraz.

Y claro, para cuando el cerdo esté bien gordo le hicieron a Miguel su propio garrote para cargárselo. Porque en la tribu Nakulamene no hay nada más sexy que ser matacerdos… ¿Les pasará lo mismo a los que trabajan aquí en los mataderos?

La pija se puso a maquillar a las mujeres de la tribu, a las que les gustó tanto como una sesión de tortura china. Las depiló, las cortó el pelo y les pintó la cara… Y consiguió que las pobres mujeres parecieran unos esperpentos. Si se presentan así en la aldea de al lado les dan un susto que se mueren los vecinos.

Por si fuera poco, se puso a enseñarle frases a uno de los hombres de la tribu, lo que derivó en una conversación tipo Gollum que comenzaba a dar miedo. Eso sí, lo acabó con una frase súper original: «me estás estresando».

Pijifrases presenta… ¡Las pijiperlas!

«Tengo los pies sensibles y débiles de una chica de ciudad». «Era arena ascos». «Llevo una gamba en el chochete».

A ellos también les tocó comer bichos. A la madre, Edi, que además de pija es pava, elegía los escarabajos como el que elige bombones: por el color. Luego hacía como que se los comía, y los tiraba. «Como no te guste te doy en la cabeza» le dijo la matriarca, siempre comprensiva.

Y llegó el problemón: A Raquel, la pija, le dieron a comer carne, que ella pensó que era cerdo, pero no: era perro.

Y la mujer, que es muy sensible pensó que era su propio perro, muerto tiempo antes y se cogió una llorera fomentada por las burlas de Miguel y su hermano, que se partían de ella.

Al final acabaron llorando todas las mujeres de la tribu, incluida una niña que menudo disgusto se cogió.

CONSEJO:

Les dijeron que empiezan a ser una gran familia, aunque hay costumbres que no asumen, como el comer perro. Les dijeron que a la tribu les asustan las costumbres de la familia, pero que tratan de comprenderles.

A Miguel y Marcos les dijeron que fueran más comprensivos con Raquel. A Edi que sea mejor esposa, que no trata bien a Miguel. A Raquel que para que sea feliz en la aldea, le van a buscar un marido. «Pero es que tengo novio» dijo la pija, cosa que no pareció importar al consejo… Y puestos a casar, también van a casar a Miguel y a Edi.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Tetas secas en ‘Perdidos en la tribu’

Si es que las mujeres hamer son así de prácticas. Como el niño (que es más grande que yo) tenía hambre, pues le dicen a Cande y a su hija que se saquen una teta y se pongan a darle leche. Y Cande: «si esto está más seco…».

Mal, Cande, mal Raquel. La leche materna es como los chicles, siempre hay que tener uno cerca, por si te piden.

Pero entremos en materia detenidamente:

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

A David, ese chaval amante del buen humor y las buenas maneras, lo pusieron el primer día de castigo a amasar caca. Nada como unos buenos truños de vaca para que se te bajen los humos. Eso sí, cometieron el craso error que todos hemos cometido alguna vez fregando: empezar por la puerta y quedarse atrapado al final de la estancia.

Claro que ellos no estaban fregando, sino esparciendo mierda por el suelo…

Poco después se pusieron a enseñar a la tribu a jugar a la petanca. Porque, ¿quién se va de aventura y no se lleva la petanca? ¡¡Kit se supervivencia básico!!

Raquel, esa mujer que es como Lisa Simpson pero menos amarilla, lo estaba pasando mal. «Tengo un dolor de vientre que te cagas» dijo. Que bonita paradoja.

Por otro lado, hay preguntas que no se le deben hacer a un jovencito delante de su madre. Como por ejemplo cuando David y Cande estaban aprendiendo a ordeñar y le preguntaron a David si no había ordeñado nunca. Ejem.

Tremendo cabreo de Cande, esa mater familias, cuando descubrió que el agua para lavarse tenía barro.

¿Pero qué pensaba esta mujer? ¿Que esa tribu africana que vive en chozas hechas con caca tenía al otro lado de la colina un SPA de cinco estrellas? Eso sí, después de decir que con ese agua se cae la piel a cachos va y dice a su marido: «Salva, lávate». Esta mujer quiere enviudar.

Tremendo comportamiento impertinente de Salva encarándose con el pobre Hamer… Aunque claro, yo también estaría cabreado si mi mujer quisiera enviudar.

David, ese hombre que quiere ser policía, al final saltó los palos de entrenamiento. Eso sí, se los pusieron tan cerca del suelo que parecían el propio suelo. Ya verás cuando se encuentre con los toros, y pasándolos en pelota picada…

Por fin llegó el remedio para Raquel: Tripas de vaca encima de la cara. Está claro, si no lo puedes echar por abajo, lo echas en forma de pota por arriba. «Las tripas de cabra nunca fallan» dice el curandero. Pues nada, a partir de mañana me dejo de llevar aspirina al trabajo y me agencio un tupper con unas tripitas buenas. Ya verás el del puesto de al lado cuando me duela la cabeza.

CONSEJO: Básicamente, los pusieron a parir: lo primero que les dijeron, con más razón que un santo, es que están allí voluntariamente para ser como ellos, que a veces se les olvida.

A Raquel le dijeron que sus mujeres trabajan con dolor. A Cande que es la cabeza de familia y les dolió que les despreciara el agua. A Salva que qué vergüenza que su mujer sea la cabeza de familia. A Raúl que parecía ausente, pero que ha mejorado y a David que por fin saltó los palos, pero que se esfuerce más. Y a todos, que como despreciaron su agua, no se lavarán hasta que llueva.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Pues haciéndose el tamborcito pasan los días. Se fueron a buscar la madera y a Rafael, el padre, le picó, como a su mujer poco después, una hormiga en el pie. Y digo yo ¿tendrá algo que ver con el atractivo olor a queso o con caminar por la selva con chanclas? Cuarto Milenio está en ello.

El padre es valeroso que no veas, eso sí, a tiro hecho. Vieron un lagarto en un árbol y mando al hijo a por él. Eso sí, cuando el pobre bicho estaba en el suelo le dio la del pulpo con un palo. Si no le hacen parar planta ahí mismo al pobre bicho cual semilla de amapola.

Y después de apalearle va y le llama al bicho Kiwi, en lugar de Wiki. Claro como lo vio verde… Eso sí, la madre lo vio claro: «Un wiki me tomaba yo ahora».

El caso es que se pusieron a hacer el tambor, que es como hacer un porro gigante. Y para pegar la piel al tambor… ¡Sangre! ¡Dí que sí, si es que llevamos superglue en las venas! No vuelvo a comprar una barra de pegamento. Ni celo. Nada, a sangrar y a pegar.

Eso sí los kamoro son muy higiénicos: antes de dejarte el brazo como un campo de pruebas de misiles te lavan con un poco de agua… El resto es como ir a donar sangre, pero sin refresco y sándwich al final.

Tremendo desfile con «Enriqueta» vestida con el picardías de Ana Mari. Porque esa es otra: nunca vayas a la selva sin tu picardías. El caso es que la mujer kamoro estaba de buen ver… Porque está casada y no va a las discotecas, que si no se le tiran al cuello.

CONSEJO: A Rafael, el padre, le reprocharon que mandara a su hijo a por el lagarto, pero bueno, como dio sangre… A Ana Mari que está cada vez más integrada y que las mujeres están contentas con ella. A Rafa, que es valeroso y buen cazador. Y a Mila que está mejorando.

A todos les dijeron que debían demostrar su valor como familia y que se los llevaban a buscar buena comida. Lo dicho, los kamoro son capaces de llevárselos al mundo perdido a cazar a King Kong.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

¿Cómo va a cazar esta gente si va por la selva descojonándose?

Al cámara que iba con ellos le tienen que dar un plus de peligrosidad: casi se lo cargan con una flecha.

El caso es que al final sólo pudieron cazar en plan traicionero, o sea, a unos pobres murciélagos que estaban echando la siesta.

Marcos, muy valiente, se subió a por uno de ellos. Mientras, los de la tribu descojonaditos perdidos, que más que de caza, parece que van de tripi, los jodíos.

Sin duda alguna, la peor de la familia es Edi, la madre. Se pasa el día con cara de miedopena y agobiando a los niños a más no poder.

Raquel es muy observadora, y al ver al murciélago lo primero que le llamó la atención fue la «chufa» del murciélago. Para mi que estaba haciendo cálculos proporcionales: 20 centímetros de bicho, cuatro de chufa… No, mi novio no la tiene tan grande.

Frases célebres de Raquel: la exploradora glamourosa:

«Parece un osito de peluche». Sí, clavao. Abrázate tú a eso.

«Nunca había visto un murciélago tan en directo». Claro, los había visto en diferido.

«No entiendo porqué coméis cosas tan raras». ¿Cómo es que no se acercan al Mac Selva?

En fin, el caso es que a Miguel le tocó sacrificar un cerdo, y como todas las cosas en la tribu, se hace a lo fino: Con un palo más grande que mi calle.

El caso es que lo hizo bien y el bicho no sufrió demasiado (que no debe ser poco, ojo). Le han nombrado matador de cerdos oficial de la tribu. Toma ya, para ponerlo con el Inglés en el currículum.

Y tras matarlo, había que chamuscarle el pelo. La madre, insoportable con Marcos: Así, campeón, muy bien, ten cuidado, ánimo amor… Espero que no esté presente el día que el chico pierda la virginidad. «Muy bien Marcos, así, toca teta, toca teta».

Y comiendo, come esto Raquel, Marcos, comes poco, que estás en edad de crecer… Madre mía. Soy yo y me voy con los domingueros a Etiopía. Eso sí, luego va de liberadora de la mujer. Si antes hubiera habido mujeres como ella… Las mujeres todavía no votarían.

Además, estuvieron bailando con los espíritus, cosa a la que las chicas de aquí ya están acostumbradas, porque anda que no bailan en las discotecas con fantasmas

COSEJO: A Edi le dijeron como siempre que deje de agobiar a sus hijos, que les contagia de su miedo. A Marcos que cada día parece más nakulamene y que no tema las cosas nuevas que lleguen a su vida. A Miguel, que es muy valiente y que está ganando un hueco en la tribu para su familia. A Raquel, que les hace reír y que les es difícil enfadarse con ella.

Así que les regalaron unos collarcitos para ellos y unos bolsos monísimos para ellas.

¿Qué os pareció a vosotros?

Perdidos en la tribu: pulgas y piojos para todos

Es lo que tiene la madre naturaleza, que es generosa a más no poder. Y en el caso de Perdidos en la tribu, ha regalado pulgas y piojos a todo el que los quiso. Veamoslo.

FAMILIA MORENO NOGUERA

Tribu NAKULAMENE

Tanna, Oceanía.

Esto comienza a parecerse a Mi cámara y yo, a Jesús Calleja en Desafío Extremo y a 21 Días, pero todo junto y pasado por Versace.

La pija intrépida coge la cámara y no la suelta ni para ir a cagar. Yo creo que es para sentar luego a sus amigas tomando el té y explicarles las penurias que pasó con esa gente oscura que vive tan mal. Osea.

El caso es que la familia de la pija, que está un poco de relleno, no quería bajarse de su casita del árbol y dormir con la tribu, los hombres con los hombres, las mujeres con las mujeres (deben estar).

Miguel, el pater familias, intentó comerles la oreja a los de la tribu, pero los ancianos del consejo son más duros que la rubia que me intento yo ligar los fines de semana, y no daban su brazo a torcer. ¡Ojalá se pusiera así de pesada la rubia para que me fuera a la cama con ella!. En fin.

El caso es que como suele pasar, al final la familia durmió en sus cabañitas, con la tribu, y se levantaron todos encantados. Hasta la madre, que como tenía la regla, estaba impura. Toma ya.

«Estoy viva» dijo a la mañana siguiente la mujer de la camiseta en el pelo. Cuando se quite eso va a tener un recogido tipo rasta con sobrepeso. Se lo van a tener que cortar con katana.

Edi, que es el nombre de la impura, es la leche. Además del deje pijo de su hija, tiene las maneras de ayer y hoy de los españoles con los guiris. Le habla a los de la tribu muy alto y muy despacio, como si por eso la fueran a entender, ja ja ja.

La pija hija tuvo que cumplir con su castigo: despiojar a las mujeres de la tribu. Y a ello se dio la aguerrida misionera de la religión de Channel. Eso sí, haciendo comentarios sobre el estado capilar de las susodichas, como si fueran perrillos.

La madre intentó timar a las de la tribu y le dijo a su hija «rebusca un poco y quítales cualquier cosa».

Pero no, la pija despiojadora encontró de todo: piojos, pulgas y mierdecilla en general.

Encantador regreso a la infancia cuando se fueron a recoger larvas de un tronco. Allí me pareció ver a Simba, Pumba y Timón cantando el Hakuna Matata y diciendo «viscoso pero sabroso».

Ya os digo yo que como los escarabajos con relleno verde se popularicen van a desbancar a los langostinos de Sanlúcar de los chiringuitos playeros.

Los hombres, por su parte, se dedicaron a hacer Kama, que es como hacer Kalimocho, pero más secreto. Será que allí también llega la ley antibotellón.

CONSEJO: Les dijeron que sus almas están cambiando y eso les hace estar más unidos. A Marcos, el hijo, le dijeron que se está convirtiendo en un pequeño gran hombre y que ya tiene amigos entre los jóvenes de la aldea. A Miguel le dijeron que es generoso al compartir su familia con ellos (yo me habría preguntado si son caníbales). A Edi, la madre le aseguraron que ahora es una buena mujer: obediente y callada. ¡Así sin complejos, ja ja ja! Y a la pija que pareció triste, pero que está otra vez alegre. Además, les dijeron que en 19 días fiestón de la cosecha.

FAMILIA SEGURA ROMERO.

Tribu KAMORO.

Timika, Indonesia.

Esta es la familia que mejor se lo está pasando. Y eso que les hacen cosas como levantarlos de madrugada para ir a pescar tiburones.

Aunque claro, lo de los tiburones es un poco timo, porque en Torrevieja hay boquerones más grandes que los tiburones de allí… Vamos, que no pasaban el cásting para Tiburón III, ni siquiera para Tiburón 1/2.

Eso sí, el padre va y dice: «Cuando vi que eran tan grandes…» Joe, este hombre ve un tiburón blanco y se caga en la barca.

El padre no consiguió pescar, lo que no le reprocho, porque también es cuestión de suerte, pero eso sí, cuando llegó a la playa gritaba como si trajera a toda la familia de Mobi Dick.

En un momento dado, esa pobre mujer a la que han bautizado como Enriqueta, se llevó a Mila, la hija, a un chiringuito a decirle que está triste porque tiene un espíritu malo dentro. Toma ya. Y claro, le dice que para casarse tiene que estar alegre. Como dios manda, y comprarse un camisón con agujerito y hacerlo a oscuras, no te digo…

El caso es que como la muchacha no mejoraba vino un chamán a curarla. El hombre básicamente lo que hizo fue sobar a la muchacha. ¿Dónde se sacarán las oposiciones a Chamán?

La ceremonia fue como la de El Exorcista, pero más limpita y en la playa. Y sin listas de espera como en la Seguridad Social, ojo.

Al final le dio una pastilla y comprobó que la tragara. Como se nota que no está por allí la Guardia Civil, si no, no saca el tripi ni de coña.

Atención al baile Bakalaero de la amiga Enriqueta, con el cigarrillo en la boca y haciendo el baile culebrilla al ritmo machacón del tamborcillo. Esta mujer sería la reina en un par de garitos que yo me sé…

Ay, el galán de Mila está cada día más perdidito por sus huesos. Ayer decía que no dejaría que se fuera. Pobriño. Se va a quedar para vestir tiburones.

CONSEJO: Les dijeron que se ríen mucho con ellos y que la pena ya se ha ido. A Rafael, el padre, le aseguraron que sigue siendo el más fuerte de su familia y que le perdonarán lo de no pescar llevándoselo otra vez de tiburones pardos. A Ana Mari, la madre, que la han visto feliz, que siga aprendiendo y enseñándoles. A Mila, que espere la sanación de chamán y a Rafa, el hijo, que les ha sorprendido por su habilidad. Los hombres deberán aprender a esculpir, y las mujeres ir a recoger resina para los tambores que van a hacer los hombres.

FAMILIA ROVIRA MEZCUA

Tribu HAMER

Turmi, Etiopía.

Esta familia se lo estaría pasando más o menos de rechupete si no fuera porque tiene un lastre: David, el chuleta flojillo.

Las mujeres de la familia, Cande y Raquel, quisieron hacer algo muy español, y no se decidieron ni por la paella ni por la tortilla de patatas, no, hicieron palomitas de maíz. Eso sí, las hicieron entre la bronca de las mujeres hamer, que pensaban que se estaban cargando el maíz. Bueno, y entre los exabruptos de David, que odia hasta a sus dedos de los pies cuando le miran mal.

Al final, las de la tribu quedaron encantadas con las palomitas, que sólo les faltó una buena peli.

La tribu les llevó el regalo que ganaron las mujeres: una cabra. Eso sí, les dijeron que debían matarla, que es como si te regalan un balón y te dicen que tienes que pincharlo.

Si algo nos ha enseñado Perdidos en la tribu es que la caca vale para todo. A mi me está dando pena ya tirar de la cadena.

Ayer la usaron a modo de silicona para sellar un panal que pusieron en lo alto de un árbol para que fueran allí las abejas. Que digo yo que lo podían haber puesto en el suelo, que es más fácil…

El padre por fin durmió con los hombres al aire libre. Y claro, le asaltó la duda que nos asaltaría a todos: Si duermen en la calle… ¿cuándo pillan cacho con las parientas?

Es increíble lo internacional que es el gesto de meter el dedo en la mano para referirse al coito.

Y llegamos a David, ese chaval que piensa que el mundo está mal hecho y él es perfecto. Los muchachos de la tribu le dijeron que debe entrenarse para saltar al toro, el rito de iniciación de los Hamer.

Le pusieron dos palos que debía saltar, pero al muchacho le daba miedo. Mucho gimnasio, pero saltar dos palos de daba canguelo. Sí, amigos, esta chaval quiere ser policía.

«¿Y porqué no siguió usted al sospechoso?» «Jo, comisario, es que echó a correr y saltó un palo…».

En fin. El caso es que se puso en plan ahora me enfado y no respiro porque los de la tribu se rieron de él. ¿Pero cómo no se iban a reír? ¡Malvados! Como dice siempre David, «se merecían un puñetazo». Para David la Madre Teresa de Calcuta se habría merecido un puñetazo.

Eso sí, Raúl, su hermano pequeño, lo hizo sin problemas.

El momento del sacrificio de la cabra fue otra muestra del espectacular valor de David.

El padre-dominguero se puso a cortarle el cuello a la cabra como el que corta un filete, en lugar de darle un solo tajo. Y claro, David se puso a dar saltos, traumatizado, y llorando un poco. Las lágrimas también se merecían un puñetazo. Yo me merezco un puñetazo.

CONSEJO: Les dijeron que les ven más contentos, pero que les queda mucho por hacer.

A Cande, la madre, le dijeron que se había ganado el respeto de las mujeres. A Salva, el padre, que muy bien, que había dormido con los hombres y matado a la cabra. A Raúl le dijeron que estaban orgullosos de él y a su hermana Raquel que les ha enseñado a hacer palomitas y ha compartido con ellos su cabra.

Por último, a David le dijeron que tenían fe en el, pero que debe respetarles. Además, le dijeron, con toda la sabiduría del mundo, que el peor enemigo lo tenía en su interior. Como castigo, deberá seguir su entrenamiento y ayudar a las mujeres en sus labores. Toma ya.

¿Qué os parece?