Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Pedro J. anda suelto… Miedo me da

Mucho ojo con él. Cuando golpea, lleva una herradura en su guante. Y, en dos años, Pedro J. Ramírez puede sentirse Mussolini.
!Tiembla Aznar!.
Jose Juan Gamaz, un genio del Photoshop, ha visto así la salida de Pedro Jeta de El Mundo:

Pedro J. sale de El Mundo

Pedro J. sale de El Mundo

 

 

 

 

 

 

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Ensanchamos la libertad: 25 años de la TV matinal (I)

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Ensanchamos la libertad: 25 años de la TV matinal (II)

Ensanchamos la libertad: 25 años de TV matinal (y III)

Ensanchamos la libertad: 25 años de la TV matinal (I)

11 enero 2011

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Daba gusto. El Gobierno dormía mientras, de madrugada, creábamos “Buenos días”, el primer informativo de la mañana en TVE. Han pasado 25 años desde que un grupo de locos, enamorados de la tele, lanzamos aquella aventura maravillosa que fue la TV matinal abierta a todos desde el amanecer.

Un servidor en el estudio del «Buenos Días», primer informativo matinal de Televisión Española (9 de enero de 1986). Obsérvese mi mata de pelo.

Esta mañana me han llamado de Radio 4, de Radio Nacional de España, para preguntarme sobre mis recuerdos con motivo de las Bodas de Plata de la TV matinal. Nació el 9 de enero de 1986, recién ingresados en Europa y recién salidos de la mayor crisis económica conocida desde la guerra civil y la postguerra.

Por lo que recuerdo, aquella crisis de diez años (1975-1985) fue peor que ésta, pero la resolvimos entre todos: con los Pactos de la Moncloa, la Constitución de 1978 y el consenso parar sobrevivir a la doble transición: política (de la Dictadura a la Democracia) y económica (del Tercer Mundo al Primer Mundo).

¡El 9 de enero de 1986! Hace un cuarto de siglo…

La preguntas de mi colega de Radio 4, Tony Marín, me han provocado un ataque de nostalgia y no pocas reflexiones durante el día de hoy acerca del trabajo que hacíamos en la TVE de entonces (que era la mejor porque era la única).

Carta de ajuste con la cabecera del informativo «Buenos Días», embrión del Telediario de la mañana.

Voy a hacer unos recados. Luego seguiré con esta historia de abuelo “Cebolleta“. Parto de la base de que no siempre (o casi nunca) “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Sin embargo, los informativos que yo recuerdo tenían algunas cosas mejores que los de ahora.

Me explicaré…

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12 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Movida Madrileña

    Todos los países entonces salían de la crisis, dejaban atrás las reconversiones industriales, fomentaban la enseñanza, la competitividad, el libre mercado, el comercio ¿todos? No todos, no.

    La España de Felipe González alcanzaba niveles de paro no vistos en occidente… y alabanzas de los periodistas de la época no vistas en occidente tampoco.

    El gobierno de González (“el guitarrista bonito” Tierno Galván dixit) dormía tranquilo, como Berlusconi, con todas las televisiones a su favor.

    Supongo que también habrá quien aplauda a Zapatero dentro de cinco años: el dirigente que corría más que la crisis…

    11 enero 2011 | 18:28 Borrar | Marcar como SPAM

  2. Dice ser noa

    Qué susto! Nada más ver la foto pensé que eras Luis Losada, que también andaba por aquellos lares entonces, o quizás un poco antes…

    11 enero 2011 | 19:27 Borrar | Marcar como SPAM

  3. Dice ser ana belen

    LLevo días intentando recordar como se llama aquella periodists que también fué despedida de tve con la llegada de Aznar.
    Creo que era corresponsal y usaba siempre pendientes muy extravagantes,con forma de cafetera, bola del mundo,…

    ¿podría contestarme?

    11 enero 2011 | 19:27 Borrar | Marcar como SPAM

  4. parece que fue ayer

    un saludo ;)

    11 enero 2011 | 21:12 Borrar | Marcar como SPAM

  5. Dice ser Alfonso Guerra

    ¿Crear una television parcial y adoctrinadora es ensanchar la libertad?

    11 enero 2011 | 22:05 Borrar | Marcar como SPAM

  6. Dice ser Alfonso Guerra

    De todas maneras por lo menos aqui no os escondeis y decis clarisimamente”se nos ve el plumero”

    11 enero 2011 | 22:31 Borrar | Marcar como SPAM

  7. Dice ser JAMS

    Hola Ana Belén:
    La periodista de los pendientes exóticos se llama Amalia Sánchez Sampedro.
    Saludos
    Jose

    11 enero 2011 | 23:57 Borrar | Marcar como SPAM

  8. Dice ser Javier Tamames

    Aquel día pude el despertador para no perderme el inicio de la TV matinal (soy un poco friki audiovisual). Recuerdo con mucho agrado el programa.
    Concido en que los informativos de hace unos años eran, en cierto modo, mejores que los actuales. Ahora prima el espectáculo, muchas veces a expensas del rigor. Un despliegue de medios técnicos y humanos no es garantía de calidad. Un ejemplo que me parece significativo: la comparación de los seguimientos del asesinato de Kennedy en la CBS y del accidente en Barajas en 2008.
    Por último, creo recordar que Amalia S. Sampedro estuvo unas pocas semanas en el TD2 con Carlos Herrera, allá por 1985, cuando las ediciones tenían editores y jefes de redacción «rotativos».

    12 enero 2011 | 01:01 Borrar | Marcar como SPAM

  9. Dice ser Yankee

    ¡Y parece que fue ayer!
    ¡Feliz cumpleaños!

    12 enero 2011 | 01:07 Borrar | Marcar como SPAM

  10. Dice ser McGuinn

    ¡Que tiempos! Yo iba entonces al instituto y no lo podía ver. Cuando empecé la Universidad, de tarde, comencé a ver a Hermida. Me duró poco la curiosidad…

    12 enero 2011 | 10:34 Borrar | Marcar como SPAM

  11. Dice ser Erik

    ¿Ha salido ya la entrevista en podcast?

    13 enero 2011 | 11:15 Borrar | Marcar como SPAM

  12. Dice ser david

    Tenía diez años y me levantaba cada mañana para verlo.

    18 enero 2011 | 00:12 Borrar | Marcar como SPAM

     

    Ensanchamos la libertad: 25 años de la TV matinal (II)

    17 enero 2011

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    “¡Shalom Israel!”, dije en directo. “¡Buenos días Sefarad!”, me respondió una voz temblorosa desde Jerusalem. Se me puso la carne de gallina. Tal día como hoy, hace 25 años, España reconocía de madrugada la existencia del Estado de Israel. Se cerraban, de golpe, 500 años de desencuentros entre españoles del interior y españoles del exilio, desterrados por los Reyes Católicos. Fue emocionante y tuve el privilegio de ser el primero en dar esta noticia por televisión.

    Samuel Hadas, primer embajador de Israel en Sefarad

    Teníamos casi todo el programa informativo “Buenos días” preparado cuando, en plena madrugada, recibí en el Pirulí la llamada de nuestro corresponsal en Bruselas. Me dijo:

    “Samuel Hadas y Máximo Cajal se han reunido esta noche en un hotel de La Haya, en secreto, y han intercambiado notas para establecer relaciones diplomáticas plenas entre Israel y España”.

    Los diarios de pago (entonces aún no habíamos creado 20 minutos) estaban imprimiendo y repartiendo sus ediciones sin la gran noticia. EFE aún no la había confirmado, pero nuestra fuente era solvente. ¡Manos a la obra!

    Teníamos que cambiar completamente el informativo para despertar a los españoles con la noticia exclusiva de aquel encuentro histórico, casi clandestino, al cabo de 500 años, en tierras holandesas.

    Casa Sefarad en Códoba

    De madrugada era dificil convocar a nuevos invitados españoles e israelíes (incluidos músicos y expertos sefarditas) sin levantar la liebre a la competencia. Liana, Mirenchu, Milagros y Rafa lo consiguieron. Y Juanlu Castillo, nuestro jefe de producción, hizo el milagro de conseguir una ventana en el satélite para establecer un duplex inédito con la televisión de Jerusalem. Allí amanece un par de horas antes que en España, pero la emisora estaba cerrada a cal y canto y el personal seguía durmiendo en el Medio Oriente.

    Afortunadamente, en Boston era aún la hora de la cena y pude localizar y movilizar a mi amigo Zvi Dor Ner, colega de la Universidad de Havard en la Nieman Foundation for Journalism (promoción 1977), quien despertó sin contemplaciones a un colega de la TV de Jerusalem para que abriera la emisora y conectara, en directo, con Televisión Española a las 7:30 en punto de esa mañana. Preferiblemente queríamos hablar con algún compatriota sefardita que aún hablara ladino, una lengua tan parecida a la de Cervantes. La noticia lo merecía. Jamás se habían conectado oficialmente españoles y judíos por satélite ni por paloma mensajera desde que estos últimos fueron explusados de España en 1492.  Y no estabamos seguros de conseguirlo con éxito en aquella fría madrugada del 17 de enero de 1986.

    Tras la carta de ajuste, aparecieron en pantalla las imágenes del amanecer en la Alcazaba y la bahía de Almería, con el Cabo de Gata perfilándose por el Oriente. La música de fondo (hasta que me descubrieron) era, naturalmente el fandanguillo de Almería. Luego, el reloj de TVE marcó las 7:30 horas y el realizador (José María Fraguas, alias Pirri y/o Pirracas, tío de Toño Fraguas, uno de los fundadores de esta web) me enchufó la cámara 1.

    Desde que creamos el primer informatico matinal, yo solía abrir el programa saludando, aleatoriamente, en las cuatro lenguas españolas. Entonces nos pareció una innovación en pro del consenso lingüistico:

    Egunón, Bon día, Buenos días, Bos días”.

    Un servidor, en el «Buenos días»

    Sin embargo en la madrugada de tal día como hoy, hace 25 años, improvisé, sin apenas pensarlo, un saludo distinto para comprobar si había alguien, en Oriente, al otro lado del satélite. Dije simplemente:

    “¡Shalom Israel!”.

    No hubo respuesta. Solo algún ruido lejano.

    Para dar tiempo a los técnicos, aproveché entonces para anunciar que, por primera vez en 500 años, tratábamos de conectar en directo con compatriotas sefarditas de Jerusalem. Y di la noticia: España e Israel habían decidido de madrugada reconocerse mutuamente y abir embajadas. Por el pinganillo que tenía acoplado a la oreja, escuché las voces entusiastas de Pirracas. Había conseguido conectar con la TV de Jerusalem.

    Repetí, no sin emoción, el saludo de rigor, inédito en España:

    “¡Shalom Israel!”

    Esta vez, sí. Una voz profunda, parsimoniosa, solemne, separando las sílabas y con acento ladino, conservado con mimo a través de cinco siglos, me respondió, alto y claro:

    “¡Bue nos  dí as,  Se fa rad!”

    A partir de ahí, se nos puso a todos -como digo- la carne de gallina. El programa monográfico (de 7:30 a 9:00) fue una cascada de emociones, de risas y lágrimas, contenidas durante 500 años.

    ¡Cómo me gustaría haber guardado una copia de aquel informativo! Valió la pena ser periodista y haber creado la TV matinal aunque solo hubiera sido por haber hecho posible aquella conexión entre dos países, entre millones de almas gemelas separadas cruelmente por la intolerancia.

    Luego, como Martín Luther King, también yo tuve un sueño:

    Algún día, periodistas palestinos e israelíes de Hebrón, de Jerusalen, de Ramala, de Tel Aviv o de Qalquilia, separados cruelmente por la misma intolerancia, se conectarían, vía satélite o, mejor aún, personalmente, para saludarse y abrazarse como hicimos nosotros en aquella mañana memorable del 17 de enero de 1986. Y se intercambiarían el saludo con estas mágicas palabras (tan parecidas) de paz:

    “¡Shalom Israel!”

    “¡Salam Palestina!”

    Aún no me he despertado de ese sueño maravilloso, desgraciadamente inédito. Esa sí que sería (y algún día será) una buena exclusiva.

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    11 comentarios · Escribe aquí tu comentario

    1. Dice ser Un sefardí

      Siempre os quisimos más nosotros desde “ajuera”, que vosotros a vosotros mismos.

      17 enero 2011 | 19:52 Borrar | Marcar como SPAM

    2. Dice ser Laura Consal

      Jo, qué bonito =)

      17 enero 2011 | 23:31 Borrar | Marcar como SPAM

    3. Dice ser GCP

      Efectivamente, ha llegado la hora.

      “¡Salam Palestina!”

      (el de la boina y los volcanes)

      { ;-D

      18 enero 2011 | 00:22 Borrar | Marcar como SPAM

    4. Dice ser God

      Ensanchamos la libertad: 25 años de la TV matinal (II) « Se nos ve el plumero That is great to know, you gave me some thing to think about on the way home from work. http://workinuryattorneysanbernardino.com

      18 enero 2011 | 06:58 Borrar | Marcar como SPAM

    5. Dice ser Manel

      Shalom Ishrael !! ubrajot lekol miSefarad

      18 enero 2011 | 11:16 Borrar | Marcar como SPAM

    6. Dice ser Pirracas

      Hola JAMS, Egunón, Bon día, Buenos días, Bos días:
      Aportar a tus entrañables palabras dos miradas inolvidables de aquella aventura irrepetible:
      La mirada indescriptible de un pastor -que esperaba ser entrevistado en el estudio-, contemplando a Paco Montes de Oca señalar en una tela verde las borrascas y los anticiclones. Quiso el azar, además, que ese día Paco luciera una chaqueta cinco tallas más pequeña que la suya.
      La otra mirada fue del Aga Khan mosqueado. Fue durante una pausa de su entrevista, te pregunto el target del programa y mientras le contestabas orgulloso que lo veían intelectuales, brokers, empresarios y políticos muy influyentes, en el monitor, donde se mostraba la emisión, Su Alteza, vio aparecer al cerdito Porki dando paso a los dibujos animados. Ja, ja, ja.
      Preciosa experticia la que compartimos, JAMS. Contamos y sufrimos cosas muy duras: crueles atentados, secuestros, asesinatos y traiciones; el ataque de EE.UU. a Libia, el Iran-contra….Pero nada, ni la angustia, ni el sueño logró vencernos. Gracias al caldito, los cafes, el Quijote y las ganas que le pusimos, hoy lo podemos celebrar.
      Hasta vimos amanecer ¡en el Patio de los Leones de La Alhambra! Felicidades.

      18 enero 2011 | 11:59 Borrar | Marcar como SPAM

    7. ¿Que habria opnado Larrosa sobre esto? Seguramente nos daria un punto de vista sorprendente.

      18 enero 2011 | 12:23 Borrar | Marcar como SPAM

    8. Dice ser Erik

      Precioso relato.
      Me encanta eso de “Shalom Israel, Salam Palestina”. Enhorabuena.

      19 enero 2011 | 13:38 Borrar | Marcar como SPAM

    9. Dice ser Los feeds

      Joder, para un post que no viene el Larrosa a dar la murga, y tienen que aparecer ahora los del club de fans?. Esto es de coña.

      (espero que sea irónico)

      21 enero 2011 | 00:40 Borrar | Marcar como SPAM

    10. Dice ser vitalidad

      Ojalá que ese deseo tuyo lleguemos a verlo, aunque no lo parece últimamente.

      Saludos

      23 enero 2011 | 02:40 Borrar | Marcar como SPAM

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      Ensanchamos la libertad: 25 años de TV matinal (y III)

      20 enero 2011

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      La cisterna del water traspasó el televisor y pudo oirse en toda España. Lo nunca visto ni oído. Por primera vez, un micrófono inalámbrico, recién importado de Nueva York, llevó sonidos insospechados a toda la audiencia de TVE.

      El equipo de pioneros del «Buenos Días», primer informativo matinal de TVE (enero 1986)

      El comentario nostálgico de Pirracas (José María Fraguas), el realizador del “Buenos Días” de TVE, en el post anterior a éste sobre el reconocimeinto mutuo de Israel y España, me ha recordado ésta y otras anécdotas del lanzamiento de la TV matinal en España.

      El presidente Felipe González con un servidor en una entrevista mañanera durante el mundial de fútbol de México.

      En enero de 1986, todo era nuevo en la madrugada y el amanecer del Pirulí. No solo el primer informativo de la mañana, que abrió la TV matinal, por primera vez en la historia de la televisión española, sino también las técnicas utilizadas para las conexiones duplex, triplex, multiplex, etc., vía satélite, los formatos periodísticos, el lenguaje de cocina y mesa de camilla, los ritmos de alegre despertador, el minutado en dientes de sierra, la informalidad mañanera…

      Y, por último, y no lo menos importante, algunas herramientas novedosas que me traje de Estados Unidos. Entre ellas, llamó mucho la atención el micrófono inalámbrico, lo nunca visto hasta entonces en los informativos de Televisión Española. Fue un capricho ) que pedí a los subdirectores de Informativos (Ramón Colóm y Alfonso Cortés Cabanillas) y que Alejandro Kuskovski (o algo así; perdóname ya que nunca aprendí a escribir tu apellido) consiguió comprar e importar de EE.UU.

      Lo descubrí una madrugada de diciembre de 1985 en el estudio del Today show de la NBC. Jane Pauley se movía libre y ágilmente por el estudio, como Juan por su casa, ¡y no estaba atada ni enchufada a ningún cable!.

      Ahora les parecerá una tontería (¡un micro inalámbrico!); algo casi pueril. ¿Quién no lo tiene hoy? Pero, entonces, en diciembre de 1985, era algo mágico para mí. En poco tiempo, se extendió como la pólvora. Pero, al estrenarlo, nadie me advirtió de los peligros que su utilización entrañaba para los novatos como yo.

      Sandra Sutherland, JAMS y Carlos Goñi en el set del «Buenos Días»

      Pronto lo descubrieron, no sin asombro, cientos de miles de telespectadores (casi un millón) que se despertaban con nuestro informativo matinal (de 7:30 a 9:00 h.).

      Durante los primeros días de emisión, aún me sentía yo tan atado al viejo cable del micro como solía hacer en los telediarios o en los programas de entrevistas o debates. Sin embargo, poco a poco me fui acostumbrando a moverme con naturalidad por el estudio, en directo o durante la emisión de los videos, y le perdí el miedo al flamante micro inalámbrico que llevaba prendido en la corbata y unido a una batería que escondía en el bolsillo de la chaqueta o enganchado al cinturón por atrás.

      Por falta de costumbre, un día ocurrió lo que, tarde o temprano, tenía que ocurrir.  En cuanto arrancó un video de casi dos minutos, la naturaleza me obligó a salir del estudio disparado, sin avisar a nadie del control, y me fui directo al servicio de caballeros.

      El latiguillo del sonido del micro inalámbrico estaba abierto y, por el pinganillo que llevaba en mi oreja, oía las instrucciones de la sala de control. De modo que hice rápidamente lo que nadie podía hacer por mí y, al terminar, tiré de la cadena con tan mala fortuna que el aguacero de la cisterna -un estruendo indescriptible, tan próximo al micro- se escuchó en toda España. Al momento, oí los gritos de Pirracas:

      -¿Qué c… ruido es eso?

      JAMS con el presidente de la Junta de Andalucía, J. R. de la Borobolla, y Carmen Romero, al recibir la Medalla de Andalucía el 28 de febrero de 1986.

      Salí corriendo hacia el estudio, justo  a tiempo para tomar la palabra y dar paso a otro video o al resumen de noticias. Pocos se percataron en la audiencia de que me habían subido todos los colores a la cara. “Cosas de la iluminación o del maquillaje“, pensarían. ¡Qué vergüenza pasé!

      —-

      Recuerdo que, desde el control de la NBC, copiaba todo lo que veían mis ojos y arramplaba con los guiones y borradores que encontraba a mi paso.  Así aprendí a copiar los formatos y las técnicas de los matinales norteamericanos para luego adaptarlos al gusto español. Cosas que nos parecían imposibles, se estaban haciendo ya en las grandes cadenas norteamericanas.

      Fuimos, pues, los primeros a la hora de copiar y de experimentar. Mientras los grandes jefes dormían plácidamente, nosotros nos podíamos permitir probar con innovaciones y alguna que otra locura. No había tiempo para pedir permiso ni ganas de despertar a los jefes. Por tanto, desde las 2:00 de la madrugada hasta las 9:00 de la mañana, yo era el amo del Pirulí. Nunca me sentí tan libre hasta que fundamos el diario 20 minutos y la web www.20minutos.es.

      Nuestras informaciones exclusivas del “Buenos días“, en cualquiera de los géneros (noticia, reportaje, entrevista, etc.) eran aprovechadas -con su sesgo incluido- por el Telediario de las 15:00 h por el el TD2 de las 21:00 h.   Es decir, creamos tendencias informativas, a la chita callando.

      El tiempo selecciona hábilmente los recuerdos que más convienen a nuestro ego. Por eso, solo recuerdo lo bueno y apenas muy poco de lo malo que nos pasó durante ese año triunfal de 1986.- Lo que no puedo olvidar es que, durante todo ese año, no pude dormir de noche. Por eso, en diciembre de 1986, tuve que elegir entre engordar mi vanidad de artista incipiente o salvar mi matrinomio y mi familia.

      Desde entonces, valoro mucho a todo aquel que trabaja por la noche y duerme por el día. Aunque me encantaba aquel trabajo y era una maravilla trabajar con aquel equipo irrepetible, yo no pude aguantar más de un año. En aquel puesto, me sucedió Pedro Erquicia como director y presentador del Buenos Días. Y poco después llegó el gran Jesús Hermida, a partir de las 9:00. Pero esas mañanas del magazine de Hermida ya fueron otro cantar.

      La verdad es que un año sin dormir da para mucho. Y no voy a cansar a los lectores del blog con más aventuras de abuelo cebolleta. Dejo en el tintero anécdotas sabrosas que ya irán saliendo porque de todas ellas se cumplirán 25 años. ¡Casi na!.

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      5 comentarios · Escribe aquí tu comentario

      1. Dice ser Javier Tamames

        Me aficioné al programa, al estilo nada acartonado y a la variedad de contenidos. Espero impaciente esas anécdotas. Recuerdo que en un mueble del decorado «sala de estar» se veían varios ejemplares del mismo libro,que supongo de atrezzo,La Madre, de Gorki.
        Por cierto, se le ha escapado un error en el apellido del presentador de las noticias.

        20 enero 2011 | 22:13 Borrar | Marcar como SPAM

      2. Dice ser Benito Camelo

        Titulo:

        Ensanchamos la libertad: 25 años de TV matinal (y III)

        Pie de foto:

        El presidente Felipe González con un servidor en una entrevista mañanera durante el mundial de fútbol de México.

        Te ha faltado, el gol de Butragueño con el mensaje : Vota PSOE!!!

        Pie de foto: JAMS con el presidente de la Junta de Andalucía, J. R. de la Borobolla, y Carmen Romero, al recibir la Medalla de Andalucía el 28 de febrero de 1986.

        Antes o despues de la mariscada?

        21 enero 2011 | 07:12 Borrar | Marcar como SPAM

      3. Dice ser Fernando N

        Y yo que creia que lo del micro le habia pasado a Maldonado…o quizá es que también le pasó a él alguna vez.
        Qué buenos tiempos y qué buena compañía.

        21 enero 2011 | 09:07 Borrar | Marcar como SPAM

      4. Dice ser Erik

        Genial. Buen relato.

        21 enero 2011 | 09:13 Borrar | Marcar como SPAM

      5. Dice ser Pirracas

        No, nostágico no. Nada de nostalgia, JAMS, alegría. Recuerdo el susto de la cisterna y el grito me lo imagino. Ja, ja, ja. Saludos cordiales.
        A Fernado N. También pasó con Maldonado. Abrazos.
        Redirigido del post anterior.
        Hola JAMS, Egunón, Bon día, Buenos días, Bos días:
        Aportar a tus entrañables palabras dos miradas inolvidables de aquella aventura irrepetible:
        La mirada indescriptible de un pastor -que esperaba ser entrevistado en el estudio-, contemplando a Paco Montes de Oca señalar en una tela verde las borrascas y los anticiclones. Quiso el azar, además, que ese día Paco luciera una chaqueta cinco tallas más pequeña que la suya.
        La otra mirada fue del Aga Khan mosqueado. Fue durante una pausa de su entrevista, te pregunto el target del programa y mientras le contestabas orgulloso que lo veían intelectuales, brokers, empresarios y políticos muy influyentes, en el monitor, donde se mostraba la emisión, Su Alteza, vio aparecer al cerdito Porki dando paso a los dibujos animados. Ja, ja, ja.
        Preciosa experiencia la que compartimos, JAMS. Contamos y sufrimos cosas muy duras: crueles atentados, secuestros, asesinatos y traiciones; el ataque de EE.UU. a Libia, el Iran-contra….Pero nada, ni la angustia, ni el sueño logró vencernos. Gracias al caldito, los cafes, el Quijote y las ganas que le pusimos, hoy lo podemos celebrar.
        Hasta vimos amanecer ¡en el Patio de los Leones de La Alhambra! Felicidades.

        21 enero 2011 | 20:15 Borrar | Marcar como SPAM

       

 

 

 

 

 

«El próximo parado… será un diputado»

Lo cantan a coro: «Y si es un senador… será mucho mejor». «Y si es la Cospedal… será fenomenal«. «¿Y si es Rajoy?… que sea para hoy».  Mientras la calle grita estos pareados, los anodinos diputados y senadores españoles, nombrados a dedo por sus partidos, y refrendados a ciegas por electores que no los conocemos ni de vista, no se enteran de que están a un paso del harakiri.

Presentación en Madrid el Manifiesto "Por una nueva ley de partidos"

Presentación en Madrid el Manifiesto «Por una nueva ley de partidos»

Ayer se presentó en Madrid «El Manifiesto por una nueva ley de partidos»El Pais de hoy titula así su información: «Un centenar de intelectuales proponen una reforma radical de la ley de partidos»

A primera vista, parece que se trata de un grupito de reformadores o soñadores de élite con más ingenuidad y buena fe que coraje.

Yo estuve allí, en una salita pequeña de la 5ª planta del Círculo de Bellas Artes. (Allí mismo nos reuníamos bajo la Dictadura, a escondidas claro, para arreglar España y parte del extranjero. Entonces, también nos llamaban ingenuos y miedosos.)

Por la ventana, a la misma hora, pudímos ver una manifestación por la calle Alcalá que se acercaba a la alcaldía.

Después de escuchar a los cuatro promotores (solo una mujer), y no sin cierta emoción, firmé el Manifiesto en www.porunanuevaleydepartidos.es. Las primeras 100 firmas (entre las que están Savater, Azúa, Alvarez Junco, Casajuana, Conthe, Cullel, Fidalgo, Garicano, Aristóbulo de Juan, Juliá, Molinas, Muñoz Molina, de la Nuez, Vargas Machuca, etc.) se habían convertido, en un par de horas, en siete mil. Casi seguro que pronto pasaremos del millón.

En este caso, el número de firmas carece de efectos legales. Solo cuenta para que los partidos políticos actuales tomen nota… y se asusten un poco.  La actual clase política está protegida por una ley orgánica anacrónica y viciada que impide ser reformada por la Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Por tanto, aunque para la presentación del Manifiesto al Congreso no importa el número, creo que es bueno acompañar a los 100 con varios miles de firmas.

Recomiendo vivamente la lectura completa del Manifiesto de los dos folios. Pero, para convencernos de la urgencia y sentido democrático de esta reforma, basta con repasar estas

Siete propuestas

Las propuestas contenidas en el Manifiesto pueden resumirse en siete puntos.

1. Celebración de congresos cada dos años como mínimo y, en todo caso, a fecha fija.

2. Reunión de los órganos de control de las directivas y parlamentos internos a fecha fija, incluyendo en el orden del día la votación sobre la gestión de la directiva con voto secreto. Limitación del número de sus integrantes, entre los cuales no se contarán los de la directiva.

3. Composición de los congresos y de los órganos de control proporcionales al número de afiliados o de votos del partido en cada provincia o distrito. Limitación de mandatos al menos en los órganos de control.

4. Elección de los órganos ejecutivos, delegados a congresos y miembros de los órganos de control mediante voto secreto de los afiliados o delegados al congreso.

5. Elección de los candidatos a cargos representativos por elecciones primarias.

6. Mandato limitado de los tesoreros y encargados de las cuentas y elección de los interventores por parte de los distintos niveles del partido. Auditorías anuales por empresas independientes, previas a la presentación de las cuentas, que deberán ser aprobadas por los máximos órganos de dirección del partido.

7. Constitución de comisiones independientes para verificar los gastos de las campañas e inspecciones para verificar el cumplimiento de los límites de gasto electoral.

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La presentación del Manifiesto estuvo cargada de contención y prudencia.  No querían espantar a nadie. Y nadie osó hablar de ruptura. Solo de reforma. Pero se citaron nombres de reformadores muy potentes: Jovellanos, Joaquín Costa y Ortega y Gasset. Nada menos.

De pronto, me dió un ataque de nostalgia perniciosa (propia de abuelo cebolleta). Vi pasar por mi memoria un montón de manifiestos, impresos clandestinamente en la «vietnamita» que aún tengo en el sótano de mi casa, pidiendo democracia, derechos humanos, amnistía para los presos políticos, partidos políticos libres, etc., etc.

Con Franco no había libertad ni partidos. Por eso, dominando el arte del disimulo, florecieron multitud de cuasi partidos polítidos minúsculos y miniparlamentos: asociaciones de vecinos (como los ramilletes de barrio derivados hoy del 15-M), comunidades de cristianos de base, curas rojos, colegios profesionales, amigos de la Unesco, sindicatos ilegales de obreros y de estudiantes, células clandestinas embrionarias de los futuros partidos (hoy anquilosados), revistas, panfletos y multitud de asambleas y reuniones con vigilantes en la puerta para avisarnos por si venían «los grises» porra en mano.

En los últimos años de la Dictadura, toda aquella riquísima flora democrática que brotó en la catacumbas de la sociedad española se fue organizando en la Junta Democrática, en la Plataforma (luego fusionadas en la Plata-Junta) y en otras alianzas opositoras al régimen de Franco. Al final, las Cortes franquistas notaron la presión ciudadana en favor de la democracia y, por una mezcla de miedo y sentido común, favorecieron en harakiri (desde la Ley a la Ley) propuesto por Adolfo Suarez. Triunfó la reforma sobre la ruptura. Y no nos fue tan mal. Fue el arte de lo posible, gracias al espíritu de consenso que presidió la Transición de la Dictadura a la Democracia.

Los padres de la Constitución del 78 (y la mano izquierda de Alfonso Guerra y de Fernando Abril Martorell) optaron por una Ley de Partidos que, ante todo, garantizara la estabilidad. Hemos tenido estabilidad, quizás en demasía, y estamos pagando ahora un alto precio por ello. Como los políticos que están instalados en el sistema no parecen dispuestos al harakiri que supondría para ellos reformar la ley orgánica que les ampara («entre bueyes no hay cornás»), solo nos queda la presión de la sociedad civil para que espabilen y le vean las orejas al lobo.  De lo contrario, podríamos estar sembrando las bases de la ruptura que no se hizo al morir el dictador.

Este Manifiesto por una nueva ley de partidos es un primer grito para despertar a los diputados y senadores, a los líderes políticos, a los gobernantes. Cuanto mas fuerte sea el grito (con más y más firmas) mejor lo oirán los políticos que, por ahora, se hacen los sordos para no perder sus privilegios.

Los cuatro presentadores del Manifiesto dijeron que se trataba de un primer paso…

Les felicito por pasar de las palabras a los hechos.

¿Cual será el siguiente paso? ¿Tienen ya nombre para la nueva Plata-Junta, partido o partidos que ayuden a profundizar en muestra democracia?

Lo que no hay es vuelta atrás. «Los males de la democracia se curan con más democracia». Por eso, también me apunté a Foro + Democracia que proponen Jordi Sevilla y Josep Piqué. Algún día nos juntaremos todos (jóvenes y carrozas) con el 15-M.

La que se va armar aquí si la vieja clase política, tan desprestigiada y alejada de la sociedad, no se despierta y se regula por una nueva Ley de corte europeo…

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PS. Al salir del Círculo de Bellas Artes de Madrid, ayer a mediodia, pasé por Cibeles. Los manifestantes ya estaban apostados, con sus gritos y pancartas, en la puerta del  Ayuntamiento, bajo el despacho de la alcadesa Ana Botella (de Aznar).

Desde lejos, no supe distinguir por qué protestaban pero escuché un grito tan claro como ingenioso. Decían, a coro:

¡Esa Botella… al contenedor!

Pues eso.

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El veneno naci-onalista y los «mozárabes» de Leguina

En un país tan acobardado y pusilánime como éste, me alegra que Joaquín Leguina salte al ruedo, reparta estopa a diestra y a siniestra y llame a las cosas por su nombre. Su teoría de los «mozárabes» en Cataluña tiene miga. Por eso, recomiendo la lectura atenta de su artículo «La hora de la verdad», publicado hoy en El País.

Joaquín Leguina

Conozco a Joaquín Leguina desde 1971, cuando fundamos el semanario Cambio 16. Soy consciente de que, a veces, con más corazón que cerebro, con más pasión que cálculo, se precipita y se equivoca. Pero, al cabo de tantos años, me sigo fiando de su instinto, de su honestidad y de su coherencia. Y envidio su valentía.

Ahora voy con prisas para hacer recados. Por eso, copio y pego a continuación el artículo tan oportuno y valiente de Leguina. Con mi experiencia de inmigrante almeriense en Barcelona y Madrid, prometo dejar pronto aquí un comentario sobre el veneno naci-onalista de los separatistas y de los separadores.    Ahora no se pierdan este artículo:

La hora de la verdad

Los nacionalistas han olvidado que la Constitución es fruto de una voluntad común de convivencia y de un pacto político.

Por Joaquín Leguina (1 OCT 2012)

“La naturaleza nos echó a este suelo libres y desatados y nosotros nos aprisionamos en determinados recintos como los reyes de Persia, que se imponían la obligación de no beber otra agua que la del río Choaspes”. Michel de Montaigne

La música nacionalista nos era conocida y también nos era familiar la letra, pero la orquesta y los atambores nunca habían sonado con tanto estruendo como ahora. Una huida hacia adelante que la crisis no ha hecho sino empujar, por dos razones, al menos: 1) la tracción centrípeta europea ha perdido fuerza y 2) el victimismo nacionalista exige más que nunca echarle la culpa de “nuestros males” a Madrid. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí?

En primer lugar, ganando la batalla dentro y fuera de Cataluña a unos adversarios que prefirieron no plantar cara. Y, ya se sabe, las batallas que no se dan siempre se pierden. Además, cuando alguien no encuentra oposición a sus ideas acaba desbarrando. Por otro lado, los nacionalistas jamás hablan de las complicaciones jurídicas y tampoco de los riesgos que para ellos conlleva el viaje a ese Eldorado de la independencia. Para los nacionalistas, Cataluña (representada exclusivamente por ellos) siempre estará por encima de la Ley.

Si te opones a las ideas nacionalistas serás tachado de “centralista” y hasta de “fascista”

El desistimiento de “la otra parte” ha permitido a los independentistas convertir en mozárabes a los catalanes no nacionalistas, especialmente a aquellos que provienen de la inmigración (conviene saber a este respecto que la mayor parte de los catalanes tiene como lengua materna el castellano). En este proceso de asimilación a martillazos el gran responsable político ha sido el PSC. Basta para demostrarlo con ver las actitudes de quien ha sido el paradigma del mozárabe, José Montilla. Un hombre nacido en Córdoba, que no solo ha apoyado con entusiasmo la “inmersión lingüística” sino que le montó un pollo al Tribunal Constitucional por atreverse a “tocar” el famoso Estatuto. En verdad, si hoy te opones a las ideas y sentires de los nacionalistas serás tachado de “centralista”, “nacionalista español” y hasta de “fascista”.

También ha existido la complicidad de los grandes partidos de ámbito nacional, debida —en buena parte— al papel en que la ley electoral coloca a los nacionalistas: el de bisagra para la gobernabilidad. “No critiquemos a los nacionalistas, pues los necesitamos para gobernar (o podremos necesitarlos en el futuro)” ha sido la consigna y como consecuencia los nacionalistas han ignorado, sin más trámite, entre otras leyes, los artículos 1, 2 y 3 de la Constitución (“La soberanía nacional reside en el pueblo español”; “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española”; “Todos los españoles tienen la obligación de conocerla [la lengua común] y el derecho a usarla”). Y así, el bilingüismo que consagra la Constitución en los territorios con “lengua propia” ha sido combatido, y no solo con la “normalización lingüística”. Imposiciones que han producido discriminación contra las personas a causa de su lengua materna.

Los nacionalistas también se han olvidado de que la Constitución es el producto de una voluntad común de convivencia y de un pacto político en el que todos renunciaron a sus aspiraciones máximas (los nacionalistas también).

Para acabar con el fuego, Rodríguez Zapatero —a impulsos de Maragall— echó sobre la hoguera unos cuantos bidones de gasolina en forma de nuevo Estatuto (voraz Saturno que acabó comiéndose a todos sus hijos) que, tras un delirante proceso legislativo y un referéndum fallido (la proporción de catalanes que votó a favor del Estatuto rayó con el ridículo) acabó recortado por el Tribunal Constitucional, es decir, otra vez la frustración, esa que tanto ama el victimismo nacionalista.

Pues bien, de todos aquellos polvos han venido estos pesados lodos sobre los cuales se pretende ahora poner en marcha el proceso de divorcio entre Cataluña y el resto de España. En otras palabras: se quiere recorrer un camino hacia una disgregación “a la yugoslava” que el resto de los españoles no podemos contemplar como quien oye llover y no se moja… Y sin embargo, de la boca de muchos de los políticos que representan a los ciudadanos no nacionalistas, dentro y fuera de Cataluña, salen de nuevo palabras melifluas tales como “calma”, “racionalidad”, “diálogo”, “pacto”… Volvemos, pues, como la burra, al trigo. Es decir, a la confusión… y mientras, ellos, tan dialogantes, siguen con la matraca de “España nos roba”.

¿Una negociación? ¿Sobre qué parte del salchichón? ¿Sobre la que sigue en manos del Estado o sobre la que se han tomado, legal o ilegalmente, los nacionalistas? Porque si solo se va a negociar acerca de las ya escasas competencias que mantiene el Estado, mejor apaga y vámonos.

Lo que se ha vuelto urgente para quienes no somos nacionalistas es apelar con vigor a un “patriotismo constitucional” y activo, derivado de la tradición liberal y democrática. No se trata de enfrentar un nacionalismo (el español) con otro (el catalán) sino de dejar las cosas claras: que España es una nación —la única en este territorio, eso nos dice la Constitución— y todos los líderes políticos han jurado o prometido defender esa Constitución.

En este asunto, el PSOE y, sobre todo, el PSC son víctimas de varios malentendidos que tienen su origen en el franquismo. Una primera confusión proviene de pensar que todos los que estaban contra Franco eran “de los nuestros”. Pues no. Los nacionalistas nunca han sido “de los nuestros” ni en su concepción del Estado ni en sus ideas sociales. La segunda y más grave confusión se deriva del añoso prejuicio según el cual los conceptos de “patria” o de “España” son un invento del franquismo. Bajo tales prejuicios es fácil llegar a creer, por ejemplo, que hablar o escribir en español dentro de Cataluña es el producto de una imposición de “la lengua del imperio” por parte de Franco y no una tradición muy anterior a Prat de la Riba.

El PP ha sido a menudo tan consentidor como el PSOE. Baste para demostrarlo con recordar la negativa del Gobierno de Aznar a recurrir (forzó también al Defensor del Pueblo para que no lo hiciera) la ley lingüística aprobada en tiempos de Pujol (esa que permite poner multas a los establecimientos que no rotulen en catalán). Pero, hoy por hoy, son los socialistas —que tienen en Cataluña más votos que el PP— quienes han de cargar con mayor responsabilidad a la hora de defender allí las ideas y los intereses de los catalanes no nacionalistas —que son millones—, a los cuales se les está reduciendo —ya se ha dicho— a la condición de mozárabes. Y esa es una tarea que el PSOE (con o sin el PSC) no puede obviar y para ello y en primer lugar es preciso olvidar ese estúpido “horror al lerrouxismo” que se impuso durante la Transición. Por lo tanto, ha de clarificarse cuanto antes la relación del PSOE con el PSC y aclarar también si este último quiere jugar a “la puta” o a “la Ramoneta”. Se precisa claridad; por ejemplo, acerca del federalismo (¿y qué otra cosa es el Estado de las Autonomías en su desarrollo actual?). Convendría saber de qué federalismo habla el PSC, no vaya a ser que estemos ante esa ensoñación impracticable y contradictoria en sus términos que algunos llaman “federalismo asimétrico”.

Lo que no puede hacer el PSOE en este asunto es el papel de don Tancredo, pues en tan incómoda postura va a ser el primero a quien el toro se lleve por delante.

Joaquín Leguina es economista y fue presidente de la Comunidad de Madrid.

Aznar lo provoca y ZP lo tapa. Lúcido Goytisolo

Desde que leí «Campos de Níjar» -hace casi 40 años- no me pierdo ningún artículo de Juan Goytisolo. Con sus reflexiones y provocaciones nunca te vas de vacío. Por eso, copio, pego y recomiendo su tribuna publicada hoy en El País. Roza, como de pasada, problemas de fondo sobre el qué, quién, cómo y por qué de los españoles.

Juan Goytisolo

Leí su crónica cruda y dramática sobre el paisaje humano de lo que hoy es, en buena parte, el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar cuando aterricé en la Universidad. Entre los miembros de SUT (Servicio Universitario del Trabajo, una rama del sindicato franquista SEU, llena de rojos infiltrados empezando por el padre Llanos) el libro de Juan Goytisolo era de lectura casi obligada en los campos de trabajo y en las campañas de alfabetización que organizabamos cada verano.

Con el paso de los años, puedo reconocer ahora que las inquietudes sociales provocadas por la tradición familiar, por aquellas lecturas juveniles (la mayoría clandestinas) y por las actividades (casi subversivas) del SUT me empujaron muy pronto hacia la práctica del Periodismo y el estudio de la  Economía mucho más que el suspenso en dibujo en la Escuela de Arquitectura y la consiguiente pérdida de la beca del PIO.

Por eso, tengo una deuda con Juan Goytisolo y siempre que puedo recomiendo la lectura de sus artículos, a ser posible con un lápiz para subrayar las ideas-fuerza dignas de posterior debate. Lo dicho. Copio y pego:

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 Hemos vivido un sueño

Hoy, en el vertiginoso salto atrás a la pobreza, paro y ladronería bancaria, cuando los españoles vuelven a emigrar, dependemos enteramente de la Dama de Acero alemana
Juan Goytisolo 22 JUL 2012
Hace poco más de un decenio, el llamado milagro español nos exaltaba y provocaba la admiración del mundo entero. Nuestro presidente del Gobierno, el héroe de la reconquista del islote de Perejil y miembro del famoso trío de las Azores que emprendió la noble y fructuosa (¡cifras cantan!) cruzada de liberación de Irak y la neutralización de sus armas mortíferas, aseguraba a quien quisiera oírle que España se había zafado de la funesta influencia francesa y había recuperado la grandeza perdida desde la época del emperador Carlos V. Los hechos o, por mejor decir, la información de los hechos, le daban la razón. España era la octava potencia mundial en términos económicos, los mercados alentaban nuestro imparable crecimiento y la marca España no era solo, como hoy, la de Nadal, el Real y el Barça, sino la de todo un país que caminaba con paso firme y resuelto por la recta vía del progreso y de la prosperidad.

Eran los tiempos del ladrillo y del crédito fácil, de la feliz llegada del euro, de la culminación gloriosa de una transición democrática que servía de modelo urbi et orbi, de proyectos y obras faraónicas y de dinero derramado a espuertas.

Pero los milagros —con excepción de los científicamente demostrables por cámaras ultrasensibles en Lourdes y Fátima, según su Santidad Benedicto— no existen y en 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, inesperada para los accionistas crédulos, pero no para sus directores ni para las hoy célebres agencias de notación, aquellos apresuraron a privatizar los beneficios de la venta de sus activos tóxicos en favor de los responsables de la bancarrota y a “socializar” las ingentes pérdidas a costa de los estafados. Después de una sarta de noticias funestas a los largo de 2009 y 2010, abrimos finalmente los ojos y, como dicen en Cuba, “caímos del altarito”. El sueño se había desvanecido y el despertar fue amargo.

Lo de un país rico pero pueblo pobre es una constante de nuestra historia. En la época imperial evocada por José María Aznar, el oro de las Indias recalaba en España. No obstante, lo que no era invertido en la construcción de palacios e iglesias y en gastos suntuarios pasaba directamente a manos de los negociantes y banqueros de Génova y Ámsterdam. A diferencia del pragmatismo luterano, calvinista o anglicano forjador del moderno capitalismo según señaló Werner Sombart, el catolicismo hispano acumulaba sin medida fincas rústicas y heredades inmobiliarias y rechazaba por razones de hidalguía el comercio y la fabricación de bienes útiles. España, pese a los esfuerzos de los ilustrados y regeneracionistas y las actividades productivas de los llamados indianos, se descolgó del progreso europeo y quedó rezagada en su furgón de cola. A fines de los cincuenta y comienzos de los sesenta del pasado siglo, la conjunción de la salida masiva de emigrantes a una Europa a la que política y económicamente aun no pertenecíamos, con la entrada igualmente masiva de turistas procedentes del todo el Viejo Continente, y la llegada al Gobierno de los ministros tecnócratas del Opus Dei, cambiaron las cosas. Estos últimos fueron nuestros calvinistas: desculpabilizaron al catolicismo de sus siempre ambiguas relaciones con el sistema de producción y espíritu de empresa del capitalismo, y asumieron el lema de “por el dinero hacia Dios”. Como previmos algunos en fecha tan temprana como 1964, el régimen franquista se desplomaría a la muerte del Caudillo no por la acción de una izquierda aferrada al recuerdo de su lucha heroica durante la Guerra civil, sino por la transformación de una sociedad que nada tenía que ver con la que se había alzado a poder por la fuerza de las armas 25 antes.

Estamos al cabo de un ciclo histórico y una crisis de civilización. Habrá que exigir responsabilidades

Los logros de la transición que acabó con el ciclo de revoluciones, guerras civiles y dictaduras de espadones están a la vista de todos y recibieron el aplauso unánime de una Unión Europea que no tardaría en acogernos con los brazos abiertos y favorecernos con sus fondos de ayuda para el desarrollo. Pero sus limitaciones no tardarían en manifestarse mientras los sueños de grandeza se nos subían a la cabeza. Hubo una transición política de “borrón y cuento nuevo”, pero no educativa ni cultural. Los hábitos mentales creados por la rutina y el temor a las ideas frescas pero desestabilizadoras de las verdades consagradas se perpetuaron. Los sucesivos gobiernos de las tres últimas décadas no tuvieron unos la voluntad y otros el valor de denunciar el Concordato, de abolir las exorbitantes partidas presupuestarias y privilegios fiscales eclesiásticos y de crear un Estado verdaderamente laico, liberándose así de las recurrentes presiones y chantajes de una jerarquía ideológicamente retrógrada. Convertidos ya en nuevos ricos, nuevos libres y nuevos europeos, nuestra clase política, surgida al socaire de la bonanza económica y de un optimismo sin mácula, fundó sus criterios de la gestión pública en el clientelismo con el aplauso de unos ciudadanos que, confortados por el acceso a un crédito fácil, asumieron que este era un pozo sin fondo. El paso de una pobreza real a una riqueza ficticia no se produjo gradualmente sino con una brusquedad que no permitió la creación de una cultura amortiguadora de tan vertiginosa mutación. De ser un país de emigrantes en busca del pan que no ganaban en casa nos convertimos en otro que acogía a millones de fugitivos de la pobreza oriundos de Iberoamérica, Magreb y África subsahariana.

El ejemplo más extremo pero sintomático de lo que ocurría en nuestras “enladrilladas” costas mediterráneas, lo hallé en El Ejido. El país misérrimo que visité hace poco más de medio siglo saltó de un brinco a ser uno de los municipios más ricos de Europa. En medio del mar refulgente del plástico de los invernaderos bajo el que se apiñaban en condiciones indignas millares de magrebíes y subsaharianos, la ciudad improvisada sin planificación alguna albergaba según un informe del Foro Cívico Europeo que cito de memoria, una cuarentena de agencias bancarias, ciento y pico prostíbulos y una librería a todas luces superflua a ojos de una comunidad para la que la educación era algo inútil de cara al logro y al manejo del dinero. ¿Quién iba a decir en 1997 que esta sociedad derrochadora y caciquil, fruto de la megalomanía de especuladores de toda laya a cargo de las Autonomías y Diputaciones —verdaderos reinos de Taifa— iba a convertirse de pronto en el nuevo “hombre enfermo de Europa”, como lo fue hace un siglo el imperio otomano?

Los ciudadanos no distinguen ya entre el partido que originó la ruina y el que la tapó

Al despilfarro y delirio de grandeza de la época de Aznar —el de la boda principesca en El Escorial, con un yernísimo que a diferencia del esposo de la infanta Cristina ha dejado misteriosamente de ser noticia— sucedió para alivio de muchos la llegada al poder de un joven y prometedor José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Sabía este en marzo 2004 la envenenada herencia que recibía en manos? Quienes creíamos que no, dado su tenaz optimismo y negación obstinada de la crisis que se nos venía encima después de la quiebra fatídica de Lehman Brothers, nos equivocamos de medio a medio. Un reciente artículo de Francesc de Carreras (La razón moral del indignado, La Vanguardia, 29-5-2012) me puso sobre la pista del libro de Mariano Guindal, El declive de los dioses, cuya lectura aconsejo vivamente, en la que su autor entrevista a quien pronto sería ministro de Industria de Zapatero en vísperas de las elecciones de 2004, y en la que Miguel Sebastián declara: “Menos mal que no vamos a ganar porque la que viene sobre España es gorda […]Tenemos una burbuja inmobiliaria y es inevitable que estalle y cuando esto ocurra se lo va a llevar todo por delante incluyendo los bancos”. Si, como admite el entrevistado, Zapatero y su equipo no estaban preparados para empuñar el timón en la tempestad que se avecinaba, cabía esperar al menos que dieran a conocer la “tremenda” situación que heredaban. La culpa no era suya, y lo razonable hubiera sido coger el toro por los cuernos y afrontar con urgencia la previsible catástrofe.

Por desgracia no lo hicieron y al desmadre especulativo y saqueo del erario público sucedió su incomprensible ocultación. Todo iba bien, seguíamos en el mejor de los mundos, hasta el momento (abril 2011) en el que ya resultó imposible negar la vorágine en la que nos anegábamos y, con dicho reconocimiento tardío, Zapatero cavó su propia tumba.

Hoy, en el vertiginoso salto atrás a la pobreza, paro y ladronería bancaria, cuando los españoles vuelven a emigrar a Inglaterra, Norteamérica, Suiza o Alemania y másters en mano se ven obligados a asirse al empleo que sea en medio del naufragio; cuando liberados de la influencia francesa (¡ah, el sublime Aznar!) dependemos enteramente de la Dama de acero alemana y de las voraces agencias de notación; cuando los mineros de Asturias en huelga marchan a pie hasta Madrid y sacuden con sus justas reclamaciones los fundamentos éticos de un Estado presuntamente democrático, ¿que hacen Rajoy y su flamante Gobierno? Negar ya no la crisis sino el rescate hasta el último momento y presentar luego la capitulación como una victoria; aclarar que “donde digo digo, digo Diego”; sostener que si accedió a agarrarse al salvavidas fue cediendo a las súplicas de quienes se lo arrojaban; imponer los recortes brutales a la educación y asistencia sanitaria y dejar impunes a los causantes de la ruina y a quienes se aprovecharon desvergonzadamente de ella.

El rechazo casi general a la clase política e instituciones estatales, incluido el Poder judicial encarnado por el Dívar de los fines de semana marbellenses —por cierto, ¿por qué y por quién fue nombrado a tan alto cargo en tiempos de Zapatero?— traduce la perplejidad de unos ciudadanos que, desbordados por la magnitud de los problemas que les acucian, no distinguen ya entre los dos partidos políticos, el que originó la ruina y el que la tapó y, a falta de expresar su cólera a gritos, se refugian en la fatalista resignación. Estamos al cabo de un ciclo histórico y una crisis de civilización, y habrá que exigir responsabilidades como claman los indignados. Como se pregunta Josep Ramoneda en un reciente artículo en estas mismas páginas (Poco pan y peor circo, EL PAÍS, 14-6-12), “¿hasta cuando aguantarán los ciudadanos que nadie defienda sus intereses?”

Juan Goytisolo es escritor.

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El PSOE se esconde. ¿Acochinado en tablas?

La derecha hace leña del juez caído («A moro muerto, gran lanzada») y homenajea a Fraga. El PSOE se esconde frente al Supremo y asiste al homenaje a Fraga en el Congreso.

Diputados de izquierdas (no del PSOE) se ausentan durante el homenaje a Fraga en el Congreso

¿A donde quieren ir a parar los socialistas, hundidos en el pozo más hondo de su reciente historia? ¿Si les queda tan poco por perder, por qué se quedaron en el hemiciclo, por ejemplo, durante el homenaje al ex ministro de Franco, que firmó penas de muerte sin juicio justo, mientras el resto de la izquierda se ausentó?

De Manuel Fraga recuerdo dos anécdotas personales poco edificantes. 1) Era ministro de propaganda del Dictador cuando nos molieron a palos en un homenaje a don Antonio Machado. 2) Era ministro de Gobernación de Arias Navarro cuando fui secuestrado y torturado con armas reglamentarias de la Dictadura. 

Ya se que está feo hablar mal de los fallecidos. Por eso, no dije nada del talante totalitario y de los modos fascistoides del fundador del PP en el día de las alabanzas. Lo que me sorpendió esta semana fue la actitud cobardica del PSOE: los únicos de la izquierda que asistieron (Guerra no aplaudió, ¡faltaría más!) al homenaje que el PP dió a Fraga en el Congreso de los Diputados.

En cambio, muchos socialistas y otras gentes de izquierdas han echado de menos a los líderes del PSOE en la manifestación improvisada esta mañana ante y contra el Tribunal Supremo o en la de la semana pasada por el caso de los crímenes del franquismo.

Ya tienen muy poco más que perder. Se han quedado en nada. Por eso mismo, no entiendo que los socialistas estén «acochinados en tablas» y no den la cara en asuntos que afectan a los principios del Estado de Derecho y a su propia identidad histórica.

Apenas aparecieron líderes representativos del PSOE (salvo Zerolo, que yo sepa) en la manifestación improvisada ayer ante y contra el Tribunal Supremo por la sentencia extravagante e insólita dictada contra el juez Baltasar Garzón.

Garzón en mi casa, poco después de la detención del dictador Pinochet

Comprendo que a ciertos socialistas no les resulte simpática la figura del juez Garzón, después de la investigación que hizo y rehizo de los crímenes del GAL en tiempos de gobiernos del PSOE. A mi tampoco me gustó que pidiera subvenciones a Botín con destino a la Universidad de Nueva York donde él estaba. Quienes le conocemos sabemos que el juez está lejos de ser perfecto. (Si quieres amigos o jueces perfectos te quedarás sin amigos y sin jueces).

Aunque yo apoyo a Garzón (viejo amigo), no se trata aquí de defender la personalidad de Garzón al completo sino de defender el Estado de Derecho y los principìos básicos de nuestro ordenamiento jurídico, a sea, de nuestra Democracia.

No estamos tanto por Garzón como contra el atropello del Estado de Derecho por parte del Tribunal Supremo. Y por eso echo de menos (y bien que lo lamento) a algunos líderes del PSOE en la mani de hoy.  Si siguen por ese camino tan huidizo, sin dar la cara cuando hace falta, por miedo a significarse, pronto podrán meterse todos los militantes socialistas en un taxi. Y por eso, también, me da tanto miedo el poder casi absoluto (merecido o no) que tiene hoy el PP (central, regional y local) sin apenas nadie enfrente para frenarle.

Me preocupa más la ausencia del PSOE en estas manifestaciones públicas que el jolgorio y la fiesta que la derecha y la extrema derecha están organizando con la caída del juez Garzón a quien los corruptos tanto temían. Basta con repasar los comentarios anónimos sobre este asunto en los blogs para comprobar lo crecidos que están los nostálgicos de Franco y algunos seguidores del PP. Y eso que este Gobierno de Rajoy/Saez de Santamaría se parece afortunadamente poco, por ahora, a aquel de Aznar/Cascos de tan triste y temible memoria.

Menos mal que aún nos queda el gran Forges intrepretanto nuestro miedo cotidiano («¡A ver si te van a oir en Las Salesas!», le dice Concha a Mariano, perdón a Vicente).

Y también nos queda -menos mal- Soledad Gallego-Díaz, con sus comentarios tan certeros en El País, para reconciliarnos con la buena prensa de toda la vida. Copio y pego a continuación su articulo de hoy:

Justicia a cualquier precio

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ (11 FEB 2012)

La justicia obtenida a cualquier precio termina no siendo justicia.

Eneko en 20 minutos

Lo afirma la sentencia del Tribunal Supremo que ha condenado al juez Baltasar Garzón a una pena de inhabilitación de 11 años y a su expulsión de la carrera judicial, y ciertamente muchos ciudadanos, en España y en Latinoamérica, pueden alimentar en estos momentos la misma convicción, aunque por motivos diferentes. Habrá que suponer que el Tribunal Supremo ha emitido su fallo sin que mediara animadversión personal ni enojo corporativo, pero lo cierto es que esta decisión ha acabado con uno de los pocos símbolos de la justicia en el que confiaba una parte notable de esos ciudadanos y que esa es una noticia pésima, con un precio muy alto.

No se trata de ignorar los graves hechos atribuidos a Garzón. Según la sentencia, el juez autorizó que se intervinieran las comunicaciones entre los imputados en una importante causa por corrupción y sus abogados, sin excepción alguna y sin mención expresa de su identidad, y lo hizo, afirma el Supremo, sin que existiera ni el menor indicio de que esos abogados estaban utilizando su condición de tales para la comisión de nuevos delitos. Su convicción de que los imputados continuaban ocultando su dinero, y su temor a ver cómo personajes poderosos y ricos conseguían escapar a la investigación, no es argumento suficiente para anular el secreto de las comunicaciones ni para deteriorar el derecho a la defensa.

Pero eso no es lo que se juzgaba realmente en el Supremo, sino si la decisión de Garzón podía ser explicada por una interpretación incorrecta de las normas del derecho. No, afirman los siete magistrados, no existe otra explicación que el empeño deliberado de actuar fuera de «los medios usualmente admitidos en derecho» ni otra razón que el anhelo del juez instructor de colocar el «proceso penal español al nivel de los sistemas totalitarios», un juicio de intenciones asombroso para tan alto tribunal.

Ahí, en la clara voluntad de apreciar prevaricación, es donde se abre un agujero por el que asoman muchas dudas: ¿esa misma decisión tomada por otro juez que no fuera Baltasar Garzón hubiera merecido valoración tan severa?, ¿qué sucede con los fiscales y con los otros jueces que compartieron su decisión?

Va a resultar muy difícil que los ciudadanos no asocien la condena de Garzón a su personalidad, a su historia y a su protagonismo internacional, insufrible para una parte importante de la corporación judicial, y que el descrédito que todo ello acarrea, dentro y fuera de España, no vaya a suponer un desgaste altísimo para la justicia española en su conjunto.

La expulsión de Garzón llega, además, en un momento de fuerte desánimo social. Los ciudadanos, aplastados por una crisis formidable, llevan meses conociendo casos de corrupción que no se traducen en delitos ni se sustancian en castigo alguno, personajes del mundo económico que reciben cantidades asombrosas por gestiones desastrosas, indultos llamativos para personas poderosas y dificultades sin cuento para acabar con el fraude fiscal, el desvío de fondos públicos y las trampas de todo tipo que no se podrían llevar a cabo sin ayuda de avispados asesores legales.

Todo ello, junto a noticias sobre algunos jueces corruptos que reciben castigos inexplicablemente ligeros por embolsarse dinero fácil. Nada de eso justifica, por supuesto, acabar con el derecho a la defensa (¿no debería revisarse el caso de los acusados de terrorismo?). Simplemente, resulta difícil aceptar que, entre tantas denuncias por prevaricación como se han presentado, solo haya habido un juez, Baltasar Garzón, que mereciera que le arranquen la toga. Queden tranquilos sus colegas del Supremo. Ya le han echado. Triunfó la justicia, a cualquier precio, deben pensar. Quede tranquilo Baltasar Garzón. Los ciudadanos no olvidaremos nunca la honda emoción que nos hizo sentir el 16 de octubre de 1998 cuando ordenó la detención del general Pinochet.

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Día de Accion de Gracias en 1998. Al fondo, Garzón entre el profesor Marichal y Ana Westley (la cocinera del pavo)

Eso mismo, Soledad. Sin caer en la resignación, siempre nos quedará la detención del genocida general Pinochet por orden de Garzón. ¡Ahí es nada!.

Por la cita de Pinochet, recuerdo hoy el pavo que nos comimos en mi casa el Día de Acción de Gracias en noviembre de 1998 con Baltasar Garzón y su esposa Rosario Molina, Juan Marichal y su esposa Solita Salinas, Joan y Angel Berenguer, Kathy y David White, Yolanda y Al Goodman y otros amigos y colegas. (Se entiende que la foto, por su mala calidad, la hice yo)

El dictador Pinochet llevaba apenas unas semanas detenido por orden del juez Garzón.

Es costumbre que uno de los comensales haga un brindis, a modo de oración laica, para conmemorar la comida fraternal de los peregrinos con los indios de Nueva Inglaterra.

En aquella ocasión, tomó la palabra mi maestro y amigo Juan Marichal, catedrático de la Universidad de Harvard, y nos emocionó a todos con un parlamento improvisado pro derechos humanos y contra los genocidas que comenten impunemente crímenes contra la humanidad; un bellísimo brindis que lamento mucho no haber grabado entonces.

Juan Marichal entre Garzón y yo

«Crimenes contra la humanidad en Argentina, en Chile, etc. que quedaban impunes… hasta ahora», dijo Marichal. A partir de la detención del dictador Pinochet, los genocidas sabrán que sus crímenes ya no quedarán impunes.

Y el maestro levantó su copa para invitarnos a todos a dar las gracias al juez Garzón, allí presente, quien se quedó emocionado y sin palabras.

Pase lo que pase, siempre nos quedará ese recuerdo de la detención de un criminal como el general Pinochet por orden de Garzón.

Recuerdo también las críticas que algunos colegas de la prensa extranjera le hicieron al juez español, más o menos en estos términos:

«Persigues a los dictadores de América Latina, por sus crímenes contra la humanidad, pero en España nadie se atreve a investigar y perseguir crímenes semejantes cometidos durante la Dictadura del general Franco. Los españoles veis la paja en el ojo ajeno y no la viga que tenéis en el vuestro. A eso se le puede llamar hipocresía o miedo». 

«Todo se andará», creo recordar que fue el resumen de la respuesta del juez Garzón.

Lo prometió y lo cumplió. Y ahí le tenemos ahora crucificado por perseguir también los crímenes del franquismo y la corrupción de políticos del PP.

Por muchos defectos que la derecha airee, exagere o invente de Baltasar Garzón (y los tiene), los demócratas estamos en deuda con este gran juez. Espero que el miedo no se extienda ahora entre los buenos jueces que siguen en activo ni entre los estudiantes de Derecho.

 

¿Cuándo se jodió la juventud española? (II)

¿Qué hubiera dicho Mafalda en la encuesta que nos dio como resultado que “la juventud es más pesimista que nunca?”

Mafalda, niña progre de 6 años, creada por el genial Quino.

Terminé la entrada anterior (“¿Cuándo se jodió la juventud española? I) con una cita de memoria, y equivocada, de Mafalda, esa niña filósofa preocupada por el ser humano y por arreglar el mundo que le dejan los mayores. Tiene multitud de frases agudas acerca de los jóvenes y los mayores, del pasado y el futuro. Sobre cómo los mayores vemos el pasado, me gusta esta sentencia suya:

«No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta.»

Repasando los resultados de la encuesta citada, detecto que deben complacer a quienes la encargaron y pagaron (Fundación S.M./Santa María) como, por otra parte, suele ocurrir a menudo. Las encuestas son creíbles para quien las encarga. En el caso que nos ocupa, ha sido motivo de conversación de sobremesa, lo que ya es algo. Y mis pesquisas -por supuesto, nada científicas- difieren mucho de los resultados publicados por la prensa. Claro que cada uno habla de la feria según le va en ella.
Por ejemplo, en la cena del brindis por la Constitución, José María Fidalgo, ex secretario general de Comisiones Obreras, nos dijo que “el mundo nunca ha estado mejor que ahora: vive más gente, viven más años y mejor, se comunican más y hay más igualación que hace un siglo”. Fue mucho más optimista que los jóvenes encuestados para S.M. y nos recomendó “mirar al futuro y hacia fuera y no mirar hacia atrás y para dentro”. Y remató así su Elogio de la Concordia:
“El punto dulce está en el futuro”

Fidalgo me recordó a un profesor ilustre y muy querido (Vicente Llorens) que atribuía a la izquierda la visión de la Arcadia feliz en el futuro («En la lucha final…», como dice la letra de La Internacional) mientras que la derecha tendía a situar la Arcadia feliz en el pasado (En el Edén biblico… por lo menos)

Los resultados de mi encuesta particular han sido extraordinariamente contradictorios aunque, según los casos, cargados de sentido común. Como la vida misma. Y también como algunas opiniones de los comentaristas de este blog. Ni siquiera se si vale la pena que los comparta con los lectores. Por si acaso, ahí van mis notas:
En una primera aproximación, aquellos que tienen pareja y empleo estables, disfrutan de buena salud y cuya realidad se acerca a sus expectativas suelen ser optimistas. Es la verdad de Perogrullo. Y quienes están solos, en paro, sin dinero, con mala salud y con sueños tan irrealizables que les cargan de frustración suelen ser pesimistas.
Por lo tanto, resulta muy difícil generalizar y, puesto que hablamos de optimismo y pesimismo (o sea de estados de ánimo y de sentimientos), las encuestas y las estadísticas son poco fiables. Además, sobre valores y comportamientos morales, la gente miente. No me puedo creer que los jóvenes valoren más a la familia que a sus amigos o a su pareja, o que la “vida sexual satisfactoria” ocupe el puesto número 10 entre los “aspectos importantes en la vida”. ¡Vamos, hombre!.
Dicho esto, parece cierto que muchos jóvenes actuales (como seguramente los de cada generación precedente) se sienten pesimistas y jodidos por el mundo que les dejamos.
Hay, sin embargo, datos objetivos y medibles. Según el ciclo que les ha tocado, los jóvenes de hoy, infinitamente mejor preparados que los de antes, temen vivir (y vivirán, en términos económicos) peor que sus padres.

La explicación económica de este fenómeno es compleja, pues tiene relación con todos los factores de produción, con la oferta y la demanda, con la globalización financiera y la deslocalición de los empleos, con el comercio exterior, con los movimeintos migratorios, con la productividad propia y ajena, etc., etc. En otros casos, puede tener relación con el viejo proverbio: “Padres comerciantes, hijos caballeros, nietos pordioseros “, tal como lo glosaba Azarías en su blog “Ecos de Sociedad Anónima”.

Pero también se dan los casos de hijos poco ambiciosos, a los que no les falta de nada, desalentados por el comportamiento “trabajahólico” de padres ausentes y que, sintiéndose culpables, les dan de todo menos atención personal.

Los padres fueron más ambiciosos, tuvieron que luchar para salir de la pobreza. En cambio, los hijos no han conocido/sufrido las mismas privaciones. (En este momento, si mis hijos me oyeran o leyeran tararearían la InternacionalEn pie, parias de la Tierra…«- o silbarían –cargados de razón- la melodía dulzona de Elena Francis).
Las comparaciones son, en efecto, odiosas. Nunca hubo el mismo nivel a la misma edad, ni las mismas oportunidades de mejora o de empeoramiento en tiempos distintos. Pero no me negarán que ahora hay mayor movilidad social hacia arriba y hacia abajo que antes.
Lo que yo recuerdo de mi generación (lo que no significa que sea cierto) es que los jóvenes de entonces no teníamos tiempo para ser pesimistas (además, no había tales encuestas para demostrarlo). Íbamos a cambiar el mundo y todo parecía posible.

Nuestro presente era pobre, cutre y bajo una cruel Dictadura, pero el futuro nos parecía modelable y, por tanto, brillante. Estábamos tan mal –y no quiero contar aquí las penas del pasado, por la amenaza real de que mis hijos se vuelvan a reír de mi- que solo podíamos ir a mejor. El idealismo de la lucha política y la posibilidad real de mejora futura ensombrecían, en muchos casos, las penalidades económicas. Claro que los jóvenes de hoy también salieron a la calle, cargados de idealismo contra los crímenes de Bush y Aznar por la invasión ilegal de Irak. Nosotros (muchos menos) salíamos en los setenta contra la guerra, igualmente cruel, de Vietnam.
Aún recuerdo los gritos contra el presidente Johnson de amigos jóvenes norteamericanos:
“Hey, Hey, L.B.J.
how many kids
have you killed today”

De los famosos 7 de Chicago, líderes encarcelados por ir contra la guerra de Vietnam, uno es un ricachón de Wall Street, otro se enriqueció con una agencia de Publicidad y así, suma y sigue.
Y mis hijos me dicen (cuando ven a los triunfadores de mi pandilla de rojos del 68):
“Papá, aplícate el cuento”
Y yo les replico, mirando por su bien:
“Los pesimistas viven menos y peor. No os conviene ser pesimistas. Con optimismo se saca mayor provecho a la vida”.
Probad este sermón con vuestros hijos y os replicarán:
“Papá, no nos des la vara. Ya vale”.
Pues eso, ya vale, que es puente.

Feliz regreso.

¿Aún es pecado ganar dinero en España?

El lucro, el beneficio o el negocio siguen malditos en España. Ganar dinero (crear riqueza y/o empleo) está muy mal visto en nuestro país. Produce más envidia que admiración. Todo lo contrario de lo que ocurre en los países que tienen la mitad de paro que el nuestro. Este es uno de los lastres que más ha contribuido al atraso económico de España y que, aún hoy día, nos hace más inflexibles para sortear los efectos de las crisis.

Con la pesada carga histórica que llevamos a cuestas contra el espiritu práctico y emprendedor (sospechoso de herejía, desde Felipe II) es muy dificil competir con la productividad de nuestros vecinos del Norte.

Nos guste o no, esta actitud cultural contra el beneficio legítimo en la actividad económica, bastante generalizada, está, a mi juicio, en la base de nuestra incapacidad para emprender negocios y combatir el desempleo.

Lops hechos son tozudos. Nuestra tasa de paro es el doble que la de nuestros vecinos.

¿Es casualidad?

¿Tiene la culpa el Gobierno de turno?

¿Está grabado en nuestros genes?

¿Podremos salir de la crisis antes y mejor que los países que valoran el beneficio y el espíritu emprendedor más que nosotros?

¿Por qué la mayoría de los estudiantes españoles quieren ser funcionarios antes que empresarios?

¿Apostamos más por la seguridad o por el riesgo?

Nos haría falta un curso completo sobre el papel que juega el factor empresarial en el crecimiento económico (donde no hay riesgo no hay beneficio) para responder a la mitad de esas preguntas. (Y yo sigo aún en excedencia en la Universidad y no tengo ni el tiempo ni los conocimientos científicos para responder a estas preguntas).

Sin embargo, sí podemos recoger algunas perlas de las que abundan en nuestros periódicos para destacar las raíces de nuestro atraso económico y las razones por las que los desequilibrios macroconómicos (paro, inflación, déficit, etc.) duelen más en España que en nuestros vecinos del Norte.

Este fin de semana he tenido tiempo para repasar la prensa impresa, incluido algún suplemento como este: Tierra, de El País.

Al llegar al tercer párrafo del reportaje de portada me estremecí ante esta frase, bastante común en la prensa y en las conversaciones de muchos españoles. Dice así:

«… una evolución desmesurada que propició que se arrimaran a la fotovoltaica personas y empresas que, más que apostar por las energías renovables, buscaban beneficiarse de subvenciones y de las primas por kilowatio hora (kW/hora) producido».

Dice que «más que apostar por las energías renovables, buscaban beneficiarse de las subvenciones…»

¿Qué personas o empresas (en su sano juicio y sin ser hermanitas de la caridad) son capaces de «apostar por las energías renovables» sin buscar el beneficio?

Existe la creencia errónea de que las empresas privadas deben actuar como ONG´s o sea, sin ánimo de lucro. Esa creencia es una temeridad y un seguro para aumentar el número de parados. Si no hay expectativa de beneficios, no habrá inversión y sin inversión no habrá empleo. Las empresas emprenden negocios (siempre, siempre, naturalmente) con ánimo de lucro.

¿Hay aún algún ingenuo por ahí (como el autor de este reportaje) que piense que una empresa o empresario puede o debe asumir un riesgo sin ánimo de beneficio?

No salgo de mi asombro.

¿Es ignorancia o hipocresía?.

¿Acaso forma parte aún de la herencia de los cristianos viejos (o de la España negra), que atribuían el ánimo de lucro sólo a judíos, moriscos y falsos conversos?

Recuerdo una frase que me dijo el empresario valenciano Luis Suñer (el «rey del pollo», que fue secuestrado por ETA), en una entrevista que le hice para mi libro «Los empresarios ante la crisis» (Grijalbo, 1982):

«Si pierdo dinero, me llaman burro; sin gano dinero, me llaman explotador»

Ahi queda eso.

Las portadas de hoy apenas precisan comentario.

El Mundo, a favor de Aznar. Pedro Jota se pone la tirita de ETA en el 11-M, antes de que se celebre el juicio contra él (por la demanda del ex comisario Sánchez Manzano) por algunas de las presuntas informaciones que dio sobre la matanza de Atocha en defensa del mentiroso presidente Aznar.

El País, en contra de Aznar.

Por su parte, El País sigue destapando escándalos de presunta corrupción de los colaboradores de Aznar.

Periodismo carroñero e inmundo en El Mundo

¿Vuelve ETA al 11-M? Sólo la rabia y la vergüenza profesional me obligan a actualizar hoy este blog, que tengo medio abandonado por la crisis, y porque tengo la cabeza en otros asuntos de distinta envergadura. Sin embargo, hoy no puedo remediar dar un grito de S.O.S a mis colegas por la vergüenza que supone para los periodistas el tipo de periodismo amarillo, carroñero e inmundo que practica, a veces, como hoy en su portada, el diario El Mundo. ¡Qué asco!

Hoy me he enfrentado a la miserable portada de Pedro Jota como simple lector, no como viejo periodista. Y he recordado -no sin rubor- lo que muchos lectores nos dicen a menudo:

«Si sobre este asunto, que yo conozco muy bien, los periodistas informan tan mal, ¿qué será de todo aquello que no conozco y leo en los periódicos?»

Con portadas como la de hoy en El Mundo sobre el «caso Bono» y «la mochila de Vallecas» -plagada de insinuaciones torticeras, falsedades a medias, mala fe y ánimo de engañar a su fieles- no me extraña que los periodistas hayamos ganado peor fama que los pianistas de un burdel.

Algunos lectores de este blog pueden recordar el escándalo judicial y político que rodeó al mal llamado «caso Bono» y que debió llamarse «Caso juez Hidalgo«. También pueden recordar por qué el PP y El Mundo hicieron el montaje falso sobre el comisario Rodolfo Ruiz en el «caso Bono«: querían ligarlo a la «mochila de Vallecas» para echarle una mano al desvergonzado trío Pinocho (Aznar, Acebes y Zaplana) que atribuía la masacre del 11-M a ETA.

Ahí van algunos enlaces de este blog sobre el caso:

A veces, hay Justicia. ¿Despedirán ahora al estrafalario juez Hidalgo?

29 Junio 07

Los policias, condenados por el juez Hidalgo por la presunta detención ilegal del dos angelitos del PP -pillados in fraganti palo en mano-, han sido absueltos por el Tribunal Supremo.

El Supremo «desbarata» o «legitima». ¡Vaya papo el de Pedro Jeta!

30 Junio 07

¿Se comerá Hidalgo el turrón siendo aún juez en ejercicio? Copio y pego aquí el comentario de urgencia que hice ayer para que no se nos olvide la jeta que tiene el estrafalario…

Mesquida defiende a los policías del «caso Bono» (¿caso Hidalgo?)

09 Noviembre 06

Joan Mesquida, director general de la Policía y de la Guardia Civil, defendió ayer en el Congreso a los tres policías que fueron condenados por una extraña sentencia del juez Hidalgo…

La mochila de Vallecas golpea a Losantos y a la COPE

29 Junio 08

Los obispos españoles deben andar temblando con las penas del Infierno que les esperan por sus reiterados pecados de omisión. la verdad es que los dueños de la pecaminosa cadena COPE no…

Caso Bono/caso Hidalgo: La fiscalía pide repetir el juicio

17 Julio 06

Con un par de días de retraso, he leído hoy en La Razón, del sábado 15 de julio, una información sobre el recurso de la Fiscalía del Tribunal Supremo contra la sentencia que condenó a…

El PP lleva al Congreso los recortes de Pedro Jota

19 Abril 06

Después de haber concluido la instrucción del juez del Olmo, ETA y el 11-M vuelven a mandar en la primera página de El Mundo con este titular: El PP presenta al ministro Rubalcaba 215…

Periodismo basura para creyentes y/o incautos

18 Abril 07

La portada de El Mundo de hoy merece un marco para ser colgada en la vieja cárcel de papel de «La Codorniz». Todos los diarios de referencia del mundo mandan hoy en sus primeras pî..

Adivinanza:¿Que diario entrevista a Felipe o a Rajoy?

05 Agosto 07

El semanario británico The Economist dedica esta semana un comentario a la «racha de Zapatero» del que El País recoge unos parráfos en su revista de prensa: — Adivinanza facilona: …

«Caso Bono/Caso Hidalgo»: recurrida la sentencia «estrafalaria»

23 Junio 06

El Mundo ha dedicado páginas y páginas a la sentencia del Juez Hidalgo (ex policía de la Brigada Político-Social del franquismo) contra tres policías por el “Caso Bono”. Como se…

Vuelve la mochila del 11-M. Se acabó el verano.

01 Septiembre 06

Así me he quedado yo –como el recuperado cuadro “El grito” de Munch, pariente del presidente de 20 minutos- al enfrentarme esta mañana con la prensa de pago nacional. Por…

La foto que no vió el juez Hidalgo y la «mochila de Vallecas»

20 Mayo 06

Esta es la foto del intento de agresión de los dos angelitos del PP contra el ministro Bono que seguramente el juez Hidalgo no pudo ver antes de firmar su sentencia «extrafalaria»(recurrida…

Paralelismos entre el «Caso Bono» y el 11-M.

13 Octubre 06

La anécdota del desfile (Zapatero no se sentó al paso de la bandera norteamericana) sirve de ilustración en la portada de El Mundo. Este es su primer titular como pie de foto: Aplausos a…

——

El comisario Rodolfo Ruiz fue absuelto por el Tribunal Supremo de todas aquellas acusaciones falsas. Pero, ya se sabe, calumnia que algo queda. Su carrera fue arruinada y su familia, extremadamente dolorida. A Pedro J. Ramírez no le ha pasado nada. Son costumbres españolas.

Suma y sigue…

El frío calienta el debate climático
Cumbre mundial de escépticos en Nueva York

No puedo cortar y pegar la página que El País dedica hoy al «calentamiento global» porque se me agotó el saldo y, pese a que lo he ampliado, no consigo acceder a los PFDs de El Pais. Mañana les preguntaré a ver qué pasa.

Mientras, copio y pego la página 29 de El Mundo (gratis) y el texto de la información de elpais.com de hoy que también es gratis.

El Mundo sigue aún en su línea tradicional -la antigua corriente principal- del calentamiento global causado por el hombre.

En cambio, El País, en su página 38 muestra un cambio de tendencia muy relevante, similar al que ocurre, desde este crudísimo invierno, en la cobertura que la prensa occidental de prestigio está dando a lo que ya empiezan a llamar timidamente «debate climático«. Aunque les pone verdes (observen el sesgo del lenguaje), al menos habla de la existencia de «científicos escépticos» sobre el papel del hombre en el presunto calentamiento global. Habla de la Cumbre de Nueva York a la que Aznar no va a asistir, como habían anunciado,acompañando a Vaclav Klaus, actual presidente de Unión Europea.

Hasta hace poco, recordarán que sólo se hablaba del «consenso mundial» y de la «unanimidad de la comunidad científica mundial» (¿?) sobre el papel central del hombre en el calentamiento global. Sólo se citaba, como rara excepción, a unos cuantos «locos«, «apóstatas» o «vendidos a las petroleras» que ponían en duda esta hipótesis (no realidad), por otra parte, jamás demostrada científicamente sino llena de lagunas y puntos oscuros. Bueno, y al pobre físico primo de Rajoy que parecía estar alineado con José María Aznar. La verdad es que, aunque comparta muchas de las dudas que plantea Aznar sobre este asunto, estoy muy lejos de su posición política general. Tanto me sorprendió su cambio de actitud que incluí aquí un post titulado:

«¿Qué me pasa doctor? ¡Coincido con Aznar!»

Me recuerda, al revés, la declaración de Harold Ambler -un escéptico del papel del hombre en el calentamiento global- que votó a Barak Obama. Dijo algo así:

«Voté a Obama, sí, y volvería a votarle mil veces, aunque yo no esté de acuerdo con él en este asunto del calentamiento global».

He observado nítidamente este cambio de tendencia durante mi reciente estancia en Boston (con un frío record nunca visto desde los años setenta).

¿Por qué se publican ahora datos y/o enfoques que antes permanecían ocultos?

El diario liberal The Boston Globe ha publicado artículos de escépticos y el New York Times (del mismo dueño) ya habla abiertamente del «debate climático».

Ya es algo. Presten atención a este (por fin) «debate» ya que promete ser muy sabroso, no sólo desde el punto de vista científico (desde luego, yo no lo soy) sino, sobretodo, desde su nueva cobertura mediática, que es el objeto de este blog.

¿Qué es lo que provoca un punto de inflexión en la cobertura informativa (a favor o en contra) de un fenómeno o de un grupo?

El Pais, a cuatro columnas:

Título:

Cumbre mundial de negacionistas

73 personalidades que minimizan el cambio climático exponen sus ideas en Nueva York

Aznar, estrella de la reunión, excusa su asistencia a última hora

LUIS GÓMEZ – Madrid – 08/03/2009

Se ha terminado acuñando el término «negacionista» a quien discute la gravedad del cambio climático. Porque detractores de la teoría del calentamiento global los hay y difunden sus argumentos en distintos foros, sobre todo en Internet. Esta corriente, llamémosla crítica, celebra este fin de semana en Nueva York una cumbre en la que participan toda suerte de políticos, analistas y también científicos.

La participación del ex presidente causó incomodidad en un sector del PP

Su conclusión es que el desarrollo económico mejora la contaminación

El cartel anunciador del evento, organizado por el Instituto Heartland, muestra los rostros de los 26 más prestigiosos de un total de 73 conferenciantes. Diríase que son, de alguna manera, los líderes del negacionismo, término que les molesta (prefieren el calificativo de escépticos). Hasta hace escasamente unos días, la figura más relevante era José María Aznar. Pero se ha caído del cartel en el último momento.

El Gobierno de Bush apoyó activamente a los escépticos

El Instituto Heartland estaba muy orgulloso de contar con Aznar. Tanto, que figuraba como actor principal en el cartel, por delante incluso de Václav Klaus, presidente de la República Checa y presidente de turno de la UE. Para tener Aznar la condición de ex presidente, su valoración era muy alta, lo cual hace suponer que se esperaba mucho de él. Sin embargo, Aznar no aparece ya en el cartel. Ha sido una retirada de última hora que no explican ni la organización ni el entorno del ex presidente. «Los problemas de agenda» no parecen excusa suficiente para una participación largamente publicitada. Otras instancias aluden a la incomodidad que le producía al PP su presencia en este acto.

Aznar ha sido uno de los últimos políticos en incorporarse a esta corriente, cuyos orígenes datan de 2000. Nacida en EE UU, promovida por fundaciones, institutos y think tanks de ideología neoconservadora, no parecía haber tenido suerte en su intento de sembrar raíces en Europa. Ciertamente, los principales partidos conservadores europeos, buena parte de ellos en el poder, no sólo no discuten la necesidad de promover políticas medioambientales sino que en algunos casos se han mostrado especialmente activos en esta materia.

Salvo algún caso aislado, como el de Václav Klaus, dirigentes de primera línea (Sarkozy o Merkel entre los más destacados) están lejos de discutir el cambio climático. Ni siquiera el siempre sorprendente Berlusconi ha criticado abiertamente el Protocolo de Kioto. Para remate, la llegada de Obama ha significado un evidente cambio de política en la capital de los escépticos.

Critican que el ecologismo sea considerado como una nueva religión

Esté o no Aznar, la cumbre es un hecho. El argumento de quienes discuten el cambio climático critica el rigor científico con el que están elaboradas algunas predicciones «catastrofistas» tamizado por un barniz ideológico: los negacionistas critican la existencia de una idea dominante (el ecologismo) que debe ser obedecida como si fuera una religión, de tal forma que quien la discuta es enviado al averno. Comparan a los críticos con los librepensadores y al resto como absolutistas o fascistas. Ése es su juego.

Y como ejemplo, algunas de las frases estelares de Aznar: «Muchos campeones de la idea del apocalipsis climático nada tienen que ver con la ciencia. Es algo más, es como una nueva religión que condena a la hoguera pública a todo aquel que critique las previsiones y las alarmas». O cuando señaló que cierto ecologismo «restringe la libertad individual en nombre de una noble causa… como hicieron los comunistas». Comparar el ecologismo con lo peor del comunismo fue un flaco favor al PP, máxime cuando la esposa de Aznar, Ana Botella, es concejal de Medio Ambiente en Madrid.

El final del mandato de Bush no ha sido una buena noticia para los escépticos, puesto que fue su Gobierno el que más cooperó en la difusión de estas teorías críticas. A falta de apoyo oficial, sus militantes se han ido integrando en torno a numerosas instituciones privadas. Una de ellas es el Instituto Heartland, criticado por financiarse con fondos procedentes de las compañías petroleras, con la misma ausencia de pruebas con que los escépticos acusan a Al Gore de estar financiado por intereses privados y de haberse montado un enorme negocio alrededor de su campaña ambiental.

El cruce de acusaciones tuvo su momento crítico en 2005, cuando el diario británico The Guardian publicó que algunas fundaciones ofrecían 10.000 dólares a todo aquel que se mostrara crítico y fuera capaz de escribir un artículo manteniendo su posición. En su defensa, los escépticos argumentan que aquel científico que critique el cambio climático es represaliado con la pérdida de subvenciones públicas.

Entre los líderes de los negacionistas está el danés Bjorn Lomborg, director del Instituto Medioambiental de Dinamarca, autor de El ecologista escéptico. Sostiene que la mano del hombre no sólo no ha empeorado el clima, sino que lo ha mejorado. Pone como ejemplo el aire que se respira en Londres, si se comparan las cifras actuales de contaminación con las de hace 400 años. La conclusión es que el desarrollo económico mejora el planeta. Por tanto, hay que defender la libre economía de mercado.

Igual tesis sostuvo en España hace tres años el abogado conservador nortamericano Christopher Horner: «Con la base de un modelo falso, no es momento de poner a nadie en riesgo de perder el empleo». Horner visitó FAES (que preside Aznar) y asistió a la inauguración del Instituto Juan de Mariana, las dos instituciones que acogen a los negacionistas españoles.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático, en el que participan 3.500 científicos y cuyos informes son avalados por los Gobiernos de Naciones Unidas, considera que con más de un 90% de probabilidades se puede decir que el cambio climático es responsabilidad del hombre por la quema de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo.

FIN

He repasado varias webs a favor y en contra de las distintas hipótesis sobre el «debate climático» y me propongo copiar y pegar aquí los enlaces y algunos comentarios.

Pero eso será en los próximos días. Ya es hora de cenar y he preparado unos filetes de caballa en escabeche que están para chuparse los dedos.

Un negro gobernará el mundo. ¡Aleluya!

La Casa Blanca será ocupada por un presidente negro. La verdad es increible. Tiene que ocurrir algo muy extraño (otra vez, trampas de Bush en Florida , un atentado mortal o el terror de un Ben Laden) para que Obama no sea mañana el presidente electo de los Estados Unidos de América.

Vivir para ver: un negro tranquilo y educado gobernará el mundo.

Y no sólo eso. Veremos esfumarse, sucio y con vergüenza, a George Bush, el segundo peor presidente de la historia norteamericana. Dicen los historiadores que el peor de todos fue J. Buchanan, que -como Franco aquí- llevó a su país a la guerra civil.

Ya se han esfumado del poder -y con mala nota- el ex premier británico, Tony Blair, (dejando a su partido hecho unos zorros) y el presidente Aznar (el segundo peor mandatario español de los siglos XX y XXI), que destrozó el futuro del PP con sus mentiras masivas sobre ETA en el 11-M. Mañana -parece mentira- saldrá Bush , arrastrándose, por la gatera de la historia.

Sólo estoy seguro de una cosa: el mundo será más seguro (y quizás, más justo) sin los tres tenebrosos mandatarios de la foto de Las Azores, que nos llevaron a la invasión ilegal de Irak y llevan sobre sus conciencias tantos miles de muertos innecesarios y, lo que es peor, inocentes.

También estoy seguro de otra cosa. Pasado mañana, cuando conozcamos el resultado oficial de las elecciones norteamericanas, agotaremos las existencias de este papel higiénico (tan socorrido) que aún tengo sobre la mesa de mi despacho.

¡Aleluya!

Acabo de ver los datos de las últimas encuestas publicadas por el New York Times. Si las matemáticas -y la intención escondida de voto racista del 4-5%- no fallan, la victoria de Obama está prácticamente cantada. Tiene ya 196 votos electorales asegurados, con ventaja enorme, imposible de superar para los conservadores.

Si los demócratas pueden sumar mañana los votos electorales de otros Estados en los que Obama ya tiene sólo ligera ventaja sobre McCain, entonces llegarían a los 290 votos. Obama necesita 270 votos para ser presidente electo. Incluso en la mayoría de los Estados «indecisos» (Ohio, Pensilvania, Misouri y Carolina del Norte) Obama también aventaja, aunque por muy poco, a McCain , quien parece tener asegurado el Estado tramposo de Florida donde el gobernador Jeff Bush (hermano del ominoso George W.) le dio una dudosa victoria al que ha sido -en mi opinión- el segundo peor presidente de la historia de EE.UU.

Nuestros dos grandes diarios de pago dan un tratamiento desigual al magno acontecimiento que el mundo entero -lo queramos o no- vivirá mañana.

El País lo da mandando en su portada, arriba a cuatro columnas, por encima del cumple de la Reina.

Obama pelea …

El Mundo, en cambio, manda con el cumple de la Reina por todo lo alto y da lo de Obama por abajo a tres columnas:

Obama dice…

Ambos coinciden con el mismo sujeto, pero (¡ay!) difieren un pelín en el verbo: «Pelea» y «Dice«

¡Qué le vamos a hacer!

Cada uno sirve a sus feligreses.

He vivido en Estados Unidos durante tres campañas electorales presidenciales: la de Jimmy Carter (1976) como Nieman Fellow desde la Universidad de Harvard, la de Bush padre (1988) como corresponsal del Grupo Prisa en Nueva York y la segunda de Clinton (1996) como corresponsal de Televisión Española en Nueva York hasta que fui despedido por el equipo de Aznar.Todas esas campañas electores, que viví muy de cerca, fueron muy interesantes y enriquecedoras desde el punto de vista profesional. Sin embargo, nunguna de ellas me dio la impresión de que estaba presenciando un hecho histórico mundial de la magnitud del que vamos a vivir mañana con la vistoria casi segura del señor Barack Hussein Obama, el primer presidente negro de los Estados Unidos de América.

Pasado mañana, dia 5 de noviembre de 2008, el mundo entero ya no será el mismo. No se trata -por lo que yo conozco de EE.UU– de otro cambio de guardia en el Imperio sino del principio de una revolución cultural planetaria, cuyas consecuencias no podemos aún ni soñar.

Habrá muchos progresistas decepcionados cuando comprueben muy pronto que el Obama pragmático y posibilista es más conservador de lo que parecía en su campaña. Sin embargo, creo que estamos ante un cambio de ciclo imparable, un cambio generacional que pone fin -¡válgame dios!- al que iniciaron los republicanos neoconservadores de Ronald Reagan y Margaret Thatcher a principios de los años ochenta. Estas tres décadas de la avaricia neoconservadora sólo conocieron el paréntesis de compasión demócrata de Clinton entre los dos presidentes de la dinastía pija de los Bush.

Simplificando mucho: los ciclos largos de acumulación de riqueza, aumento de la desigualdad y de la polarización política suelen dar paso a ciclos largos de reparto y redistribución más igualitaria de la riqueza y de mayor paz social.

Luego, naturalmente, cuando esa generación se olvida de su historia, vuelta a empezar. El péndulo suele ir, por tanto, desde el extremo de la avaricia hasta el otro extremo de la compasión. Y viceversa.

Prepárense, pues, los avariciosos neoconservadores del Imperio para treinta años de predominio demócrata si -como espero y deseo- tenemos mañana a Estados Unidos y al mundo entero -más relajado, feliz, seguro y justo- en manos de un negro.

¿Quién podría haberlo siquiera imaginado hace tan sólo un par de años, durante el boom de las torturas en Abu Graib y en Guantánamo?

¿No creen que la verdad es increible?

La avaricia rompe el saco, dicen en mi puebo. Y es, precisamente, el propio capitalismo en crisis quien nos trae a Obama en bandeja…

¿Cuál será el próximo país capaz de llevar a cabo una gesta semejante?

¡Aupa América!

Muchos norteamericanos podrán mirar, por fin, al resto de los seres humanos con la cabeza bien alta, después de haberla mantenido agachada durante tantos años por la vergüenza de gobernantes tan impresentables y desvergonzados como George W. Bush.

Adios Bush, adiós Blair, adiós Aznar

¡Vaya trío!