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"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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La Inquisición no pudo con ellos

Los símbolos paganos, prohibidos por la Inquisición, retoñan en La Alberca (Salamanca). Abundan los pájaros «enamorados», que miran hacia atrás, y los bicéfalos, que celebran el matrimonio precristiano.

Par de gemelos de los amish con pájaros enamorados que miran hacia atrás.

Par de gemelos de los amish con pájaros enamorados que miran hacia atrás.

Hace 40 años, durante una visita inquietante al Lancaster County (Pensilvania), la tierra de los Amish, me compré estos gemelos. Los encontré en un viejo almacén que los amish tenían en el pequeño pueblo de Intercourse. El nombre del pueblo (en inglés: cruce de caminos, lugar de conversación y… coito) suele provocar una sonrisa casi inevitable en los visitantes.

Pese al significado erótico del nombre del pueblo donde los compré, nunca relacioné con el amor a los pájaros que miran hacia atrás sobre corazones rojos de mis gemelos favoritos. Milagrosamente, pese a usarlos con frecuencia, aún no los he perdido. Y, como no soy supersticioso porque trae mala suerte, la semana pasada los llevé en la boda de mi hija Andy con Eduardo.

Una reciente visita turística a La Alberca, refugio de judios que huían de la Inquisición, en Las Batuecas salmantinas, me ha servido para descifrar este  viejo y emocionante enigma. Hace más de 40 años que me lo pregunto:

-¿Qué representan los pájaros que miran hacia atrás?

Carmen Requejo, de joven, bordando pájaros que miran hacia atrás y que -según ella- "representan a la mujer enamrada".e

Carmen Requejo, de joven, bordando pájaros que miran hacia atrás y que -según ella- «representan a la mujer enamorada».

Si alguien sabe algo más de este asunto me gustaría que lo aportara al blog. He buscado la respuesta por doquier (en varias enciclopedias, incluso en Google) pero sin éxito.

Nunca lo supe hasta que hablé con Carmen Requejo, mientras ella bordaba primorosamente unos pájaros que, con toda naturalidad, llamó «enamorados». Allí conseguí la primera pista. Y había más.

Su minúscula tienda de artesaría albercana, frente al osario de la Iglesia (que luce una calavera entre dos velas), estaba repleta de símbolos paganos.

Artesanía albercana

Artesanía albercana

Me quedé perplejo. Había docenas de pájaros que miran hacia atrás: en manteles, vidrieras, tazas, platos… Sus hijos colaboran con ella y recuperan y mantienen la tradición, casi extirpada por la Inquisisón, pintando en tazas y platos de cerámica pájaros que también miran hacia atrás, símbolo del amor, o truchas penetrando una flor, símbolo pagano de la fertilidad.

Tuve una sabrosa conversación con la señora Requejo sobre su afán por recuperar las tradiciones de la artesanía de La Alberca y por explicar su significado.

«La Inquisición intentó extripar todo los símbolos paganos, precristianos o judíos, de la tradición albercana. Y casi lo consiguió…», me dice Carmen Requejo.

No lo dice en broma. Me indica como llegar al local del Santo Oficio y a la cárcel inquisitorial:

Escudo de la Inquisición en la puerta de su cárcel en La Alberca.

Escudo de la Inquisición en la puerta de su cárcel en La Alberca.

Vaya usted a la calle de atrás y verá el escudo de la Inquisición que aún se conserva en la puerta de la cárcel donde torturaban a los sospechosos de herejía. Parece mentira que, pese a la persecución que sufrieron nuestros símbolos paganos, hayan sobrevivido tantos siglos en la clandestinidad.»

Naturalmente, le compré algunos objetos de artesanía, con pájaros enamorados.

Al regresar a casa lo primero que hice fue buscar aquellos gemelos comprados hace cuatro décadas en Intercorse, a más de 6.000 kilómetros de La Alberca.

Los dibujos y los colores, utilizados en ambos lados del Atlántico, en los gemelos de los amish y en los tazones de La Alberca, se parecen de manera sorprendente.

Los colores y los pájaros de los amish y de los albercanos mantienen su parecido a través de siglos y océanos.

Los colores y los pájaros de los amish y de los albercanos mantienen su parecido a través de siglos y océanos.

Ordenando ahora mi sótano -algo que intento hacer cada principio de verano, por cierto, sin mucho éxito- encontré casualmente un regalo que mi suegra. Geraldine Westley, hizo a mi hijo David (el pintor).

Pájaro tallado en madera comprado en Nueva Inglaterra.

Pájaro tallado en madera comprado en Nueva Inglaterra.

El pájaro de madera fue comprado por ella hace muchos años en un «flea market» (un rastrillo de antiguedades y objetos usados) de Nueva Inglaterra, no muy lejos de Boston.

Desde que he regresado de mi visita mágica a La Alberca, de pronto, se me aparecen por todas partes pájaros que miran hacia atrás.

Puertas de mi cocina compradas hace décadas en Arevalo...

Puertas de mi cocina compradas hace décadas en Arevalo…

Estoy seguro de haber visto estas figuras durante años sin percatarme de su simbología pagana y de su parecido con mis gemelos amish… hasta que Carmen Requejo me dio la primera clave de su origen pagano y enamoradizo.

¡A donde vamos a ir a parar!

Para mi sorpresa, me acabo de dar cuenta de que las puertas viejas de unos armarios de mi cocina, que compré hace décadas a Ana y Belén, unas anticuarias de Arévalo (Avila), tienen tallados dos pájaros con sus cabezas mirando tan hacia atrás como los de los gemelos que compré en América a los amish.

Ya no se qué pensar…

Quizás va a tener razón el sabio José María Pérez, el gran Peridis, cuando dice que en mi casa hay… espíritus. Desde que regresé de La Alberca, me veo rodeado de pájaros paganos. Afortunadamente, paganos o no, son símbolos del amor.

¡Que sean bienvenidos!

Con todo lo que se ahora, he vuelto mis ojos ociosos a Google. Encontré varios cientos de pistas, hasta hoy ocultas para mi, que hablan de los pájaros como símbolos de la luz, de la vida y del amor. Aunque Google no siempre es una fuente recomendable, en uno de los enlaces dicen que los romanos precristianos y los judios representaban a los pájaros (símbolo del espíritu) mirando hacia atrás.  El mismísimo Espiritu Santo (ya no se si, a partir de ahora, debo escribirlo con minúscula) se representa con un pájaro, una paloma, aunque no recuerdo haberlo visto nunca… enamorado.

En Wikipedia acabo de aprender que el colibrí -que puede quedarse quieto en pleno vuelo- simboliza el poder del amor y la alegría. Y, por fin, y ya no busco más  porque es la hora de hacer la comida, encontré una referencia directa a un dios romano: el pájaro carpintero, mirando hacia atrás, está consagrado nada menos que a Marte, el dios de la Guerra. Nada mas alejado del amor. Paradojas de la historia. Menos mal que Marte, hijo de Júpiter, era también el dios de la Agricultura y los «paganus», en latín, eran los campesinos.

Me rindo.

Felices vacaciones.

P.S: No salgo de mi asombro. Ha refrescado y mi chica se ha puesto un chal sobre sus hombros. ¿Qué dirán que lleva ese chal, comprado hace poco en Zara? Véanlo: pájaros enamorados que miran hacia atrás… (Made in India).

Pájaro que mira hacia atrás. (Chal comprado en Zara y hecho en India)

Pájaro que mira hacia atrás. (Chal comprado en Zara y hecho en India)

 

 

 

Los dos pájaros miran hacia atrás y están dentro de un corazón...

Los dos pájaros miran hacia atrás y están dentro de un corazón…

¿Aún es pecado ganar dinero en España?

El lucro, el beneficio o el negocio siguen malditos en España. Ganar dinero (crear riqueza y/o empleo) está muy mal visto en nuestro país. Produce más envidia que admiración. Todo lo contrario de lo que ocurre en los países que tienen la mitad de paro que el nuestro. Este es uno de los lastres que más ha contribuido al atraso económico de España y que, aún hoy día, nos hace más inflexibles para sortear los efectos de las crisis.

Con la pesada carga histórica que llevamos a cuestas contra el espiritu práctico y emprendedor (sospechoso de herejía, desde Felipe II) es muy dificil competir con la productividad de nuestros vecinos del Norte.

Nos guste o no, esta actitud cultural contra el beneficio legítimo en la actividad económica, bastante generalizada, está, a mi juicio, en la base de nuestra incapacidad para emprender negocios y combatir el desempleo.

Lops hechos son tozudos. Nuestra tasa de paro es el doble que la de nuestros vecinos.

¿Es casualidad?

¿Tiene la culpa el Gobierno de turno?

¿Está grabado en nuestros genes?

¿Podremos salir de la crisis antes y mejor que los países que valoran el beneficio y el espíritu emprendedor más que nosotros?

¿Por qué la mayoría de los estudiantes españoles quieren ser funcionarios antes que empresarios?

¿Apostamos más por la seguridad o por el riesgo?

Nos haría falta un curso completo sobre el papel que juega el factor empresarial en el crecimiento económico (donde no hay riesgo no hay beneficio) para responder a la mitad de esas preguntas. (Y yo sigo aún en excedencia en la Universidad y no tengo ni el tiempo ni los conocimientos científicos para responder a estas preguntas).

Sin embargo, sí podemos recoger algunas perlas de las que abundan en nuestros periódicos para destacar las raíces de nuestro atraso económico y las razones por las que los desequilibrios macroconómicos (paro, inflación, déficit, etc.) duelen más en España que en nuestros vecinos del Norte.

Este fin de semana he tenido tiempo para repasar la prensa impresa, incluido algún suplemento como este: Tierra, de El País.

Al llegar al tercer párrafo del reportaje de portada me estremecí ante esta frase, bastante común en la prensa y en las conversaciones de muchos españoles. Dice así:

«… una evolución desmesurada que propició que se arrimaran a la fotovoltaica personas y empresas que, más que apostar por las energías renovables, buscaban beneficiarse de subvenciones y de las primas por kilowatio hora (kW/hora) producido».

Dice que «más que apostar por las energías renovables, buscaban beneficiarse de las subvenciones…»

¿Qué personas o empresas (en su sano juicio y sin ser hermanitas de la caridad) son capaces de «apostar por las energías renovables» sin buscar el beneficio?

Existe la creencia errónea de que las empresas privadas deben actuar como ONG´s o sea, sin ánimo de lucro. Esa creencia es una temeridad y un seguro para aumentar el número de parados. Si no hay expectativa de beneficios, no habrá inversión y sin inversión no habrá empleo. Las empresas emprenden negocios (siempre, siempre, naturalmente) con ánimo de lucro.

¿Hay aún algún ingenuo por ahí (como el autor de este reportaje) que piense que una empresa o empresario puede o debe asumir un riesgo sin ánimo de beneficio?

No salgo de mi asombro.

¿Es ignorancia o hipocresía?.

¿Acaso forma parte aún de la herencia de los cristianos viejos (o de la España negra), que atribuían el ánimo de lucro sólo a judíos, moriscos y falsos conversos?

Recuerdo una frase que me dijo el empresario valenciano Luis Suñer (el «rey del pollo», que fue secuestrado por ETA), en una entrevista que le hice para mi libro «Los empresarios ante la crisis» (Grijalbo, 1982):

«Si pierdo dinero, me llaman burro; sin gano dinero, me llaman explotador»

Ahi queda eso.

Las portadas de hoy apenas precisan comentario.

El Mundo, a favor de Aznar. Pedro Jota se pone la tirita de ETA en el 11-M, antes de que se celebre el juicio contra él (por la demanda del ex comisario Sánchez Manzano) por algunas de las presuntas informaciones que dio sobre la matanza de Atocha en defensa del mentiroso presidente Aznar.

El País, en contra de Aznar.

Por su parte, El País sigue destapando escándalos de presunta corrupción de los colaboradores de Aznar.