Señores políticos dejen por favor de usar de una vez el autismo como insulto

(EFE)

Sé que es un asunto menor cuando se está debatiendo el futuro del país y nada más lejos de mi intención que mover el foco a la periferia del escenario; pero como me atañe de primer mano, por ser madre de un niño con autismo y por trabajar con las palabras, no puedo callarme.

Hoy el señor Ábalos en su intervención ha usado el término autismo para descalificar. En esta ocasión ha sido él, pero es algo que se produce con demasiada frecuencia. Lo oímos a políticos de todos los colores y también a los profesionales de los medios de comunicación.

Siempre hay alguien, algún familiar, algún profesional o experto que trabaja con personas con autismo, incluso personas que están dentro del trastorno, protestan. Incluso aunque lo hagan con educación y cargados de razón, son tomados con frecuencia por exagerados, por gente con un pellejo extremadamente fino, por quejas nimias a las que ignorar.

No es así, en absoluto.

El autismo no es una enfermedad, es la condición de muchas personas que sí quieren relacionarse pero les faltan los instrumentos para hacerlo, o para hacerlo acorde a las convenciones sociales. Usar autismo como insulto, como sinónimo de alguien que pasa de relacionarse, ajeno al mundo, es muy injusto con ellos y además no se ajusta a la relidad, perpetuando falsos mitos y poniendo piedras en su camino. No les ayuda en absoluto cuando quieren plaza en un colegio, en una extraescolar, ser invitados a un cumpleaños o encontrar trabajo.

Pondré un ejemplo: es como si se usara síndrome de Down o parálisis cerebral para decir que alguien sano es tonto o torpe. No es de recibo, ¿verdad? Pues antes se hacía.

Y no se escuden por favor en que esa acepción está admitida por la RAE. También lo están muchas otras muy criticadas (por expertos y con argumentos solventes) y todos sabemos que la velocidad de crucero de esa necesaria institución con sus actualizaciones no es precisamente la del Halcón Milenario.

Así que les pido, por favor, que no usen autismo como insulto, para atacar o hacer de menos a alguien. Se lo pido a políticos, a periodistas, cuyas palabras tienen más repercusión, pero también a todos.

Y que si se equivocan y lo dicen o escriben, porque no se habían parado a pensarlo o por descuido, pidan disculpas sin más, que todos podemos equivocarnos. Como ha hecho el señor Ábalos.

2 comentarios

  1. Dice ser AZULMARINOCASINEGRO

    Sra./ta del artículo.
    No diga usted lo de políticos, de nombre apellidos y partido
    PSOE
    Sectarismo periodístico de 20min

    31 mayo 2018 | 17:13

  2. Dice ser LaCestitadelBebe

    Buenos días,

    esta gente esta para dar ejemplo y me parece que no miden mucho lo que dicen y menos lo que hacen….

    Anabel

    01 junio 2018 | 08:09

Los comentarios están cerrados.