Blindando la casa, paseando como perros guardianes

Los niños con autismo tienen con más frecuencia que el resto accidentes, en algunos casos realmente graves. No son capaces de valorar el peligro, así que nos toca a los adultos que les cuidamos velar por ellos como si fueran niños muy pequeños, aunque en realidad tienen la fuerza y habilidad de su edad.

Jaime es mucho más rápido.

Jaime es mucho más rápido.

Pasa fuera de casa: Jaime por ejemplo con siete años tiene que ir de la mano (ahora estamos trabajando el que vaya solo en calles peatonales) porque no es capaz de distinguir calzada de acera ni ve peligro potencial en los coches. Le encanta nadar y se lanzaría felizmente de cabeza a cualquier superficie acuática en invierno o en verano. También le chifla trepar, cuanto más alto mejor (su hermana le llama ‘espiterman’), pero bajar no siempre es tan fácil como subir. Un gran miedo de padres de chicos con autismo es que se pierdan o escapen, ya que probablemente no pedirían ayuda, deambularían con su aspecto de niño sin discapacidad con el peligro que supone para ellos. Por eso si me lo llevo a comprar tengo que apañarme para no soltar su mano o acorralarle con mi cuerpo mientras pago, descargo la cesta y cargo mi carrito de la compra. Y empiezo a temer que sus abuelos le lleven por la calle. Ellos tienen poca capacidad de sprint por sus años y Jaime es clavadito a Dash, el niño de Los Increíbles, tanto que en Disney le compramos una camiseta en la que aparecía y estamos decididos a fabricarle un disfraz.

Pasa también dentro del hogar: Nosotros pusimos pronto unos topes en la ventana que impedían su apertura, al ver que se sentía demasiado atraído por ellas. Tuvimos esos topes hasta que mostraron ser claramente insuficientes un día que vi a Jaime jugando con los pies sobre las cuerdas de tender alegremente (vivimos en un tercero) y casi se me para el corazón. Mi miedo a unir los conceptos niños y alturas se elevó casi hasta la paranoia. Ese cierre es suficiente en casas con niños pequeños, pero Jaime es más fuerte y debió insistir hasta poder forzarlo. Esa misma semana teníamos ya rejas en todas las ventanas y doble cierre en la puerta de la terraza, una terraza que jamás usamos. Tal vez tendríamos que haberlo previsto antes: en su colegio todas las ventanas tienen rejas y las puertas ese mismo doble cierre. Si vamos a una casa de visita estamos constantemente pegados a él, para evitar sustos. Siempre cerramos la puerta de casa con varias vueltas de llave. Hace poco vimos que lo sabía abrir y ahora cerramos y quitamos la llave. Tenemos cierres de seguridad en determinados cajones y en la puerta del acuario que contiene el filtro. Su último descubrimiento consiste en apilar cosas para alcanzar las chuches, guardadas cada vez más alto.

Lo malo es que, por previsores que queramos ser, a veces vamos a ir por detrás de él. Así que vamos bunkerizando la casa gradualmente al tiempo que trabajamos para que llegue un día en que muchas o algunas de esas medidas no sean necesarias. 

2 comentarios

  1. Dice ser Rosario

    He encontrado por azar tu blog hace una par de horas y me lo he casi leido entero!
    Me encanta y te admiro.yo tambien soy madre mas o menos reciente, pero madre no se deja de ser, creo. Si dos pequegnos me parecen un torbellino, leyendote me tranquilizo pensando que ese torbellino es pura vida. Me siento afortunada por haber elegido tener hijos, a pesar de que me inculcaran otra idea contraria.
    En un post preguntabas como nos organizamos para que de una visita al supermercado salgan varias faenas hechas:yo me hago mapas como los de google y peino la zona. Igualemte en casa:el pasillo se ha convertido en una zona de interconexion, como dicen ahora Hub, en la que voy dejando so re la comoda las cosas que üertenecen a otras habitaciones y que ire distribuyendo en funcion de si voy en esa direccion. Es lo que llamo la tactica de no a las manos vacias. Pronto me colgare del cuello una cajita a lo vendedora de tabaco que sale en las peliculas antiguas.
    Sigue escribiendo! Por favor, claro……..

    12 noviembre 2013 | 13:21

  2. Dice ser marisunflowers

    Supongo que riego sobre mojado, pero, ¿habéis pensado en un perro de asistencia? Igual, si da el tipo, hasta podrían adiestrar al viestro.

    Vi un documental sobre perros de asistencia para personas (sobre todo niños) con autismo y los padres que contaban su experiencia decían que, no sólo habían ganado ellos en tranquilidad, sino también los niños en autonomia.

    Un saludo y mucho ánimo.

    12 noviembre 2013 | 17:16

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