Saliva de madre

Recuerdo perfectamente cuando no era una Madre Reciente, sino una Niña Muy Pequeña, y mi madre me limpiaba amorosamente algún churretón en la cara mojando un pañuelo o directamente los dedos en su saliva.

¡PUAJ!

Siempre me pareció una práctica repugnante.

Juré que nunca lo haría y ya he caído. Lo confieso.

Mi peque tenía una mancha de potito y cuando me quise dar cuenta ya le estaba frotando la barbilla con el método de limpieza menos higiénico y más viejo que existe.

He jurado no reincidir. Pero estoy viendo que tendré que hacer grandes esfuerzos.

Y no dejar el piloto automático de madre puesto.

¿Seré capaz? Os iré informando.

6 comentarios

  1. Dice ser hay que ser prácticos

    La saliva es lo más higiénico que hay, de no ser por ella nos moriríamos de una infección al poco tiempo de nacer o tendríamos la boca podrida antes de perder los dientes de leche.Seguro que a tu hija le parecerá tan repugnante como te lo parecía a tí cuando tenías su edad, pero tampoco es para mortificarse por ello, que tampoco le estás limpiando la cara a lametones. También puedes decirle que abra la boca y utilizar SU saliva, los críos acostumbran a tener mucha.Otra cosa es que nos hayamos dejado comer el coco por los fabricantes de toallitas de bebé.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser ascos

    bueno, la saliva será muy higiénica para uno mismo y dentro de la propia boca, pero está llena de gérmenes.Es mucho más estéril la orina que la saliva y seguro que no limpiarías la cara de tu hija con ella.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser laila

    Me he quedado pensando y creo que nunca lo he hecho. Soy de la época en que las toallitas en el bolso no faltaban. Y en casa siempre hay un grifo cerca.

    30 diciembre 2007 | 15:13

  4. Dice ser madre reciente

    Yo habría dicho lo mismo que tú Laila hasta ayer 🙂

    30 diciembre 2007 | 17:12

  5. Dice ser velvetinna

    Pues a mí ese gesto me parece de lo más maternal, y nada repugnante. Recuerdo cuando mi madre me llevaba al colegio, a veces de camino al cole se daba cuenta de que llevaba los «bigotes» del colacao en la cara, y mi madre me los limpiaba de esa forma. Yo me iba al colegio oliendo a café, que era como olía la saliva de mi madre, y ese olor me daba valentía y hacía que me sintiera menos sola y protegida. Me encantaba ese gesto.

    30 diciembre 2007 | 17:26

  6. Dice ser chaflan

    Pues a mí me ha pasado lo mismo pero con el olfato. Antes de ser madre, ví como una levantaba al bebé y olía su entrepierna para ver si se había hecho caca y cambiarle el pañal; aquello me horrorizó. Pues bien, tras ser madre, lo he hecho muchas veces y me hace mucha gracia acordarme de lo que pensé cuando lo ví en otros. Yo creo que, al fin y al cabo, somos mamíferos, y algo nos queda, también me da por oler la cabeza del bebé a menudo, me tranquiliza, no se…..

    13 enero 2008 | 20:18

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