Un Consejo de Seguridad Nuclear de república bananera

carlosbravomini

Carlos Bravo – Director de la Fundación Renovables 

No creo que en ningún país del mundo que se precie de ser una verdadera democracia pueda pasar lo que está ocurriendo en España con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El desprecio reiterado, la burla, del Presidente del CSN Fernando Martí Scharfhausen hacia el Congreso de los Diputados, amparándose en ridículas excusas y penosas maniobras y tejemanejes para evitar comparecer ante las Cortes Generales (que, recordemos, son la más alta representación del pueblo español) ha llegado ya a lo esperpéntico, y, junto con otras lamentables acciones del CSN en los últimos meses, ha devaluado la categoría de este organismo a la de una república bananera.

La Ley 15/1980, de 22 de abril, de creación del Consejo de Seguridad Nuclear, obliga al Presidente del CSN a mantener puntualmente informado al Congreso de los Diputados y al Senado. Sin embargo, el señor Martí no comparece ante las Cortes Generales desde diciembre de 2014, a pesar de haber sido solicitada su comparecencia en varias ocasiones por parte de la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso para explicar su gestión.

JavierLeiva

La aversión del Señor Martí Scharfhausen a dar cuenta de sus actuaciones, su desprecio a su obligación de transparencia hacia el público, va incluso más allá del habitual oscurantismo del que lleva haciendo gala el CSN desde su creación en 1980. De hecho, el secretismo es algo consustancial a la industria nuclear. Esta industria, que, pese a accidentes como Fukushima, Chernóbil, Harrisburg, Vandellós-1, y otros muchos, insiste aún en presentarse a sí misma como segura, no puede reconocer al tiempo la intrínseca peligrosidad de su tecnología, pues su única prioridad es mantener su negocio, sea como sea.

En consecuencia, la industria nuclear (donde se insertan las grandes compañías eléctricas que operan centrales nucleares) hace todo lo posible por ocultar a la opinión pública sus continuos problemas de seguridad, y en algunos países, como en España, cuenta  para ello, lamentablemente con la ayuda del órgano regulador, el CSN, el cual, en teoría, debería ser independiente tanto con respecto a la industria nuclear (a la que se supone debe regular y controlar) como del Gobierno de turno. De acuerdo con nuestra normativa, sólo las Cortes Generales pueden ejercer control sobre el CSN.

En los últimos meses hemos sido testigos de los intentos del Presidente del CSN, y de la mayoría de los Consejeros (salvo la honrosa excepción de la consejera Cristina Narbona), de autorizar la operación por 17 años más de la obsoleta central nuclear de Garoña (gemela del siniestrado reactor 1 de Fukushima) saltándose sus propios procedimientos internos, o de tratar de sacar adelante el proyecto del cementerio nuclear de residuos radiactivos de alta actividad (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca) a pesar de las advertencias de los propios técnicos del CSN sobre la falta de idoneidad del terreno desde el punto de vista hidrogeológico.

La opacidad con la que se ha llevado a cabo el proceso de evaluación de la solicitud de emplazamiento del ATC obligó a la ONG ‘Transparencia Internacional’ a tener que acudir al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno para que se obligara al CSN a hacer públicos una serie de documentos clave sobre este proceso, como finalmente ha sucedido tras Resolución de citado organismo. 

Así mismo es grave el hecho de que el CSN aprobara el pasado mes de septiembre de 2015 una modificación en su procedimiento interno de calificación de los sucesos relativos a la seguridad que se registran en las instalaciones nucleares, cambio que implica una reducción significativa del número de casos que se clasifican dentro de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) sobre los que el CSN debe informar a la opinión pública. Este cambio supone una clara relajación de los criterios sobre la gravedad de los sucesos en las centrales nucleares.

Todas las centrales nucleares españolas están en el final de su vida útil operativa. Debido a ello, el número de sucesos notificables de seguridad del parque nuclear ha tenido una tendencia creciente en los últimos años. Como, por motivos técnicos y económicos no es posible revertir esta tendencia, el CSN ha tenido que venir en auxilio de las compañías propietarias de centrales nucleares, cuyo interés en ocultar esta situación ante la opinión pública resulta obvio. Sus quejas por la importante repercusión que tienen los incidentes y la escala INES en la opinión pública han sido ampliamente reiteradas en los medios de comunicación.

Cuando el Jefe de Área de Experiencia Operativa y Coordinador Nacional de la Escala INES, Rodolfo Isasia, el técnico de mayor prestigio y experiencia en el manejo de la escala INES del CSN, expresó su discrepancia a este cambio, advirtiendo que “se estaba cambiando el procedimiento de clasificación de sucesos en la escala INES por la puerta de atrás”, este probo funcionario fue inmediatamente cesado por el CSN. Curiosamente, ni le abrieron expediente, ni consta el motivo del cese en su expediente. Posteriormente, a dicho técnico se le ha perseguido laboralmente aplicándole diversos “castigos”.

Estos son tres de los hechos más destacados que demuestran la falta de independencia del CSN, organismo que, por Ley, debería tener como único objetivo velar por la seguridad de las instalaciones nucleares y radiactivas y asegurar la protección radiológica del público y del medio ambiente, por encima de cualquier otra consideración.

Conviene recordar que Martí Scharfhausen, justo antes de ser nombrado Presidente del CSN a propuesta del Gobierno, fue Secretario de Estado de Energía con otro hombre ejemplar: el ya dimitido, por ocultar sus operaciones mercantiles en paraísos fiscales, José Manuel Soria, ex titular del Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR).

Esta información viene a cuento porque, entre el cúmulo de despropósitos en la gestión del CSN sobre el cementerio nuclear, habría que añadir que, el señor Martí cuando era Secretario de Estado de Energía, como representante del Gobierno, fue quien firmó la elección del emplazamiento de Villar de Cañas, sin basarse en ningún criterio técnico-científico; y es él mismo, como actual presidente del CSN, el responsable de firmar la autorización para que esta instalación se pueda llegar a construir en ese lugar. El ATC sería la primera instalación nuclear que se licencia en España desde que tenemos democracia, siendo el firmante, Sr. Martí, juez y parte.

Pues bien, ante la lamentable actitud de Martí, todos los grupos parlamentarios, a excepción del PP y Foro, se han visto en la obligación de plantear su cese. En efecto, el 28 de abril tuvo lugar la entrada en el Registro General del Congreso de los Diputados la petición de cese del Presidente del CSN firmada por  tres quintas partes de los miembros de la Comisión de Industria (todos menos los de los dos partidos citados). Ojalá finalmente esta petición se pueda votar y sacar adelante, y se pueda así restañar, siquiera parcialmente, nuestra dañada imagen internacional.

  • Imagen: Javier Leiva

8 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Pepeillo

    Otro con el cuento de las energias renovables. La mitad del recibo de la luz se dedica a pagra las subvenciones a la chatarra con la que estan llenando el campo.

    Y mientras tanto, venga comprarle a Francia energia de sus centrales niucleares

    04 mayo 2016 | 09:40

  2. Dice ser Seriedad por favor

    Es usted un demagogo embaucador. Lo que cuenta en su texto son medias verdades sesgadas cuando no mentiras flagrantes.

    No estoy a favor de la energía nuclear, ni muchisimo menos. Debemos caminar hacia un parque compuesto principalmente por renovables (con respaldo de fuentes tradicionales, lamentablemente, hasta que la tecnología permita no depender de ellas para garantizar la estabilidad de la red)
    Pero con artículos como este, tendencioso y plagado justificaciones absurdas que no se sostienen por ningún lado (el reactor de Fukushima es gemelo al de Garoña, SI, ¿y qué? En Fukushima pasó lo que pasó principalmente por culpa de un Tsunami, no por el modelo de reactor), como digo, con artículos como este, lo único que se consigue es que se les tome a algunos de ustedes por unos interesados que tienen algo que ganar con todo esto (igual que las grandes compañías energéticas de este País) Se ponen ustedes al mismo nivel que ello, y la gente ya no sabe de quién fiarse.

    Seamos serios de una puñetera vez en este País de «República Bananera» (aquí sí que estamos de acuerdo) Hagamos un plan energético SERIO, con una migración ordenada desde el actual modelo energético a uno basado en las renovables, pero NO polaricemos tal y como estamos acostumbrados (o conmigo o contra mí) Hay que hacer un cambio prograsivo. NO SE PUEDE prescindir de golpe de ciertas tecnologias de generacion (incluída la nuclear, muy a nuestro pesar), o seguirá pasando lo que está pasando; déficits energéticos, sistemas caóticos con interconexiones lamentables, desequilibrios en la red que ponen en riesgo el suministro y nos generan facturas desorbitadas.

    DEJEN DE PELEAR, joder, y trabajen juntos para hacer algo bien de una puñetera vez…. Aunque difícil lo veo.

    04 mayo 2016 | 10:10

  3. Dice ser otro ppeppero al mando

    Este señor será un sinvergüenza, una delincuente o un descarado si no cumple con las obligaciones inherentes a su puesto a dedo designado ppor el partido de la gurtel, la taula, la púnica y las cajas b.

    Pero más culpable que él será el que lo puso en ese puesto y le alienta a que mantenga esa actitud ante las cortes para así tener en él un convidado de piedra.

    04 mayo 2016 | 10:14

  4. Dice ser Gonzalo Calvo

    No olvidemos el grave accidente del reactor Coral-1 en Madrid, Ciudad Universitaria, en 1970, ocultado en España desde entonces, pero detectado en Portugal en las aguas del Tajo, del cual el Manzanares es afluente. Aún hoy día la radiación en la Universidad Complutense es mayor que la de una mina de Uranio. Aún a día de hoy hasta los periodistas ignoran este accidente.

    04 mayo 2016 | 10:14

  5. Dice ser Nemigo

    seguimos vendiendo mitos, las renovables son más baratas que la energía nuclear. Y no pagas un céntimo de subvenciones, con eso acabaron las reformas energéticas. Tampoco es cierto que se compre energía nuclear a francia, es todo lo contrario. Vendemos energía a francia

    04 mayo 2016 | 10:52

  6. Dice ser Marisa

    por una parte demuestra no estar infiormado ni haber viajado muhco……bastante ignorante

    por otra hay muchisima demagogia y manipulacion ….casualidad?

    que cansados estamos de gentuza que nos queire engañar, en TODOS los sentidos y de todos los tamaños.

    dejenos en paz, porque hay una figura muy española que aparece cuando llegamos al tope y se desborda todo…………….Fuenteovejuna señor.

    04 mayo 2016 | 14:11

  7. Dice ser Fernando: Un español

    El articulo es bueno y necesario y no le falta razon, la verdad que junto con el anterior articulo de las interconexiones europeas, estan clavandolo.

    Pero creo que la opinion personal y demagoga de comparar un reactor con el de fuckushima, aparte de no venir a cuento se carga todo el articulo.

    Mas aun si cabe cuando el articulo pide un presidente del CSN objetivo e independiente….

    No creo que tenga nada que ver el modelo de un reactor con un maremoto.

    Tampoco creo que tenga nada que ver Japon, donde se juntan 6 placas tectonicas con España con nula actividad sismica.

    Cuando escriba un articulo, por favor, no sea tan hipocrita y demagogo, porque el articulo en si iba muy bien encaminado.

    04 mayo 2016 | 14:21

  8. Dice ser Jeeves

    Cada vez que un tonto quiere defender las centrales nucleares, sale con esa de que España compra contínuamente electricidad a Francia, que tiene buena parte de su electricidad producida por nucleares. No tengo las estadísticas de 2015, pero al menos durante los 10 años anteriores, España ha sido EXPORTADORA NETA DE ELECTRICIDAD, es decir, compramos electricidad a Francia en horas de bajo consumo en ese país y la exportamos a Francia, Portugal o Marruecos en otros momentos.

    04 mayo 2016 | 17:52

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