Archivo de noviembre, 2023

Continuamos con el legado de Domingo

Hablar de Domingo Jiménez Beltrán es hablar de la dedicación y de la devoción por mejorar, no solo el mundo y el medio ambiente, si no la sociedad al completo. Fue un visionario y trabajó para materializar el mundo que promovía, de eso no queda ninguna duda, pero la revolución energética por la que tanto luchó todavía no está completa; falta mucho camino por recorrer y necesitamos a cuanta más gente comprometida, mejor. 

Esta es una de las razones por la que La Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la Fundación Renovables han creado la convocatoria de la I Edición del Premio «Domingo Jiménez Beltrán». Este galardón, más que un simple reconocimiento, es un abrazo a la excelencia, la mejora en el desarrollo y al compromiso en el ámbito de las energías renovables. 

Imagina por un momento el mundo donde el ingenio, esfuerzo y la dedicación convergen para conseguir el futuro sostenible que todos anhelamos. Ese es precisamente el espíritu que impulsa este premio, destinado a destacar y premiar el excepcional trabajo de estudiantes en sus «Trabajos de Estudios Fin de Master» (TFM) en el Máster Universitario de Energías Renovables de la UPCT. La idea es apoyar a aquellos que se atreven a trabajar por construir un mañana más sostenible, en recuerdo a la extensa dedicación de Domingo durante toda su vida. 

Ahora, expliquemos en qué consiste el Premio «Domingo Jiménez Beltrán». Dotado con 2.000€, este premio no solo es un impulso financiero, sino un gesto simbólico que busca fomentar la excelencia y la creatividad laboral en el sector de las energías renovables. La convocatoria es para el periodo comprendido del 1 de mayo de 2023 al 20 de diciembre de 2024. 

Para los que no le conozcan, ¿Y quién fue Domingo Jiménez Beltrán? Pues bien, este premio rinde homenaje a un visionario dedicado, un ingeniero industrial y defensor apasionado del medio ambiente. Domingo no solo dejó una huella imborrable como patrono fundador de la Fundación Renovables y presidente entre 2014 y 2017, sino que también desempeñó un papel crucial a nivel europeo como el primer director ejecutivo de la Agencia Europea del Medio Ambiente. 

Su legado es un faro que guía a aquellos comprometidos con el desarrollo de un mundo más sostenible, justo y conectado. Domingo creía en la «autosuficiencia conectada», una visión de un mundo interconectado donde la autosuficiencia y la sostenibilidad se entrelazan para construir un futuro mejor.  

Pero lo más especial de Domingo no eran solo sus logros profesionales, sino su energía contagiosa, su entrega inquebrantable y su habilidad para motivar a otros con una sonrisa siempre presente. Su influencia perdura en aquellos que comparten su preocupación por el medio ambiente y buscan contribuir a un mundo más sostenible, siendo uno de los mentores de grandes figuras del ecologismo actual. 

Entonces, por concluir, si eres estudiante del Máster Universitario de Energías Renovables de la UPCT, este premio es más que un reconocimiento; es una invitación a destacar en vuestros trabajos finales y a seguir el ejemplo eterno de Domingo. Busquen soluciones innovadoras, abracen la sostenibilidad y construyan un futuro donde cada acción cuenta. En resumen, el Premio «Domingo Jiménez Beltrán» es un recordatorio de que, a través del conocimiento y la dedicación, cada uno de nosotros puede ser un eje del cambio que la sociedad reclama y el medio ambiente necesita. 

Fernando Ferrando – Presidente de la Fundación Renovables

Camiones eléctricos: ¿mito o realidad?

Las carreteras son las arterias a través de las cuales la sociedad actual se nutre de los bienes más básicos e indispensables para la vida. Agua, pasta, arroz, verduras, frutas, papel, absolutamente todo. En un mundo globalizado, en el que las dinámicas importadoras y exportadoras implican toneladas de productos y miles de kilómetros de rutas, a través de la transición ecológica también hay que electrificar estas arterias. Solo así, junto con la mejora del raquítico 4% de transporte de mercancías por ferrocarril y la potenciación de la producción local y estacional, consumir bienes no implicará un aumento de las emisiones de CO2 y, por tanto, podremos contribuir a mitigar los peores efectos de la crisis climática que padecemos.

En el sector de transporte de mercancías el modo predominante es el que se realiza por carretera y que absorbe casi el 94% del consumo final de energía del transporte (excluido el aéreo internacional) en la Unión Europea (UE). Este sector es, a día de hoy, lamentablemente, un sumidero de combustibles fósiles, en especial de los derivados del petróleo (gasolina y gasoil). Todos los combustibles alternativos, junto con la electricidad, utilizados en el transporte por carretera tienen una presencia marginal en forma de experiencias piloto o en pruebas.

Cada día podemos comprobar que las autovías están atestadas de camiones de mercancías. Si el transporte supone una quinta parte de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de la UE, los camiones y autobuses de corta y larga distancia representan un 6% del total (un 25% de las emisiones sectoriales). Y es una tendencia que no decrece ni en Europa ni en España, sino que aumenta debido al incremento de la movilidad tras la pandemia.

Ahora bien, se ha iniciado una cuenta atrás para su transformación. La nueva Directiva de Camiones de la UE ha puesto coto a las emisiones de CO2, de manera que en enero de 2030 se habrán tenido que reducir un 45%, un 65% en 2035 y un 90% para 2040. Además, todas las flotas de autobuses adquiridas deberán ser eléctricas 100% para 2035. Más o menos ambicioso, la realidad es que supone una oportunidad histórica para comenzar a electrificar la cadena logística del transporte por carretera que la industria debe aprovechar.

Es cierto que se ha dejado un “buffet libre” de combustibles cero emisiones al permitir el uso de electro y biocombustibles en los vehículos pesados. Un coladero de pérdidas energéticas, ya que el proceso de síntesis de los electro combustibles tiene pérdidas del 70% de energía y los biocombustibles se generan gracias a productos alimenticios básicos, por lo que la electrificación directa de esos vehículos es la opción más factible y rentable en términos energéticos, laborales y medioambientales.

¿Qué aporta un camión eléctrico? Menos emisiones, más ahorro y más empleo. Sencillo, si se coge la delantera y se aprieta el acelerador cuanto antes. Según los propios cálculos de la Comisión Europea (CE), esta nueva norma reducirá 2.000 millones de barriles de petróleo durante el período 2031 – 2040. Además, una reducción de CO2 del 45 % para 2030 significa que más de 400.000 camiones cero emisiones tendrían que estar en las carreteras y al menos 100.000 nuevos matriculados anualmente. Según el propio Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la electrificación del sector energético va a requerir de 47.000 a 53.000 nuevos empleos anuales hasta 2030.

A modo de ejemplo, un autobús que recorre una ruta de 900 km, necesitando alrededor de 790 euros en gasolina, solo precisará de 87 euros al recargar electricidad. Esto es extrapolable a los camiones, de forma que las empresas logísticas percibirán  una mejora en sus cuentas que que podrá repercutir en el precio de los productos y, por tanto, de forma favorable en el bolsillo de todas las familias. Es decir, electrificar las flotas puede llegar a reducir, teniendo en cuenta otros factores, el precio de la cesta de la compra.

Acompasando esta electrificación, el Gobierno de España ya viene impulsando la reconversión del sector gracias a algunos paquetes de ayudas. Por ejemplo, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene activada una transferencia de 400 M€ de los Fondos Europeos de Recuperación a las comunidades y ciudades autónomas. Un autónomo o una pequeña empresa puede lograr una ayuda máxima de 200.000 € por vehículo si adquiere un autobús o un camión cien por cien eléctrico o de hidrógeno de clase I de más de 15 metros. Para empresas medianas o grandes, la subvención unitaria se sitúa en los 175.000 y 150.000 €, respectivamente.

Por tanto, la nueva norma comunitaria supone la oportunidad de apretar el acelerador en la descarbonización del transporte pesado por carretera, aunque haya excepciones como ambulancias y vehículos o camiones de bomberos y de servicios públicos. No obstante, la ventaja de comenzar ex ante permitirá a algunas empresas una mejora en su posición en el mercado, siendo pioneras tanto en descarbonizar como en dar ejemplo a los consumidores para que tengan un rol activo para cambiar sus hábitos de consumo y de elección. El camión eléctrico dejará de ser un mito y convertirse en realidad y convertirse en parte del nuevo paisaje de las carreteras más pronto que tarde.

Ismael Morales – Responsable de Comunicación de la Fundación Renovables