Max Verstappen (Foto: EP).
La espantada de Honda de la Fórmula 1 ha dejado a Red Bull en una situación delicada porque, a día de hoy, no tiene motorista para 2022. Es por ello que la escudería energética ya trabaja en varios frentes en busca de una solución. Estas son sus opciones:
Desarrollar su propio motor: Es una opción que está ganando enteros y pasa por que Red Bull adquiera la unidad de motor de Honda y se encargue de su posterior desarrollo bajo una nueva marca. El director de la división de motor de Honda, Masashi Yamamoto, asegura que el fabricante japonés podría aceptar un acuerdo de estas características.
Motor Renault: Red Bull y Max Verstappen despotricaron todo lo que pudieron del motor Renault antes de romper con ellos en 2018. Fue un poco desconsiderado porque la marca del rombo ayudó a Red Bull a ganar títulos mundiales no hace mucho, pero la relación se enturbió. Ahora, sin embargo, parece que el equipo energético vuelve a llamar a las puertas de la marca francesa con el rabo entre las piernas. De hecho, el otro día escuchamos a Horner decir que Renault «había mejorado mucho últimamente». La cosa es que Renault es el motorista que suministra unidades a menos equipos y podría verse obligado a proveer de motores a Red Bull por la reglamentación FIA. La marca francesa lo hará, eso sí, a regañadientes y poniendo todas las trabas posibles.
Motor Mercedes: Es la opción soñada en estos momentos en la dirección de Red Bull porque no son tontos y saben que es la unidad de potencia más potente. Pero según apuntan ya varios medios alemanes, Toto Wolff ya le ha hecho saber a Dietrich Mateschitz que se olvide de esa posibilidad.
Motor Ferrari: Ocurre lo mismo que con Mercedes, en Maranello no están dispuestos a motorizar a Red Bull. La diferencia, en este caso, es que en la escudería energética tampoco se han planteado utilizar motores italianos.
PD. Otra opción sería encontrar un nuevo fabricante (BMW, Audi…), pero los plazos son demasiados justos como para que pueda desarrollar un motor para 2022.
