El contacto físico nos define: la sed de piel

En estos días en los que la recomendación sanitaria es evitar todo contacto con el prójimo y guardar una distancia mínima de seguridad de al menos 1 metro, no puedo dejar de recordar que todo ello nos pasará una factura emocional, sobre todo en nuestra cultura.

La salud impera por supuesto y no nos queda otra, pero los seres humanos ‘necesitamos’ el contacto físico con los demás casi con tanta fuerza como sentimos las demás necesidades fisiológicas. Lo que en psicología se denomina «sed de piel«, también conocida como «sed de contacto«, es la necesidad de contacto humano físico.

Aunque muchas personas sacian su hambre de piel mediante el sexo, este concepto no se trata exactamente de una necesidad sexual. Satisfacer la sed de piel precisa tener un contacto físico significativo con otra persona y quienes no son capaces de reconocer su necesidad de contacto humano pueden sufrir profundas consecuencias a nivel emocional e incluso físico.

Los científicos empezaron a investigar la sed de piel poco después de la Segunda Guerra Mundial. En unos controvertidos experimentos llevados a cabo por el psicólogo norteamericano Harry Harlow, se separó a macacos rhesus bebés de sus madres y se les ofreció la opción de elegir entre dos sustitutos inanimados: uno hecho de alambre y madera y otro cubierto de tela.

Los bebés de mono preferían abrumadoramente el abrazo del sustituto de tela, incluso cuando era la madre de alambre la que sostenía un biberón de leche. A partir de esto, Harlow dedujo que los macacos bebé necesitaban de sus madres algo más que nutrición para sobrevivir.

Él lo bautizó como «consuelo por contacto«. Como resultado de la investigación de Harlow, hoy sabemos que los seres humanos necesitamos contacto físico, especialmente durante la infancia, casi con tanta fuerza como necesitamos cubrir necesidades básicas como alimentarnos o beber agua.

El contacto físico no está solo relacionado con el ser humano: es lo que nos define, si quieres saber más y profundizar en la materia, no te pierdas estos dos artículos:

Comunicación no verbal y supervivencia, un terrible experimento

¿Puede alguien volverse loco por falta de contacto físico?

9 comentarios

  1. Dice ser Yo mismo

    Increíble!! Y súper interesante sobre todo en estos días que estamos viviendo

    13 marzo 2020 | 11:00 am

  2. Dice ser Luisa

    muy apropiado con todo el follón que se ha liado..Pobres monichis!

    13 marzo 2020 | 12:20 pm

  3. Dice ser Anónimo.

    Yo lo que nunca entenderé es esa desesperada necesidad de hacinarse en el transporte público, no lo entiendo, me estresa y me parece propio de idiotas.

    Un sábado a las 20 horas cuando salgo de trabajar y veo a toda esa gente en el metro pienso: «A ver, yo estoy aquí porque no tengo más remedio, tengo que ganarme la vida, pero…Toda esta gente, ¿Pero que co…. hacen aquí?»

    Y de verdad que no lo entiendo, todo ese ruido, ese hacinamiento, no lo comprendo.

    Y esto no lo pienso ahora por el coronavirus, no, esto lo he pensado toda mi vida.

    Con lo a gusto que se está en silencio, tranquilo, en casa, o en el parque, paseando, leyendo, contemplando a los pájaros.

    Además, cuanto mayor es la necesidad de hacinarse y estar en multitud menor el coeficiente intelectual, el hacinamiento ruidoso y apestoso es propio de idiotas.

    13 marzo 2020 | 2:26 pm

  4. Anónimo.

    COMPRARE UN COCHE O VE EN EL AUTOBÚS Y NO TE MOLESTARAN MAS DE 60 Y TÚ TAMPOCO MOLESTARAS A MÁS DE SESENTA.

    13 marzo 2020 | 6:51 pm

  5. Toda esa gente que piensa que el coronavirus hace estragos si no te limpias el culo permite que la sicosis colectiva se quede en anécdota.

    13 marzo 2020 | 9:38 pm

  6. Dice ser ana

    Pues yo estoy de acuerdo con Anónimo, donde esté el ruido y la tranquilidad que se quite todo lo demás. Y si, odio el metro, lo cojo porque no tengo otra pero como me salga un trabajo decente en una pequeña ciudad donde pueda ir andando a todos los sitios, que le den a esta ciudad…( y el último párrafo, totálmente de acuerdo, me ha leído la mente)

    14 marzo 2020 | 6:14 am

  7. Dice ser ana

    …quería decir «la paz y la tranquilidad»…

    14 marzo 2020 | 6:15 am

  8. No soporto el contacto físico. Soy una especie de Sheldon Cooper, un autotodo que no necesita mimos ni ñoñerias para sentirme satisfecho conmigo mismo. A QUIEN MOLESTE QUE SE FASTIDIE.

    15 marzo 2020 | 3:15 pm

  9. Dice ser Gabriel

    Una medida complicada pero necesaria, somo una sociedad que en su mayoría disfruta el contacto físico.

    24 marzo 2020 | 5:38 pm

Los comentarios están cerrados.