Álvaro López (Generación Ghibli): «La animación japonesa aporta diversidad y honestidad al niño»

¿Es Álvaro López Martín el mayor experto en Ghibli de España? Es imposible asegurar tal cosa sin margen de error, pero no me extrañaría si así fuera. Álvaro es el artífice del blog Generación Ghibli y de sus redes sociales, referencia indiscutible en nuestro país para todos los que disfrutamos con las películas procedentes de este estudio japonés con la impronta del artista Hayao Miyazaki.

No se me ocurre mejor manera de llegar a ser experto en cualquier materia que el camino del goce, que es el que ha recorrido Álvaro López. Un goce que se amplifica compartiendo pasión y conocimientos. Y no solo desde el blog y sus redes y desde colaboraciones en otros medios y páginas, Álvaro tiene tres libros publicados relacionados directamente con Ghibli: Mi vecino Miyazaki, Antes de Mi vecino Miyazaki. El origen de Studio Ghibli y, recientemente, El viaje de Chihiro. Nada de lo que sucede se olvida jamás (Ediciones Diabolo).

¿Cuántas veces has visto El viaje de Chihiro? ¿Es la película que más has visto? ¿Es tu obra de Ghibli favorita?
Perdí la cuenta. Sí, es una película que he visto muchas, muchas veces, pero no te sabría decir si es la que más. ¿Sabes qué pasa? Que tengo la manía de dosificar los visionados de las películas que más me gustan, para no machacarlas demasiado en mi cabeza, por lo que no las veo miles de veces seguidas, dejo un tiempo prudencial. Obviamente, escribiendo un libro sobre El viaje de Chihiro (y los libros anteriores sobre Studio Ghibli) he tenido que verla mucho y muy detenidamente. Pero la disfruto siempre porque es una película con muchísimas lecturas y detalles. Es mi película preferida de Studio Ghibli, aunque (casi) todas tienen algo especial que las hace únicas. Pero su director Hayao Miyazaki creo que llegó a la cumbre de su creatividad con ella.

El viaje de Chihiro está protagonizado por una niña. Ese recurso de acudir a la infancia o al menos a personajes muy jóvenes, poco más que niños, es una constante en Ghibli. ¿A qué crees que se debe?
El eje de Studio Ghibli es Miyazaki, y Miyazaki tiene una visión del mundo bastante pesimista, sin embargo no lo traslada a sus películas, al contrario: él promueve la esperanza en ellas, porque es consciente del mensaje que quiere enviar principalmente a los niños. Para él, en el mundo hay bastantes cosas que están mal, pero cree que los más jóvenes pueden cambiarlo. A través de sus películas trata de promover esa idea. Por eso sus protagonistas son niñas y adolescentes, porque quiere que se vean reflejadas en ellas, personajes que superan obstáculos y adversidades para finalmente evolucionar y creer que un futuro mejor es posible si luchan por él.

Pese a ese protagonismo no es una película infantil, al menos no para la primera infancia. ¿a partir de qué edad crees que es recomendable?
A través de mi blog Generación GHIBLI llevo más de siete años leyendo historias de aficionados de todo tipo, y también de gente que tengo alrededor, y me cuentan de todo en cuanto a la edad en la que los niños se fascinan por ella. Dos de mis sobrinos fueron fans absolutos teniendo entre 4 y 8 años, mucha otra gente me dice que la película de pequeños les daba miedo, especialmente la bruja Yubaba. Hay que tener en cuenta que estamos ante una película algo oscura y compleja en su forma, pero absolutamente recomendable para los niños en su fondo, con un mensaje magnífico para ellos que es necesario transmitir sobre el valor de ser una misma, la importancia del esfuerzo para conseguir algo, la amistad, la superación personal… Es una película muy honesta con los niños, y por eso es tan apreciada por los adultos.

Tienes dos libros previos, Mi vecino Miyazaki (2014) y Antes de Mi vecino Miyazaki. El origen de Studio Ghibli. ¿Cuál será tu siguiente proyecto literario?
Pues acabo de publicar El viaje de Chihiro. Nada de lo que sucede se olvida jamás con Diábolo Ediciones, en el que repaso detalladamente la película de Hayao Miyazaki, probablemente su obra cumbre, para que sea entendida en su totalidad tanto por los que la han visto decenas de veces como para los que no; y luego hay algunas ideas que veremos si se llevan a cabo. Siento no poderte decir mucho más, porque son cosas que no están confirmadas y el mundo editorial es complejo. De momento mi libro sobre El viaje de Chihiro está gustando mucho a la gente por los comentarios que me llegan y sus buenas ventas, y me quedo con eso, que para mí es lo importante en mi labor de divulgar la animación de Studio Ghibli en español y que sea cada vez más conocida, extendida y normalizada en nuestro idioma. Y, en cualquier caso, siempre nos podemos encontrar a través de mi blog Generación GHIBLI y sus redes sociales, donde estoy en contacto permanente con la gente.

La animación japonesa arrastra muchos prejuicios, muchos padres creen que es violencia y sexo. ¿Qué les dirías?
La animación japonesa es una forma de contar historias, por tanto no es posible definirla como un modo único de expresión. En la animación japonesa puede (o no) haber violencia y sexo, como puede haber amor, amistad, belleza, poesía, comedia, drama y todo lo que se pueda imaginar. Como lo hay en cualquier medio de expresión artística. Lo de que el anime es violento y sexualizado forma parte de una mirada muy restringida y prejuiciosa, por desgracia aún muy extendida. Te puedo poner ejemplos televisivos occidentales que todos conocemos: si Pocoyó no es lo mismo que Padre de familia, aunque ambas sean series de animación, ¿por qué van a serlo las series y películas de animación japonesas? En Japón se hace animación para niños, para adolescentes, para adultos, para todo tipo de públicos. Y, además, con estilos muy diversos.

Mi hija, que tiene 8 años, adora desde hace bastante a Totoro, Arrietty, Ponyo, Nicky… pero no ha visto Mononoke hasta este año. Justo estoy pensando en ponerle ahora Chihiro. ¿Qué películas de Ghibli recomendarías para iniciar a los niños más pequeños?
Para los más pequeños, Ponyo en el acantilado es una gran opción, una película de lo más inocente pero a la vez de enorme belleza, vistosidad y valores como el amor, la amistad y el cuidado de la naturaleza. Mi vecino Totoro es la película infantil por anotonomasia en Japón, pero es cierto que a niños muy pequeños puede asustarles un poco la estética de Totoro o el Gatobús (salvando esto en casos puntuales, encandila a cualquier niño). Haru en el Reino de los Gatos también gusta mucho a los niños de menor edad.

Después ya, para edades a partir de los 6 ó 7 años, podrían disfrutar perfectamente de muchas otras como Arrietty y el mundo de los diminutos, Nicky, la aprendiz de bruja, Porco Rosso o El castillo en el cielo sin problema. Desde los 8 ó 9 ya se podría probar con El viaje de Chihiro y quizás hacia los 10, La Princesa Mononoke si les gusta el estilo de Miyazaki, ya que esta es más compleja y seguramente haya que explicarle alguna cosa en su visionado, pero es una película tan apabullante y enriquecedora, que merece la pena. Sin olvidar Nausicaä del Valle del Viento, Susurros del corazón (recomendadísima, una oda a la creatividad), El castillo ambulante

Creo que es muy importante que los niños también vean estas películas, puesto que si nos ceñimos únicamente a la industria estadounidense que fabrica productos infantiles clónicos en muchos casos, estaremos restringiendo mucho su mirada. La gran diferencia del cine de Studio Ghibli respecto al mayoritario de Disney (y todos los que tratan de hacer lo mismo) es que es un cine de historias más sinceras, honestas, comprometidas y profundas, que buscan más el interior del niño, que despierte su curiosidad por temas más importantes que la mayoría de los que promulga Disney, que suelen estar mucho más calculados y dirigidos a vender y no tanto a contar historias. Y son tanto o más entretenidas y bellas.

Es bueno tener más de una visión del mundo, porque la visión de Disney no es amplia y, sin embargo, copa la inmensa mayoría del producto audiovisual que consume un niño, reduce mucho su capacidad para entender otras realidades a través del cine. La animación japonesa aporta diversidad y, sobre todo, honestidad. Ambas son complementarias.

¿Y si tuvieras que elegir solo una? ¿Cuál destacarías para que fuera la primera película de Ghibli que viésemos?
La primera película para niños muy pequeños sería Ponyo, yo creo. Para niños a partir de 10 años y en adelante (adultos incluidos), El viaje de Chihiro y La Princesa Mononoke son imprescindibles, obras maestras no solo de la animación, sino del cine en general. Y una recomendación muy personal es La tumba de las luciérnagas para niños a partir de unos 12 años, una película que muchos dirían que es muy dura (habla de dos niños durante la II Guerra Mundial en Japón) pero que es probablemente la película más sensible y sincera sobre lo que significa una guerra para la gente de a pie. Una enseñanza que creo que deberían tener todos los niños con capacidad para entender ya lo que es la muerte. Toda persona debería ver esta película, pero los preadolescente y adolescentes quizás con más razón, siempre con un adulto al lado para explicar ciertas cosas. Es una realidad que debe ser expuesta desde jóvenes para no trivializar lo que significa la guerra y quedar insensibilizados ante el tema. Insisto: es una película dura, pero necesaria.

¿Qué otras películas de animación japonesa recomendarías para iniciar a los niños?
Studio Ghibli es, sin duda, el que más y mejores películas tiene para los niños a la vez que encandila a los adultos por su calidad, pero en el anime japonés hay películas muy interesantes como las de Mamoru Hosoda, que es perfecto para niños y preadolescentes con películas como La chica que saltaba a través del tiempo, Summer Wars, El niño y la bestia y, sobre todo, Wolf Children: los niños lobo.

Para padres comprometidos y decididos a enseñar realidades a sus hijos, yo no dudaría en recomendar Colorful de Keiichi Hara, una película fantástica, diría que para niños a partir de los 12 años, porque tiene como fondo un problema serio como es el suicidio en los adolescentes, pero de una forma bastante didáctica y asumible, encuadrado en una historia optimista pero sincera: muestra lo importante que es la vida.

También se puede recurrir a los clásicos, y hay uno que tengo comprobado que encandila a los niños más pequeños aunque se realizara en 1972: Las aventuras de Panda y sus amigos de Isao Takahata y Hayao Miyazaki, un precedente de Mi vecino Totoro totalmente inocente, colorido y lleno de bonitas aventuras muy disfrutables para la primera infancia.

Hay otras como Una carta para Momo de Hiroyuki Okiura, Viaje a Agartha de Makoto Shinkai o El verano de Coo de Keiichi Hara, que también son interesantes y relativamente recientes, todas disponibles en español.

¿Alguna serie?
Series hay muchas, algunas muy conocidas como Doraemon que a mí me parece muy recomendable para los niños, puesto que estimula su imaginación. Otras no tan conocidas como ‘Ronja, la hija del bandolero’ (dirigida por Gorô Miyazaki, hijo de Hayao), estrenada en 2014 y en España recientemente emitida en televisión, que rescata el espíritu de los clásicos de los años 70 como ‘Heidi, la niña de los Alpes’, ‘Ana de las Tejas Verdes’ o ‘Conan, el niño del futuro’, series a reivindicar a día de hoy que ofrecen relatos más humanos y sinceros, pero perfectamente adaptados a los niños, algo que cada vez está más olvidado en las producciones actuales.

¿Eras niño cuando nació tu pasión por Ghibli? ¿Cómo arrancó esa historia de amor?
Yo me enamoré de Studio Ghibli cuando tenía unos 18 años, que fue cuando vi El viaje de Chihiro por primera vez y cambió por completo mi percepción del cine y de la animación, me impactó tanto que comencé a investigar y a intercambiar opiniones sobre ello, conocer más hasta que en 2010 me propuse divulgarlo en nuestro idioma a través de mi blog Generación GHIBLI hasta el día de hoy.

Es paradójico porque yo de niño veía series como Dragon Ball o Ranma 1/2, estigmatizadas como series violentas y sexualizadas. Y si sirve mi propia experiencia, he de decir que creo que no me dejaron ninguna secuela negativa y al final los productos que acabaron apasionándome fueron los de Studio Ghibli, que son de un estilo muy distinto. Hay que creer más en la capacidad de los niños y no sobreprotegerles. Ayudarles a entender lo que ven y proponerles cosas sí, pero un exceso de celo es contraproducente, en mi opinión. Es más importante dejar ver y explicarles lo que ven, que prohibir.

¿Hasta qué punto crees que es posible un Ghibli sin Hayao Miyazaki?
Es posible, pero de otra forma. Hayao Miyazaki solo hay uno, y se le puede intentar «copiar» el estilo visual como se ha hecho en multitud de ocasiones, dentro y fuera de su propio estudio. Pero ninguno es (ni será) capaz de replicar su capacidad para contar historias, ni su forma de contarlas y plasmarlas en animación. Sí, es posible un Studio Ghibli sin Hayao Miyazaki, pero a través de películas formalmente correctas, pero carentes de la personalidad única del director. Hablo de películas como Haru en el Reino de los Gatos, Cuentos de Terramar, La colina de las amapolas o El recuerdo de Marnie, todas realizadas en Studio Ghibli sin la participación de Miyazaki, y todas faltas de ese «algo» especial.

Puede haber un futuro en Studio Ghibli, pero pasa por ser un estudio que mantenga señas de identidad de su fundador en productos de menor categoría cinematográfica. Y, aún así, yo creo que sería necesario que continuara porque ese estilo se está perdiendo y ya prácticamente solo vive en Ghibli.

De momento, el propio Hayao Miyazaki ha decidido hacer una nueva película para ser estrenada dentro de tres o cuatro años; y en el mes de julio de este mismo año 2017 se estrenará en Japón Mary y la flor de la bruja, de Hiromasa Yonebayashi (director de Arrietty y El recuerdo de Marnie), que ha decidido independizarse junto a otros exanimadores de Studio Ghibli para seguir con sus proyectos. Así que, el legado en todas sus variantes seguirá por ahora.

¿Qué otros directores de animación japonesa, ajenos a Ghibli, te han conquistado?
Principalmente Makoto Shinkai, el prematuramente fallecido Satoshi Kon, Hideaki Anno, Mamoru Oshii y, en menor medida, Mamoru Hosoda y Keiichi Hara. Entre todos ellos hay muy buen cine, en muchos casos injustamente ignorado precisamente por ser animación y, además, por ser hecha en Japón. Pero películas como Millennium Actress, Paprika: detective de los sueños, Cinco centímetros por segundo, El jardín de las palabras, Your name o Ghost in the Shell, entre muchas otras, son obras imprescindibles, cada una en su género y estilo.

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9 comentarios

  1. Dice ser HESTEBAN

    HESO ES VASURA SATANICA Y DE PERBERTIDOS JAPONESE, LOS NIÑOS TIENEN QUE BER COSAS ECHAS AQUI EN ESPAÑA, COMO SALBAME Y EL FUTVOL

    29 junio 2017 | 09:42

  2. Dice ser cesarfuenla

    grande studio ghibli, cuando miyazaki falte no sé qué será de nosotros xD

    No sabia que satoshi kon habia muerto 🙁

    29 junio 2017 | 09:52

  3. Dice ser Mai

    Es increíble la belleza en tu forma de expresarte. Hace algunos años sigo tu blog y también tus aportes en las redes sociales (todas me atrevería a decir). Amo tu trabajo de difusión y me encantaría poder hacer lo mismo en mi país (Argentina), pero me parece inútil teniéndolos a Manuel Robles y a vos haciendo ese trabajo en el habla hispana, solo repetiría sus palabras.
    Aún no he tenido la oportunidad de leer tus libros porque no los encuentro en ninguna librería y comprar por Internet es complicado (por ley, al recibir un envío internacional hay que abonar el 50% del producto a modo de impuesto y para abonarlo hay que tramitar una clave fiscal con seguridad máxima, un embole). Por otro lado, me mantengo al tanto de todas sus noticias y me pongo insoportable cuando comienzo a hablar de Ghibli, me despierta una pasión y un amor enorme e inexplicable.
    Esta entrevista es perfecta, y me atrevo a decir que no disiento en ningún punto, sería difícil elegir mi parte favorita, pero podría ser la comparación con el cine de Disney y la forma de romper los estereotipos en cuanto a la animación japonesa. En cuanto a los directores que recomendas, me encantan todos los que nombraste (Satoshi Kon en especial) y me gustaría agregar a Leiji Matsumoto (Capitan Harlock Super Submarino 99, Galaxy Express, etc).

    30 junio 2017 | 07:53

  4. Dice ser LaCestitadelBebe

    Hola,

    otra forma de adquirir conocimientos y aprendizaje, a través de la diversidad de la cultura.

    Gracias.

    Besos!

    Anabel

    30 junio 2017 | 09:14

  5. Dice ser María

    MR, he estado buscando las películas que nombráis como más adecuadas para empezar (Ponyo, Mi vecino Totoro, Nicky, Haru y Arrietty) pero no las encuentro enteras en español. ¿Dónde pueden verse o comprarse? Si me puedes dar algún dato te lo agradecería mucho.

    30 junio 2017 | 10:38

  6. Dice ser Álvaro

    Muchas gracias, por tus palabras Mai (comentario nº 4) 😊 Si no lo has hecho ya, puedes escribirme directamente a generacionghibli@gmail.com 😉

    30 junio 2017 | 17:40

  7. Dice ser Nikola

    Al 2,pues si,Kon ya lleva varios años muerto,una pena que se fuese tan pronto,al menos nos dejó Perfect Blue o la mejor crítica hacia el fenómeno de los ídolos juveniles.

    01 julio 2017 | 02:32

  8. Dice ser cositas chulas

    No deja de ser cultura de una u otra forma, el viaje de chihiro me encantó, bueno, todas las animaciones de su ilustrador miyazaki son preciosas, cuidadas al detalle y con una paciencia infinita. Siempre me han gustado. gracias por compartir

    11 febrero 2019 | 14:23

  9. Dice ser Seriefilo

    Simplemente espectacular! Gracias por compartir y por entretenerme! Al estar en netflix, el viaje de Chiriro la vi por casualidad y está genial, aunque peliculas de netflix hay muchas y variadas que me han gustado mucho también. Lista de unas pocas: https://tv.selectra.com/es-ES/plataformas/netflix/peliculas

    Lo dicho: gracias 🙂 !!

    14 enero 2021 | 12:53

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