Bora Milutinovic (WIKIPEDIA).

Este 2022 es año mundialista y por ello este domingo voy a hablaros de un profesional que es historia de las Copas del Mundo: Bora Milutinovic.

Velibor Milutinovic nació el 7 de septiembre de 1944 en Bajina Basta, hoy Serbia. Su padre murió combatiendo en la II Guerra Mundial y su madre muy poco después por tuberculosis, por lo que él y sus hermanos Milorad y Milos fueron criados por una tía.

Los tres hermanos se convirtieron en jugadores de fútbol. Bora debutó en el OFK de Belgrado en 1959 y en 1960 fichó por el Partizan y tras un paso por el Winterthur suizo, en 1967 se fue al fútbol francés y jugó en el Mónaco, en el Niza y en el Rouen. En 1972 decidió cruzar el charco para jugar en los Pumas de la UNAM mexicanos, donde cosechó grandes éxitos.

Milutinovic se retiró en 1976 y después se convirtió en entrenador de los Pumas. Con este equipo cosechó varios éxitos, como una liga o una Copa de Campeones de la CONCACAF, y por ejemplo, hizo debutar a Hugo Sánchez.

En 1983 fue nombrado seleccionador nacional de México con la perspectiva de dirigir al ‘Tri’ en el Mundial de 1986, que se celebró precisamente en el país azteca. México cuajó el mejor papel de su historia en la Copa del Mundo, llegando a cuartos de final y siendo eliminada por Alemania por penaltis.

Tras esa experiencia, tuvo un paso no muy exitoso por San Lorenzo de Almagro en Argentina, por el Udinese italiano, los Tiburones Rojos de Veracruz mexicanos y los Tecos de la UAG, también de México. En 1990, poco antes del comienzo del Mundial de Italia, se hizo cargo de la selección de Costa Rica, que estaba clasificada para la cita italiana. Los ticos sorprendieron al mundo pasando a segunda fase en un grupo en el que estaba Brasil y dos selecciones europeas experimentadas como Escocia y Suecia. Costa Rica cayó en octavos ante Checoslovaquia.

Su siguiente paso fue firmar para ser seleccionador nacional de Estados Unidos, cargo al que llegó gracias a que Franz Beckenbauer se lo recomendó a Henry Kissinger. El objetivo era prepara a la selección de cara al Mundial de 1994 en EE UU, y de nuevo logró el hito de que los anfitriones pasaran la primera ronda. Ya en su primer año como seleccionador yankee ganó la Copa de Oro de la CONCACAF.

No obstante, en 1995 fue despedido y fue contratado de nuevo por la federación mexicana para que se hiciera cargo de la selección. De nuevo saboreó las mieles del éxito al lograr una Copa de Oro de la CONCACAF.

En 1997 volvió a cambiar de aires y fichó como seleccionador nigeriano. De nuevo el objetivo era un Mundial, el de Francia 1998. Las ‘Águilas Verdes’ pasaron a segunda ronda tras vencer a España y Bulgaria. Pese a la expectación que levantaron y el talento de esa selección, fueron eliminados en octavos por Dinamarca.

Milutinovic rechazó una oferta de Paraguay y su siguiente aventura fue la selección de China. La clasificó por primera vez en su historia a un Mundial y en efecto, allí se plantaron en 2002. China no pasó de la primera fase, pero Milutinovic hizo historia al convertirse en el primer seleccionador en participar en cinco Copas del Mundo seguidas, algo que igualaría después el brasileño Carlos Alberto Parreira.

No pudo conseguir una sexta presencia mundialista: probó fortuna en Honduras, en Jamaica y en Irak, pero no pudo clasificar a estas selecciones a una Copa del Mundo. La de Irak fue su última experiencia como entrenador.

Bora Milutinovic, que la semana que viene cumple 78 años, reside actualmente en Catar, precisamente sede del Mundial, junto a su esposa mexicana. Allí trabaja como embajador y consejero técnico de la Aspire Academy.

Espero que os haya gustado el artículo. Hasta el jueves.