Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘google’

Los 15 matemáticos más influyentes

Esta mañana Google nos ha sorprendido con un doodle inusual. Se trataba de un homenaje a George Boole, el padre de la lógica matemática y, por tanto, una de las personas más influyentes en estos tiempos digitales en los que la computación está en todas partes. Como suele ocurrir casi siempre, Boole ha pasado a ser trending topic en Twitter durante una gran parte del día.

Silvia, la compañera que se sienta en la mesa de al lado, me ha preguntado si le conocía y le he contado por encima de quién se trataba.

Eso me ha hecho pensar en quiénes serían, para mí, los matemáticos más importantes. Mi primer intento, seleccionar a 10, se quedaba claramente corto, así que he ido añadiendo números.

En ese primer intento también quería ordenarlos de más a menos influyentes en nuestra vida actual. Claramente es demasiado ambicioso, así que he decidido ordenarlos de más antiguo a más moderno. En cierto sentido los antiguos pusieron las bases en las que se han ido apoyando los más modernos.

Estos son mis 15 principales:

1.- Pitágoras de Samos. Vivió entre los siglos VI y V antes de Cristo. Además del teorema que lleva su nombre, se le considera el padre de la Trigonometría.

2.- Euclides. Se le considera el padre de la Geometría, de la que estableció los primeros axiomas. Vivió entre los siglos III y II a.C.

3.- Al Khwarizmi. Matemático musulmán del siglo IX d. C. Vivió en lo que hoy es Uzbekistán e Irak. Recopiló los conocimientos matemáticos antiguos y realizó trabajos en Astronomía y Álgebra (a la que da nombre). De su nombre derivan los logaritmos y los ahora universales algoritmos.

4.- Leonardo de Pisa (Fibonacci). Publicó la serie numérica conocida con ese nombre, así como diversos trabajos sobre la proporción áurea. Vivió entre los siglos XII y XIII.

5.- René Descartes. Vivió en Francia en el siglo XVII. Es el padre de la geometría analítica y de las representaciones en sistemas de ejes, que en su honor se llaman cartesianos.

6.- Pierre de Fermat. Francia; siglo XVII. Hizo avances en Teoría de Números, Cálculo de Máximos y Mínimos y Cálculo de Probabilidades. El llamado último teorema de Fermat es uno de los más famosos de la historia; aunque Fermat dice conocer su demostración, nunca se encontró y no se demostró hasta 1995 por el matemático inglés Andrew John Wiles.

7 y 8.- Isaac Newton y Gottfried Leibniz. Inglés y alemán; siglos XVII y XVIII. Descubrieron casi simultáneamente, pero por caminos y metodologías muy diferentes, el cálculo diferencial

9.- Leonhard Euler. Siglo XVIII. Nacido en Suiza murió en Rusia donde servía a Catalina la Grande. Padre de la teoría de grafos (es famoso su problema de los siete puentes de Köenisberg). Hizo grandes avances en Cálculo, Teoría de Funciones y Análisis Matemático. Introdujo la notación moderna. El número e, base de los logaritmos naturales, se llama así en su honor.

10.- Johan Carl Friedrich Gauss. Alemán. Siglos XVII y XIX. Hizo grandes avances en campos como laTeoría de Números, el Análisis Matemático (son muy conocidos sus métodos para resolver sistemas de ecuaciones), la Geometría Diferencial, la Estadística o el Álgebra.

11.- George Boole. Inglés. Siglo XIX. Creó el Álgebra de Boole, a caballo entre la Lógica y la Matemática. Está en el origen del cálculo computacional y de los modernos avances en Informática. Los sistemas de búsquedas de Google y similares  se fundamentan en sus teorías.

12.- Bernhard Riemann. Alemán. Siglo XIX. Hizo grandes avances en Funciones de Variable Compleja, Integrales y Geometrías no euclidianas. Sus teorías hicieron posibles revoluciones como la Teoría de la Relatividad.

13.- David Hilbert. Alemán. Siglos XIX y XX. Recopiló los 23 problemas matemáticos más importantes de comienzos del siglo pasado, con lo que creó el cuaderno de bitácora de los matemáticos de la primera mitad del siglo XX.

14. Kurt Gödel. Checo/alemán. Siglo XX. Enunció los teoremas de la incompletitud. Demostró que con los axiomas de la Matemática habitual existen proposiciones indecidibles.

15.- Alan Turing. Inglés. Siglo XX. Especialista en criptografía, es conocido sobre todo por la máquina que lleva su nombre, un dispositivo teórico capaz de simular la lógica de cualquier algoritmo.

Evidentemente esta es mi lista, que excluye a otros muchos matemáticos que también podrían figurar en ella: Arquímedes, Cardano, los Bernouilli, Poincaré, Galois, Russel y Whitehead (y sus Principia Mathematicae), Von Neumann, Shanon, Nash, René Thom, Benoît Mandelbrott o, por añadir una representación femenina, Ada Lovelace o Sofía Kowalewska.

¿A quién más añadirías tú?

El muerto estaba muy vivo

Desde que nació Internet y todo el movimiento digital no pasa un mes sin que algún estudio o algún sesudo gurú del digital nos cuente que la Televisión ha muerto. Los más moderados nos dicen que lo que ha muerto es la Televisión tal como la conocíamos.

Pero los datos son muy tercos y nos siguen diciendo que la gente dedica casi el mismo tiempo que en el año de su mayor consumo (tan cercano como el 2012) a ver la Televisión en su forma más tradicional, la que en España lleva más de veinticinco años midiendo Kantar Media (aunque no siempre con este nombre): casi cuatro horas de media viendo la televisión en algún televisor del hogar en el día medio no son los parámetros que uno atribuiría a un muerto.

Es verdad que esa no es toda la Televisión que se ve y cada vez se ve más contenido audiovisual en aparatos diferentes del televisor y en lugares diferentes del hogar. Incluso hay personas que ven varias cosas a la vez en varios aparatos diferentes. Pero eso suma, no resta.

¿No ha cambiado nada? Todo lo contrario: ha cambiado casi todo. Ya es muy raro que un programa de Televisión sea visto por más del 10% de la población (en los años ochenta era casi habitual que algunos programas los viera más del 60%); las campañas de publicidad necesitan planes muy complejos, combinando varias cadenas (aunque en España sólo tengamos dos interlocutores y pico con los que negociarlas) a los que hay que añadir otro medios; la eficacia de una campaña que se emite cuando alguien está viendo a la vez otro contenido en otra campaña es dudosa, la imagen de la publicidad se ha deteriorado, en parte por las campañas en contra de los digitales, que ahora sufren en sus carnes ese rechazo…y muchas otras variaciones más.

Pero la Televisión sigue siendo el centro de las campañas de publicidad de más éxito. Un estudio realizado por Kantar World Panel para Antena 3 demuestra que la publicidad en Televisión contribuyó en 2014 a aumentar un 6,4% las ventas de las 10 mayores marcas, mientras que las marcas que no hicieron publicidad redujeron sus ventas.

Hasta Google, que hace ya tiempo es el mayor medio publicitario del mundo, tiene claro que la Televisión es la referencia y les dice a las marcas que, si quieren rentabilizar sus campañas

publicitarias, deben dedicar el 24% de su presupuesto de Televisión a sus canales de YouTube. Que sí; es cierto, no es la Televisión de toda la vida, pero es un contenido audiovisual muy, pero que muy, parecido a la Televisión.

Claro que, como dice Javier Pons (ex Director de TVE) en un excelente artículo que he encontrado en LinkedIn, los cambios que se han producido nos llevan a una realidad del medio muy diferente y ya no se puede programar como hasta ahora.

Ahora hay que hacerlo para un espectador que se enfrenta a una oferta casi infinita, que puede encontrar en cada momento lo que quiere ver y lo encuentra, seguramente, en varios sitios diferentes…pero también para el espectador que no quiere pagar por todo lo que ve y para el que no quiere (o no puede) estar permanentemente conectado sino que, todo lo contrario, quiere desconectar.

No sólo no ha muerto la Televisión; está más viva que nunca.

Los intermediarios se comen a los productores

Ayer ZenithOptimedia, el grupo en el que trabajo, publicó su edición anual del ranking mundial de grupos de medios. El criterio para ordenarlos es su nivel de ingresos de medios, es decir los derivados de la publicidad más los otros ingresos que generan esos negocios (los ingresos de circulación de periódicos o revistas, o los ingresos por abonados a la televisión de pago,…).

Un año más el líder es Google, que aumenta la distancia hasta el segundo, al que ahora ya supera en casi un 50%.

Como novedad este año aparecen dos compañías chinas (CCTV en el puesto 23º y Baidu, el competidor local de Google, en el 28º). Todos sus ingresos proceden del mercado local.

Sólo hay un grupo latino entre los treinta primeros, el brasileño Globo. Hace ya varios años que desapareció cualquier vestigio de grupo español.

Con la entrada de Baidu son ya cinco las compañías cuyos ingresos proceden sólo de Internet (Google, Yahoo!, Facebook, Baidu y Microsoft). Entre los cinco acaparan el 67% del negocio mundial en Internet. El informe pone de manifiesto que

«el mercado de Internet pertenece actualmente a los intermediarios (compañías que conectan consumidores con el contenido que están buscando, o consumidores entre sí)»

y deja muy poco para los productores de contenidos.

Aunque en el conjunto del mercado de medios, incluídos los ingresos ajenos a Internet, los productores de contenidos siguen representando la parte mayoritaria (un 79% frente al 21% de los intermediarios) la situación de Internet es paradójica, si bien recuerda a la de otros mercados: quienes facilitan el acceso a los contenidos ganan mucho más que quienes los producen.

Me pregunto cómo ganarían dinero los intermediarios en una situación hipotética (que nunca se dará) en la que los productores de contenidos dejaran de producirlos.

¿Cómo ganarían dinero los mayoristas de frutas si los agricultores no las produjeran?

¿Es más importante la distribución que la producción?

Nuestra sociedad ya ha dado respuesta a esa pregunta. También en Internet.

Balances y propósitos

Se acabó el año en que nació Unax y me convirtió en abuelo.

Empieza el que, seguramente, será mi último año completo de actividad profesional.

Es un buen momento para hacer balance y también para mirar un poco hacia el futuro.

2013 ha sido un año bueno en lo personal. En lo profesional ha sido raro, como todos los últimos. Hacerse a la idea de que uno ocupa un papel cada vez más marginal es duro a veces, pero seguramente inevitable en esta sociedad cuando se ha rebasado con creces el hito de los sesenta años.

Hicimos, junto con The Cocktail Analysis, un gran estudio de Redes Sociales. Hemos hecho muchos estudios de Touch Points, seguramente el año que más, incluido el de carácter multinacional que me llevó a México DF para presentarlo. Y todo con el equipo reducido por la baja maternal de Mapi (sí; también fue el año en que llegó Martina). Así pudimos ver que el de Investigación de Zenith es un gran equipo. Muchas gracias, chicos. E hicimos muchos estudios más, en el día a día y para los numerosos new business de fin de año; en esta segunda parte del año ya con Mapi. Todo mucho más fácil.

Para el año que empieza la reducción de presupuestos presenta un panorama muy parecido a un erial. ¿Más marginal aún? Seguramente.

Así que Vigía y Zenthinela me han servido cada mes para oxigenarme un poco. Además al final las previsiones han empezado a ser buenas; a ver si se cumplen. En 2014 llegaré a la previsión número 100. Me gustaría celebrarlo de algún modo. Pero tendrá que ser modesto; no habrá presupuesto.

Siempre leo mucho. Hoy he estado contando los libros que he terminado en 2013: han sido 53, algo más de uno por semana.

Este blog, Casi Enteros, ha languidecido de una manera que no me gusta nada: 33 post en todo el año, cuando el primer año me quedé al borde de los 200. Mi propósito para este año es recuperar el ritmo y escribir al menos 150; temas siempre sobran. Lo que hay que encontrar es tiempo para escribir.

Claro que esto no es lo único que escribo. He escrito algunos artículos para Bloggin Zenith, el blog de la compañía, en el que también me gustaría colaborar más este año. También he escrito alguna cosa para revistas del mercado publicitario, y para Telos, la revista de Fundación Telefónica.

También he dado algunas, no muchas este año, charlas (AEDEMO, IIR,…)

Carlos, mi yerno, me regaló un blog, El Vigía, que puse en marcha en diciembre, en el que espero contar experiencias personales a un ritmo de una por semana. A ver si soy capaz.

Quizá donde más actividad he tenido es en Twitter. Siempre que he acudido a algún acto he intentado resumir alguna de las ideas principales que se estaban transmitiendo. También he reflejado mis ideas, cuando me venían y eran fáciles de resumir.

Ahora tengo más de mil seguidores en Twitter (1064 en este momento); 562 amigos en Facebook, una red que cada vez utilizo menos, casi sólo para reproducir mis tuits (aunque luego tienen más repercusión en esta red que en la propia Twitter); en LinkedIn tengo 1424 contactos, esta red la utilizo sobre todo para participar en debates en grupos; creo que su utilidad principal, buscar un nuevo trabajo, la tengo complicada y no la voy a necesitar a mi edad. Ni siquiera tengo muy actualizado el perfil.

Este año que empieza, el primero del resto de mi vida, va a ser clave para decidir qué haré a partir de ahora, especialmente cuando, ya pronto, no tenga que acudir cada día a la oficina. No me veo de brazos cruzados. Seguro que, al menos, escribiré y leeré mucho.

 

Aunque, como suele ocurrir, la redacción ha ido en otra dirección, la idea inicial de este artículo era recopilar una buena parte de esos artículos en los que se resume lo más visto, lo más leído, lo más… A continuación incluyo algunos de los links que había ido almacenando: IPMark recogía la lista de los vídeos más vistos en YouTube. También se puede seguir la lista de la propia Google. O lo que más se vio en España, que resumía Marketing Directo. También se publicó un vídeo resumen de seis minutos con lo más destacado del año.

Pero, en el plano más próximo a la temática de este blog, podemos comparar la lista de los vídeos publicitarios más vistos; o los mejores vídeos de marcas en la nueva red Vine o la de las campañas más virales, que está recogiendo Bloggin Zenith, el blog de mi empresa.

Aunque quizá sea más práctica la lista, publicada por LinkedIn, de las 25 habilidades profesionales que proporcionan más oportunidades laborales.

Si tienes un rato, revisa estos listados. Están llenos de ideas interesantes.

¿A Facebook le quedan tres años?

Karsten Gerloff, Presidente de la Fundación de Software Libre de Europa (FSFE) declaró la semana pasada en el País Vasco que Microsoft desaparecerá en cinco o diez años y que a Facebook le quedan tres y se ganó así unos cuantos titulares en la prensa del verano, ansiosa de ellos.

Lo de Microsoft se entiende muy bien; lo lleva en el cargo. Alguien que preside una fundación para el software libre ha de tener a Microsoft como su principal enemigo. Así que concederle cinco o diez años más a una empresa de tecnología en estos tiempos puede parecer hasta generoso. Claro que, muy probablemente, estará confundiendo sus deseos con la realidad.

¿Y los tres años de Facebook? Podría ser, pero yo no lo creo. El fenómeno de las redes Sociales está aquí para quedarse.

Hace seis años la red líder era My Space. Entonces la compró el conglomerado News International, de Rupert Murdoch y comenzó a declinar. No ha muerto, pero sí ha perdido una parte importante de su valor. Este año se ha hablado de su relanzamiento.

Allá por 2008 vivimos un verdadero boom de Second Life; no era exactamente una red social como ahora las entendemos, pero tenía bastantes puntos en común. Ahora ya nadie habla de ella, pero recuerdo que cuando hace algo más de cuatro años escribí un post breve hablando de su posible final, tuve múltiples comentarios de gente que seguía allí e incluso hacía negocios.

Facebook salió a Bolsa el 18 de mayo de 2012 y alcanzó una valoración de más de 100.000 millones de dólares y a partir de ahí el precio de la acción comenzó a descender, dando muestras de que los analistas habían sobrevalorado la empresa.

Ha tenido problemas para adaptarse al creciente mercado de los smartphones, para diversificar su negocio desde la publicidad, incluso para buscar fórmulas publicitarias de éxito. Pero los ha ido solucionando y esta semana la noticia ha sido que volvía a alcanzar su cotización de salida a Bolsa; algo más de catorce meses después.

Ha disminuido el ritmo de captación de miembros para su red, algo lógico si pensamos que ya supera los 1.100 millones en todo el mundo. En el V Observatorio de Redes Sociales, que hemos realizado este año en Zenith junto con The Cocktail Analysis, se veía claramente que Facebook mantiene una posición de sólido liderazgo en España, aunque su uso va a menos en el caso de buen número de los internautas, muy afectado por dos hechos: el crecimiento de Twitter y, sobre todo, la irrupción de WhatsApp que le roba la parte más emocional de los contactos más cercanos y es ahora el sitio dónde se comparten las fotos y vídeos más apreciados. Aunque en Facebook también se pueden hacer grupos reducidos por tipo de relación, parece que se nos fue de las manos cuando admitíamos a cualquiera como amigo y no era raro tener 500 o más amigos en Facebook. Pocas de nuestras fotos, o incluso de nuestras ideas, querremos compartirlas con 500 personas.

Pero en ese mismo estudio se veía que las Redes Sociales pueden ser una buena vía de contacto entre las empresas y sus clientes, algo que estos días vuelve a estar de actualidad como se puede ver en el post de hoy de Bloggin Zenith.

Estoy de acuerdo con el señor Gerlof en que tanto para Facebook como para Google somos productos y no clientes. Esas dos empresas, como Amazon o tantas otras de las líderes de Internet, viven de explotar la información que tienen sobre nosotros, que en la mayor parte de los casos hemos proporcionado nosotros mismos. Pero creo que Gerlof se equivoca en el pronóstico que hace sobre la duración de la vida de Facebook. En mi opinión, el potencial que todavía tiene sin explotar es altísimo.

Veremos.

Las marcas son bien recibidas en las Redes Sociales

Semana intensa.

Cuatro presentaciones, de cuatro temas diferentes, en cinco días laborables. ¡Uff!

De las cuatro la que he tenido mayor repercusión es la presentación del estudio de Redes Sociales que hemos hecho Zenith y The Cocktail Analysis.

Lo presentamos el martes Felipe Romero de TCA y yo en el Espacio Fundación Telefónica. Hizo la introducción Candi Rodríguez, la Directora General de Zenith, mi jefa.

Como llego tarde a escribir (últimamente no consigo sacar tiempo para el blog, veo que llevaba casi un mes sin escribir aquí) ya está todo dicho. Incluso hay quién lo ha recogido con un resumen de los tuits más importantes que se publicaron sobre el evento. También publicamos un vídeo con el resumen de los principales resultados.

Creo que hay dos grandes titulares para el estudio:

Whatsapp ha irrumpido con fuerza cambiando el papel de algunas redes sociales

y

Las marcas son bien recibidas en las redes sociales

La llegada de Whatsapp, con sus más de diez millones de usuarios, la posibilidad de hacer y deshacer pequeños grupos para una función concreta, la no limitación de caracteres en los mensajes y las funcionalidades como la facilidad de colgar fotos y vídeos, ha trastocado la relación de los internautas con sus redes sociales habituales. Hay cosas que no queremos contar o mostrar a nuestros quinientos amigos en Facebook (sí, se nos fue de las manos) pero sí al grupo reducido de nuestra familia o nuestros colegas. A veces necesitamos más de 140 caracteres para expresar lo que queremos decir.

Hasta ahora no quedaba claro el modelo de negocio de Whatsapp, pero si entra en el entorno de Google, como se ha rumoreado recientemente, no quedarán muchas dudas: la publicidad entrará con fuerza.

Pero en una investigación realizada desde el mundo de la publicidad, la gran noticia, la buena noticia, es que para el 70% de los internautas usuarios de redes sociales las marcas no sólo no molestan sino que se valora lo que pueden aportar. Tras un primer momento de cierto rechazo, ahora se les reconoce su papel y se espera que aporten a sus seguidores ofertas, novedades, información sobre sus productos y ventajas.

En el mundo polifacético de las redes sociales, en el que sigue destacando Facebook, casi universal pero perdiendo emocionalidad, gana fuerza Twitter (que instala ahora en España su oferta publicitaria) y retrocede Tuenti, la de perfil más joven, el resto de las redes (salvo LinkedIn en el plano profesional) no alcanzan el rango de mayoritarias.

El hecho de que las marcas sean bienvenidas (con condiciones, claro, sin abusar de la confianza que nos dan) es una buena noticia para quienes nos dedicamos a la publicidad. En algún momento del trabajo previo a la presentación nos planteábamos que estábamos pasando del mundo de Facebook al de Brandbook, el libro de las marcas.

Espero que lo sepamos hacer bien y que no acabemos destruyendo una oportunidad, como ha ocurrido con otras.

En Zenith hicimos un primer estudio de redes sociales (entonces para Zed Digital) en el año 2008; ese mismo año realizó The Cocktail Analysis su Primer Observatorio de Redes Sociales. Ahora, cuando TCA realizaba su Quinto Observatorio, los dos proyectos se han unido. Creo que las dos partes hemos quedado satisfechas.

Tanto el vídeo resumen del estudio, como la presentación y la infografía están colgadas en Bloggin Zenith.

Un país gaseosa

Si una mente maliciosa quisiera destruir la Europa del euro, lo mejor que podría hacer es poner en contra a toda la población, por ejemplo a los ahorradores, incluidos los pequeños (todos lo somos porque el sistema nos obliga a domiciliar en cuentas nuestras facturas y nuestros salarios). Para ello bastaría decir que la deuda bancaria de un país la van a pagar los ahorradores como parte de la quita. Si esa mente maliciosa quisiera probar a pequeña escala cuales pueden ser los efectos de esa medida haría un “experimento con gaseosa” como enseñó hace casi un siglo Eugenio D’Ors. Nuestros dirigentes alemanes han encontrado en Chipre su país gaseosa y han hecho allí su experimento para darle la puntilla a Europa sin que, de momento, se rompa demasiado.

Pero los efectos pueden ser muy graves. Si ven que allí no pasa nada, si el robo a gran escala y a cara descubierta pasa a ser legal ¿por qué no se va a exportar la medida a otros países más grandes?

Esta ha sido la mala noticia económica del mes, o una de ellas. Otra prueba más de que los políticos no saben cómo salir de la situación complicada en la que nos encontramos y van dando palos de ciego. Ni siquiera los alemanes.

Por si fuera poco, la sensación de que la corrupción está tremendamente generalizada entre los políticos de nuestro país no ayuda mucho a tranquilizarnos. La imagen de dos jueces, cada uno apoyado por un partido (¡viva la división de poderes! Si Montesquieu levantara la cabeza…), reclamando el caso Bárcenas y citando el mismo día al imputado roza el esperpento.

Las medidas económicas y las reformas del mercado laboral no parecen haber dado resultados, al menos a medio plazo. Hay más paro, más recesión y sigue sin fluir el crédito. El consumo se resiente, se esperan nuevas caídas del PIB y las ventas de automóviles no reaccionan ni con un segundo Plan PIVE. Eso sí, por primera vez en muchos años las rentas empresariales superan a las rentas salariales, según datos del INE.

El estancamiento del consumo, que tanto depende de la renta disponible que, en gran medida viene de las rentas salariales, condiciona cualquier evolución positiva del mercado publicitario.

Todo indica que la inversión publicitaria volverá a caer. Hoy se han presentado los datos de IAB referidos al año pasado. Incluso la inversión en medios digitales comienza a tener problemas. Todo indica que sólo Google se mantiene como una empresa altamente rentable ( a pesar de lo que le diga a Hacienda).

Mañana publico el inform del estudio Vigía correspondiente al mes de marzo. Hay algunos indicios de que la tendencia puede empezar a mejorar.

La televisión social es multipantalla

Pese a lo que podría parecer por el post anterior, al ver que las ponencias ganadoras provenían de las televisiones más tradicionales, la mayor parte del contenido del Seminario de Televisión de AEDEMO tocaba otros temas y no sólo lo que se ve por el televisor. Se habló de televisión aumentada.

El miércoles Julio Alonso, el Fundador de WeblogsSL moderó un coloquio que llevaba por título #TV:¿trending topic? en el que se profundizó sobre la relación entre la televisión y las redes sociales, en especial Twitter. Participaban Paco Asensi, Director de Desarrollo de Negocio de RTVE.es, Fernando Carrión, Director de Estrategia y Planificación de Yahoo! España, Xavier Rius, Director General de Ventas y Negocio de Videoplaza y Carlos Sánchez, cofundador de Tuitele. Rompió el fuego Asensi destacando algo que yo siempre digo: la televisión siempre fue social; desde sus primeros tiempos se convitió en el tema principal de conversación y si no habías visto el programa central del prime time te quedabas marginado. Ríus, que se declaró un freekie de las redes, con más de diez perfiles en Twitter, manifestó, quizá por eso mismo, su escepticismo sobre el valor cualitativo que puedan aportar los comentarios en las redes. Carrión tiende a desconfiar de lo que se pueda extraer en esos momentos  de los comentarios en Twitter por la falta de representatividad de los participantes en esa red social. Sánchez mantenía justo la postura opuesta: un gran número de comentarios sobre un programa demuestran su repercusión social y el análisis de esos comentarios puede aportar muchísimo valor a programadores y anunciantes. Yo estoy más cerca de la postura de Carlos Sánchez y Paco Asensi: esta nueva situación nos abre toda clase de posibilidades de análisis de gran riqueza, sobre todo cualitativos, pero también cuantitativos.

El jueves por la mañana hubo dos sesiones. En la primera Laura Ludeña y Alfonso Calatrava, de Google nos pusieron en situación sobre la importancia que ya tiene el consumo multipantalla, las posibilidades de YouTube para completar de forma eficiente la cobertura de campañas de televisión (según sus estimaciones un anunciante puede ahorrarse hasta un 20% planificando en varias pantallas) y propusieron al mercado iniciar estudios sobre consumo audiovisual multipantalla como los que ya se hacen en otros países europeos. Toda una buena noticia, que el gigante Google esté dispuesto a cofinanciar los estudios que necesita en este momento el mercado representa un gran paso adelante.

Joan Bas, Director General de Diagonal TV, hizo un elogio de los estudios cualitativos. Para su productora han pasado de ser una amenaza a una inspiración. Contó cómo hace años había una leyenda urbana: si quieren eliminar tu programa te hacen un cualitativo. Ahora en cambio han conseguido ir mejorando su serie Amar en tiempos revueltos temporada tras temporada basándose en los aprendizajes que obtenían en sucesivos estudios cualitativos.

Shirlene Chandrapal, VP Connected TV de Smartclip fue la representante internacional en el seminario. Dibujó el panorama de la penetración de la TV conectada y sus posibilidades en el mercado publicitario.

La mayoría de nosotros no conocemos bien la programación de las autonómicas (al menos no de todas). Susana Ortega, Jefa de Audiencias y Emisiones de RTVCM, nos ayudó a solucionar ese problema, con una ponencia cuajada de vídeos sobre las autopromociones de esas cadenas. Quizá pecó de excesiva duración. Para nuevas ediciones convendría seleccionar lo mejor de cada apartado, aunque algún programa quedara fuera.

En la segunda sesión se produjo la que yo creo fue la noticia más importante del seminario: Josep Cerezo, Director General de Operaciones y Sergi Cornet, Director de Gestión Operativa de Kantar Media, presentaron el Virtualmeter, un nuevo software de medición que podría resolver la mayor parte de las necesidades que tiene actualmente el sistema de medición de audiencias multidispositivo (y que yo iba a exponer como Carta a los Reyes en mi ponencia del día siguiente). Si, como afirmaron, el 58,4% de los panelistas consume televisión en dispositivos diferentes al televisor, la necesidad de medir este nuevo fenómeno es apremiante. Ofrecieron poner en marcha en breve una prueba en España si lo piden el Consejo de Control y el Comité de Usuarios. Espero que el mercado, representado por esos dos órganos, no sea tan miope como para no impulsar esa iniciativa.

La sesión se completó con la ponencia ganadora, que ya comenté en el post anterior y con Análisis de transformacionón de valores y emociones de marca, presentada por Agustín Busto, Director de Desarrollo de Negocio de Ecmware. Explicó un caso de búsqueda de afinidad entre Fanta y el canal Neox. Puede que el público estuviera deseando irse a comer, pero la sensación, bastante general, es que el ponente no se hizo entender bien.

Entre el grupo con el que yo hablé más, la sensación, casi unánime, era que la sesión de la tarde (una de las más complicadas por aquello del sueño post comida) fue la más interesante del seminario. La opinión de mi grupo puede estar sesgada: en la sesión de la tarde había una presencia amplia de investigadores de agencias de medios. Bueno, las opiniones siempre son subjetivas, pero yo también la suscribo. Empezó con la ponencia Más es más, de Raúl Devia, Director de Investigación de Maxus. presentó un estudio muy interesante a través de una única diapositiva, que además había entregado entre el público en forma de marcapáginas. Una de las ideas centrales de la presentación es que el zapping está disminuyendo, debido al uso de pantallas complementarias. Eso puede llevar a engaño: seguiremos pagando por una audiencia que ha desviado su atención hacia lo que hace en otro dispositivo. Quienes usan Twitter (más concentrados redactando su mensaje en 140 caracteres) recuerdan menos la publicidad que quienes entran en Facebook durante los bloques. También el smartphone distrae menos que la tableta. Pero, en resumen, el efecto es mínimo: apenas un 1%.

A continuación asistimos a la ponencia más innovadora, la de los Javieres, que ya traté en el post anterior.

Sergio Rodríguez, Head of Insight de OMD, nos contó ¿A qué se refería la profecía Maya? No se produjo el fin del mundo, pero sí grandes cambios en el panorama de la comunicación. El fin de la publicidad tal como la conocíamos supone una gran oportunidad para aumentar el engagement.

Petra Plaza, Directora de Investigación de Aegis Media y Santiago de Mollinedo, Director General de Personality Media nos pusieron al día del valor de las celebrities. Las campañas con famosos se han incrementado en los últimos años; la razón es que funcionan muy bien si se utilizan adecuadamente. Las claves son: elegir bien el personaje, trabajar la creatividad y trabajar en continuidad.Casi un 25% de las campañas del año pasado utilizaban a un famoso. El que tuvo mayor presencia fue Jesús Vázquez, con una gran capacidad de prescripción.

El último día hubo dos ponencias y una mesa redonda. Yo fui el responsable de la primera a la que, si tengo tiempo, dedicaré un post especial. Compartí mesa con Jordi Guix, Director General Research Modelling Iberia y Enrique Martín, Global Product Development Director de Havas Media que disertaron acerca de Social TV: tú emite que yo comento. Un nuevo reto para las audiencias y la atención. Tuvieron mala suerte con la tecnología pese a que, soy testigo, habían probado esa misma mañana que todos sus vídeos entraran adecuadamente. Pero el contenido de la ponencia era muy bueno y se centraba en el tema que rondó por el seminario a lo largo de toda su duración: la influencia recíproca entre la televisión y las redes sociales. En España, un país que lleva lo social en su ADN tenía que triunfar la SocialTV. Un 60% de los comentarios sobre televisión se producen en Twitter. Las redes sociales han añadido un nuevo componente a la televisión que, desde la investigación, no podemos ignorar. La interacción aumenta la audiencia. Un buen número de comentarios corresponden a las marcas que se anuncian, especialmente a las que tienen presencia en los programas. Facebook influye a la hora de elegir el programa que se va a ver, pero luego se sigue por Twitter.

Enrique Martín habló también de cómo el sentimiento hacia Campofrío mejoró tras la emisión del spot el currículum de todos, de las pasadas Navidades.

El seminario terminó con una mesa redonda que con el título TV ¿crisis o punto de inflexión? reunió a un plantel de grandes profesionales, moderado por Luis Larrodera. La crisis de la inversión publicitaria ha creado dudas sobre la posibilidad de configurar programaciones de calidad. Esa no es la opinión de Lázaro García de Publiespaña, y Carlos Fernández de Antena 3: si se acepta la audiencia como indicador de calidad, nunca hemos vivido mejores momentos: el consumo de televisión bate cada año su propio récord. Las grandes cadenas seguirán apostando por crear programas de éxito ya que, como dijo Pepe Abril, del grupo de productoras Boomerang, hay que conseguir audiencia porque es la manera de conseguir publicidad, que es quien paga el negocio de la televisión.

Lázaro insistió en que los precios de la publicidad están bajo mínimos y que su objetivo para este año es que no sigan bajando: No tiene sentido que la inversión en televisión haya caído a la mitad durante la crisis; la caída de la economía ha sido mucho menor.  Fernández auguró una nueva caída del 20% para este año. Carlos Bosch, de Danone, pidió que aumentara la calidad, con una menor saturación. En parte la respuesta viene de la mano de los bloques cortos de Tele5, que analizaba la ponencia ganadora. Fernando Rodríguez, de ZenithOptimedia insistió en que la televisión es ahora menos eficaz que antes: los precios se ajustan por la demanda y la eficacia. Justificó la concentración de los grandes grupos publicitarios en la evolución del mercado: hace falta músculo para mantener las grandes inversiones que hay que hacer en investigación. Las agencias de medios no somos meros intermediarios, somos el motor de la investigación y aportamos mucho valor para el anunciante. Nuestro reto es medir en ventas cada euro invertido para que el anunciante no desvíe su inversión fuera de la publicidad.

Pepe Abril basó el éxito de La Voz en el hecho de que tiene elementos nuevos que emocionan, como las audiciones ciegas, pero también al tratamiento que se ha hecho de las redes sociales. La televisión es un medio en constante renovación: si viéramos la programación de hace cinco años, nos parecería del siglo XV. Vamos hacia una televisión más participativa; cualquier programa debe tratar de interactuar con su audiencia a través de las redes sociales. Como afirmó Lázaro, el GRP antes nacía y moría en televisión; ahora se prolonga y amplifica en las redes sociales.

Bosch reconoció que el audiovisual es la conexión reina para las marcas; bienvenido por tanto el audiovisual en internet como complemento. Añadió que no hay nada más democrático que el mando de la tele.

Jesús López Cabeza, de Aragón Televisión, reconoción que las televisiones autonómicas lo están pasando mal en estos últimos tiempos, pero tienen futuro porque aportan un producto diferencial. Para ello es importante mantener la credibilidad.

En resumen dos días muy intensos e interesantes, que tenemos que agradecer a AEDEMO que, un año más, ha conseguido reunir a un gran plantel de ponentes para analizar la vanguardia de la televisión.

 

Vuelve la televisión social

El 14 de octubre de 2012 pasará a la pequeña historia de la humanidad por la hazaña de Felix Baungartner, el austriaco que batió varios récords al arrojarse en caída libre desde 39.000 metros de altitud.

Pero el salto de Felix pasará también a la historia de la publicidad. El evento Red Bull Stratos es la primera acción de branded content pensada para generar un evento simultáneo a nivel mundial. Lo de menos es que 8 millones de espectadores vieran simultáneamente el evento a través del canal de streaming de YouTube aunque esa cifra fuera un récord. Se batirá pronto, a medida que el portal de vídeo de Google vaya alcanzando una mayor cobertura y se convierta en un hábito para mucha gente. Además la cifra es relativamente pequeña si la comparamos con la suma de los espectadores que consiguieron las cadenas de televisión de todo el mundo que emitieron simultáneamente el evento.

La clave fue poner a hablar a la vez sobre un mismo tema a miles de millones de personas de todo el mundo a través de Twitter y de Facebook. Todo el mundo hablando a la vez de un mismo tema, un tema que, además, tiene una connotación comercial.

Ese no fue el nacimiento de la televisión social pero sí fue su bautismo de fuego. Ya habíamos vivido otros momentos intensos: los usuarios de Twitter lanzaron más de 15.000 tuits por segundo cuando España marcó su cuarto gol en la final de la Eurocopa de 2012; durante la final de la Superbowl  de este mismo año se enviaron 12.233 tuits por segundo; 12 millones a lo largo de todo el evento. El año anterior habían sido 1,8 millones. Claramente se trata de un fenómeno en alza.

Desde el nacimiento de la televisión hasta la proliferación de canales (que en España se produjo en los años noventa, pero en otros países tuvo lugar mucho antes) la televisión era social: había que ver la programación del canal dominante para no quedarse al margen de las conversaciones del día siguiente. Luego esta componente social perdió peso.

A finales de los años noventa los visionarios que lanzaron Quiero TV, la plataforma de TDT de pago, ofrecían la televisión conectada a Internet: el paquete de abono incluía un teclado inalámbrico que permitía no sólo navegar por Internet a la vez que se veía la televisión sino también comentar con los amigos el programa que se estaba viendo.

Está claro que se adelantaron a su época. En aquel momento la velocidad de la conexión no permitía demasiadas alegrías; por otra parte las redes sociales no tenían el peso que han adquirido con posterioridad.

Ahora sí. No sólo la mayor parte de los televisores que se venden son smart Tv, televisores conectados, con la posibilidad de comentar desde el propio televisor; también una gran parte de la población, en especial los más jóvenes, ve la televisión a la vez que está conectada con su grupo a través de otro dispositivo (un Smartphone, una tableta o un portátil). Y ese grupo pueden ser unos pocos amigos o miles de seguidores.

Los programas de televisión son uno de los temas más tratados en la red de microblogging Twitter. Prácticamente en cualquier momento algún programa de televisión o alguno de sus protagonistas es trending topic. Según la empresa Tuitele en el mes de octubre se realizaron en España 4,3 millones de comentarios en directo sobre programas de televisión.

Estamos así ante una nueva manera de vivir la televisión: podemos estar viendo un programa y comentarlo con los amigos, o bien si vemos comentarios interesantes sobre un programa diferente al que veíamos podemos cambiar de canal. Esto reforzará la televisión vista en directo, frente a la tendencia a la autoprogramación de la que tanto se ha hablado en los últimos años sin que haya llegado a tomar una dimensión importante. Paradojas de la tecnología: la misma Internet que iba a matar a la televisión de grandes audiencias podría venir en su ayuda. Vuelve así la dimensión social de la televisión.

Esto ha hecho pensar que la contabilización del número de comentarios sobre un tema puede proporcionar indicadores de audiencia. Algunas empresas, como Tuitele, ya ofrecen en España ese servicio. Rentrak, en Estados Unidos, acompaña sus datos de audiencia de un indicador, el Social Media Index, obtenido a partir del número de comentarios en redes sociales generados por el programa. (*)

No se trata de sustituir a los datos procedentes de los audímetros, pero sí de complementarlos con una información adicional sobre la repercusión social de cada programa. Este dato será tanto más importante cuanto más amplia y representativa de la población sea la cobertura de las redes sociales y de los comentarios que vehiculan.

Tuitele hablaba de 900.000 personas como espectadores sociales a mediados de 2012, un 2,8% de los internautas, con un fuerte sesgo hacia hombres y otro indudable hacia early adopters de novedades en Internet.

Por el momento es fácil para un programa de televisión conseguir un mayor número de tuits haciendo referencia en su contenido a la red social o tocando temas de especial interés para los tuiteros. En España hemos visto dos ejemplos claros: La Nube y Salvados.

Desde un punto de vista publicitario un programa con el que se interactúa más puede ser un indicativo de un mayor engagement. Para un directivo de una cadena puede ser muy interesante conocer en tiempo real las reacciones que su programa, o los de la competencia, están provocando en sus espectadores. En los programas en directo podría ir reorientando el contenido en función de las reacciones del público. Para el público poder comentar en directo supone recuperar la dimensión social de la televisión.

Estamos ante una nueva manera de hacer televisión, con la posibilidad de reaccionar a lo que los telespectadores estén opinando en cada momento. Una verdadera locura, pero una locura posible, cercana y muy verosímil.

La televisión social ya está aquí. Está en nuestras manos: podemos hacer que gracias a ello la televisión mejore o seguirla empujando por el camino del morbo y la chabacanería. Ahora los fríos números que representaban los datos de audiencia van a venir acompañados por un gran volumen de información cualitativa. Quienes estamos en este negocio podemos aprovecharlo o mirar para otro lado.

Este artículo se publicó, junto a otros muy interesantes en Trends, el especial que la agencia Wysiwyg ha dedicado a los cambios que se avecinan.

(*) Después de escribir este artículo se ha publicado el acuerdo entre Twitter y Nielsen para profundizar en la medición de la dimensión social de la televisión.

Lecciones desde la estratosfera

El salto de Felix Baumgartner el domingo pasado ha sido una de las noticias amables de la semana.

El aventurero austriaco batió al menos tres récords:

El de velocidad vertical sin usar paracaídas de guía, al alcanzar los 1324,8 kilómetros por hora.

El de altura de salto, con 39.045 metros.

El de caída libre más larga en distancia, con 36.529 metros.

Además, como destacaba Panorama Audiovisual, la novedosa tecnología utilizada también batió varios récords de trabajo en condiciones extremas, de temperatura, velocidad y variación acelerada de situaciones.

Acostumbrado a las cifras millonarias de la televisión, a mí me impresiona poco que ocho millones de personas (en todo el mundo) vieran en directo la hazaña a través de YouTube. Incluso si eso supone multiplicar por 16 la mayor audiencia simultánea obtenida, en los JJOO de Londres, hasta ahora por el portal de vídeo de Google. Muestra el potencial del nuevo medio, pero también su todavía relativamente pequeño tamaño: poco más de una de cada mil personas del mundo.

Porque la televisión siguió mostrando todo su poderío. En España una cadena especializada minoritaria, como Teledeporte, superó los 4.300.000 espectadores en su minuto de oro: casi uno de cada diez espectadores posibles.

Y no podemos olvidarnos de las redes sociales. A lo largo de la tarde del domingo y buena parte del lunes el salto de Baumgartner fue el claro protagonista de los contenidos, con varios trending topics mundiales y muchos más en los diversos países. Yo, que venía conduciendo de regreso tras el puente del Pilar, viví la retransmisión en directo minuto a minuto a través de Twitter que me iba leyendo mi hija desde el asiento de atrás.

He llegado hasta aquí sin hablar de Red Bull y sin embargo es la marca de bebidas, también austriaca, quien nos ha dado más lecciones con esta acción.

Llevamos años hablando de branded content, de contenido generado por las marcas, como alternativa, o al menos complemento, de la publicidad convencional. Se ha abusado tanto de la publicidad en alguno de sus formatos que nos dicen que es intrusiva, interrumpe los contenidos que queremos ver, nos obliga a ver lo que no queremos.

Este caso nos muestra justo lo contrario: la gente huía de otras programaciones para buscar el salto estratosférico.

Red Bull lleva muchos años apoyando deportes extremos, generando contenidos que ofrece a los medios y estos a su vez ofrecen gustosos a una audiencia que los ve porque los considera interesantes. El salto de Felix no sólo fue el anuncio más largo de la historia (prácticamente en todo momento durante la transmisión se veía perfectamente el logotipo y el nombre de la marca) y figuró como tal, Red Bull Stratos, en las parrillas de los canales que lo emitieron; también consiguió su tiempo en los noticiarios a lo largo de toda la semana; las emisoras de radio retransmitieron el evento en directo y muchos periódicos llevaron las fotografías a su portada.

Puede que los retrasos se debieran al viento, pero el resultado final fue que el salto se emitiera en directo durante el prime time de la mayor parte de los países de Europa justo en uno de los pocos domingos del año en que las cadenas no están absortas con las ligas de fútbol. Un domingo que ya había empezado con el triunfo de los prototipos de Red Bull en la prueba de Fórmula 1.

Red Bull lleva años dándonos lecciones de marketing: es una bebida cara, un lujo asequible, asociada al aguante nocturno, un riesgo controlable; con este tipo de eventos no hacen publicidad (¿no?) apoyan valores y proezas. El posicionamiento de la marca es claro.

Al ser cara consigue unos márgenes altos que puede invertir en patrocinios (hasta un 25% de sus ingresos según Marketingdirecto.com ) que generan contenidos interesantes deseables por los consumidores. Con ello la notoriedad de la marca crece. Y se añade una nueva vuelta a la espiral.

La hazaña de Red Bull todavía es difícil de cuantificar ya que la repercusión del evento no ha terminado. Algunos de los primeros análisis que se han hecho están muy centrados en Estados Unidos. Un primer análisis de urgencia para España elaborado por Kantar Media cifra en más de siete millones de euros (a precio de tarifa publicitaria) la repercusión en radio y televisión, a la que habría que sumarle el valor aportado por la prensa, en muchos casos con sus portadas a las que ni siquiera se podría atribuir una tarifa.

Sin duda Felix Baungartner ha ayudado a Red Bull a completar una lección magistral en el campo del marketing.

Y eso abre un nuevo tema para los medios ¿hasta qué punto podrán seguir apoyando sin cobrar (o incluso pagando) las acciones/noticias que generen las marcas, que retiran así las inversiones en publicidad de las que se mantenían hasta ahora?

De nuevo hay materia para una profunda reflexión.