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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Archivo de diciembre, 2017

Profesión periodística: un año de ligera mejoría

Como cada año desde hace trece (éste es ya el decimocuarto informe) la Asociación de la Prensa de Madrid ha publicado su Informe Anual de la Profesión Periodística.

Una parte clave del informe es la que extrae conclusiones de la amplia encuesta (más de 1.700 entrevistas) realizada entre profesionales del periodismo, tanto los que trabajan en medios, como los que lo hacen en comunicación de empresas, como los que están en paro.

Aunque la encuesta no es representativa en sentido estricto (es casi imposible conseguir una muestra representativa de un colectivo muy complicado de identificar y cuantificar) la información que se obtiene es muy interesante.

Y, dentro de una tónica general muy compleja (las facultades siguen enviando al mercado laboral unas promociones amplísimas, imposibles de absorber) parece que la situación ha mejorado algo en el último año.

Pero, con mejora y todo, sigue siendo una situación muy complicada: la credibilidad de la profesión (y de los medios) está en entredicho y ha bajado de forma considerable en los últimos años; la crisis económica afectó seriamente a la profesión y ha llevado a muchos de sus componentes al paro o a fórmulas como el autoempleo o los falsos autónomos, que en muchos casos reciben remuneraciones muy escasas, casi en el límite de la supervivencia.

La digitalización ha propiciado el nacimiento de numerosos medios de pequeño tamaño, en muchos caso locales o ultralocales (de barrio en las grandes ciudades) pero también ha creado serios problemas a los medios establecidos que tienen problemas para hacer convivir las ediciones en papel y las digitales, o sustituir aquellas por estas. En ambos casos sigue siendo un problema encontrar el modelo de negocio que les permita salir adelante con beneficios.

El informe, de unas cien páginas, toca estos temas y muchos otros relacionados con la evolución de la profesión periodística en estos últimos años, con gran profusión de datos y tablas comparativas.

El mejor consejo, si les interesa el tema: leánlo.

Enhorabuena a la Asociación de la Prensa de Madrid por hacerlo posible, así como a Luis Palacio, Pedro Molina y todo el resto del equipo por su excelente trabajo.

¿Todos ganan o todos perdemos?

Creo que esta es una de las primeras veces en que veo a varios partidos reconocer en la noche electoral o al día siguiente que no han alcanzado sus objetivos. Lo habitual es siempre encontrar el lado bueno de los resultados y, al igual que el día que se publica el EGM parece que todas las cadenas de radio han ganado (y, como hay muchos indicadores, siempre es posible encontrar alguno en el que los resultados mejoran) el día de las elecciones lo normal es que todos ganen, o digan que han ganado.

Estas de Cataluña han sido unas elecciones tan atípicas en todo que hasta ha habido muchos partidos que no han ganado.

Así es como yo lo veo:

El PP, que montó todo esto, eligió la fecha de las elecciones y las condiciones en las que se harían (con la Generalitat controlada desde Madrid, varios candidatos encarcelados y otros en el exilio) casi desaparece de Cataluña y consigue los peores resultados de su historia.

Ciudadanos, ganador indiscutible de las elecciones, no consigue su objetivo de gobernar. Su granero de votos no han sido la abstención ni los partidos independentistas sino los otros partidos constitucionalistas en los que se tendría que haber apoyado.

El PSC consigue frenar su caída de los últimos años pero al conseguir sólo un escaño más se queda sin fuerza para apoyar a cualquiera de las combinaciones con opciones de gobierno que se puedan contemplar.

Cataluña en comú/Podem consigue menos escaños de los que tenía y tiene pocas opciones de ser relevante en su intento de conseguir el diálogo entre las dos partes de una sociedad enfrentada. No parecen haber acertado con una estrategia con poca cabida en un momento tan caliente.

Los independentistas, en su conjunto, vuelven a ganar en escaños pero no consiguen superar un escollo (no tener mayoría en voto popular) que en mi opinión y en la de muchos otros les inhabilita para avanzar en su objetivo principal.

La CUP retrocede. Es posible que su estrategia de no personalizar y cambiar las caras en cada ocasión no sea muy eficaz en los tiempos que corren.

Y entre los dos grandes partidos indepes llama la atención que, en contra de lo que parecían apuntar las encuestas, los votantes hayan apoyado más a quien huye que a quien es fiel a sus valores hasta el punto de ir a la cárcel por defenderlos. Me parece toda una demostración del orden que van adoptando los valores en esta sociedad en la que vivimos.

Todo eso por lo que respecta a los políticos pero ¿y en lo que nos afecta a los ciudadanos?

No creo que quienes han cifrado todos sus objetivos en la independencia puedan estar satisfechos: hemos vuelto, prácticamente, al punto de salida. La galería de imágenes que les regaló el 1 de Octubre un Gobierno torpe (si de ninguna forma se iba a dar validez a los resultados del referendum sobraban las imágenes de colegios rotos y ciudadanos apaleados) no parece haberles aportado votos ni un gran apoyo internacional.

Quienes pensamos que no vivimos tiempos de divisiones sino de sumar esfuerzos (y en muchos casos tenemos amigos catalanes a ambos lados de la línea divisoria) creo que volvemos a perder frente a la ineficaia de unos políticos incapaces de salir del mero enfrentamiento y pasar a la búsqueda de soluciones.

Ayer, como en los últimos tres meses, como en los últimos años, perdimos todos.

Un año raro

Con este mes termina un año raro.

El año en que Marc Pritchard, el capo de P&G, decidió aplicar un recorte drástico a sus inversiones en comunicación digital y no pasó nada. Ni siquiera que alguien pidiera cuentas al señor Pritchard por su mala gestión anterior de las inversiones. Otros grandes anunciantes se movieron en la misma dirección…y tampoco pasó nada.

El año en que Facebook, YouTube y Twitter reconocieron que habían cometido errores en sus mediciones de eficacia publicitaria. Curiosamente todos los errores les favorecían. Y no pasó nada.

El año en que se confirmó que una parte, pequeña pero importante, de la inversión gestionada como programática estaba financiando al Daesh o a sitios que promueven la violencia, la anorexia o el maltrato. Y no pasó nada.

El año en que los bulos tomaron tal fuerza e influyeron tanto en la realidad de nuestras vidas que tuvimos que llamarles posverdad. Y no pasó nada.

El año en que la economía española crecía moderadamente pero la inversión publicitaria no seguía su paso y permanecía plana. Y, para algunos, no pasaba nada.

El año en que todo parece pasar por el móvil pero, si atendemos a las mediciones de inversión, parece que aún no pasa nada.

O sí. Pasaron cosas: las dos grandes corporaciones digitales americanas siguieron acaparando cada vez más inversiones, en un medio cada vez más difícil de controlar.

Se empezó a pensar que quizá es el tiempo de permanencia y no el número de contactos el mejor indicador para Internet. A lo mejor los de la tele no lo habían hecho tan mal.

En España se convocó un nuevo concurso para medidor digital recomendado. Algunos se preguntan si hace falta y qué novedades podría aportar un nuevo medidor.

Los cambios llegan a la Televisión con los nuevos operadores y el crecimiento de la televisión de pago pero lo hacen de una manera desigual: mucho más entre los jóvenes, mucho más en dispositivos diferentes al televisor del hogar. Y, al menos para la medición oficial, esos cambios son lentos.

El papel siguió sufriendo su particular calvario, sin dar con la tecla que le ayude a resurgir.

La Radio se mantiene como el medio más estable, tanto en los momentos en que todo va mal como cuando todo va bien.

Exterior ha vivido un año de consolidación de todos los cambios que se produjeron el año anterior.

Nos espera un 2018 muy interesante…en el que, muy probablemente, seguirá sin pasar nada.

 

(*) Este artículo es muy similar al publicado con el mismo título en la edición en papel de la revista IPMark correspondiente al mes de diciembre.

Factores de riesgo

El tabaco: no he fumado un sólo cigarro en toda mi vida.

El sedentarismo: ando todos los días al menos hora y media a buen paso; entre diez y doce kilómetros como mínimo.

El alcohol: siempre he bebido algo de alcohol pero con moderación; o eso creo.

El colesterol: tuve un pico de algo más de 200 hace cinco años pero desde entonces lo he controlado y en las revisiones me suelen decir que hasta lo tengo un poco bajo.

La hipertensión: hace años que tomo atenolol y normalmente siempre estoy en torno a 12-7. Me dicen que está perfecta o al menos muy controlada.

Diabetes: mis indicadores de glucosa en sangre siempre han sido buenos.

La edad: 67 años. No parecen tantos.

¿Será la edad? Me dicen que no, que en estos tiempos esa no es una edad muy elevada.

Parece que no cumplo ninguna de las condiciones que hacen que se obstruya una carótida pero el caso es que estoy aquí, en el quirófano de la Clinica de la Zarzuela de Madrid. Ya me han sedado con pinchazos en las muñecas y ahora empieza lo más duro: más pinchazos en a zona de mi barbilla derecha y el mismo lado del cuello. Me dicen que ahora dolerá más pero la verdad es que se puede aguantar sin mucha dificultad.

La operación será con anestesia local. No sé tocar el saxofón, ni ningún otro instrumento de esos que luego hacen que saquen tu operación por la tele, así que me dan una pelotita de las de payaso y recuerdo a Harpo Marx cada vez que me dicen que la apriete para demostrar que la otra carótida sigue haciendo bien su trabajo y mi cerebro se mantiene bien regado. De vez en cuando esas órdenes se alternan con otras sobre movimientos de la lengua o de los ojos. Hago lo que me dicen. Parece que no hay problema.

Noto que están hurgando una y otra vez en mi cuello pero no siento ningún dolor. Como tengo que mantener el cuello girado al máximo hacia la izquierda no veo a quienes están trabajando en el interior de mi cuello; sólo al anestesista que se mantiene a mi izquierda a lo largo de toda la operación (o eso creo).

El tiempo va pasando lentamente mientras me arreglan la avería. Durante las dos primeras horas intento no mover un músculo y creo que lo consigo. Pero llega un momento en el que no puedo más; los nervios me pueden y muevo las piernas. ¡No se mueva! me ordenan; estamos en un momento muy peligroso. Trato de mantener de nuevo la calma (y la postura). Creo que lo consigo. Hora y media después, cuando llevo tres y media en el quirófano, la operación ha terminado e informan a mis familiares mientras me transportan a la UCI.

Menos de 24 horas después me pasan a planta. Y aún no se han cumplido otras 24 y ya me voy para casa.

Además de los costurones que tenga por dentro, que incluyen un parche de pericardio de bovino, he ganado veinte nuevos puntos en el cuello.

Hay quien me dice que ahora puedo presumir de cuello de toro. Son muchos más los que me recuerdan que he tenido mucha suerte porque me cogieron a tiempo. Podía haber sufrido un episodio cerebral grave.

Yo prefiero que la próxima vez que me visite la suerte me toque la lotería.

Lo peor es que, como el único factor de riesgo que parece tener algo de sentido, la edad, no lo puedo reducir, no sé qué puedo hacer para que el problema no se vuelva a producir.

La vida sigue. Hoy es mi cuarto día desde la vuelta a casa y hasta he podido salir a dar un corto paseo.

La radio: siempre ahí

Este año las inversiones publicitarias no van muy bien para el conjunto de los medios; sólo crecen con fuerza los digitales puros. A continuación está la radio; con un crecimiento moderado, pero crecimiento al fin.

No es una situación excepcional. La radio es un medio muy estable: cuando el mercado crecía con fuerza la radio lo hacía moderadamente; cuando la inversión se derrumbó, cayó también moderadamente.

Eso ha hecho que a lo largo de los años la porción de la tarta que se lleva el medio sonoro se mantiene siempre muy cerca del 10%.

Es un medio cada vez más digital a pesar de un cierto conservadurismo. La transformación hacia la norma DAB se debía haber hecho a lo largo de unos pocos meses en el año 2000. Ni las empresas que tenían las licencias, ni mucho menos la Administración hicieron ningún esfuerzo para conseguirlo. Noruega cerró la FM a principios de este año. En España ni siquiera hemos llegado a prescindir de la onda media a pesar de que lo preveía un plan técnico de los años sesenta, hace más de medio siglo.

Iñaki Gabilondo: uno de los históricos de la radio española. FOTO: Blog de Gorka Zumeta

Todos llevamos ahora un receptor de radio en el bolsillo, aunque no todo el mundo lo use como tal. La transformación digital ha venido más por el camino de Internet que por el de la nueva norma DAB+, que las grandes empresas del sector tampoco están apoyando. Dicen que nadie emite en DAB+ porque no hay oyentes y que los oyentes no usan DAB+ porque nadie emite. Pero en algún momento se dará el salto. Mientras tanto Internet nos ha traído los podcast, la radio en píldoras (que pueden ser de gran tamaño: programas enteros), que se pueden escuchar en cualquier momento. El futuro, o parte de él, puede estar por ahí, con marcas apoyando contenidos próximos a su línea de comunicación o sus valores.

El EGM ya empezó a medir los podcast, ya tenemos algunos datos de modo muy general (*). Eso nos lleva al sistema de medición: la radio, como medio, siempre critica al EGM, el mismo EGM que utiliza como único sistema de medida, pero nunca ha hecho un esfuerzo para cambiar a otro método de medición. O sí: cuando lo hizo en 2003 utilizando el audímetro suizo, no se decidió a dar el necesario paso adelante a pesar de que la prueba fue muy satisfactoria.

La radio, y sus estrellas, sigue ahí. Como siempre.

 

(*) En la tercera ola del EGM de este año la audiencia diaria de podcast se cifra en 380.000.

(**) Este artículo es muy similar al publicado en el número de noviembre de la revista IPMark en papel.

(***) Si quieres saber más, mucho más, sobre radio, consulta el blog de Gorka Zumeta: http://www.gorkazumeta.com/ Entre otras cosas puedes ver los mejores análisis sobre los datos de audiencia de radio del EGM, con una perspectiva imparcial.