Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Adiós y gracias

Este blog nació el 3 de enero de 2008. Todavía no hace un mes que cumplió diez años.

Como casi todos los años, ese día escribí un post en el que reconocía mi sorpresa por haber aguantado tantos años escribiéndolo y extraía algunas conclusiones sobre el número de posts escritos (ya bastante más de mil), los que han tenido más éxito (que también me sorprendían a veces) o el número de lectores acumulados en ese tiempo, que ya alcanzaban varios millones.

Nunca imaginé que el final llegaría tan pronto y mucho menos que se produjera de esta forma. 20 Minutos ya no considera interesante mi aportación.

Este es, por tanto, mi último artículo aquí.

Adiós

Pasado el primer momento de desconcierto y desilusión, sólo puedo decir gracias.

Gracias a 20 Minutos por estos diez años en los que he tenido una ventana desde la que he podido expresarme. Gracias a Arsenio Escolar por provocarme primero y admitirme después como bloguero y por no haber interferido en ningún momento en los contenidos que he tocado, que en algunos casos podían levantar ampollas entre sus colegas de profesión,y gracias a Melisa por haber estado siempre ahí, desde la primera clase que me dio aquellas ya lejanas Navidades hasta el último momento en que me comunicó la decisión de la empresa.

Gracias también a los lectores  que han vuelto una y otra vez y han hecho posibles esas cifras, que no serán muy importantes pero a mí me impresionan. Y gracias a mis colegas del mundo publicitario, que muchas veces, con sus comentarios, me han hecho creer que escribía cosas importantes y a las revistas especializadas, que tantas veces han reproducido mis textos.

Si en algún momento echas de menos mis escritos, no te preocupes: Me voy de aquí pero, como el gusanillo de escribir lo llevo muy dentro, seguiré haciéndolo en otras partes. De momento el contenido de Casi Enteros se alojará en El Vigía, un blog que inicié hace algún tiempo y que tenía bastante abandonado. Ahora renacrá y seguiré publicando ahí.

Pero no cierro otras puertas ni otras posibilidades.

2018: El año en que la publicidad se la juega (y III)

Previsiones para 2018

Si hacemos caso de las previsiones de i2p o de los páneles Vigía y Zenthinela la inversión publicitaria volverá a crecer este año. Poco pero crecerá: un 3,7% según el Zenthinela de diciembre, un 2,6% según el Zenith Vigía de noviembre; un 1,1% según el i2p de septiembre.

Ese crecimiento no se distribuirá de forma uniforme: el mayor corresponderá a los medios digitales, incluida la publicidad exterior digital y los canales de pago de televisión. En cambio los medios impresos seguirán perdiendo peso en su versión impresa (y recuperando en digital sólo una parte, salvo algunas excepciones, de lo que pierden en papel).

El experto en medios Juan Señor denunciaba en octubre el gran duopolio en el Foro ARI. FOTO: E.Madinaveitia

Seguirán fortaleciéndose los duopolios. Facebook y Google continuarán ganando participación en la inversión publicitaria mundial (también en España); el negocio publicitario nacional seguirá muy marcado por las decisiones de los dos grandes grupos (Mediaset y Atresmedia) que hacen valer su posición en el medio todavía imprescindible para la construcción de coberturas.

La publicidad será cada vez más digital; el vídeo tendrá cada vez más importancia; la negociación será cada vez más automática (programática) y veremos cómo el audio, en muchos casos en forma de podcast, se hará cada vez más presente; puede ser una nueva oportunidad para la publicidad.

En mi repaso de lo que escribí otros años he visto que en 2013 advertía: Si la pérdida de talento a que la reducción de costes ha llevado al sector acaba perjudicando el valor de las marcas a largo plazo, que es el objetivo de esta profesión, habremos hecho mal nuestro trabajo.

No estoy seguro de que lo hayamos hecho bien.

Creo que todavía estamos a tiempo pero este año, como cada año, la publicidad se la juega.

2018: El año en que la publicidad se la juega (II)

¿Cambiamos audiencias por personas?

Haciendo de la necesidad virtud decimos que ahora la publicidad ya no es intrusiva y que conseguimos impactar sólo a personas interesadas en un determinado producto y en el momento en que están interesadas. Pero seguimos recibiendo publicidad del hotel de una localidad que buscamos hace tiempo en Google y a la que no pensamos ir nunca.

Hablamos de que sustituimos audiencias (como si eso hubiera estado mal) por personas. Pero esas personas somos datos de unas bases que muchas veces no están actualizadas. No creo que cambien mucho las cosas este año con la puesta en marcha del GDPR (Reglamento General de Protección de Datos). Será mayor el control sobre la privacidad y el uso de los datos pero no es muy probable que eso influya en el uso que hagamos las agencias.

Estamos en una encrucijada, un momento clave: no hemos conseguido eliminar de la televisión los bloques interminables pero, salvo en el caso de las grandes compañías que manejan bases de datos propias de comportamiento de los usuarios (Amazon, Facebook, Google,…) no siempre somos capaces de cumplir la promesa de enviar sólo publicidad relevante. Ni siquiera está claro que esas grandes compañías lo consigan siempre.

Mientras tanto el camino se va llenando de cadáveres de medios. La noticia del cierre de dos revistas tan emblemáticas como Tiempo e Interviú me sorprende escribiendo este artículo. El papel vive una situación muy complicada y no todos los medios han encontrado el modelo de negocio para su transformación digital.

Pago por contenidos

La llegada de Donald Trump al poder, sus ataques a los medios, el auge de la posverdad (la manipulación basada en bulos) produjo un fuerte crecimiento en el número de abonados a la prensa seria; el New York Times fue uno de los grandes beneficiados.

En España, que parecía el paraíso de la piratería, donde nadie iba a pagar nunca por contenidos accesibles en Internet, ya tenemos algún ejemplo de diarios que viven de las aportaciones de sus socios, lectores prioritarios a los que se les ofrecen versiones ¡sin publicidad! La llegada de opciones como Netflix y las ofertas combinadas de las compañías de telecomunicaciones han hecho que el pago por ver contenidos audiovisuales viva su mejor momento histórico…y creciendo. Nuevamente en muchos casos con versiones sin publicidad.

Importancia de la medición

En 2017 la inversión publicitaria creció menos de lo que preveíamos a comienzos de año y, lo que es mucho más grave, todo parece indicar que se quedó muy lejos del crecimiento del PIB. Aquí podemos echarle parte de la culpa a Cataluña; la publicidad, como la economía en general, huye de incertidumbres y de conflictos. Pero creo que estamos ante un tema más grave: algunos grandes anunciantes han perdido su fe en la publicidad y su capacidad de hacer crecer a las marcas y sus ventas y han cambiado el foco de sus inversiones. Por otro lado algunos tipos de comunicación no se miden, o se miden mal, por parte de las fuentes de datos lo que podría darnos una imagen distorsionada de la realidad.

Patricia Sánchez de Infoadex presentando el estudio de inversión publicitaria de 2016. FOTO: E.Madinaveitia

Necesitaríamos una mejor medición de toda la actividad de comunicación de las empresas. Las fuentes de datos (Infoadex e i2p fundamentalmente) lo tienen cada vez más complicado para desentrañar la magnitud de esas inversiones sin la colaboración de los propios actores del mercado. Y esos actores no siempre están dispuestos a prestar su colaboración. El estudio de inversiones digitales que realiza IAB es un buen ejemplo de esa dificultad.

Ahí, en la medición, está otro de los muchos aspectos en los que la publicidad se la juega este año.

Tras siete años de contar con ComScore como medidor recomendado, vamos a vivir en los primeros meses de 2018 un nuevo concurso. Con sus luces y sus sombras el actual medidor recomendado ha hecho un trabajo muy complicado: el móvil (con sus dificultades añadidas de medición) ganó peso a una velocidad no prevista en el anterior concurso; no es sencillo conseguir muestras representativas en digital; las actualizaciones de software llevan casi siempre aparejada la caída del sistema de medición y la consiguiente reducción de la muestra…y la propia realidad medida es compleja (dominios, propiedades, grupos, navegación en apps,…) sobre todo si parece que sólo se presta atención a un concepto  como el de los usuarios únicos que es cada vez más irrelevante salvo para la construcción de rankings para engordar egos.

Me gustaría que cada vez tuviera más peso el tiempo de consumo y su cuota; pero creo que aún estamos lejos de eso.

La publicidad se la juega este año en muchos terrenos; en uno de ellos compite con las grandes consultoras que han puesto sus ojos en este negocio y que tienen liquidez suficiente para comprarse cualquiera de los grandes grupos publicitarios…si les interesara.

 

(*) Esta entrada es la segunda parte de un artículo que se ha publicado también en la edición en papel de la revista IPMark del mes de enero de 2018.

2018: El año en que la publicidad se la juega (I)

Este es el octavo año en que Pedro Urquidi, redactor jefe de la revista IPMark; me encarga un artículo dedicado al ejercicio que comienza.

Tengo la mala costumbre de releer los anteriores, como preparación y, sobre todo, como cura de humildad que me confirma lo difícil que es acertar en las previsiones. Eso me lleva a que cada vez los artículos sean más un resumen del año anterior y de la situación del mercado publicitario que una previsión de lo que puede ocurrir en el futuro. En las circunstancias actuales el futuro, incluso el muy próximo, se ve con mucha dificultad. Todo cambia muy rápido y no siempre en la dirección que pronostican los expertos.

Situación complicada

En 2017 hemos vivido algunas situaciones complejas para el mercado publicitario. Algunos de los grandes anunciantes, con Procter&Gamble a la cabeza, mostraron sus dudas sobre la eficacia de la publicidad digital y, como en los últimos años una buena parte de su esfuerzo inversor se había dirigido hacia ahí, fue la publicidad en general la que salió perjudicada.

También seguimos viendo cómo los grandes medios digitales (Facebook, Twitter, YouTube,…) reconocían errores en sus mediciones de la repercusión de la publicidad; se produjeron algunas reacciones, todavía tímidas y concentradas en Estados Unidos pero de momento el mercado sigue consintiendo que los propios medios sean quienes proporcionen las mediciones de las campañas que los utilizan y sin exigir una medición por parte de terceros.

Las campañas en sitios no deseados, el tráfico no humano, los problemas de visibilidad de la publicidad y los adblockers han seguido creando dudas sobre el uso que se está haciendo de la publicidad digital. Las malas prácticas de unos pocos enturbian la imagen general de nuestra actividad.

En cualquier caso la publicidad digital, y en especial la que se sirve a través del móvil, es la que experimenta el mayor crecimiento un año tras otro. Y va a seguir siendo así.

La presión que las grandes empresas de distribución han realizado sobre los fabricantes ha reducido en gran medida las posibilidades de inversión publicitaria de éstos, lo que ha perjudicado a la publicidad y a los medios pero también a las propias marcas, dañadas en su imagen y en sus ventas.

Cambios en el consumo audiovisual

Tras muchos años en que los grandes grupos de Televisión bloquearon el dato de audiencia de invitados, en marzo de 2017 se hizo público. Eso ha hecho posible un aparente aumento del consumo de televisión lineal. Pero si se compara el dato que veníamos utilizando hasta ahora, ese consumo se reduce de nuevo unos pocos minutos, como viene ocurriendo desde 2012. Nos conformamos con maquillar los datos para que la foto siga saliendo bien. Pero la realidad cambia. Poco a poco pero siempre en una misma dirección.

Alejandro Echevarría, Presidente de UTECA y de Tele5 en la jornada de UTECA de Noviembre. (FOTO: E. Madinaveitia)

El consumo audiovisual en dispositivos diferentes del televisor, o el de opciones diferentes a las grandes cadenas generalistas crece sin parar, especialmente entre los jóvenes. Pero también sin medida, o al menos sin una medida reconocida y valorada por todo el mercado. Aun así la televisión medida muestra un nivel de fragmentación sin precedentes: nunca una cadena había dominado un año con una cuota tan baja como Tele 5 en 2017: un 13,3%.

La construcción de coberturas para las campañas, que sigue siendo la manera en que se construyen las marcas, es cada vez más difícil. La televisión sigue siendo el arma fundamental pero sus disparos tienen cada vez menos alcance. Esto complica los planes de medios: han de utilizarse más soportes cada vez para alcanzar coberturas que ya nunca son las mismas. Si además nos dirigimos a públicos innovadores (jóvenes o usuarios intensivos de dispositivos diferentes del televisor) el problema se complica aún mucho más: la fragmentación de la televisión es una broma si la comparamos con la de los medios digitales.

Por su propia naturaleza es prácticamente imposible encontrar dos personas consumiendo simultáneamente un mismo contenido digital.

 

(*) Este artículo es la primera parte del que se ha publicado en la revista IPMark, en papel, del mes de enero de 2018.

Concurso para la medición digital

El día del sorteo de Navidad el sector se despertó con otro premio: las asociaciones convocantes (IAB, AIMC y AEA) publicaron la Petición de Ofertas de Servicios de la Medición Digital para el Mercado Español.

Se podría decir que ya tocaba. Tras varios años de prórrogas tácitas, parece que había llegado el momento de poner a ComScore, el medidor recomendado tras el concurso de 2010, en comparación con otros posibles medidores.

Si se cumplen todos los plazos previstos en el Pliego, el 13 de abril conoceremos ya el nombre del nuevo medidor, o la confirmación del actual.

Hace unos meses, en esta misma columna, pedía a nuestro mercado que primara los criterios técnicos sobre los económicos a la hora de decidir. A lo largo de mi carrera he oído muchas veces eso de ¿cuánto nos vamos a ahorrar? cuando proponía algún cambio metodológico en un estudio. Y en general las mejoras pocas veces son más baratas.

Más aún en el mundo digital en el que la realidad que se quiere medir es cada vez más compleja. Dispositivos que eran marginales cuando se convocó el anterior concurso son ahora el centro de la operación. El propio pliego prevé la posibilidad de que nuevos dispositivos acaben cobrando una mayor importancia.

En la Petición de Ofertas se da a los aspectos técnicos un valor más del doble (70 frente a 30) que a los económicos. Parece un buen principio aunque, como siempre ocurre, algunos de los criterios se pueden discutir.

No son muchas las empresas que, en todo el mundo, están en disposición de dar un buen servicio de medición digital; sí puede haber, en cambio, un buen número de aventureros que, en este medio en el que se puede medir todo, o, al menos, todo deja huella puedan presentar un proyecto que aparentemente cumpla todas las condiciones.

La tarea de la Mesa de Contratación a la hora de decidir no va a ser fácil. No me gustaría estar en su piel.

Para el caso en que se decida un cambio hacia otro medidor el plazo de poco más de ocho meses que queda entre la adjudicación y la puesta en marcha del nuevo servicio es un tanto ajustado salvo en el caso (que creo inexistente) de que el ganador ya tenga montados un panel y un servicio de entrega de datos.

Vienen tiempos interesantes.

 

(*) Este artículo se publica también en la edición en papel de la revista IPMark.

Transcurrido casi un mes desde la convocatoria del concurso desconozco cuantas empresas han decidido presentarse.

Libros a pares: Infiltrados

A veces cuando uno va leyendo encuentra extrañas similitudes entre libros que tienen poco que ver entre sí. Si además, por razones de salud, lees algo más de lo habitual, parece que aumenta la probabilidad de que esto ocurra.

Soy lector asiduo tanto de Almudena Grandes (he leído trece de sus libros) como de Javier Marías (llevo nueve de sus libros leídos). Nunca he encontrado una gran relación entre ellos dos, más allá de que, en sentido amplio, puedan pertenecer a una misma generación, la de los nacidos en los cincuenta y primeros sesenta, que también sería la mía.

Marías y Grandes coinciden en el mismo tema. Foto: E. Madinaveitia

Con tantos de sus libros leídos no hace falta que diga que me gusta como escriben los dos autores, a pesar de que utilicen estilos muy diferentes: más abierto, más narrativo, más centrado en describir los hechos en el caso de Almudena, más reflexivo, más íntimo, más de mirar hacia el interior y a las razones que tienen los protagonistas para actuar como lo hacen, en el caso de Javier.

Así que me llamó mucho la atención que en sus últimas novelas, las publicadas en 2017, ambos toquen un mismo tema, el del infiltrado. Son, como corresponde a dos autores tan diferentes, dos novelas que no tienen nada que ver.

Berta Isla es la mujer de un antiguo alumno del British College del barrio de Chamberí de Madrid que acaba siendo captado por el espionaje británico e infiltrándose en una organización enemiga (que podría ser, aunque nunca se desvela del todo, el IRA). Estamos en los años ochenta de la guerra de las Malvinas y el final del terrorismo de Irlanda del Norte.

Los pacientes del Doctor García, el cuarto tomo de los Episodios de una guerra interminable, se desarrolla en la postguerra civil española. Manuel Arroyo, un antiguo amigo del Presidente de la República, Negrín, que trabajó para la Sociedad de Naciones se infiltra en una organización que trabaja para ayudar a antiguos líderes nazis a trasladarse a Latinoamérica donde se ocultarán con la ayuda de Perón y otros dirigentes. El objetivo es denunciar ante los antiguos aliados la complicidad del fraanquismo con los supervivientes de la derrota alemana.

Se pueden encontrar algunas similitudes más entre dos novelas tan diferentes: la situación destroza la vida de los dos infiltrados y las de sus familiares. Han sido utilizados por organizaciones mucho más fuertes que cualquier individuo, que luego les ignoran.

Dos grandes libros, muy recomendables, en cualquier caso.

 

Cierran Interviú y Tiempo: ¿Muere el papel?

Ayer el Grupo Zeta anunció el cierre de dos de sus revistas más emblemáticas, Interviú y Tiempo.

Los resultados económicos, en una permanente crisis de las revistas que pierden sin parar lectores (y ventas) e inversión publicitaria, han hecho inevitable, al parecer la muerte de las dos revistas, que ni siquiera mantendrán una edición en Internet.

Chenoa protagonizó la portada del 40 aniversario de Interviú

Interviú, la cabecera con la que el grupo inició su andadura era todo un símbolo de una época, que se inició con la apertura propiciada por la transición. Era conocida por sus desnudos de portada, que protagonizaron buena parte de nuestras famosas y, luego ya, otra muchas no tan famosas. Pero la revista también destacó en el terreno de los reportajes de investigación y sus denuncias. Ha sobrevivido algo más de cuarenta años; mucho más que la mayoría de las revistas que vieron la luz en aquella época.

Tiempo nació algo después, cuando se vivió un boom de revistas de información general y análisis político. Muchas de ellas tuvieron una vida muy corta.

Siempre es lamentable que muera un medio. Que desaparezcan dos de golpe, los que dieron origen a un grupo como Zeta que en algunos momentos fue muy potente puede ser todo un síntoma: el papel tiene un futuro muy complicado. Sólo las revistas que encuentren un nicho muy concreto y sepan alimentarlo sobrevivirán.

Lo siento por las revistas, por sus empleados y por lo que puede representar para el propio Grupo Zeta en el que tengo buenos amigos.

Me gustaría que fueran las últimas en desaparecer. Pero no estoy seguro de que vaya a ser así.

Hoy cumplo diez años

Acababa de empezar el año 2008 cuando, tras varios intentos anteriores, por fin me decidí a empezar con el blog. El 3 de enero de aquel año nació Casi Enteros.

Todos los años, cuando llega esta fecha, me hago la misma consideración: nunca pensé que esto podría llegar tan lejos: ¡Diez años!

El año que acaba de terminar ha sido duro para mí; sobre todo al final. Aun así ha sido el año en que superé las mil entradas acumuladas a este blog; algo más de cien de promedio al año. Eso hace que las 69 del año 2017 se queden bastante cortas. Pero al menos no he desfallecido. Y todos los meses he escrito algo.

Durante el año he acumulado algo más de cien mil visitas, unas trescientas al día. No está mal aunque se queden muy lejos del más de medio millón que tenía en 2009 o 2010. Seguramente eran mejores tiempos para los blogs o quizá yo daba más a menudo en la tecla de temas más interesantes.

El blog, Casi Enteros (porque es más que medios), se enfocó desde el principio a temas relacionados con los medios de comunicación, su investigación y su financiación. Pero ya en el título llevaba implícita una declaración de intenciones: hablaría de eso, pero no sólo de eso.

Un libro sobre diez años decisivos

Pero los medios han dado mucho de sí. No en vano estos diez años han sido decisivos para el sector como declara desde su título, Diez años que cambiaron los medios, el libro de Bernardo Díaz Nosty que recientemente han publicado Ariel y la Fundación Telefónica y en el que escribí el apartado dedicado a la publicidad.

Hemos visto cómo la crisis económica reducía a la mitad las fuentes de financiación de los medios; cómo la digitalización lo transformaba todo y dejaba a muchos medios, en especial los que proceden del mundo del papel, buscando con escaso éxito su nuevo modelo de negocio; cómo la investigación de Televisión, la más sólida y con más influencia en el negocio, va perdiendo pie a medida que se multiplica la oferta digital y el televisor ya no es el único dispositivo en el que se ve; cómo desaparecían medidores de Internet y el mercado no veía las ventajas del medidor único recomendado, lo que ha llevado a un nuevo concurso con nuevas especificaciones…y muchas cosas más. De todas, o casi todas, he tratado de escribir en este blog que para algunos es, casi, una referencia. Muchos de los artículos publicados aquí se han reproducido en revistas del sector de la publicidad y los medios.

Pero en el blog he hablado también de mis lecturas; de mi familia y mis amigos; de mis charlas; de las publicaciones de Usúe, mi hija y de mi JubilARTE; de mis problemas de salud…e incluso de temas relacionados con mi formación como matemático. Dos de los posts que cada mes me sorprenden al ser los más leídos corresponden a este último tema. Billones y trillones sigue consiguiendo unos 1.500 lectores nuevos cada mes cuando ya se van a cumplir seis años de su publicación (eso hace ya más de cien mil lectores); Los 15 matemáticos más influyentes supera casi todos los meses los tres mil nuevos lectores cuando lleva ya veintiséis meses publicado: en total supera los ochenta mil lectores.

Bien mirado, con los temas que he ido tratando en el blog se podría escribir un libro…o varios. Sólo haría falta un editor que se anime. Y lectores interesados.

Gracias a todos los que me habéis animado a lo largo de estos diez años con vuestras, críticas, vuestros comentarios, la reproducción de mis artículos en vuestros medios.

¡Y gracias a 20 Minutos por estos diez años en que ha alojado mis artículos!

Tele 5 volvió a dominar la audiencia en 2017

Como cada año, puntual a su cita, Barlovento ha publicado hoy día 2 de enero el informe sobre la audiencia de Televisión durante el año pasado. Un informe, por cierto, que en los últimos años ya anticipa unos días y publica en la última semana de diciembre a sabiendas de que unos pocos días no van a cambiar ni siquiera en una décima comportamientos consolidados durante todo un año.

El informe es muy completo, incluso recoge el parón que ha sufrido la inversión publicitaria durante 2017, al que ya hemos hecho mención en este blog en varias ocasiones.

Algunos datos destacables son:

Tele 5 vuelve a ganar, un año más (y van seis consecutivos) la batalla de las audiencias. Pero se queda en un 13,3% de share, algo más de un punto por debajo de lo que consiguió el año pasado. Es un mínimo histórico: nunca la cadena líder lo había sido con un registro tan bajo.

Antena 3 mantiene la segunda posición, a un punto del líder pero pierde medio respecto al año pasado.

La 1, tercera, es la única de las grandes que recupera audiencia (tres décimas) y se sitúa en un 10,4%.

 

De los veinte programas más vistos del año hay dos (las campanadas de fin de año y el Festival de Eurovisión) que no son retransmisiones de partidos de fútbol.

El consumo de Televisión medido por Kantar se sitúa en 240 minutos por persona y día. Es el tercer año con mayor consumo medido. Pero eso se debe a la inclusión por primera vez del consumo de invitados (que se incorporó en marzo). Si se considera sólo el consumo de televisión lineal de los residentes en el hogar se produce una caída de seis minutos respecto al año anterior.

El consumo de televisión es cada vez más diverso: la televisión de pago supone ya el 22,3% del total. Llega a cerca de 15 millones de personas.

También crecen los abonados a opciones no medidas por Kantar. Pese a los avances que ha ido aportando el medidor en los últimos años desconocemos una parte creciente de la audiencia, que se puede sospechar protagonizan los grupos más activos, y en muchos sentidos más interesantes, de la sociedad.

El sistema de medición oficial del mercado cada vez se deja fuera un mayor número de fenómenos. El mercado lo sabe; sabe a quién benefician esas deficiencias pero no hace nada para reducirlas.

Kantar no es el único responsable.

El extraño caso de mi móvil

Mi móvil es viejo. Debe de tener algo más de dos años y en estos tiempos en que las cosas se hacen para que no duren y las sustituyamos rápidamente por otras, eso debe de querer decir que ya es viejo. ¡Dos años!

Hace ya unos meses en mi empresa me dieron otro para sustituirlo. Tambien deben de ser las normas de los tiempos: un nuevo contrato con el operador y te dan dispositivos nuevos. Pero yo le tenía, le tengo, cariño a éste y no lo sustituí. Hace unas fotos estupendas y esa es una de las principales aplicaciones que tiene el móvil para mí.

Mi móvil hoy, cuando ha vuelto a funcionar con normalidad.

A principios de diciembre el móvil empezó a fallar. Aunque tuviera la batería cargada a tope se apagaba cada medio minuto. No daba tiempo ni de escribir un mensaje en WhatsApp salvo que fuera muy breve. Más difícil aún era publicar algo en Twitter; para cuando se abría la aplicación ya quedaban muy pocos segundos de funcionamiento.

El teléfono funcionaba bien. No se cortaba y se podían hacer llamadas más o menos largas.

A mediados de mes escuché que Apple estaba ralentizando el funcionamiento de los modelos antiguos y pensé que podía ser eso lo que me estaba afectando. ¿Una estrategia para obligar a sustituir modelos veteranos?

Anoche, no sé la hora exacta  pero pienso que pudo ser a las doce coincidiendo con el comienzo del año, el móvil volvió a funcionar con normalidad. Aún no se han cumplido 24 horas pero parece que puede estar arreglado.

¿Se arregló solo? No tengo ni idea.

No soy muy amigo de conspiraciones pero tal como ha ocurrido todo pienso que en estos tiempos en que todos estamos conectados y controlados todo el tiempo debe de resultar fácil para las grandes empresas tecnológicas de las que tanto dependemos enviar un código que ralentice nuestros aparatos o ponerles una fecha de caducidad o…

Un código con una instrucción como: El uno de diciembre empieza a apagarte cada poco tiempo; el uno de enero vuelve a la normalidad.

¿Me han dado un aviso para que sepa durante un mes lo que se puede sufrir con un móvil que empieza a caducar? ¿Me devuelven ahora el uso normal durante un tiempo y luego me lo volverán a restringir?

Suena retorcido pero técnicamente posible.

¿A alguien más le ha ocurrido? Si es así y conoces algún otro caso, te agradezco que lo cites en los comentarios.

¿O se trata sólo de una paranoia mía?