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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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¿Qué es y qué no es Televisión?

El sábado fue el Día Internacional de la Televisión.

El viernes se celebró el 10º Encuentro Internacional AIMC, la reunión más importante sobre investigación de medios que se celebra en España; cada dos años. Hablaron nueve ponentes, todos ellos extranjeros.

El primero en intervenir, el holandés Leendert Van Meerem, un clásico de la investigación de medios, tituló su intervención: Vieja TV, Nueva TV, No TV para poner de manifiesto los cambios que la digitalización ha traído al mundo de lo que hasta hace no mucho tiempo era muy fácil de identificar: las imágenes que los canales distribuían por el aire hasta el televisor de nuestro cuarto de estar. En aquellos tiempos, no tan lejanos, la medición de audiencia era, relativamente, sencilla.

Leendert Van Meerem

Ahora, decía Leendert, tenemos que hablar sobre la medición de cualquier imagen en movimiento, en cualquier pantalla, de cualquier tamaño, que se ha visto en cualquier momento del tiempo, sin tener en cuenta lo nueva o lo vieja que sea esa imagen, ni el número de veces que se haya visto. Hace casi tres años, en el Seminario de AEDEMO de Zaragoza de febrero de 2013, yo decía algo similar. Desde entonces la realidad se ha seguido complicando y la investigación se ha ido adaptando; mucho más en las posibilidades tecnológicas que en la realidad admitida por nuestro mercado.

Como nos recordaba el ponente, sólo los que nacimos analógicos llamamos digital a lo nuevo. Ya todo es digital: casi todas las televisiones, pero también este diario.

A partir de ahí, trataba de establecer los límites con una serie de preguntas. Si pensamos que sólo la vieja Televisión es Televisión, entonces ¿todo lo nuevo no es Televisión? ¿YouTube, es Televisión? ¿HBO, la televisión por cable que produce las series de más éxito, es Televisión?¿Si veo una serie a la carta en Movistar Tv, es Televisión?¿Y si la veo en Netflix?

Tras un repaso por las bases de las distintas metodologías de medición que se han utilizado a lo largo de la historia, Van Meerem pasó a analizar las dificultades con que nos encontramos ahora:

  • La manera en que se distribuyen los contenidos: Analógica, Distribución Digital Directa, Digital Individual On Line (streaming).
  • El dispositivo usado por el consumidor: Analógico; aparato sólo de Audio; Pantalla Digital Fija; Pantalla Digital Móvil.

La combinación de esos dos tipos de problemas dibuja un panorama muy complicado.

Pero, se preguntaba ¿necesitaremos medirlo todo?¿quién estará interesado en la audiencia en streaming de los contenidos que no han sido emitidos por cadenas, o que no tienen publicidad? Seguramente sólo el propietario de esos contenidos; pero a él le bastarán sus datos de analítica de Google.

El futuro será un cocktail de datos de las diferentes fuentes, entre las que se recuperará el audímetro personal, que se usó en algunos países para Radio (y aquí en una prueba realizada por AIMC en 2003).

Claro que El diablo está en los detalles, una frase que repitió en dos ocasiones. Cuando mezclemos datos de diferentes fuentes tendremos que asegurarnos de que son comparables. ¿Cómo de diferente es estar en la habitación dónde hay un televisor encendido (una de las definiciones clásicas de audiencia) que ver un contenido bajado a una tablet. Los datos con los que se compra la Televisión tradicional no son los mismos con los que se hará la compra programática ¿eso es un problema? Los datos de Radio que se obtienen con un audímetro personal no son iguales a los que se obtienen con un cuestionario del tipo del EGM (y suelen ser menores; ¡eso sí que es un problema!).

Se necesitan datos claros y discusiones abiertas. Este es un buen momento para que nuestro mercado se lo tome en serio y haga algo antes de que la nueva realidad le arrolle.

Leendert hizo su propio resumen de la situación:

  • Se deben combinar las fuentes de datos para ver la foto completa.
  • Las herramientas de medición han de ser independientes de los sistemas operativos.
  • Debemos ser capaces de seguir a los contenidos en cualquier plataforma y dispositivo
  • ¿Hasta qué punto son importantes la plataforma y el tamaño del dispositivo para conocer el nivel de visionado?
  • Hay que llegar a definiciones claras y transparentes, matando al diablo de los detalles.
  • Una buena aproximación es suficiente. No nos obsesionemos con el último espectador.

Estoy muy de acuerdo con el punto de vista del señor Van Meerem, así que sólo me queda darle las gracias a él por ser tan claro y a la AIMC por haberle traído a sus encuentros.

Balances y propósitos

Se acabó el año en que nació Unax y me convirtió en abuelo.

Empieza el que, seguramente, será mi último año completo de actividad profesional.

Es un buen momento para hacer balance y también para mirar un poco hacia el futuro.

2013 ha sido un año bueno en lo personal. En lo profesional ha sido raro, como todos los últimos. Hacerse a la idea de que uno ocupa un papel cada vez más marginal es duro a veces, pero seguramente inevitable en esta sociedad cuando se ha rebasado con creces el hito de los sesenta años.

Hicimos, junto con The Cocktail Analysis, un gran estudio de Redes Sociales. Hemos hecho muchos estudios de Touch Points, seguramente el año que más, incluido el de carácter multinacional que me llevó a México DF para presentarlo. Y todo con el equipo reducido por la baja maternal de Mapi (sí; también fue el año en que llegó Martina). Así pudimos ver que el de Investigación de Zenith es un gran equipo. Muchas gracias, chicos. E hicimos muchos estudios más, en el día a día y para los numerosos new business de fin de año; en esta segunda parte del año ya con Mapi. Todo mucho más fácil.

Para el año que empieza la reducción de presupuestos presenta un panorama muy parecido a un erial. ¿Más marginal aún? Seguramente.

Así que Vigía y Zenthinela me han servido cada mes para oxigenarme un poco. Además al final las previsiones han empezado a ser buenas; a ver si se cumplen. En 2014 llegaré a la previsión número 100. Me gustaría celebrarlo de algún modo. Pero tendrá que ser modesto; no habrá presupuesto.

Siempre leo mucho. Hoy he estado contando los libros que he terminado en 2013: han sido 53, algo más de uno por semana.

Este blog, Casi Enteros, ha languidecido de una manera que no me gusta nada: 33 post en todo el año, cuando el primer año me quedé al borde de los 200. Mi propósito para este año es recuperar el ritmo y escribir al menos 150; temas siempre sobran. Lo que hay que encontrar es tiempo para escribir.

Claro que esto no es lo único que escribo. He escrito algunos artículos para Bloggin Zenith, el blog de la compañía, en el que también me gustaría colaborar más este año. También he escrito alguna cosa para revistas del mercado publicitario, y para Telos, la revista de Fundación Telefónica.

También he dado algunas, no muchas este año, charlas (AEDEMO, IIR,…)

Carlos, mi yerno, me regaló un blog, El Vigía, que puse en marcha en diciembre, en el que espero contar experiencias personales a un ritmo de una por semana. A ver si soy capaz.

Quizá donde más actividad he tenido es en Twitter. Siempre que he acudido a algún acto he intentado resumir alguna de las ideas principales que se estaban transmitiendo. También he reflejado mis ideas, cuando me venían y eran fáciles de resumir.

Ahora tengo más de mil seguidores en Twitter (1064 en este momento); 562 amigos en Facebook, una red que cada vez utilizo menos, casi sólo para reproducir mis tuits (aunque luego tienen más repercusión en esta red que en la propia Twitter); en LinkedIn tengo 1424 contactos, esta red la utilizo sobre todo para participar en debates en grupos; creo que su utilidad principal, buscar un nuevo trabajo, la tengo complicada y no la voy a necesitar a mi edad. Ni siquiera tengo muy actualizado el perfil.

Este año que empieza, el primero del resto de mi vida, va a ser clave para decidir qué haré a partir de ahora, especialmente cuando, ya pronto, no tenga que acudir cada día a la oficina. No me veo de brazos cruzados. Seguro que, al menos, escribiré y leeré mucho.

 

Aunque, como suele ocurrir, la redacción ha ido en otra dirección, la idea inicial de este artículo era recopilar una buena parte de esos artículos en los que se resume lo más visto, lo más leído, lo más… A continuación incluyo algunos de los links que había ido almacenando: IPMark recogía la lista de los vídeos más vistos en YouTube. También se puede seguir la lista de la propia Google. O lo que más se vio en España, que resumía Marketing Directo. También se publicó un vídeo resumen de seis minutos con lo más destacado del año.

Pero, en el plano más próximo a la temática de este blog, podemos comparar la lista de los vídeos publicitarios más vistos; o los mejores vídeos de marcas en la nueva red Vine o la de las campañas más virales, que está recogiendo Bloggin Zenith, el blog de mi empresa.

Aunque quizá sea más práctica la lista, publicada por LinkedIn, de las 25 habilidades profesionales que proporcionan más oportunidades laborales.

Si tienes un rato, revisa estos listados. Están llenos de ideas interesantes.

La televisión social es multipantalla

Pese a lo que podría parecer por el post anterior, al ver que las ponencias ganadoras provenían de las televisiones más tradicionales, la mayor parte del contenido del Seminario de Televisión de AEDEMO tocaba otros temas y no sólo lo que se ve por el televisor. Se habló de televisión aumentada.

El miércoles Julio Alonso, el Fundador de WeblogsSL moderó un coloquio que llevaba por título #TV:¿trending topic? en el que se profundizó sobre la relación entre la televisión y las redes sociales, en especial Twitter. Participaban Paco Asensi, Director de Desarrollo de Negocio de RTVE.es, Fernando Carrión, Director de Estrategia y Planificación de Yahoo! España, Xavier Rius, Director General de Ventas y Negocio de Videoplaza y Carlos Sánchez, cofundador de Tuitele. Rompió el fuego Asensi destacando algo que yo siempre digo: la televisión siempre fue social; desde sus primeros tiempos se convitió en el tema principal de conversación y si no habías visto el programa central del prime time te quedabas marginado. Ríus, que se declaró un freekie de las redes, con más de diez perfiles en Twitter, manifestó, quizá por eso mismo, su escepticismo sobre el valor cualitativo que puedan aportar los comentarios en las redes. Carrión tiende a desconfiar de lo que se pueda extraer en esos momentos  de los comentarios en Twitter por la falta de representatividad de los participantes en esa red social. Sánchez mantenía justo la postura opuesta: un gran número de comentarios sobre un programa demuestran su repercusión social y el análisis de esos comentarios puede aportar muchísimo valor a programadores y anunciantes. Yo estoy más cerca de la postura de Carlos Sánchez y Paco Asensi: esta nueva situación nos abre toda clase de posibilidades de análisis de gran riqueza, sobre todo cualitativos, pero también cuantitativos.

El jueves por la mañana hubo dos sesiones. En la primera Laura Ludeña y Alfonso Calatrava, de Google nos pusieron en situación sobre la importancia que ya tiene el consumo multipantalla, las posibilidades de YouTube para completar de forma eficiente la cobertura de campañas de televisión (según sus estimaciones un anunciante puede ahorrarse hasta un 20% planificando en varias pantallas) y propusieron al mercado iniciar estudios sobre consumo audiovisual multipantalla como los que ya se hacen en otros países europeos. Toda una buena noticia, que el gigante Google esté dispuesto a cofinanciar los estudios que necesita en este momento el mercado representa un gran paso adelante.

Joan Bas, Director General de Diagonal TV, hizo un elogio de los estudios cualitativos. Para su productora han pasado de ser una amenaza a una inspiración. Contó cómo hace años había una leyenda urbana: si quieren eliminar tu programa te hacen un cualitativo. Ahora en cambio han conseguido ir mejorando su serie Amar en tiempos revueltos temporada tras temporada basándose en los aprendizajes que obtenían en sucesivos estudios cualitativos.

Shirlene Chandrapal, VP Connected TV de Smartclip fue la representante internacional en el seminario. Dibujó el panorama de la penetración de la TV conectada y sus posibilidades en el mercado publicitario.

La mayoría de nosotros no conocemos bien la programación de las autonómicas (al menos no de todas). Susana Ortega, Jefa de Audiencias y Emisiones de RTVCM, nos ayudó a solucionar ese problema, con una ponencia cuajada de vídeos sobre las autopromociones de esas cadenas. Quizá pecó de excesiva duración. Para nuevas ediciones convendría seleccionar lo mejor de cada apartado, aunque algún programa quedara fuera.

En la segunda sesión se produjo la que yo creo fue la noticia más importante del seminario: Josep Cerezo, Director General de Operaciones y Sergi Cornet, Director de Gestión Operativa de Kantar Media, presentaron el Virtualmeter, un nuevo software de medición que podría resolver la mayor parte de las necesidades que tiene actualmente el sistema de medición de audiencias multidispositivo (y que yo iba a exponer como Carta a los Reyes en mi ponencia del día siguiente). Si, como afirmaron, el 58,4% de los panelistas consume televisión en dispositivos diferentes al televisor, la necesidad de medir este nuevo fenómeno es apremiante. Ofrecieron poner en marcha en breve una prueba en España si lo piden el Consejo de Control y el Comité de Usuarios. Espero que el mercado, representado por esos dos órganos, no sea tan miope como para no impulsar esa iniciativa.

La sesión se completó con la ponencia ganadora, que ya comenté en el post anterior y con Análisis de transformacionón de valores y emociones de marca, presentada por Agustín Busto, Director de Desarrollo de Negocio de Ecmware. Explicó un caso de búsqueda de afinidad entre Fanta y el canal Neox. Puede que el público estuviera deseando irse a comer, pero la sensación, bastante general, es que el ponente no se hizo entender bien.

Entre el grupo con el que yo hablé más, la sensación, casi unánime, era que la sesión de la tarde (una de las más complicadas por aquello del sueño post comida) fue la más interesante del seminario. La opinión de mi grupo puede estar sesgada: en la sesión de la tarde había una presencia amplia de investigadores de agencias de medios. Bueno, las opiniones siempre son subjetivas, pero yo también la suscribo. Empezó con la ponencia Más es más, de Raúl Devia, Director de Investigación de Maxus. presentó un estudio muy interesante a través de una única diapositiva, que además había entregado entre el público en forma de marcapáginas. Una de las ideas centrales de la presentación es que el zapping está disminuyendo, debido al uso de pantallas complementarias. Eso puede llevar a engaño: seguiremos pagando por una audiencia que ha desviado su atención hacia lo que hace en otro dispositivo. Quienes usan Twitter (más concentrados redactando su mensaje en 140 caracteres) recuerdan menos la publicidad que quienes entran en Facebook durante los bloques. También el smartphone distrae menos que la tableta. Pero, en resumen, el efecto es mínimo: apenas un 1%.

A continuación asistimos a la ponencia más innovadora, la de los Javieres, que ya traté en el post anterior.

Sergio Rodríguez, Head of Insight de OMD, nos contó ¿A qué se refería la profecía Maya? No se produjo el fin del mundo, pero sí grandes cambios en el panorama de la comunicación. El fin de la publicidad tal como la conocíamos supone una gran oportunidad para aumentar el engagement.

Petra Plaza, Directora de Investigación de Aegis Media y Santiago de Mollinedo, Director General de Personality Media nos pusieron al día del valor de las celebrities. Las campañas con famosos se han incrementado en los últimos años; la razón es que funcionan muy bien si se utilizan adecuadamente. Las claves son: elegir bien el personaje, trabajar la creatividad y trabajar en continuidad.Casi un 25% de las campañas del año pasado utilizaban a un famoso. El que tuvo mayor presencia fue Jesús Vázquez, con una gran capacidad de prescripción.

El último día hubo dos ponencias y una mesa redonda. Yo fui el responsable de la primera a la que, si tengo tiempo, dedicaré un post especial. Compartí mesa con Jordi Guix, Director General Research Modelling Iberia y Enrique Martín, Global Product Development Director de Havas Media que disertaron acerca de Social TV: tú emite que yo comento. Un nuevo reto para las audiencias y la atención. Tuvieron mala suerte con la tecnología pese a que, soy testigo, habían probado esa misma mañana que todos sus vídeos entraran adecuadamente. Pero el contenido de la ponencia era muy bueno y se centraba en el tema que rondó por el seminario a lo largo de toda su duración: la influencia recíproca entre la televisión y las redes sociales. En España, un país que lleva lo social en su ADN tenía que triunfar la SocialTV. Un 60% de los comentarios sobre televisión se producen en Twitter. Las redes sociales han añadido un nuevo componente a la televisión que, desde la investigación, no podemos ignorar. La interacción aumenta la audiencia. Un buen número de comentarios corresponden a las marcas que se anuncian, especialmente a las que tienen presencia en los programas. Facebook influye a la hora de elegir el programa que se va a ver, pero luego se sigue por Twitter.

Enrique Martín habló también de cómo el sentimiento hacia Campofrío mejoró tras la emisión del spot el currículum de todos, de las pasadas Navidades.

El seminario terminó con una mesa redonda que con el título TV ¿crisis o punto de inflexión? reunió a un plantel de grandes profesionales, moderado por Luis Larrodera. La crisis de la inversión publicitaria ha creado dudas sobre la posibilidad de configurar programaciones de calidad. Esa no es la opinión de Lázaro García de Publiespaña, y Carlos Fernández de Antena 3: si se acepta la audiencia como indicador de calidad, nunca hemos vivido mejores momentos: el consumo de televisión bate cada año su propio récord. Las grandes cadenas seguirán apostando por crear programas de éxito ya que, como dijo Pepe Abril, del grupo de productoras Boomerang, hay que conseguir audiencia porque es la manera de conseguir publicidad, que es quien paga el negocio de la televisión.

Lázaro insistió en que los precios de la publicidad están bajo mínimos y que su objetivo para este año es que no sigan bajando: No tiene sentido que la inversión en televisión haya caído a la mitad durante la crisis; la caída de la economía ha sido mucho menor.  Fernández auguró una nueva caída del 20% para este año. Carlos Bosch, de Danone, pidió que aumentara la calidad, con una menor saturación. En parte la respuesta viene de la mano de los bloques cortos de Tele5, que analizaba la ponencia ganadora. Fernando Rodríguez, de ZenithOptimedia insistió en que la televisión es ahora menos eficaz que antes: los precios se ajustan por la demanda y la eficacia. Justificó la concentración de los grandes grupos publicitarios en la evolución del mercado: hace falta músculo para mantener las grandes inversiones que hay que hacer en investigación. Las agencias de medios no somos meros intermediarios, somos el motor de la investigación y aportamos mucho valor para el anunciante. Nuestro reto es medir en ventas cada euro invertido para que el anunciante no desvíe su inversión fuera de la publicidad.

Pepe Abril basó el éxito de La Voz en el hecho de que tiene elementos nuevos que emocionan, como las audiciones ciegas, pero también al tratamiento que se ha hecho de las redes sociales. La televisión es un medio en constante renovación: si viéramos la programación de hace cinco años, nos parecería del siglo XV. Vamos hacia una televisión más participativa; cualquier programa debe tratar de interactuar con su audiencia a través de las redes sociales. Como afirmó Lázaro, el GRP antes nacía y moría en televisión; ahora se prolonga y amplifica en las redes sociales.

Bosch reconoció que el audiovisual es la conexión reina para las marcas; bienvenido por tanto el audiovisual en internet como complemento. Añadió que no hay nada más democrático que el mando de la tele.

Jesús López Cabeza, de Aragón Televisión, reconoción que las televisiones autonómicas lo están pasando mal en estos últimos tiempos, pero tienen futuro porque aportan un producto diferencial. Para ello es importante mantener la credibilidad.

En resumen dos días muy intensos e interesantes, que tenemos que agradecer a AEDEMO que, un año más, ha conseguido reunir a un gran plantel de ponentes para analizar la vanguardia de la televisión.

 

Lecciones desde la estratosfera

El salto de Felix Baumgartner el domingo pasado ha sido una de las noticias amables de la semana.

El aventurero austriaco batió al menos tres récords:

El de velocidad vertical sin usar paracaídas de guía, al alcanzar los 1324,8 kilómetros por hora.

El de altura de salto, con 39.045 metros.

El de caída libre más larga en distancia, con 36.529 metros.

Además, como destacaba Panorama Audiovisual, la novedosa tecnología utilizada también batió varios récords de trabajo en condiciones extremas, de temperatura, velocidad y variación acelerada de situaciones.

Acostumbrado a las cifras millonarias de la televisión, a mí me impresiona poco que ocho millones de personas (en todo el mundo) vieran en directo la hazaña a través de YouTube. Incluso si eso supone multiplicar por 16 la mayor audiencia simultánea obtenida, en los JJOO de Londres, hasta ahora por el portal de vídeo de Google. Muestra el potencial del nuevo medio, pero también su todavía relativamente pequeño tamaño: poco más de una de cada mil personas del mundo.

Porque la televisión siguió mostrando todo su poderío. En España una cadena especializada minoritaria, como Teledeporte, superó los 4.300.000 espectadores en su minuto de oro: casi uno de cada diez espectadores posibles.

Y no podemos olvidarnos de las redes sociales. A lo largo de la tarde del domingo y buena parte del lunes el salto de Baumgartner fue el claro protagonista de los contenidos, con varios trending topics mundiales y muchos más en los diversos países. Yo, que venía conduciendo de regreso tras el puente del Pilar, viví la retransmisión en directo minuto a minuto a través de Twitter que me iba leyendo mi hija desde el asiento de atrás.

He llegado hasta aquí sin hablar de Red Bull y sin embargo es la marca de bebidas, también austriaca, quien nos ha dado más lecciones con esta acción.

Llevamos años hablando de branded content, de contenido generado por las marcas, como alternativa, o al menos complemento, de la publicidad convencional. Se ha abusado tanto de la publicidad en alguno de sus formatos que nos dicen que es intrusiva, interrumpe los contenidos que queremos ver, nos obliga a ver lo que no queremos.

Este caso nos muestra justo lo contrario: la gente huía de otras programaciones para buscar el salto estratosférico.

Red Bull lleva muchos años apoyando deportes extremos, generando contenidos que ofrece a los medios y estos a su vez ofrecen gustosos a una audiencia que los ve porque los considera interesantes. El salto de Felix no sólo fue el anuncio más largo de la historia (prácticamente en todo momento durante la transmisión se veía perfectamente el logotipo y el nombre de la marca) y figuró como tal, Red Bull Stratos, en las parrillas de los canales que lo emitieron; también consiguió su tiempo en los noticiarios a lo largo de toda la semana; las emisoras de radio retransmitieron el evento en directo y muchos periódicos llevaron las fotografías a su portada.

Puede que los retrasos se debieran al viento, pero el resultado final fue que el salto se emitiera en directo durante el prime time de la mayor parte de los países de Europa justo en uno de los pocos domingos del año en que las cadenas no están absortas con las ligas de fútbol. Un domingo que ya había empezado con el triunfo de los prototipos de Red Bull en la prueba de Fórmula 1.

Red Bull lleva años dándonos lecciones de marketing: es una bebida cara, un lujo asequible, asociada al aguante nocturno, un riesgo controlable; con este tipo de eventos no hacen publicidad (¿no?) apoyan valores y proezas. El posicionamiento de la marca es claro.

Al ser cara consigue unos márgenes altos que puede invertir en patrocinios (hasta un 25% de sus ingresos según Marketingdirecto.com ) que generan contenidos interesantes deseables por los consumidores. Con ello la notoriedad de la marca crece. Y se añade una nueva vuelta a la espiral.

La hazaña de Red Bull todavía es difícil de cuantificar ya que la repercusión del evento no ha terminado. Algunos de los primeros análisis que se han hecho están muy centrados en Estados Unidos. Un primer análisis de urgencia para España elaborado por Kantar Media cifra en más de siete millones de euros (a precio de tarifa publicitaria) la repercusión en radio y televisión, a la que habría que sumarle el valor aportado por la prensa, en muchos casos con sus portadas a las que ni siquiera se podría atribuir una tarifa.

Sin duda Felix Baungartner ha ayudado a Red Bull a completar una lección magistral en el campo del marketing.

Y eso abre un nuevo tema para los medios ¿hasta qué punto podrán seguir apoyando sin cobrar (o incluso pagando) las acciones/noticias que generen las marcas, que retiran así las inversiones en publicidad de las que se mantenían hasta ahora?

De nuevo hay materia para una profunda reflexión.

Seniors, tuits y estudio Net Radar

Ayer Mapi y yo presentamos en la UIC (Universitat Internacional de Catalunya) el estudio Net Radar. Se trata de un estudio sobre la eficacia de la publicidad en Internet que utiliza una metodología que, aunque ya va por su segunda edición, sigue siendo innovadora.

Javier Piedrahita, de marketingdirecto.com, grabó integramente la presentación y el vídeo ya se puede ver en YouTube.

Durante la presentación se podían ver en la sala tres grandes pantallas: en una se proyectaban las diapositivas que estábamos utilizando, en otra se nos podía ver a nosotros mismos en versión muy ampliada y en una tercera los comentarios que los asistentes  iban realizando a través de Twitter. Utilizamos el hastag #netradar en el que se pueden seguir viendo los comentarios que se fueron produciendo (muchas gracias, por cierto, a las personas que comentaron). Al finalizar la presentación se podían contar ya más de 150 tuits (comentarios); casi todos elogiosos para el estudio, los presentadores y Zenith Media como empresa que acpta y financia el estudio (gracias de nuevo).

Pero varios comentarios se referían a algo que debimos de contar mal, o que al menos no se entendió. El estudio Net Radar se realizó, por razones de eficiencia, entre personas de edades que iban desde los 14 a los 45 años y así lo puse de manifiesto al resumir la metodología utilizada; con un punto de ironía dije que las personas de mi edad no usamos internet.

Luego, a la hora de presentar los resultados enriquecimos la presentación de lo que es propiamente Net Radar con unas cuantas aportaciones de un estudio cualitativo que hemos realizado casi en las mismas fechas. Ahí, entre otros grupos de población, Mapi hablaba de cómo navegan los seniors. Creo que muchos de los asistentes pensaron que hablábamos de seniors menores de 45 años y probablemente se ofendieron. Evidentemente no era nuestra intención. Cuando hablamos de seniors hablamos de gente mayor, como yo.

Pero a lo mejor, para sucesivas olas del estudio, deberíamos cambiar el criterio y ampliar el rango de edades. Los seniors cada vez navegamos más por internet y pronto seremos uno de los grupos más atractivos para los anunciantes. Mientras un porcentaje muy elevado de jóvenes no tienen empleo y por tanto su poder adquisitivo no es muy alto, el grupo de personas que se acercan a la jubilación y participan en planes de pensiones va creciendo. Lamentablemente, como se viene diciendo, hemos construido una sociedad en la que la generación de nuestros hijos vivirá con más estrecheces que la nuestra.

Cuando decía en la presentación que la gente de mi edad no tenemos blog (este blog va a cumplir cuatro años y ha superado ya el millón de visitas lo que no está nada mal para un blog de contenido, más o menos, técnico), no estamos en redes sociales (tengo cerca de 900 contactos en LinkedIn, donde soy bastante activo, más de 400 «amigos» en Facebook y estoy en varias redes más en las que entré para curiosear aunque luego casi no las use) ni en Twitter (aquí llevo menos tiempo activo, como @MadinaED, pero ya me siguen más de 150 personas) está claro que lo decía como una ironía. Muchas personas más jóvenes de mi entorno no podrían decir lo mismo.

Seniors sí, pero no inactivos ni anticuados, aunque a veces no quieran contar con nosotros para no dar una mala imagen de nuestra empresas.

¿Como se mide la audiencia de televisión? (2)

Hace ahora un mes, cuando hablé del rescate de los mineros chilenos, Pedro Moreno preguntaba en uno de los comentarios cómo se mide la audiencia de televisión.

Ya me ocupé de este tema en diciembre del año pasado, pero realmente daría para muchos posts.

El secreto está en conseguir una muestra de hogares representativa de la población. El tamaño de la muestra ha crecido poco a poco y en estos últimos tiempos ha llegado a 4625.

Es un tamaño más que suficiente (es uno de los cuatro o cinco mayores del mundo, y España no es uno de los cinco países mayores) para medir la audiencia de cadenas nacionales de un cierto tamaño, pero la fragmentación creciente de los últimos años está haciendo que se necesite una muestra cada vez mayor.

¿Cómo funciona el sistema de audimetría? Hace poco se ha colgado en YouTube un reportaje en el que se ve un hogar en el que hay instalados audímetros. Refleja bien (y respetuosamente) algunos de los principales aspectos: cómo se selecciona la muestra, cómo se instala el audímetro, cómo se declara la presencia ante el televisor y cómo se remunera a los panelistas.

En principio no es un tema que se deba colgar en internet (supongo que en algún Consejo de Control de Kantar se tratará si eso es una acción perturbadora). Pero ya está colgado y no creo que revele secretos que perjudiquen a la medición. Es un vídeo divulgativo que al final pone el dedo en una llaga dolorosa: muchos puestos de trabajo dependen de los datos de audiencia.

No sé por qué creo que volveré a tratar este tema más adelante.

You Tube cumplió cinco años

Hace poco, allá por el mes de octubre, se cumplieron los primeros quince años de publicidad en internet.

Desde entonces está en marcha un negocio floreciente y que crece cada año (aunque se acaba de publicar la noticia de que en Estados Unidos la inversión en internet cayó el año pasado un 3,4%. Hay crisis para todos).

En España internet creció el año pasado; algo menos de lo que se esperaba, pero creció. Y se espera que vuelva a crecer este año. Al menos eso opinan los panelistas de Zenthinela y de Zenith Vigía.

Uno de los factores que más pueden hacer crecer la inversión en internet será el vídeo, quizá el formato publicitario por excelencia, con el que se muestran más cómodas las agencias creativas tradicionales.

El gran fenómeno del vídeo en internet sigue siendo You Tube, que hace un par de semanas cumplió cinco años.

Es curioso que You Tube celebre su cumpleaños el 23 de abril, aniversario de las muertes de Cervantes y de Shakespeare, cuando aquí celebramos el día del libro.

You Tube no es todavía rentable desde el punto de vista publicitario, aunque desde el año pasado hace un gran esfuerzo de comercialización. Muchas marcas ven el vídeo de aficionado como una apuesta arriesgada.

Esa podría ser la oportunidad para otro tipo de plataformas, como Hulu, que ofrecen contenido de calidad, de las grandes empresas productoras.

En cualquier caso, el futuro del vídeo en internet es apasionante.

Los éxitos de 2009

En 2009 también hay quienes han triunfado; incluso en el mercado publicitario, o en el de medios, los más próximos al tema al que se dedica este blog.

Cerramos un año de crisis económica.

En el mercado publicitario, que siempre lo magnifica todo, tanto lo bueno como lo malo, vamos a registrar la peor caída de la historia, una historia que no se remonta más allá de los años sesenta si queremos hablar de un mercado consolidado.

En esa historia se han vivido varias crisis (la de finales de los setenta, la del 92, la de 2001) pero ninguna se puede comparar con esta.

Mucha gente nos dice que crisis es igual a oportunidad.

Recuerdo que al principio de la crisis oí que alguien, queriendo buscar quienes se podrían beneficiar de la situación, me habló de los cobradores de morosos. No parecía muy esperanzador.

Yo he tratado de encontrar empresas que han hallado el hueco para obtener beneficios en este año que para la mayoría ha sido fatídico.

Casi todas las que me vienen a la cabeza tienen que ver con Internet, pero hay algunas excepciones.

Creo que este ha sido, otra vez, el año de Google, que cada vez se lleva una parte mayor de la tarta publicitaria en Internet, una tarta que es la única que crece (o que no disminuye). Además este año ha empezado a rentabilizar YouTube, que puede ser toda una mina de oro.Creo que el vídeo en internet tiene mucho futuro como negocio.

También ha sido el año de la consolidación del Social Media: redes sociales como Facebook, Tuenti o LinkedIn o el microblogging de Twitter han conseguido aumentar notablemente su tamaño. No tengo claro que en todos los casos eso haya supuesto grandes beneficios económicos, pero eso podría venir en un futuro próximo.

También dentro de la web 2.0 es muy notable el éxito de Weblog SL, la compañía de Julio Alonso que comercializa la publicidad en un buen número de los blogs más importantes de España.

En los aledaños de internet el mundo del video juego sigue pujante. No conozco los resultados de Electronic Arts pero estoy seguro de que son muy positivos.

Tampoco está muy lejos del video juego la superproducción cinematográfica Planet 51 que presentó hace poco la empresa de los hermanos Pérez Dolset (los creadores de Comandos, uno de los video juegos más productivos de la historia) y que puede convertirse en el mayor éxito de la animación española.

Sigo con la animación: en plena crisis bursátil, en la primera parte del año, salió a Bolsa la empresa creadora de Pocoyó y duplicó su cotización en muy pocos días.

En un mundo tan aparentemente abstruso como el de los modelos matemáticos o econométricos, la empresa Conento, que mi amiga Macarena Estévez creó hace menos de tres años, no para de crecer y sigue contratando gente.

Y ya que hablo de amigos, creo que es indiscutible el éxito de Impulsa, que preside Eladio Gutiérrez, y que va a conseguir algo que hace dos años parecía imposible: llegar en fechas al apagón analógico.

Leo Farache se atrevió a poner en marcha Más Cuota, una empresa que se dedica, entre otras cosas, a organizar foros. Todo parece indicar que le ha ido muy bien en los cinco o seis que ha organizado hasta ahora.

Como sugiere Carlos Bravo en un comentario, Cuore se está consolidando poco a poco como una revista de éxito.

No tan lejos de la publicidad, este ha sido también el año de Mercadona, que capitalizó el ruido de la supresión de un gran número de referencias de sus lineales.

Seguro que hay muchas más.

Si las conoces puedes añadirlas como comentario. Puede dar para otro post en el futuro.