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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Ayer tuve un sueño

Ayer tuve un sueño. Como Martin Luther King…o como el mucho más próximo Manolo Díaz, del que ya no sé si se acuerda nadie.

Estuve en La Coruña, en la Universidad, en unas Jornadas sobre las Nuevas Audiencias, muy bien organizadas por la profesoras Ana González Neira y Natalia Quintas. La compañía, los otros ponentes, también era importante: Fernando Santiago, Director Técnico de AIMC (la asociación de medios y agencias que elabora el Estudio General de Medios y que también audita las operaciones de audimetría en Televisión -Kantar Media- e Internet -ComScore-); Esther Medina, Jefa del Servicio de Innovación en el entorno digital de TVGa y Javier Olivares, guionista de Isabel y El Ministerio del Tiempo, entre otras series de éxito, que se convirtió en la estrella de la reunión: todos los alumnos querían fotografiarse con él y conseguir su autógrafo. Una joranda muy agradable e interesante.

El autor del blog antes de empezar su intervanción.

Lo pasé mal los días anteriores a la charla: siempre es difícil encontrar el tono y el nivel cuando se va a hablar en una universidad. Me decidí por hacer un poco de historia y hacer hincapié en la importancia que tiene la elección de indicadores en la creación de la propia realidad que se quiere medir. Y acerté.

Creo que es muy conocido, al menos entre los que nos dedicamos a esto, que el uso de la audiencia acumulada como principal indicador de la Radio ha hecho que los programas de radio españoles sean sumamente largos.

No sé si todos somos conscientes del daño que le ha hecho a Internet el uso de las impresiones y los usuarios únicos ( y el no tener en cuenta la duración del contacto) como principales indicadores. Si la oferta es infinita el precio tiende a cero. Si basta con que la mitad de un contenido aparezca en pantalla durante un segundo para contarlo como contacto, tendremos muchos contactos (y el anunciante pagará por ellos) pero su efecto será mínimo. Parece que ahora se empieza a intentar solucionar el error (también desde Estados Unidos, donde nació, y se empieza a considerar el tiempo: se habla ya de Coste por Hora, aunque los contactos duren unos pocos segundos).

Algo debería cambiar.

Como estamos en pleno proceso de preconcurso para la selección de un nuevo (o el mismo) medidor recomendado para Internet, mi mente se puso a soñar: ¿Y si fuéramos capaces de mirar a largo plazo? ¿Y si nos olvidáramos de los intereses de cada uno y nos centráramos en los colectivos del mercado publicitario y de los medios? ¿Y si pensáramos en la posibilidad de encontrar un medidor multimedia, ahora que la tecnología seguro que nos ayuda a hacerlo posible? Y¿ si eso lo hiciéramos como mercado y no como empresas que tienen que competir cada día? ¿Y si recuperáramos el espíritu de los sesenta cuando se pusieron en marcha, entre otras cosas, la OJD y el EGM, como fruto de acuerdos de mercado? ¿Y si…?

Lo siento: había muchos más «y si…» pero desperté oyendo a Fernando Santiago que, en la comida, nos decía, siempre realista: si ahora tuviera que ponerse en marcha el sistema de audimetría, no saldría adelante.

Como decía Calderón: los sueños, sueños son, pero ¿a que sería bonito?

La @: una apuesta por la innovación (I)

Los días 15 y 16 de junio se ha celebrado La @ de AEDEMO, un seminario que nació para acercar el mundo digital y el de la investigación de mercados. Tienen muchos puntos de contacto, necesitan caminar juntos, pero a veces parece que no lo saben y miran en direcciones distintas.

La digitalización ha transformado la realidad; en muchos sentidos la ha hecho más compleja. Para la investigación de mercados tradicional medir esa realidad es más difícil pero a su vez la digitalización nos proporciona nuevas maneras de aproximarnos a esa realidad.

Cada vez se generan más datos; el análisis de esos datos nos da información que podemos transformar en conocimiento. Los datos, el big data, estuvieron presentes en varias ponencias. El neuromarketing ha avanzado mucho es estos últimos años y también tuvo su protagonismo. El reconocimiento de imágenes, los bots, el tratamiento de voz, la investigación en general y la de la eficacia publicitaria en concreto, completaron el panorama. Un panorama al que aún le faltaría una pieza si no tuviera en cuenta a las start ups que se inician en el negocio; también de eso tuvimos, incluso a la gran triunfadora de estos últimos años.

Gemma Muñoz al comenzar su intervención. (FOTO: EMadinaveitia)

La @ tuvo un comienzo de lujo. Es posible que haya alguien que sepa más de big data que Gemma Muñoz (@sorprendida); lo dudo, pero es posible. Pero seguro que nadie habla de datos con más pasión y conocimiento que Gemma. Los datos contienen información de la que hay que extraer conocimiento para la toma de decisiones. Hay que detectar qué nos pueden decir los datos; hacer big data no es acumular datos: no siempre es mejor tener más datos. @sorprendida sorprende también con su ironía:

los analistas hacen dashboards para que les dejen en paz.

Pero tiene muy clara la importancia de visualizar bien los datos así que recomienda no enseñar nunca una tabla y sí buscar buenos sistemas de visualización.

Gemma define su empresa El arte de medir como Pasión y precisión. Cuando se asiste a una de sus presentaciones queda claro que cumple con su eslogan.

Los datos y su tratamiento estuvieron presentes a lo largo de todo el seminario pero lo que más sorprendió fue la visión de Juan Mora, de Datacentric, que aportó una visión muy diferente. Su investigación es más detectivesca que sociológica. Juan habla de pasar del big data al deep data: enriquecer la información acerca de cada posible cliente utilizando información pública (del catastro, de los ficheros de morosidad, de la cobertura de fibra óptica,…). Añadiendo información fue perfilando la fotografía de un posible cliente (persona individual o empresa) hasta dotarla de una gran nitidez. Reforzó así la idea de que, también en datos, la calidad puede ser más importante que la cantidad.

El AEDEMO social

Hace ahora una semana se estaba celebrando en León el Seminario de AEDEMO de Televisión. Cerca de 350 personas se reunieron como cada año en torno a la Televisión y a su investigación. El anfitrión, AEDEMO, es la Asociación que reúne a los investigadores de mercados y de opinión.

La catedral de León de noche. Foto del autor

Es un clásico que ha llegado ya a su 33ª edición. Las dos primeras se celebraron a mediados de los años ochenta, cuando a TVE se habían unido las primeras autonómicas, en Gandía, al amparo de ODEC, el centro de cálculo que ha tabulado mayor número de encuestas en España. Luego creo que fue Santiago, Sitges (mi primera asistencia) o San Sebastián (mi primera ponencia), en cada caso arropados por una de aquellas televisiones autonómicas iniciales.

Al principio era una reunión de investigadores para hablar de investigación; con el paso de los años cada vez fue reuniendo a más gente y añadió a su aspecto más serio una función social, lo que ahora llaman networking y que yo resumiría en verse, reunir a personas con los mismos intereses para que intercambien opiniones.

Hay quien piensa, mucha gente ya, que desde hace tiempo lo más importante del Seminario no son las ponencias sino las conversaciones que las rodean. No está mal que sea así siempre que no se pierda la esencia.

No todos los años hay una noticia como el acuerdo entre Kantar y AEDEMO que se conoció justo hace dos en Sevilla.

Este año, por distintas razones, no he podido asistir a la mesa coloquio inicial ni a la mesa redonda final así que sólo tengo opinión sobre las ponencias y la parte social.

Cuando uno ya es muy mayor y lleva más de veinticinco seminarios a sus espaldas la parte social es muy gratificante: saludas a mucha gente, a algunos que sólo ves de año en año (los de Barcelona por ejemplo), mucha gente te conoce y es agradable verse en ese ambiente relajado. Las cenas y las copas siempre están muy bien. Bueno, yo me quedé casi sin voz el primer día, así que no pude preguntar en las ponencias, algo que he hecho casi siempre y que echo de menos: ya casi nadie hace preguntas. Menos mal que está Jesús Díaz.

Los asistentes se dividían en tres partes casi iguales: 93 de agencias de medios, 92 de televisiones y 102 de otro tipo de empresas (los que figuran en la relación proporcionada por la organización; hubo más pero no los puedo clasificar). Como casi siempre ocurre hubo pocos anunciantes (diez en la lista oficial; claro que uno de ellos estuvo en la mesa final y otras dos participaron en una ponencia).

El seminario siempre ha sido mayoritariamente para cadenas de televisión y agencias de medios, con una participación importante, lógicamente, de institutos de investigación (45 personas en este caso, que ascenderían a 54 si se suman las correspondientes a asociaciones relacionadas). También llevan el mayor peso en las ponencias: cinco de institutos y asociaciones, cuatro de agencias de medios, cuatro de cadenas de televisión.

Me gustó la ponencia ganadora; en el seguimiento de series y en el especial enfoque hacia El Ministerio del tiempo había un gran trabajo de investigación de Concha Gabriel y Rober Sánchez. Además consiguieron una excelente puesta de escena con la participación de los actores de la serie.

Me sorprendió que el premio a la ponencia más innovadora lo ganara la de Eduard Nafría y Javier Baena. Fue una buena ponencia, contando un buen estudio sobre la audiencia fuera del hogar de los partidos de la Liga…pero el estudio era muy similar al que hacía Imop hace diez o doce años para Canal+. Quizá lo innovador fue sacar al escenario un balón y la copa de la Liga.

Me decepcionó un poco la ponencia inicial de Laurent Battais, de Médiamétrie: muy parecida a una que habíamos visto hace dos años; sin actualizar y con pocas referencias a España.

Me resultaron interesantes las reflexiones de Ricardo Vaca (que fue trending topic esa tarde) sobre lo que sabemos y lo que no sabemos acerca de la televisión. Las previsiones de Raúl Gordo sobre Inteligencia Artificial fueron sorprendentes y estimulantes.

Para mí la mejor ponencia fue la de Fernando Santiago contando el estado actual de la medición, la velocidad, escasa, a la que se van afrontando los retos y señalando a los diversos actores del mercado como responsables de esas deficiencias. Pero en esto no soy objetivo (y además me citó varias veces).

Me resulta cansino (y en esto tampoco soy objetivo porque llevamos contando este tipo de cosas cerca de quince años) el discurso sobre los touch points y los medios ganados; incluso cuando se cuenta con gracia y con la solvencia de Jesús Olivar, un clásico y un grande de la investigación. Diría que sorprende que dos empresas del mismo grupo presenten ponencias similares si no supiera que eso mismo habría podido pasarme a mí cualquier año en el pasado.

Y con algo de big data, algo de vídeo on line, un poco de youtubers y llamadas de atención soble la falsa muerte de la televisión se completó un seminario que seguramente no ha sido el mejor, pero tampoco el peor de los últimos años.

Ahora hay que esperar para saber dónde nos reuniremos el año que viene.

La tele tiene una cita en León

Mañana empieza en León el 33º Seminario de AEDEMO de Televisión, al que desde hace unos años se le añade el adjetivo multipantalla.

Es la cita anual que reúne a los investigadores de audiencia de las cadenas y las agencias de medios, a los institutos de investigación y a los comerciales de uno y otro lado.

Las cosas han cambiado mucho desde aquel año, a mediados de los ochenta, en que empezaron a celebrarse, en Gandía, estos seminarios. Entonces sólo había televisiones públicas (TVE y las primeras autonómicas); aún no había audímetros: la medida de la audiencia nos la daba el EGM tres veces al año. Por supuesto no existía Internet y nadie habría imaginado que íbamos a poder ver miles de programas de televisión en un aparato, el móvil, que lleváramos en el bolsillo.

Los seminarios de AEDEMO han ido acompañando con sus análisis todos estos cambios.

En León analizaremos la influencia de YouTube y los youtubers, la pasión por las series, la medición de los programas, como el fútbol, que se ven fuera de casa, la convergencia de la medición de Internet y Televisión y muchos otros temas de actualidad.

Seguro que va a estar interesante.

Y seguro que echaremos de menos a Luis, que siempre ha sido el alma de estos seminarios. Esperemos que se recupere pronto. ¡Mucho ánimo!

Álava e Internet

Ayer pasé el día en Vitoria, mi pueblo.

Fue un día muy agradable.

Pensábamos pasar allí todo el fin de semana largo (de viernes a martes) pero una gripe inoportuna acabó reduciendo la excursión a poco más de 24 horas.

Ya conté aquí hace casi año y medio mi encuentro con Josemari Vélez de Mendizábal que fue compañero mío hace cincuenta años cuando estudiábamos el curso de Preuniversitario.

Josemari es el Presidente de la institución Celedones de Oro que cada año, desde hace siete, organiza ciclos de conferencias sobre temas diversos. Supongo que el hecho de que nuestro encuentro se produjera a través de una red social le llevó a proponerme Internet como tema de mi charla.

Cuando me hizo la propuesta en aquella primera entrevista personal tras tantos años dije que sí sin dudar: tenía quince meses para prepararla o arrepentirme. Pero claro, los quince meses pasan…y el día llega. Seguro que en medio me arrepentí algún día, sobre todo cuando trataba de encontrar el tono para dirigirme a un público que no sabía iba a ser.

La verdad es que me hacía mucha ilusión dar una charla en Vitoria por el mero hecho de ser de allí. Las otras dos veces que había hablado en público en mi pueblo se debieron a casualidades.

Y la experiencia no me ha decepcionado.

La organización me preparó unas cuantas entrevistas en medios: Radio Gorbea, Onda Cero Vitoria, Radio Vitoria y El Correo, edición Álava. Muy interesante para alguien que se ha dedicado toda su vida a analizar los medios poder comparar los diferentes enfoques y grados de preparación de cada una de las entrevistas.

En general quedé contento; de unas más que de otras.

Creo que conseguí pronunciar una charla interesante y amena a la vez aunque seguro que habrá diferentes opiniones entre los asistentes. No sé si alguno se animará a comentar aquí. Me encantaría.

 

Mis emociones estuvieron todo el día a flor de piel. Conocí a personas muy interesantes, como Javier Sedano que, por la mañana, me llevó una foto en la que aparece mi hermano José Ramón de adolescente.

Cenamos en el Restaurante Marañón con una buena parte de los miembros de la institución Celedones de Oro; de nuevo personas muy interesantes y una cena muy animada y amena. Nos dijeron que era sólo un picoteo: resulta que ahora en Vitoria llaman picoteo a lo que en cualquier sitio de llamaría cena pantagruélica.

En la sala de conferencias recuperé a compañeros aún más antiguos, como Iñaki Garaluce con el que coincidí en ingreso de bachiller, hace casi sesenta años. Volví a ver también a Gorka Corres, con el que había estado hace algunos años compartiendo una charla profesional en el IFEMA de Madrid. Y, también me hizo muchísima ilusión (y me confirmó la magia de Internet) que Álvaro Arbina, el escritor de la novela histórica más sobresaliente del año 2016, acudiera a mi convocatoria a través de Twitter. Me encantó conocerle personalmente y poder charlar con él aunque sólo fuera unos brevísimos minutos. Siempre se hacen cortos pero en este caso, además, lo fueron.

Y ¡claro! estuvo mi familia. A ellos les pareció que lo había hecho muy bien. No esperaba menos ¡qué me iban a decir!

Y sí: en la charla hablé de Internet, de mi infancia y adolescencia en Álava y de Álava en general.

Espero que, a quienes pudieron asistir, les gustara.

Además de votar ¿qué papel tienen los mayores?

En España la edad media de jubilación está por debajo de los 63 años; la esperanza de vida se sitúa ahora en los 83 años al nacer (80 para los hombres; 86 para las mujeres) pero para quienes ya han (hemos) cumplido los 65 años la esperanza de vida se sitúa en los 86 años (84 para los hombres; 88 para las mujeres).

Así que no es ninguna tontería pensar en esos 23 años que, por término medio, viviremos después de la jubilación. Por ejemplo ¿de qué viviremos durante casi un cuarto de siglo si no somos capaces de defender la hucha de las pensiones?

Ya comenté aquí que hace un par de semanas estuve en una jornada Aeging y diversidad generacional (en ningún campo nos libramos del inglés) en la que se trataron estos temas relacionados con la edad de las personas.

En el año 2050 España será el segundo país más envejecido del mundo, sólo por detrás de Japón: por cada 100 personas en edades comprendidas entre los 15 y los 64 años habrá 48 mayores de 65.

Hoy en día pueden convivir en las empresas hasta cinco generaciones. Mientras los mayores conocen bien los valores y la trayectoria de la empresa, los más jóvenes suelen ser más hábiles con la tecnología. Podría establecerse algún tipo de intercambio de conocimientos (reverse mentoring) en el que cada grupo aporte lo que tiene y que el otro necesita. Las empresas tienen pocas veces planes de final de carrera para sus más veteranos y eso les impide aprovechar sus valores y experiencia.

Viajar: una opción para los mayores.

Eva Levy, Directora de la división de Mujeres en la Alta Dirección de Atos, puso de manifiesto el hecho de que todos los temas relacionados con la edad están relacionados entre sí. Nuestra sociedad sufre ahora las consecuencias de la ceguera de las administraciones hacia la maternidad que nos ha llevado a tasas de natalidad bajísimas y con ello al envejecimiento del país.
Los mayores, los viejos, fueron los sacrificados de la crisis. Mientras se hablaba de talento se prescindía de ellos porque eran más caros.
La sociedad, y el Estado, olvidaron su responsabilidad para con la generación que había sacado al país del subdesarrollo.
Por otra parte está mal resuelta la cuestión de quienes quieren seguir trabajando de algún modo después de la jubilación.
Está reciente el escándalo de los derechos de autor: mientras un inversor puede cobrar el producto de su inversión sin renunciar a su pensión, los autores deben renunciar a su pensión si siguen cobrando derechos. Se dan situaciones similares en otras profesiones. Perder la mitad de la pensión por trabajos esporádicos es absurdo. No tiene sentido tener que elegir entre cobrar la pensión o cobrar por cuatro conferencias al año.
Facilitar que quien quiera seguir trabajando, de algún modo, quizá a otro ritmo, pueda seguir haciéndolo sin perder los derechos a una pensión que haya conseguido a lo largo de su vida parece una medida inteligente, que favorecería a las personas que quieran hacerlo, pero también a las arcas públicas (pagarían impuestos por esos ingresos) y al sistema de pensiones (al que ingresarían una parte).
No vendría mal pensar en los mayores en algún sentido más que para pedirles el voto.

La Cultura ¿un sector subvencionado?

Ya hace casi tres semanas de la presentación del Informe sobre el Estado de la Cultura 2016 en el Círculo de Bellas Artes. Se trata de un informe que elabora cada dos años la Fundación Alternativas y que dirige y coordina el Catedrático Enrique Bustamante.

El informe consta de artículos redactados por especialistas en los diversos aspectos de la Cultura (Música, Cine, Diseño, Literatura,…). También se analiza una encuesta realizada a un considerable número de personas de los sectores afectados; este año, igual que en las dos ediciones anteriores, he contestado a esa encuesta.

Mesa desde la que se presentó el Informe

La Cultura se ha visto muy afectada, para bien en muchos casos, para mal en algunos, por el auge de Internet. También le ha afectado mucho la crisis económica y los cambios que, a raíz de ella o no, se han producido en las políticas culturales. A lo largo de la presentación sobrevoló el 21% de IVA para el Cine, un despropósito del actual Gobierno cuando todavía no estaba en funciones. En un primer momento afectó duramente a la asistencia en salas (la suma de la crisis y la subida de precios  era demasiado para los bolsillos de la gente); en los últimos años la asistencia comienza a recuperarse a la vez que lo hace la participación de películas españolas. Aunque el éxito del cine español puede ser, según la directora Paula Ortiz que participaba en la presentación, un espejismo: los dos grandes grupos privados de televisión concentran su inversión (obligada por Ley) en muy pocos títulos con tirón popular mientras el resto del tejido de la industria casi desaparece.

Nacho Escolar, el director de Eldiario.es, uno de los diarios sólo digitales que más han triunfado, puso de manifiesto uno de los grandes problemas de Europa: pese a que la WWW se inventó en Europa (Tim Berners Lee en 1990 en el CERN) toda la cultura, y la información, europea se distribuye a través de grandes empresas estadounidenses (Google, Facebook, Twitter, Amazon,…) que además, añado yo, no pagan sus impuestos en los países en los que generan sus ingresos.

Otro aspecto en el que se hizo bastante hincapié en la presentación fue el de las subvenciones. En opinión de Juan Barja, Director del Círculo de Bellas Artes, la Cultura española está mucho menos apoyada que la estadounidense; allí las empresas que ayudan a la cultura consiguen importantes reducciones de impuestos. Además, afirmó Barja, es injusto que cuando se habla de Cultura se critique que esté subvencionada cuando otros sectores han recibido ayudas mucho mayores: la banca en forma de rescate (el rescate de la banca, en una sola tacada, daría para muchos años de ayuda a la Cultura); o a la industria automovilística, aunque el Plan Renove se diga que son incentivos; o a la educación privada, aunque a esto se le llame concertada.

Un tema interesante, que da mucho de sí. Incluso desde la definición de qué es y qué no Cultura.

 

 

Los tiempos están cambiando: la publicidad ahora es cosa de mujeres

El 57,2% de las personas que trabajan en el sector publicitario son mujeres, según ponía de manifiesto el Nuevo Observatorio de la Publicidad presentado en el acto conmemorativo de los 50 años de la AEA.

Hace unos años no era así: había muy pocas mujeres y muy pocas pasaban de puestos subalternos (en esto la publicidad no era muy diferente de la mayoría de las otras profesiones). La publicidad era, como Soberano en el clásico anuncio, cosa de hombres.

Cada año los miembros del Jurado de la Academia de la Publicidad se las ven y se las desean para incluir alguna mujer entre los seis Miembros de Honor seleccionados. Casi nunca tienen éxito; este año tampoco.

Pero las cosas están cambiando, o han cambiado ya.

En los últimos dos meses he presentado varias veces, en distintos ámbitos, el estudio sobre recuerdo de publicidad en visionado multipantalla. La proporción de mujeres entre los asistentes siempre superaba el 80%.

A finales de febrero estuve en Gerona en las Conferencias sobre Patrocinio que organiza la empresa especializada Infinit C. En ellas se entregaron los premios Estudiantes con talento. La convocatoria había estado abierta a todos los universitarios, pero las personas seleccionadas como autores de los diez mejores trabajos eran todas mujeres.

Mi equipo, el equipo de Investigación de Zenith, está compuesto actualmente sólo por mujeres.

También en febrero mis compañeros de Zenith Valencia organizaron junto con el CEU de la ciudad una conferencia Mad vomen sobre este fenómeno cada vez más evidente. Todas las componentes de la mesa eran mujeres, parecía lógico, pero la mayor parte de los asistentes también lo era.

Hasta hace poco se podía decir: sí, pero los jefes siguen siendo casi todos hombres. Eso también empieza a cambiar: en el Grupo Publicis, en el que trabajo, una buena parte de los Directores Generales (entre ellas mi jefa) son mujeres. Casi la mitad de las agencias de medios están dirigidas por mujeres.

Yo creo que es una buena señal; es señal de normalización. El problema puede surgir si las mujeres que alcanzan puestos de responsabilidad se decantan por patrones de comportamiento masculinos. A veces ocurre y creo que eso no es bueno.

Quizá la única excepción, la única área en la que siguen predominando los hombres, se dé entre los creativos. Pero todo se andará.

Seguro que dentro de unos años los Jurados de la Academia de la Publicidad no tendrán problemas para elegir mujeres como Miembros de Honor.

Y yo no estoy allí

Desde el pasado miércoles se está celebrando en La Coruña el Seminario de AEDEMO de TV, la cita anual de los investigadores de medios y de todas las personas interesadas en el conocimiento y la comercialización del medio que sigue acumulando las mayores audiencias.

Este año se conmemora la edición 30ª, todo un hito en este tipo de actividades.

Yo he asistido a casi todas. Creo que mi primera vez, en Sitges, fue en 1988 y desde entonces sólo he faltado un par de veces por causa mayor.

Este año también pensaba ir y ya estaba inscrito (todavía está Paola, -gracias por todo Paola- gestionando la devolución del importe del billete de avión), pero mi reciente problema me lo ha impedido.

Llevo muchos años en este negocio y tengo muchos amigos. Casi todos han estado estos días en La Coruña. Yo he intentado seguir el evento por Twitter pero, claro, sólo con titulares de 140 caracteres lo que ocurre es que aumenta la añoranza y aún se ponen los dientes más largos.

Tengo muchas ganas de ver el lunes a Mapi e Irene y que me cuenten qué novedades se han presentado, qué han aprendido y cómo ha ido todo.

Pero no será igual.

Amigos, os he echado mucho de menos.

¿Cómo se mide la audiencia de contenidos audiovisuales?

Ayer me dieron el alta después del incidente que conté aquí y hoy ya he vuelto al trabajo.

Y he vuelto como los grandes toreros: nada menos que en la Plaza de Las Ventas. Arturo Guillén, el Vicepresidente de Rentrak España es un crack y un gran aficionado a los toros. Ha organizado en una de las dependencias de la plaza un evento sumamente interesante sobre el estado del VOD (Video on Demand) que incluía una mesa redonda sobre medición en la que he tenido el honor de participar.

Es un gran honor formar parte de un grupo que, aparte de Arturo y de mí mismo, formaban: Pablo Romero, de YOMVI, Ricardo Villa, de RTVE Interactiva, Joaquín Becerra, de Fox, Niko Muñoz, de Havas Multimedia y Fernando Santiago de AIMC.

Estamos en un momento clave: la realidad del consumo de contenidos audiovisuales ha cambiado mucho en los últimos años, mientras el sistema de medición se ha movido muy poco. Así, cada vez más un sistema que mide bien lo que mide (la audimetría de televisión tradicional mide la audiencia de televisión, en directo, en televisores situados en el hogar principal) se va quedando lejos de la realidad.

Hace ya seis años, en el Seminario de AEDEMO de Granada, Pablo Romero ya marcó la dirección que debería tomar la medición. Hace ahora un año, en Zaragoza, yo mismo insistía en que deberíamos medir la audiencia de contenidos audiovisuales ATAWAD (Any Time, AnyWhere, Any Device: en el momento que sea, donde sea y en el dispositivo que sea). Muchos de los huecos que deja la audimetría tradicional ya se pueden rellenar (algunos con la propia audimetría tradicional) y desde el mercado deberíamos ser capaces de presionar para que la medición sea todo lo completa que permita el estado de la tecnología en cada momento.

Las metodologías de tipo RPD (Return Path Data, que usan los datos generados en los propios dispositivos de visionado) como las que propone Rentrak, son un espléndido complemento a los datos actuales, que puede ayudar a rellenar alguno de los huecos existentes y con ello proporcionar una visión mejor, más completa, de la realidad del consumo audiovisual.

Hace 2.500 años Heráclito decía Panta Rhei: todo cambia, nada permanece, nunca te bañas dos veces en el mismo río. El cambio desde entonces se ha acelerado; en los últimos seis años el panorama audiovisual ha experimentado una revolución. Sin embargo su medición casi no se ha movido. Cada vez más peces, y peces más grandes, se escapan por los agujeros de la red constituída por el sistema de medición.

Estamos viviendo un momento complejo; la crisis económica no ayuda a tomar decisiones que pueden tener un coste a corto plazo, ni siquiera si sabemos que a medio o largo nos traerán beneficios.

Por otro lado el mercado publicitario está sufriendo una perversión del uso de los mecanismos de control (Comités de Usuarios, Consejos de Control) que se dio a sí mismo hace más de veinte años: lo que debería servir de estímulo de los medidores se ha acabado convirtiendo en un freno que trata de proteger el statu quo. Todos somos culpables, pero la parte publicitaria del mercado debería ser capaz de ponerse al frente de los cambios que son necesarios en este momento para medir la realidad actual y no la de hace quince años.

Hace falta un líder (persona o asociación) capaz de ponerse al frente y exigir a los medidores, a los presentes o a los que puedan venir, que tomen las decisiones necesarias para salir del estancamiento en el que nos encontramos.

Eso se llamaba JIC (Joint Industrie Comitee o comisión de todo el mercado) pero un JIC en condiciones, que nuestro mercado no ha sido capaz de crear desde los tiempos del inicio de OJD (hace ahora cincuenta años) o el EGM (hace 46). Necesitamos recuperar el espíritu de los sesenta.

Si la llegada de Rentrak sirve como revulsivo, bienvenida (*) sea.

 

(*) La sala donde se ha celebrado el evento de esta mañana estaba presidida por un retrato de Antonio Bienvenida.