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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Mañana se presenta #JubilARTE

Ya hace casi dos años que empecé a pensar en lo que ha acabado siendo #JubilARTE. Entonces, en pleno proceso de negociación con mi empresa para encontrar la manera de seguir colaborando apareció la idea en una conversación con Usúe, mi hija. ¿Por qué no les preguntas a otras personas?

Ella lo había hecho cuando empezó con #mamiconcilia.

Versión en papel de JubilARTE (Foto: JRPlana)

Esas ideas pueden quedarse en nada; en mi caso no fue así. La estuve rumiando durante un tiempo y finalmente vi que era posible llevarla a cabo.

Pasó un tiempo y hace algo más de un año lo pusimos en marcha. El proceso ha sido complicado (supongo que como siempre que se hace algo por primera vez) pero a la vuelta de Semana Santa de este año hicimos el primer lanzamiento de la versión gratuita en pdf  y también en epub y papel que se pueden adquirir en Amazon. Hicimos caso a unas primeras críticas y ya tenemos una segunda versión mejorada, que se va a presentar mañana, 18 de mayo, a las 11:30 en la Universidad de Mayores del CEU, de la calle Tutor 35 de Madrid.

En el libro hay cuarenta testimonios de personas que se han jubilado, han elegido otra opción o se encuentran próximas al momento de dar el paso.

También tenemos los textos de un grupo de niños de once años que cambiaron de opinión sobre este momento de la vida a raíz de conocer uno de estos testimonios.

Algunos textos de personas que, tras valorarlo, finalmente no colaboraron muestran otra de las posturas sobre la jubilación que, no se puede negar, tiene un cierto estigma, que nos gustaría eliminar de la sociedad.

Ibercaja nos ha ayudado a que la versión en pdf pueda ser gratuita y también con un artículo en el que recoge consejos financieros para el momento de la jubilación y para prepararse antes.

Con lo que hemos aprendido hemos escrito unas conclusiones y un manifiesto que queremos dar a conocer.

Para el acto de mañana tenemos una sala muy grande, así que si quieres asistir, seguro que hay sitio.

Gracias a los autores de los testimonios, al CEU, a Ibercaja, a Usúe y Carlos, sin cuya ayuda toda esta aventura habría sido imposible y a todos cuantos en el futuro puedan seguir colaborando en este proyecto.

Este miércoles #SalPuntual…

…Y también el resto de los días hasta el 16 de noviembre.

Hace ya dos años que Usúe y su movimiento #mamiconcilia importaron del Reino Unido la iniciativa Go home on time day (Día de ir a casa a tiempo) y la españolizaron como #SalPuntual.

Se trata de cumplir el horario laboral pero salir a la hora convenida y dedicar el resto del día a disfrutar de actividades de ocio, a compartir el tiempo con la familia o a cualquier otra actividad no relacionada con el trabajo. Es un paso hacia la conciliación de la vida laboral y la personal.

Logotipo de la iniciativa #SALPUNTUAL

Logotipo de la iniciativa #SALPUNTUAL

El objetivo fundamental es llamar la atención sobre el presentismo: si las tareas están bien organizadas no tienen por qué llevar más tiempo que la jornada laboral. Mantenerse en el puesto de trabajo después de la hora es un error que puede tener muy diversas causas que casi siempre se resumen en no irse antes que el jefe o que los compañeros no piensen que me escaqueo.

La iniciativa ha resultado finalista este año en los Premios Corresponsables que se entregaron recientemente.

Este año el planteamiento es más ambicioso y pretende unir las dos fechas en las que se celebra en dos países anglosajones: el 5 de octubre, día en que este año corresponde en el Reino Unido y el 16 de noviembre día del GHoTD en Australia.

¿Serás capaz de lograrlo durante esas, casi, seis semanas?

Seguro que no es posible conseguirlo todos estos días pero si no te lo planteas no lo lograrás ninguno.

La conciliación dio tres vueltas al mundo

Hace algo más de un mes comenté aquí que la Fundación Más Familia nos había propuesto dar la vuelta al mundo por la conciliación.

Se trataba de andar, correr o ir en bici tantos kilómetros como son necesarios para dar la vuelta al mundo a la altura del ecuador (algo más de cuarenta mil).

Hay muchas empresas, más de quinientas, que disponen de medidas de conciliación suficientes para que la Fundación les haya otorgado el título de Empresa Familiarmente Responsable; muchas de ellas son grandes empresas, con un gran número de empleados. Si todos se ponían a andar por esa causa no parecía una tarea difícil. Pero incluso en las empresas que tienen ese tipo de medidas no todos los empleados las conocen. Esa era una parte importante del reto: la comunicación, tanto interna como externa.

La conciliación es un tema importante; su comunicación también. Hay empresas que la apoyan y lo comunican bien; hay empresas que la apoyan y sólo una parte de sus empleados conoce una parte de las medidas que toman para favorecerla; hay empresas que la apoyan con poca fuerza y ni siquiera sus empleados lo conocen bien. Y, claro, hay empresas que no apoyan de ninguna manera la conciliación.

Yo participé como colaborador que soy, mi compromiso es escribir un post al mes, en el proyecto #mamiconcilia que hace ya más de dos años puso en marcha mi hija Usúe. Puse mi granito de arena, anduve unos cuantos kilómetros cada día (desde hace más de dos años lo hago ya como una rutina) y colaboré en la empresa. De hecho #mamiconcilia fue la pyme que más kilómetros hizo andando; uno de los últimos días antes de mis vacaciones acudí a recoger el premio que habíamos ganado.

Celebración de la entrega de premios "La #Conciliación da la vuelta al mundo". En Madrid el 20 de julio de 2016.

Celebración de la entrega de premios «La #Conciliación da la vuelta al mundo». En Madrid el 20 de julio de 2016.

Al final la hazaña propuesta se quedó corta: conseguimos dar más de tres vueltas al mundo. El reto para el año que viene es conseguir llegar a la Luna. Seguro que lo conseguimos.

Pero lo importante es que se hable de conciliación; en las empresas participantes se consiguió. Seguro que hacia fuera también un poco.

Tenemos que conseguir que un número cada vez mayor de empresas valoren las ventajas de la conciliación de la vida laboral, personal y familiar. Dando vueltas al mudo o viajando a la Luna lo conseguiremos.

La conciliación da la vuelta al mundo

A finales de mayo nos propusieron dar la vuelta al mundo para apoyar la idea de la conciliación entre la vida laboral y la personal o familiar.

La propuesta venía de la Fundación Más Familia con la que colaboran mi hija Usúe y el movimiento #mamiconcilia que ha puesto en marcha y para el que escribo artículos de vez en cuando.

En diez días ya se ha dado una vuelta

Se trata de una vuelta al mundo virtual. Los participantes vamos sumando los kilómetros que hacemos andando, corriendo o en bici y que medimos con alguna de las aplicaciones autorizadas. Yo utilizo Runtastic; es muy completa y ofrece muchísima información (los récords personales que vas consiguiendo, los kilómetros que haces y el ritmo que llevas en cada uno, las calorías que quemas,…) también tiene una pega importante: consume muchísima batería y el móvil se calienta mucho. Algunos de los kilómetros que hice el domingo pasado paseando por Granada no contaron porque no sólo se fundió la batería del móvil, también una adicional que llevaba como precaución. No serían muchos porque íbamos a paso familiar, con nieto incluido pero sí muestra que el consumo es muy alto.

El objetivo inicial era sumar los 40.075 kilómetros necesarios para dar la vuelta al mundo por el ecuador de la Tierra a lo largo del mes de junio. Pero parece que los participantes nos lo hemos tomado muy en serio y en tan solo diez días ya hemos cubierto la primera vuelta al mundo. Así que es muy probable que acabemos dando tres o, ¿quién sabe? cuatro.

Yo, que últimamente ando mucho, tengo la intención de recorrer al menos 300 kilómetros a lo largo de este mes.

En la categoría de pymes, en la que participo con #mamiconcilia, mi equipo va primero en running y en walking y séptimo en cycling (sólo tenemos un ciclista; otra cosa habría sido si algunos no estuviéramos en Madrid). Por cierto, no sé qué pensaría la RAE de estas categorías.

Pero lo de menos es quién gana; lo importante es que pensemos en la conciliación y consigamos que se hable de ella.

#papiconcilia Directivos #Unoalmes

Hay quien dice que la conciliación está de moda. Desde luego en mi familia sí. Desde que Usúe, mi hija, fue invitada a renunciar a su trabajo tras nacer su hijo y puso en marcha ahora hace dos años el movimiento #mamiconcilia, el tema no ha desaparecido de mi entorno. Siempre está presente.

A #mamiconcilia le siguieron #papiconcilia y #miempresaconcilia  a los que, desde ayer, se ha unido #papiconcilia Directivos. La presencia de Usúe en los medios de comunicación es constante (en los últimos diez días le han dedicado artículos El País y, dos veces, ABC).

#papiconcilia Directivos parte de una premisa: sólo si los directivos son los primeros en implicarse en las políticas de conciliación y en huir del presentismo, las empresas y el conjunto de sus empleados vivirán esas medidas.

Se trata de un libro (un e-book de descarga gratuita) basado en testimonios reales de directivos reales de siete importantes empresas que promueven entre sus empleados medidas de conciliación: Wolters Kluver, Adams Formación, Mondelez, Mantequerías Arias, Schibsted, Xerox y Mahou-San Miguel.

Además de esos testimonios (el padre que nunca se pierde el cuento a sus hijas cada noche, el que cocina con sus hijos la cena sorpresa que darán a su madre al llegar de una guardia, el que para pasar más tiempo con sus hijos organiza sus tareas para poder hacer algunas a distancia y otras por la noche cuando ya están acostados, el que antes de tomar decisiones sobre su futuro profesional piensa en qué será lo mejor para sus hijas, el que sabe que hay momentos que no se puede perder y por ello comparte con su pareja todo tipo de tareas, el que considera las comidas con su familia como el más importante comité de dirección en el que aprende y toma decisiones, conjuntas, el que aprovecha el horario flexible para llevar a sus hijos al colegio o cenar con ellos, el que adaptó su calendario semanal de trabajo para, viviendo en otra ciudad, poder pasar tres días a la semana con su familia, el que, pese a tener un horario flexible, encuentra dificultades para compatibilizarlo con su vida familiar, el que confiesa que le resultó difícil conciliar pero lo logra a base de planificación, el que se considera un mago/malabarista pero hace posible lo imposible, el que busca tiempo de calidad cenando en la cocina todos juntos y sin tele, o el que sabe que los cambios reales sólo los harán los directivos y para ello utiliza las nuevas tecnologías para tener sus reuniones a distancia ) incluye entrevistas a cada uno de los doce directivos participantes y las medidas concretas que cada una de las empresas tiene implantadas para facilitar la vida de sus empleados.

A lo largo de todo el libro se respira una idea: en las empresas que facilitan la conciliación se trabaja mejor; sus empleados no sólo son más felices; también son más productivos. Un mejor clima laboral ayuda a crear empresas mejores y a atraer a mejores profesionales.

Si quieres conseguir que tu empresa sea mejor, o si quieres conocer cuántas medidas diferentes se pueden aplicar para conseguirlo, no te puedes perder este libro.

La conciliación es cosa de todos

Más de tres millones de personas (3.023.000) vieron el programa de ayer de Salvados en La Sexta y lo convirtieron en el más visto del día en cualquier cadena.

El título del programa El milagro de conciliar daba muchas pistas sobre el tema del que iba a tratar, un tema que los lectores habituales de este blog (si es que existe alguno) ya saben que me es muy próximo.

El programa se basaba en la comparación entre una pareja sueca (o hispano-sueca pero que vive en Suecia) y otra española. La conclusión podía ser que llevamos una generación de retraso sobre este tema, pero también que el problema pueden ser nuestros horarios, una educación que sigue siendo machista en muchos sentidos o, en definitiva, un tema cultural.

Una imagen del programa Salvados

No voy a entrar en la disección del programa porque ya lo ha hecho Madre reciente en su blog mucho mejor de lo que lo pueda hacer yo que, por circunstancias, sólo lo vi a medias.

Pero quiero insistir en que la conciliación es cosa de todos. No son las mujeres, sino la pareja, los responsables del cuidado de sus hijos. La conciliación no será posible si las empresas no ponen algo de su parte y apuestan por los resultados en lugar de por el presentismo. No será fácil solucionar el problema si no se racionalizan los horarios, entre ellos (muy relacionado con la temática habitual de este blog) el adelanto del prime time de las cadenas de televisión. Los gobiernos pueden ayudar legislando en favor de la igualdad y de la protección de la familia.

Como decía al principio del post este tema me resulta muy próximo. Desde que Usúe, mi hija, fue invitada a abandonar su trabajo al finalizar su baja maternal emprendió una cruzada en pro de la conciliación. En abril hará dos años de su primera publicación, #mamiconcilia, con ocasión del Día de la Madre. Desde entonces la conciliación ha ganado peso en las agendas y en las conversaciones. Usúe también trajo a España la iniciativa Sal Puntual, para intentar que los empleados salgan a su hora y vayan a casa a compartir las tareas con el resto de su familia.

En noviembre de aquel año publicó la primera edición de #papiconcilia, con testimonios de padres que se implican en la crianza de sus hijos. Para el Día del Padre del año pasado ya publicó una segunda edición, con más testimonios añadidos, que también se puede adquirir en papel. Para el Día de la Madre los testimonios acumulados se acercaban a cien.

El pasado septiembre publicó #miempresaconcilia donde se pone en valor un hecho que debería ser más conocido: las empresas que apoyan la conciliación atraen (y mantienen) más talento.

Ahora se acerca un nuevo Día del Padre. Hoy se ha publicado una nueva edición de #papiconcilia con once nuevos testimonios muy diferentes entre sí. Son tan diferentes que incluyen el de un padre que lleva cinco años esperando a su hijo/hija adoptado, hasta el de un padre antiguo (yo mismo) que cuenta en Eran otros tiempos lo diferente que podía ser esto de conciliar hace más de teinta años cuando se disponía de un horario continuado que dejaba mucho tiempo para los hijos.

La conciliación es un tema de todos y si quieres estar al día de sus múltiples aspectos debes conocer la labor que está haciendo Usúe en @mamiconcilia.

Te recomiendo que leas la nueva edición de #papiconcilia y si no lo has hecho todavía que te bajes y leas también los otros e.books gemelos.

Hoy #Salpuntual del trabajo

Hace algo más de un año les contaba aquí cómo el movimiento #mamiconcilia trajo a España una iniciativa ya veterana en países anglosajones, que aquí se tradujo como #Salpuntual. La iniciativa tuvo una fuerte repercusión en los medios y, lo que es más importante, fue apoyada por algunas empresas que ayudaron a que sus empleados cumplieran ese objetivo aparentemente tan sencillo: salir del trabajo a la hora pactada entre la empresa y el trabajador.

Habrá lectores que ni siquiera sepan de qué estoy hablando: en algunos sectores profesionales lo normal es salir a la hora, e incluso un poco antes. Pero hay otros muchos, los medios de información o las agencias de publicidad son buenos ejemplos, en los que el horario pasa a ser casi infinito; se sabe cuándo se entra pero no cuándo se sale. Muchas veces porque las tareas son inabordables, o porque el cliente llama a última hora pidiendo un trabajo para ayer, pero también a veces por mera costumbre, porque está mal visto irse antes que el jefe o porque mis compañeros me mirarán mal si yo me voy y ellos se quedan.

El presentismo es un mal que no beneficia a la empresa pero perjudica la vida personal y familiar del empleado que, si finalmente es menos feliz, trabajará peor y acabará perjudicando a la empresa.

Mañana, 18 de noviembre, se celebra el Go home on time day en Australia. Es una buena oportunidad para recordar que pasar muchas horas en el trabajo no es el objetivo del trabajador, ni debe serlo de la empresa. A lo que deben aspirar ambos es a hacer la mayor cantidad de trabajo de la mejor manera posible. Y si después sobra tiempo, mucho mejor.

Como una parte de la iniciativa se va a realizar una encuesta para valorar cuánto suponen las horas extra que se están regalando a las empresas. Puedes contestarla aquí.

Mañana, si puedes, #SalPuntual del trabajo.

Las empresas que ayudan a la conciliación atraen más talento

Hoy se publica #miempresaconcilia, un e.book colaborativo que se puede descargar gratuitamente en la dirección http://www.miempresaconcilia.es y que recoge los testimonios de 18 empleados de seis empresas diferentes.

Ya he hablado en otras ocasiones de conciliación en este blog. Quienes me siguen saben que Usúe, mi hija, fue invitada a dejar su trabajo a raíz de tener a su hijo. Desde entonces, hace casi año y medio, es una mujer cada vez más implicada, que está dispuesta a lanzar su propia empresa y que pelea porque las empresas tengan un trato más humano con sus trabajadores.

No se había cumplido el primer mes desde que se quedó sin trabajo cuando publicó #mamiconcilia, un e.book en el que 28 directivas contaban los problemas que habían tenido para compaginar su vida laboral con la familiar.

Hace ahora un año, en septiembre, lanzó la iniciativa #salpuntual para concienciar a las personas de la importancia de cumplir los horarios para así tener vida personal y familiar.

Como no sólo tienen que conciliar las madres, en noviembre publicó otro e.book, éste con testimonios de padres: #papiconcilia.

Todos han tenido una importante repercusión en medios, pero además se han constituído en un movimiento en pro de la conciliación, que ya recoge más de cien testimonios en la web.

A raíz de todo esto, la Fundación Masfamilia, que promueve el certificado efr ha llegado a un acuerdo con #mamiconcilia para publicar el e.book #miempresaconcilia que hoy ha visto la luz.

Son muchas las empresas que favorecen la conciliación familiar de sus empleados, aunque no siempre se conoce por el gran público. Aquí son los propios empleados que se benefician de esas medidas los que lo explican de una manera cercana y personal.

Las empresas que tienen un comportamiento más humano y facilitan la vida personal y familiar de sus empleados tienen una mayor fuerza para atraer a los empleados más valiosos y para retenerlos más tiempo.

 

Un año de #mamiconcilia. La lucha por la conciliación es ya un movimiento social

Si al terminar la baja maternal, los directivos de la empresa donde tenías un puesto de responsabilidad te invitan a irte tienes varias opciones:

Pelear por tus derechos y pleitear (con la seguridad de que ganarás esa batalla) para mantener un puesto para el que ya te han dicho que no te quieren.

Hundirte en el fango y quejarte de lo mal que funciona esta sociedad.

Venirte arriba, organizarte y empezar una nueva vida, complicada, difícil, pero muy estimulante.

A principios de abril de 2014, hace ahora poco más de un año, a mi hija Usúe, que había tenido un niño precioso, le invitaron a abandonar su empresa. En menos de un mes organizó #mamiconcilia que en pricipio fue un e.book que se publicó para el Día de la Madre. El mismo día de su lanzamiento, el 30 de abril, fue trending topic (uno de los temas más tratados en Twitter) en Madrid. Ese Día de la Madre  fue objeto de un reportaje en La Sexta y en los días siguientes muchos medios se hicieron eco de su iniciativa.

Desde entonces no ha parado. Como la conciliación del trabajo y la vidad familiar no es sólo cosa de mujeres, publicó en noviembre #papiconcilia, primero como e.book con 24 testimonios de padres que peleaban para compaginar el tiempo que querían dedicar a sus hijos con una vida laboral tan absorbente como nos exigen ahora las empresas. Para el reciente Día del Padre ese libro, ampliado ya hasta los 46 testimonios, se podía adquirir en papel.

Para implicar a las empresas, en septiembre importó a España el movimiento #SalPuntual que ya existía en algunos países anglosajones.

El movimiento se mantiene y crece en la red y tendrá pronto, estoy seguro, nuevas ramificaciones.

En este nuevo Día de la Madre quieren ampliar los 83 testimonios que ya tienen hasta superar los 100. Es un buen regalo para este día ¿no crees?

¿Te animas a enviar tu propio testimonio?

 

 

 

El año en que perdí la memoria

¿Ya recuerdas lo que te ha pasado?

No. No recuerdo nada.

¿Recuerdas lo que te pasó ayer?

No. La verdad es que no. Tengo como un hueco en la memoria y no recuerdo nada de ese rato.

Cada vez que entraba un médico o un enfermero eran las mismas preguntas y la misma sensación de impotencia. Por momentos pensaba que si no lo recordaba, nunca me dejarían salir del hospital.

Creo que fue al día siguiente cuando llegó la doctora Escribano y me dijo: no hagas ningún esfuerzo; no te vas a acordar nunca…y no hace ninguna falta.

Pasé ocho días en el hospital y cuatro o cinco más de baja. Luego volví al trabajo. Lo concentré en menos horas para poder hacer una vida más saludable.

Ahora como sin sal (salvo cuando lo hago fuera de casa), procuro andar un buen rato (en torno a hora y media todos los días), hago fotos de mis paseos, intento escribir, aunque no siempre lo consigo…

Mi vida ha cambiado.

Cuando perdí la memoria mi nieto tenía dos meses; ahora tiene algo más de un año; casi anda y no para de chapurrear, aunque aún no se le entiende casi nada. Paso con él mis mejores ratos.

Cuando perdí la memoria mi hija tenía trabajo; ahora es toda una experta en conciliación: ha publicado #mamiconcilia y #papiconcilia y ha lanzado la iniciativa #SalPuntual. Ha salido un montón de veces en televisión y en otros medios y espera que todo eso sea un primer paso en su nueva vida profesional.

Cuando perdí la memoria creo que aún no se había convocado el concurso de Telefónica, un concurso que ganamos, pero que luego nos quitaron y nos dejó con un palmo de narices. Volvimos a ver que hacer el mejor trabajo no es lo más importante cuando otros manejan los hilos de más arriba.

Cuando perdí la memoria quería hacer un homenaje a los panelistas de Vigía y Zenthinela, los dos estudios que diseñé y coordino y que iban a cumplir sus primeras cien previsiones. Aunque al principio parecía que iba a ser casi imposible, ese homenaje se hizo el 26 de noviembre, cuando las previsiones llegaban a 105 y fue todo un éxito.

Cuando perdí la memoria me llegaron cientos de mensajes por Whatsapp, que ya era la aplicación por la que todos nos comunicábamos. Aún no sabíamos que valía 14.000 millones de euros, los que pagó Facebook poco después.

Cuando perdí la memoria España ya era un pozo de corrupción; luego hemos conocido más casos. Entonces aún no habíamos oído hablar de Podemos (yo al menos). Ahora parece que es una alternativa de poder y una esperanza o un revulsivo que hará cambiar las cosas.

Cuando perdí la memoria el Rey se llamaba Juan Carlos y en el PSOE mandaba Rubalcaba. Ahora el Rey es Felipe y el PSOE lo dirige Pedro Sánchez del que yo, ¡seré inculto! no había oído hablar cuando aún no había perdido la memoria.

Cuando perdí la memoria la amenaza terrorista se llamaba Al Quaeda y parecía haberse debilitado. Creo que nadie había oído hablar del Estado Islámico (yo al menos no); los malos en Siria parecían ser los que apoyaban a Al Assad, ahora ya no se sabe si hay buenos…

El año en que perdí la memoria pasaron estas y muchas otras cosas, en el plano personal, en el empresarial, en el nacional, en el internacional… espero que en el año siguiente a mi pérdida de memoria vuelvan a ocurrir muchas cosas que merezcan un hueco en mi deteriorada memoria. Espero, sobre todo, que predominen las buenas.

Eso deseo. ¡Feliz 2015!