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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Mis 14 previsiones para 2014

Siempre es interesante hacer previsiones, aun a sabiendas de que algunas no se cumplirán. Es más, en muchos casos, cuando uno las hace piensa que lo mejor que puede pasar es que algunas no se cumplan.

Hace unos días escribí un artículo largo para la revista IPMark  con mi análisis de la situación en el mercado publicitario y algunas previsiones de lo que puede venir este año. Aquí voy a limitarme a elegir 13 previsiones de lo que creo que ocurrirá en nuestro pequeño mercado.

1.- La inversión publicitaria crecerá este año  más del 2% (algo por encima de las previsiones de i2p, Zenthinela, Vigía o ZenithOptimedia). La situación irá mejorando a medida que avance el año.

2.- Las ventas de automóviles, el Mundial de Fútbol con España campeona, el Mundial de Baloncesto en España y unas elecciones europeas que harán que se aflojen las medidas de ajuste, tirarán de la inversión publicitaria.

3.- El medio que crecerá más será el Móvil; pero este tampoco será el año del Móvil pese a que la mayoría de los españoles llevemos un smartphone de altas prestaciones en el bolsillo. Nuestro mercado no ha dado aún con la fórmula para conseguir esa explosión de la inversión que todos esperamos.

4.- Seguiremos diciendo que el contenido es el Rey pero en un momento en el que la monarquía está en entredicho, muy pocos están dispuestos a pagar por ese contenido (ni siquiera viendo publicidad). Ganará peso el branded content al que ahora llaman publicidad nativa.

5.- Los Diarios y las Revistas se seguirán debatiendo en el dilema entre establecer muros de pago o suprimirlos. Este año tampoco llegaremos a la solución definitiva.

6.- En un mundo en el que prácticamente no hay barreras de entrada, cualquiera puede convertirse en editor de información. Pero habrá dos tipos de información: los titulares y los simples agregadores frente al análisis en profundidad. Sólo unos pocos pagarán por esto último, con lo que aparecerán dos niveles de personas informadas.

7.- La Televisión seguirá mostrando su doble cara: audiencia cada vez más fragmentada (algo que podría variar ligeramente si se cierran canales en cumplimiento de la sentencia del Supremo) junto a comercialización cada vez más concentrada. Pero pese a la fragmentación seguirá siendo el mejor medio para alcanzar rápidamente coberturas altas y el líder en captación de inversión.

8.- Seguirá creciendo el parque de Smart TVs pero su utilización publicitaria se verá frenada por la falta de estandarización que hace necesarios varios desarrollos tecnológicos diferentes para una misma campaña.

9.- Twitter se seguirá imponiendo como la red en la que nos enteraremos de las cosas que nos interesan.

10.- El Cine seguirá sin plantearse la utilización de precios variables, el único camino que podría llevarle a recuperar audiencias y peso en el mercado publicitario

11.- Las Agencias de Medios seguirán sin ser capaces de poner en valor su aportación al negocio del anunciante. La mayor parte de los anunciantes decidirán por una u otra en función de lo barato que compren (o sea de su capacidad para destruir valor en los medios).

12.- Todo el mundo hablará de big data pero sólo unos pocos tendrán la tecnología necesaria para sacar partido de la inmensa cantidad de datos que se generan cada día.

13.- La creatividad, lo emocional, seguirá siendo el elemento clave para aportar valor a las marcas.

14.- El 26 de mayo publicaré las previsiones de la ola de Zenith Vigía de mayo 2014. Esa ola hará la número 100 del sistema Atalaya (Vigía+Zenthinela) que empecé a realizar a principios de 2001.

De las 14 previsiones las dos que preferiría que no se cumplieran son la 10 y la 11. Pero tengo poca confianza en que se pongan los medios para ello.

Vuelve la televisión social

El 14 de octubre de 2012 pasará a la pequeña historia de la humanidad por la hazaña de Felix Baungartner, el austriaco que batió varios récords al arrojarse en caída libre desde 39.000 metros de altitud.

Pero el salto de Felix pasará también a la historia de la publicidad. El evento Red Bull Stratos es la primera acción de branded content pensada para generar un evento simultáneo a nivel mundial. Lo de menos es que 8 millones de espectadores vieran simultáneamente el evento a través del canal de streaming de YouTube aunque esa cifra fuera un récord. Se batirá pronto, a medida que el portal de vídeo de Google vaya alcanzando una mayor cobertura y se convierta en un hábito para mucha gente. Además la cifra es relativamente pequeña si la comparamos con la suma de los espectadores que consiguieron las cadenas de televisión de todo el mundo que emitieron simultáneamente el evento.

La clave fue poner a hablar a la vez sobre un mismo tema a miles de millones de personas de todo el mundo a través de Twitter y de Facebook. Todo el mundo hablando a la vez de un mismo tema, un tema que, además, tiene una connotación comercial.

Ese no fue el nacimiento de la televisión social pero sí fue su bautismo de fuego. Ya habíamos vivido otros momentos intensos: los usuarios de Twitter lanzaron más de 15.000 tuits por segundo cuando España marcó su cuarto gol en la final de la Eurocopa de 2012; durante la final de la Superbowl  de este mismo año se enviaron 12.233 tuits por segundo; 12 millones a lo largo de todo el evento. El año anterior habían sido 1,8 millones. Claramente se trata de un fenómeno en alza.

Desde el nacimiento de la televisión hasta la proliferación de canales (que en España se produjo en los años noventa, pero en otros países tuvo lugar mucho antes) la televisión era social: había que ver la programación del canal dominante para no quedarse al margen de las conversaciones del día siguiente. Luego esta componente social perdió peso.

A finales de los años noventa los visionarios que lanzaron Quiero TV, la plataforma de TDT de pago, ofrecían la televisión conectada a Internet: el paquete de abono incluía un teclado inalámbrico que permitía no sólo navegar por Internet a la vez que se veía la televisión sino también comentar con los amigos el programa que se estaba viendo.

Está claro que se adelantaron a su época. En aquel momento la velocidad de la conexión no permitía demasiadas alegrías; por otra parte las redes sociales no tenían el peso que han adquirido con posterioridad.

Ahora sí. No sólo la mayor parte de los televisores que se venden son smart Tv, televisores conectados, con la posibilidad de comentar desde el propio televisor; también una gran parte de la población, en especial los más jóvenes, ve la televisión a la vez que está conectada con su grupo a través de otro dispositivo (un Smartphone, una tableta o un portátil). Y ese grupo pueden ser unos pocos amigos o miles de seguidores.

Los programas de televisión son uno de los temas más tratados en la red de microblogging Twitter. Prácticamente en cualquier momento algún programa de televisión o alguno de sus protagonistas es trending topic. Según la empresa Tuitele en el mes de octubre se realizaron en España 4,3 millones de comentarios en directo sobre programas de televisión.

Estamos así ante una nueva manera de vivir la televisión: podemos estar viendo un programa y comentarlo con los amigos, o bien si vemos comentarios interesantes sobre un programa diferente al que veíamos podemos cambiar de canal. Esto reforzará la televisión vista en directo, frente a la tendencia a la autoprogramación de la que tanto se ha hablado en los últimos años sin que haya llegado a tomar una dimensión importante. Paradojas de la tecnología: la misma Internet que iba a matar a la televisión de grandes audiencias podría venir en su ayuda. Vuelve así la dimensión social de la televisión.

Esto ha hecho pensar que la contabilización del número de comentarios sobre un tema puede proporcionar indicadores de audiencia. Algunas empresas, como Tuitele, ya ofrecen en España ese servicio. Rentrak, en Estados Unidos, acompaña sus datos de audiencia de un indicador, el Social Media Index, obtenido a partir del número de comentarios en redes sociales generados por el programa. (*)

No se trata de sustituir a los datos procedentes de los audímetros, pero sí de complementarlos con una información adicional sobre la repercusión social de cada programa. Este dato será tanto más importante cuanto más amplia y representativa de la población sea la cobertura de las redes sociales y de los comentarios que vehiculan.

Tuitele hablaba de 900.000 personas como espectadores sociales a mediados de 2012, un 2,8% de los internautas, con un fuerte sesgo hacia hombres y otro indudable hacia early adopters de novedades en Internet.

Por el momento es fácil para un programa de televisión conseguir un mayor número de tuits haciendo referencia en su contenido a la red social o tocando temas de especial interés para los tuiteros. En España hemos visto dos ejemplos claros: La Nube y Salvados.

Desde un punto de vista publicitario un programa con el que se interactúa más puede ser un indicativo de un mayor engagement. Para un directivo de una cadena puede ser muy interesante conocer en tiempo real las reacciones que su programa, o los de la competencia, están provocando en sus espectadores. En los programas en directo podría ir reorientando el contenido en función de las reacciones del público. Para el público poder comentar en directo supone recuperar la dimensión social de la televisión.

Estamos ante una nueva manera de hacer televisión, con la posibilidad de reaccionar a lo que los telespectadores estén opinando en cada momento. Una verdadera locura, pero una locura posible, cercana y muy verosímil.

La televisión social ya está aquí. Está en nuestras manos: podemos hacer que gracias a ello la televisión mejore o seguirla empujando por el camino del morbo y la chabacanería. Ahora los fríos números que representaban los datos de audiencia van a venir acompañados por un gran volumen de información cualitativa. Quienes estamos en este negocio podemos aprovecharlo o mirar para otro lado.

Este artículo se publicó, junto a otros muy interesantes en Trends, el especial que la agencia Wysiwyg ha dedicado a los cambios que se avecinan.

(*) Después de escribir este artículo se ha publicado el acuerdo entre Twitter y Nielsen para profundizar en la medición de la dimensión social de la televisión.