Es una noticia importante, por el precedente que crea.

El Tribunal Constitucional (TC) ha considerado nulo el despido de una mujer embarazada y ha rechazado así la intención de la empresa de considerarlo como improcedente alegando que la trabajadora no había comunicado su estado a la compañía.

Es la primera vez que el TC avala la nulidad de un despido sin que la trabajadora haya comunicado su embarazo a la empresa, ya que hasta ahora consideraba «necesario» el conocimiento por parte del empresario del embarazo de la despedida para apreciar una vulneración de los derechos fundamentales.

Hablaba con un amigo no hace mucho del relativo blindaje que tiene una embarazada frente a un empresario con ganas de despedir.

Él lo considera injusto, y es verdad que es un caso claro de desigualdad laboral en función del sexo, pero yo también creo que esa protección extraordinaria es necesaria.

Es aún frecuente que las mujeres embarazadas o las madres recientes se conviertan en objetivos de empresarios con pocas miras, incapaces de apreciar la auténtica valía de un trabajador más allá de sus circunstancias personales.

Ya he escrito en este blog en ocasiones de acosos y despidos a madres recientes y futuras. Sigue siendo algo demasiado habitual.

Así que puede que esos supuestos blindajes sean injustos, pero son necesarios.

¿Tú que opinas?