La bola de cristal arrancó en octubre de 1984 y terminó en junio de 1988. Es decir, en pocos meses se cumplirán treinta años de la despedida de los electroduendes y la bruja Avería.
Yo tenía entre ocho y doce años mientras el programa se emitía. La edad ideal, supongo, para ver un programa que, sin la menor duda, hizo historia de la televisión.
No voy a detallar lo que todos sabemos: el elenco estelar de jóvenes artistas que había tras este programa infantil, lo transgresor que fue, la música de calidad que nos regaló o los mensajes que aún tenemos grabados los niños de los ochenta: “si no quieres ser como ellos, lee”, “viva el mal, viva el capital”, “Tienes quince segundos para imaginar… si no se te ha ocurrido nada, a lo mejor deberías ver menos la tele”.
Os confieso, no obstante, que no era un programa que me entusiasmara tanto. Sé que hay gente de mi edad para los que La bola de cristal es un recuerdo de su infancia mítico e intocable, igual que hay otros que no podían soportarlo. Yo lo veía y lo pasaba bien, pero no pasaba nada si me lo perdía. Había cosas que me gustaban mucho, otras en las que me perdía e incluso aburría. Lo recuerdo con cariño, pero irregular. La música era lo que más me atraía, tanto las más infantiles (“¿qué tiene esa bola que a todo el mundo le mola?”, aún podría entonarla entera a mis casi 42 años), como los videoclips que ponían, quedé fascinada por completo con el de Annabel Lee, que para mí fue un precioso e inolvidable cuento cantado.
Hace unos diez años, cuando mi primer hijo era un bebé, compramos un CD con los primeros programas y nos pusimos a verlos. La impresión que tuve es que había envejecido mal, que el ritmo a veces se ralentizaba demasiado, que en ocasiones se enredaba demasiado sobre sí mismo, que ya no era algo que pudiera resultar atractivo a los niños.
Puedo estar equivocada, no lo descarto. Hablo de una percepción muy personal.
Publiqué hace poco en mis redes sociales, recordando todo aquello lo siguiente:
Atención, pregunta para los padres que de niños veáis #LaBoladeCristal… ¿Se la pondríais ahora a vuestros hijos?
Os confieso que de niña me parecía pse. Y la vi de nuevo cuando tuve a Jaime y me pareció que había envejecido fatal.
— madrereciente (@madrereciente) 8 de febrero de 2018
Encontré lo que imaginaba. Defensores a ultranza, gente que considera que no era para tanto y que la nostalgia lo ha elevado y otros que lo vivieron como yo, con normalidad. También, respondiendo a mi pregunta, padres que se lo pondrían o ya se lo han puesto a sus hijos (con éxito) y otros que ni se lo plantean.
Pero tras leer todas las opiniones, mi conclusión es otra. Es posible que La bola de cristal haya envejecido mal, que no sea un programa que podamos rescatar para los niños de hoy, pero lo que me parece realmente triste es que hoy día, treinta años después, creo imposible repetir un fenómeno que tantos aplauden.
Coger a un grupo de artistas jóvenes y dejarles la suficiente libertad como para crear un programa infantil distinto, innovador, que no considere a los niños pequeños adultos en miniatura algo tontuelos, parece ciencia ficción a día de hoy.
Más aún en la televisión de todos.
Ciertamente precioso el cuento de Annabel Lee.
A mi me pilló más mayor y me pasa algo parecido, había partes que me gustaban y otras que para nada. No he vuelto a ver el programa así que no se cómo habrá envejecido pero sí vi «La Historia Interminable» y me pareció horrible, así que prefiero dejarlo como está…
12 febrero 2018 | 10:03
Pues justo sobre ese programa te puedo ayudar poco porque yo con 7 u 8 años, no estaba en casa frente a la tele, sino en alguno de los parques que tenía alrededor de casa trasteando. Así que creo que ese programa lo debí ver 2 – 3 veces como mucho. Lo que sí puedo decir es que en la actualidad hay poca programación válida para los niños, entre otras cosas porque crecen muy rápido y las series que antes valían para un rango de edad entre 5 y 10 años, ya no vale. Por ejemplo, los fraggel podíamos verlo muchos niños de distintas edades pero…, hay alguna serie actual que tenga la misma validez. Un niño de 10 años sería capaz de ver barrio sésamo o los mundos de yupi sin aburrirse como una ostra? Yo no tengo hijos así que no tengo ni idea.
12 febrero 2018 | 10:21
Hoy día con lo que les gusta a los niños el tema vampiros, este programa tendría un gran éxito, sobre todo por la niñas que son las que tiran del carro en casi todo lo visual.
12 febrero 2018 | 10:22
Mi favorita la bruja avería y su risa, yo tenía 24 años y no me lo perdía nunca; aunque hay que tener en cuenta también que en 1984 solo habían 2 cadenas de televisión.
12 febrero 2018 | 10:22
Estoy claramente convencido de que contribuyó de manera muy importante a la creación de mi pensamiento crítico. Justo lo contrario del resto de televisión que sufrimos entonces y seguimos sufriendo.
12 febrero 2018 | 10:30
Tendría entre los 11 y los 15.
Lo veía a menudo y me gustaba bastante; pero tampoco era fan acérrimo y al llegar «La Cuarta Parte» solía desconectar, por que no siempre me interesaba el tema.
Mi hijos aún son pequeños; pero si tuviera un DVD, lo mismo se lo pondría, aunque, claro, para ellos ya sería un programa antigüísimo con cantantes y personajes que poco o nada tendrán que ver con su «realidad», así que no se si, realmente, les podría interesar algo, poco o nada…
12 febrero 2018 | 10:48
Yo no le hacía mucho caso: no me dejaban ver mucha en tele en casa pero sí me dejaban programar ordenadores… Recuerdo que estéticamente no me hacía gracia y la música, meh. Pero sí recuerdo que me llamaba poderosamente la atención porque era el único programa infantil y juvenil que me trataba como si yo fuera un ser racional y con criterio, no como un adulto, pero sí como una persona. Recuerdo un programa en que Alaska salía hablando de sus gustos musicales y terminaba diciendo algo así como «pero yo soy yo y tú debes tener tus propias opiniones y gustos, que serán diferentes a los míos y eso está bien». Recuerdo también que era un programa que humanizaba lo raro y feo, que iba en contra de otrificar, que buscaba el fondo por encima de la forma, que te hacía pensar.
Por supuesto, no pudo durar demasiado. No creo que haya vuelto a haber nada parecido y, por supuesto, la cosa involucionó rápidamente hacia Leticia Sabater y el club disney. No tengo hijos, pero sin duda se lo pondré a mis sobrinos en cuanto les alcance la edad.
12 febrero 2018 | 10:54
Te iba a dejar un comentario, pero como tenéis este sistema aberrante de actualización de página sin ton ni son, de repente se ha perdido todo el texto que estaba redactando….
Ahora paso de volver a explayarme.
Resumiendo:
-La sociedad era distinta entonces.
-No podemos valorar lo antiguo mediante patrones modernos.
-La televisión hoy día APESTA.
-Los niños nunca fueron idiotas, son simples reflejos de la educación que reciben.
et point.
12 febrero 2018 | 10:54
Desde luego que se lo pondria a mis hijas… me encantaba, y me pillo con 20 años…
12 febrero 2018 | 11:43
Creo que es la sociedad que estamos construyendo lo que está envejecido mal, muy mal.
12 febrero 2018 | 12:29
Cada programa de televisión es fruto de su tiempo. ¡Maldito revisionismo político!
12 febrero 2018 | 13:27
A mí me gustaba bastante, aunque muchas cosas no las entendía. Me pillo entre los 11 y los 14 años y solía verla casi siempre. Los/as niños/as de hoy, al ser un programa de hace 30 años, quizá no se identifiquen con el contenido y se aburran, o les parezca extraño, pero se puede intentar que la vean y opinen…
12 febrero 2018 | 15:01
Anabel Lee no es mas que un cuarteto de estrofas de un poema de Edgar Alan Poe repetidas en la cación hasta la saciedad… nada mas eso.
He leido también que el programa ha envejecido mal… bueno, despés de haber visionado algunar reposiciones en DVD, he podido rememorar como los Electroduendes hablaban de capitalismo, corrupción e ignorancia social….. por lo tanto no creo que haya envejecido mal, si no que sigue de total actualidad… si la pregunta es si deberían verla nuestros hijos…. hazte tu esta pregunta… te dejaban verla a ti tus padres?
No creo que ningunta otra serie como Los Simpson pueda hacer tanto daño a la sociedad como ha hecho esta.
12 febrero 2018 | 16:04
Nunca, de pequeña me provocó unas pesadillas que no se me olvidarán en la vida.
12 febrero 2018 | 17:29
A mi de pequeña la Bola de Cristal me daba grima. Las marionetas nunca me han gustado, siempre fui una niña rarita. Y no se lo pondría a mis hijos, no solo porque no me gustase, sino porque está desfasado, el tiempo no suele ser clemente con los programas de televisión (me encantaba Mazinger Z de pequeña, y hace diez años vi por casualidad un trozo de un capítulo, casi lloro). Si me gustaría que hubiese programas de verdad para niños, y sí me gustaría que aportasen ese estilo de mensajes, que no los tratasen de tontos o sub-adultos, o peor, carnaza para Leticia Sabater, pero eso es pedir que piensen en los niños, o que simplemente piensen.
12 febrero 2018 | 19:22
Buenas,
la verdad es que no tendría problema, pero tampoco los recuerdo con mucha nitidez yo soy del 81 y era pequeña cuando los ví, como dices las canciones era lo que más recuerdo.
Besos!
Anabel
13 febrero 2018 | 08:15
Porqué no, nosotros nos criamos con ello y no nos pasó nada, para mí es incluso mejor que muchas series supuestamente infantiles de hoy en día que lo único que hace es atontarles en vez de hacerles pensar y tener ideas propias, críticas. en los niños es muy importante que piensen por ellos mismos.
14 febrero 2018 | 09:34
Yo no dejaría a mis hojos ver tales programas, son muy pequeños, empezando por aquí y probablemente se asustarían, igual con algo más de edad pueda ser….
14 febrero 2018 | 09:35
No ví nunca ese programa, pero por el vídeo que tenéis arriba no loco dejo a mis hijos ver tal serie televisiva, antes les pongo una película de dibujos animados, como lo siento.
14 febrero 2018 | 09:36
Me gustaría ver a mis hijos,o el devenir mas claro.
11 abril 2018 | 13:46