Nunca hemos sido muy dados a los juguetes de construcción. Tampoco hemos sido en casa de puzzles. Con Jaime, durante las sesiones de trabajo en casa o en atención temprana, se intentó mucho interesarle por encajables, pequeños puzzles y construcciones sin éxito. A Julia nunca le llamaron la atención hasta hace un año que Playmobil y Lego se empezaron a abrir camino en casa, tanto por los muñequitos y el puro juego como por la construcción.
La caja de Broks llegó en buen momento. Según la vio Julia sobre la mesa quiso, toda entusiasmo, que montásemos alguno de los vehículos de este moderno y evolucionado Mecano. Montásemos, así en plural, porque acabamos su padre y yo levantando lo que eligió.
Broks es un juguete recomendado para niños de entre cuatro y nueve años. Julia tiene siete y es incapaz de hacerlo sola. En parte por la dificultad de las instrucciones, que están bien ideadas para no dejarlo todo meridianamente claro y así hacer pensar un poco más a los que lo están montando, no por nada a los diez modelos los llaman retos, pero que impide que la mayoría de los niños jueguen solos.
Ahí está el que eligió Julia.
Probablemente si lo volviera a montar le resultaría más fácil saber cómo hacerlo. Y siempre está la opción de inventarse ella sus propios vehículos o construcciones. Jugar en modo libre, vamos.
Utiliza vistosas piezas de colores como poleas, engranajes o articulaciones… Están elaboradas con plástico ABS y EVA amigables con el medio ambiente.
Pero aún así sería imprescindible la ayuda del adulto por otro motivo: algunas de las piezas a encajar están realmente duras. Hay que hacer mucha fuerza para encajarlas a presión. De hecho si acabamos haciéndolo los tres es porque yo ya no sentía los dedos encajando piezas y tuvimos que llamar a mi santo para que arrimase el hombro.
El resultado final es bueno y jugable. Es cierto que algunas piezas tienden a caerse, que es algo típico de todos los juegos de construcción (otras no se soltarán en la vida, creedme), pero los vehículos son bastante sólidos.
Broks es una buena idea de juguete educativo diseñado y creado por Cecilia, que dejó su trabajo para centrarse en este proyecto que hiciera «pensar y divertirse a los niños» con la ayuda de su marido Hernán. Desde hace cerca de un año están en el mercado, me cuentan que «la acogida en general es muy buena». Un juguete que mejoraría si el montaje requiriese menos fuerza física y si hubiera una versión alternativa con las instrucciones más detalladas, para aquellos a los que el reto les resulte frustrante.
Tienen tres modelos de momento, cada uno con un libro con 10 retos y su explicación paso a paso de cómo construirlo. En su web tenéis más información.
Asi es, tine todo el razon el articulo, asi que me gusta compartirlo en mis redes sociales, es una maravilla leer articulos como ese. Gracias
12 julio 2016 | 08:29
Pues eso,el mecano de toda la vida, ahora en plástico.
En casa tuvimos el original, mi hermano era muy aficionado a ese tipo de juguete.
Para mi hija, siempre le compramos Duplo al principio y Lego más tarde, hoy mi nieta con dos años es uno de sus juguetes preferidos, cuando llego a su casa me dice: Abea hazer cazas. 😉
12 julio 2016 | 10:51
Qué chulo, aunque soy más partidaria de los meccano tradicionales https://www.juguetronica.com/juguetes-meccano el aspecto metálico que tienen me encanta.
14 julio 2016 | 09:33