Ile de Ré, lugar de concentración para futbolistas y de disfrute para familias con niños

– ¿Sabes dónde está concentrada la selección para la Eurocopa? En la Ile de Ré. A ver si la van a poner de moda… –

Eso me dijo mi santo, evocando inevitablemente el día que pasamos hace dos veranos en aquel pequeño paraíso de mar, viñedos, ostras y ecos de buques balleneros. Ese fue el año en el que nos enamoramos del norte de Francia, desde Poitiers hasta Caen, de Burdeos a Nantes, de LeMans a LaRochelle, y entre medias sus pequeños pueblos, sus ciudades tranquilas y llenas de maravillas.

Un viaje que no dejo de recomendar a mi alrededor si lo que se busca es desconexión, cultura, naturaleza, sin agobios de gente, por poco dinero si se viaja en coche, se buscan buenos alquileres y se compra en sus mercados para cocinar luego los productos de la tierra. Este año volveremos. Será la primera vez que repitamos por tercera vez un destino. Nos queda mucho por conocer, explorar y disfrutar.

Así que no he podido resistirme a escribir hoy de esa pequeña isla, será que ya me pide el cuerpo vacaciones, por si a alguno os sirve de inspiración para viajar con niños. Va a ser un post con muchas fotos, lo advierto, aunque tres de ellas no son mías. Arena y niños, uno de ellos al que hay que llevar siempre de la mano para evitar fugas por su autismo, impide que me dedique a la fotografía tanto como me gustaría.

La Ile de Ré es uno de los lugares más turísticos  que hemos visitado junto con La Rochelle, aunque para nada estaba saturado de gente pese a que fuimos en época de máxima afluencia (en temporada alta puede llegar a tener 160.000 personas, cuando en baja son 16.000). A las fotos de las playas me remito.

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Está apenas a media hora (y 16 euros de peaje por cruzar en coche su espectacular puente) de La Rochelle.

Vista del puente une La Rochelle con la isla de Ré (EFE/Juanjo Martín).

Vista del puente une La Rochelle con la isla de Ré (EFE/Juanjo Martín).

La Ile de Ré es un sitio en el que disfrutar con los niños de sus playas enormes y tranquilas en las que no se pasa calor pero los valientes pueden bañarse, Julia lo hizo. Claro que tanto ella como su hermano osaron bañarse el año posterior en las playas del desembarco de Normandía.  ¿Quién dijo frío?

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El pueblo amurallado en estrella de San Martín de Ré es una delicia. Invita a recorrerlo entero, a paso suave, deteniéndose en multitud de rincones.  Ninguna construcción está fuera de lugar, todo está limpio y cuidado, con una oferta de restauración variada (que no probamos, todo hay que decirlo, comimos unos bocadillos que compramos al pie de faro) y algunas tiendas cuyos escaparates invitaban a entrar (aunque no entramos).

Ir con Jaime y Julia, al ritmo de niños pequeños uno de los cuales tiene autismo, ayuda a ahorrar con frecuencia.

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El faro de las ballenas es visita obligada, pero creo que lo mejor de la isla es el carril bici que la recorre por completo. Está perfectamente preparada para ir con bicicleta (de hecho es lo que se recomienda, allí también se alquilan) y disfrutar toda la familia a dos ruedas. La isla entera tiene treinta kilómetros de largo y cinco de ancho.

El faro de las ballenas (GTRES).

El faro de las ballenas (GTRES).

Nosotros no hicimos parada para ver los saladeros o para ver y degustar sus cultivos de ostras y el vino procedente de las viñas que cultivan al pie del mar, pero son otras buenas posibilidades.

La Policía francesa patrulla los alrededores del Hotel Atalante, en la isla de Re junto a La Rochelle, donde se concentrará la selección (EFE/Juanjo Martín).

La Policía francesa patrulla los alrededores del Hotel Atalante, en la isla de Re junto a La Rochelle, donde se concentrará la selección (EFE/Juanjo Martín).

Dada la paz que se respira, nadie diría que desde allí el primer duque de Buckingham atacó La Rochelle, que más tarde fuera un aentamiento penal o que en la Segunda Guerra Mundial las playas de la isla fueron fortificadas por las fuerzas alemanas con búnkeres. No obstante, pese a tanta tranquilidad también hay una vida nocturna razonable. Vamos a ver, que no es Ibiza, pero para la media francesa hay bastante oferta de ocio.

No pretendo ser una experta tras solo un día allí, pero os aseguro que regresaría sin dudarlo. También a La Rochelle (las últimas fotos son de la ciudad fortificada), pero esa es otra historia. Si queréis indagar más, hay una web turística oficial traducida al español.

No eligen mal los futbolistas…

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