Tener niños pequeños a los que leer cuentos antes de dormir, además de un placer que mi santo y yo nos repartimos equitativamente, para mí ha supuesto un descubrimiento: el de la ediciones cuidadas, el papel precioso, las ilustraciones muy diferentes de múltiples artistas, las historias que en pocas palabras dicen mucho.
Muchos son pequeñas obras de arte. Y prefiero con mucho las obras originales que las historias protagonizadas por personajes de la tele o el cine.
No voy a ponerme ahora a enumerar las virtudes de leer cuentos a los niños. Más allá de su utilidad y conveniencia, debería ser una actividad que guste a los mayores y a los peques. Y no conozco niño al que no le guste que le lean cuentos.
Por eso de vez en cuando os voy a recomendar los que más nos llaman la atención por uno u otro motivo. Ya lo he ido haciendo de vez en cuando, pero a partir de ahora será más a menudo. Mis niños crecen y los temas de este blog también.
Hoy quiero hablaros de dos libros que suponen una nueva apuesta editorial y que vienen acompañados de un CD y que hemos estado leyendo y cantando la pasada semana.
Magín Blanco: La niña y el grillo en un barquito. Magín Blanco viene del mundo del rock and roll adulto. Pero, desde hace unos años, nos sorprende a todos con sus canciones pensadas para los pequeños de la casa. Sin abandonar la música llena de ritmo y alegría, viaja por toda España con una niña, un grillo y un barquito para entonar canciones llenas de humor, bailes y sensibilidad. Con Magín es imposible no bailar. Su guitarra nos va a llevar, de la mano de la niña, el grillo y el barquito, por mundos imaginarios de los que, al entrar, ya no vamos a querer salir.
Mamá Cabra: Deveribés. Mamá Cabra es uno de los grupos de música infantil más importantes de España. Llevan más de diez años llenando los auditorios con su propuesta de canciones divertidas, a ritmos muy modernos y bailables. Su espectáculo está pensado para niños y niñas menores de ocho años. Un conjunto de canciones en las que, además de bailar y cantar con sus estribillos pegadizos, aprendemos cosas tan importantes como a comer bien, cruzar correctamente o los animales que viven en el mar.
El que más le ha gustado a Julia es el primero. Es como una novelita cuyos capítulos se pueden leer de forma independiente pero también son un todo. Se leen con la música de fondo, cada pista se corresponde con un capítulo. A Julia le gusta que las cantemos tras leerlos, al final del libro están las letras. Del segundo, que es mucho más músical y menos cuento, le gustan más las canciones pero mucho menos lerlo antes de dormir.
Os dejo con un par de ejemplos de la música que albergan: