Marchando unas mariposas voladoras

imageLa otra tarde Julia encontró unas bolsas con unos restos de láminas de goma eva que habíamos usado para hacer unos marcos de fotos el día del Padre.

«Quiero hacer algo con esto mamá».

«¿Quieres que hagamos unas flores?».

«No, quiero una mariposa mamá, una mariposa papá y dos mariposas bebés para que los papás les lleven la comida a su nido«.

«Pero las mariposas no tienen bebés en nidos, ponen huevos de los que salen unas orugas que, después de comer mucho, tejen un capullo y luego salen convertidas en mariposas».

«¡Ah! ¡Es verdad! Como en Tod y Toby. Pues entonces haremos dos mariposas y sus dos orugas».

Así que pasamos un buen rato por la tarde con una manualidad rápida e improvisada con restos de otras que teníamos en casa: la goma eva, unas pajitas de colores, unas cintas y un poco de purpurina (nunca debería faltar la purpurina en una casa en la que hay niñas pequeñas»).

Ahora tenemos que crear el jardín de flores, para que las mariposas lleven la comida a sus bebés orugas. Puede que Julia tenga claro que en la vida real no sucede exáctamente así con los insectos, pero en su juego, todo vale. Y bien está que sea así.

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2 comentarios

  1. Dice ser Precioso

    Una manualidad muy bonita.

    15 agosto 2013 | 09:10

  2. Dice ser E A

    ¿La purpurina no debe faltar si hay niñas? ¿Y sólo si son niñas?

    15 agosto 2013 | 09:48

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