Fernando Alonso adelanta a Daniel Ricciardo en Portimao (Foto: Captura TV).

Este fin de semana he escuchado a algún que otro oportunista decir que Fernando Alonso estaba viejo y que su vuelta a la Fórmula 1 había sido un error. Argumentos que apenas se sostenían por el resultado de la calificación de este sábado en Portugal y que ahora, después de la carrera, no tienen ninguna razón de ser.

Reconozco que, igual que el propio Alonso, todavía no me explico qué pasó el sábado en la calificación de Portimao, pero está clarísimo que algo falló en el Alpine del piloto asturiano, porque su rendimiento estuvo muy alejado del que había demostrado en los entrenamientos libres. Pudo haber flojeado Alonso, no digo que no, pero en absoluto como para perder más de un segundo de tiempo, como así reflejó el cronómetro.

Dicho esto, este domingo hemos vuelto a ver la mejor versión de Alonso, especialmente cuando el coche le ha empezado a funcionar con el neumático duro. Su remontada en la segunda parte de la carrera, pasando del puesto catorce al octavo, ha sido sencillamente espectacular y nos ha recordado al gran Fernando de siempre.

Hemos visto al bicampeón español ser agresivo, como en sus mejores tiempos, y realizar buenos adelantamientos en pista. Me quedo con el que le ha hecho a Daniel Ricciardo que, no lo olvidemos, tiene un McLaren todavía más competitivo que el Alpine. Aquí podéis ver cómo ha cocinado ese adelantamiento al australiano:

Alonso’nun Ricciardo’yu geçişi pic.twitter.com/OQVFo52pQK

— FERNANDO (@alo_theking) May 2, 2021

Después de ver la reacción de Alonso en Portimao, tengo aún más claro que solo necesita un coche mínimamente competitivo para dar guerra en la zona alta. Y me voy con buen sabor de boca porque en Portugal he visto al mejor Alpine de la temporada.

PD. En la segunda mitad de la carrera he visto al Fernando de veintitantos años…