El nuevo McLaren MCL33 se presentó el viernes con un diseño que algunos han calificado de continuista o poco innovador y, en cierta medida, es verdad que aerodinámicamente se trata de un monoplaza heredero del anterior MCL32.

Tiene toda la lógica del mundo porque en McLaren están convencidos de que su anterior chasis era uno de los más competitivos de la parrilla y lo que han intentado para este año es adaptarlo al nuevo motor y, en la medida de lo posible, perfeccionarlo.

Pero que se trate de una evolución del anterior chasis no quiere decir que el nuevo MCL33 no sea un coche muy trabajado aerodinámicamente. De hecho, esconde muchos detalles técnicos que evidencian el enorme trabajo que han hecho en Woking. Aquí van algunos:

1 y 2. Suelo y bargeboards. Es quizás la zona donde más visibles son las diferencias respecto al anterior modelo. La zona del bargeboard, que cada temporada gana importancia y es crucial para el rendimiento aerodinámico del coche, ha sido rediseñada por completo. Se aprecian muchas más branquias y aletines para mejorar la canalización del flujo de aire. El suelo del monoplaza también está branquiado y es menos uniforme:

3. Pontones: Además de reducir su tamaño, sobre los pontones aparece una doble hilera de aletines con la finalidad de eliminar turbulencias y reducir vibraciones.

4. Alerón delantero: Es más estilizado que el anterior, con la parte posterior adelgazada, pero incrementando su complejidad, con tres niveles de flaps y aletas interiores en forma de sierra.

5. Retrovisores: Los espejos ganan importancia este año porque pasan a convertirse en una pieza aerodinámica más del coche gracias a su anclaje curvado.

PD. También hay cambios importantes, menos visibles, en la zona trasera del coche donde se ha rediseñado parte del chasis y la suspensión por exigencias del motor Renault.