Catalá negando su apoyo a Ignacio González o cómo parecer sinceros

El ministro de Justicia, Rafael Catalá. Catalá niega que su mensaje de apoyo a Ignacio González se refiriese a sus causas judiciales

El ministro de Justicia, Rafael Catalá niega que su mensaje de apoyo a Ignacio González se refiriese a sus causas judiciales

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, negó que en el mensaje que envió a Ignacio González en noviembre deseándole que «se cierren pronto los líos» se refiriese a las investigaciones que afectaban al expresidente de la Comunidad de Madrid por su ático en Marbella y el desfalco del Canal de Isabel II -una operación entonces secreta-.

Su declaración dura apenas unos segundos pero pueden identificarse algunos de los indicadores estratégicos de refuerzo de la credibilidad más recurrentes. Esto es, intentar ‘parecer’ sinceros a través de nuestras palabras y nuestro lenguaje corporal, algo que es necesario cuando no decimos del todo la verdad o hay algún tipo de impacto emocional más allá de lo que expresamos con nuestras palabras.

En primer lugar recurre a desechar la importancia de ese mensaje concreto, manifestando que ese día recibió «cientos de mensajes de felicitación». Esa justificación no aporta ningún argumento válido que explique su respuesta, no es más que un ‘generalizador‘ que enmascara y trata de eludir el protagonismo/importancia del hecho central.

«El sms que se ha conocido por una violación flagrante del secreto de sumario, aunque eso parece que no es importante en este momento», con la última parte intenta desviar la atención planteando la irregularidad por la que se obtiene la información y manifiesta su molestia por la filtración de esta conversación que crea la controversia, se puede registrar en este momento una sutil expresión de desprecio, que se contrapone a la indiferencia que pretende demostrar.

Indiferencia que intenta expresar con su expresión facial y gestos, poniendo caras de ‘no entiendo nada’, expresiones intencionadas de sorpresa (con una duración muy superior a las espontáneas) y encogiéndose constantemente de hombros. Aunque este comportamiento no sugiere más que duda, incertidumbre y falta de convicción en lo que uno dice.

Pensad, ¿cómo os sentiríais vosotros si se os acusa de algo que no habéis hecho? La emoción esperada es la ira, una declaración firme y contundente sobre vuestra posición al respecto. Lo que menos se espera son expresiones de duda, risas socarronas, evasivas y un discurso en tercera persona (se refiere a él mismo como al ministerio de justicia) en un intento por alejarse del hecho central y eludir la responsabilidad o la implicación directa en el hecho.

 

3 comentarios

  1. Dice ser Nogalicio

    Criticando como siempre, y si es del pp mejor, os va la vida ern ello. No os vi haciendo lo mismo cuando, ni despues de cuqando, el insigne e insignificante zp hundio a españa. Solo una ciosa,La mayoria votante de españa no olvida, ni olvidara.

    02 mayo 2017 | 12:27 pm

  2. Dice ser Ay miserables repugnantes, que será de vosotros!!!

    Menudo personajillo del 3 al 4.
    Así esta la puta administración de justicia. Que deja salir por la puerta trasera a los delincuentes…
    Pero en el fondo todos estos infelices no tienen culpa porque siguen ordenes y consignas del corrompido, satánico y abominable orden internacional de Mierda.

    A todos ellos les espera el Seol.

    Así será.

    Amén.

    02 mayo 2017 | 11:47 pm

  3. Dice ser Ignotis parentibus

    Parecer convincente es demasiado facil. Lo difícil es no saber que aquel al que estas tratando de convencer no te pille, Solo los interesados dan por verídicas sus palabras.

    03 mayo 2017 | 11:28 am

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