A veces me han hablado de profesionales sanitarios cuyo comportamiento o comentarios en una revisión o incluso en pleno parto han sido reprobables.
Me han contado que algunos contaban chistes de mal gusto (a cuenta del sexo del feto o del tamaño de la cabeza), de otros que cotilleaban o discutían sin reparo ni prudencia en pleno trabajo de parto, de alguno que otro más bien brusco y de alguna matrona que por sus gritos pelados podría haber sustituído al sargento de La Chaqueta Metálica («¡No tienes ni idea de empujar! ¡No te esfuerzas! ¿Así vas a hacer que nazca tu hijo? ¡JA! Te veo con cesarea guapita..»).
Pero nada, nada comparable con lo que ha pasado en Italia.
Y lo peor es que, por mucho que el hospital diga que no guarda relación con la pelea, el niño tuvo falta de riego al nacer y secuelas permanentes y a ella le tuvieron que extirpar el útero tras la cesárea de urgencia.
El esposo de la paciente presentó hoy una denuncia ante los carabineros de la ciudad del sur de Italia, sosteniendo que el jueves pasado su esposa entró en sala de parto para dar a luz naturalmente, cuando se encontró con los dos médicos.
Fuentes cercanas a la investigación dijeron que ambos estaban discutiendo por problemas profesionales mientras la mujer embarazada ingresaba en una camilla, y luego de algunas frases injuriosas llegaron a la pelea física.
Uno de los médicos habría tomado al otro por el cuello, arrojándolo contra la pared, y éste habría reaccionado dando un fuerte puñetazo contra un vidrio, que se hizo añicos y le cortó la mano, agregaron las fuentes.
Mientras los dos médicos se peleaban, la mujer empezó a sufrir complicaciones, y se optó por practicarle un parto por cesárea. Durante el procedimiento, sin embargo, el bebé sufrió problemas cardíacos, lo que dificultó la irrigación del cerebro, causando daños neurológicos importantes.
Luego de la cesárea, la mujer sufrió una hemorragia interna, por lo que tuvo que ser operada, y se le practicó una ablación del útero.
La fiscal substituta de Messina, Francesca Rende, abrió una investigación judicial sobre lo acontecido, pero el profesor Domencio Granese, director de la unidad de obstetricia del Policlínico, dijo que: «Estamos consternados por lo ocurrido, y por supuesto he suspendido a los dos médicos«, dijo Granese, y subrayó que «lo que han hecho es grave. Pero quiero precisar -acotó- que la mujer no se encontró mal a causa de la pelea o de un atraso eventual en la intervención de los médicos».